TORCACITA
Por Armando Alvarado Balarezo Nalo)
Quizá a estas alturas sepas que no tuve necesidad de buscarte en el infinito, pues latías en mis hilachas y relatos como la tierna Juanita. También en el susurro del río, en la lluvia, en la belleza de los campos, en la luna de abril, en mis sueños, en el trino de las aves, en el azul de la mañana, en el viento que mi tez bruñe de alborada, y en el carmesí de la tarde que se va...
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Pero
lo que no sabes, es que te esperé impaciente, como aguarda el Sol la
madrugada después de una larga noche de lluvia. Por eso ayer, al
contemplarte mirándote en el espejo, fue fácil reconocerte en mis sueños...
Hoy todo es wífala en mi corazón, Luz de Luna, porque te vi, y eso me basta para tocar el cielo...
Hoy todo es wífala en mi corazón, Luz de Luna, porque te vi, y eso me basta para tocar el cielo...
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H-104
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