UN OCHO DE DICIEMBRE ESPECIAL
Por Walter Vidal Tarazona
Por Walter Vidal Tarazona
6.12.1998. 6.30 pm. El carro entra a la plaza ya tenuemente iluminada con luz artificial. Hay tres vehículos más ESTACIONADOS en el parque: un ómnibus de la Empresa Sandoval, una camioneta de la Municipalidad y otra de la Policía. Menos frío de lo que esperaba. Al contrario, se siente CALOR, tal vez porque el corazón golpea el pecho con fuerza o porque la sangre bulle estrujado por el cuerpo. Qué sé yo. La iglesia ya con sus dos torres y la escalinata de piedras labradas que baja del atrio a la plaza, totalmente terminadas, formando una sola hermosura con el parque y ocupando totalmente el lado S del cuadrilátero. Entre las dos calles que suben a ambos lados del cuadrilátero E por el lado del Pahuacoto, hay un restaurante, luego una tiendecita, y otra; luego, al centro, resalta la fachada de la casona que fue de Walabonso V., hoy, modernizada, la Cooperativa de Artesanos Don Bosco. Le sigue el local del Palacio Municipal donde ocupa, en su primer piso, la notaria de Jara, y termina la cuadra con el local del Banco de la Nación. Siguiendo la mirada por al lado N del perímetro, cada casa se ha convertido en tienda o mejor cada casa tiene su tienda, a excepción del edificio de la esquina izquierda, la que fue la Capilla del Carmen, que después se transformó en el Salón de Ayllu del Palacio Municipal, hoy de dos pisos es de propiedad de los padres que lo usan como depósito de materiales, luego vienen una serie de tienditas hasta la esquina de la derecha. Finalmente el lado oriental de la plaza (E), donde estaba la tienda del tío Leocadio, igualmente todas son tiendas a excepción del local de la escuela que termina en la esquina, por donde entran los carros que vienen de Huaraz. En las cuatro esquinas, los cuatro vértices que se asoman a la plaza son: al SO, un pequeño edificio enyesado de tres pisos lo que era casa de Ladislao V.l, en la esquina diagonalmente opuesta está el local relativamente moderno de la PNP, el siguiente vértice, el de la derecha, la casa que fue de Arsenio Vidal; y finalmente el frente, simétricamente al lado opuesto, donde estaba la pila de agua, la casa que fue de don Artemio Cunza.
Es sábado y falta un día más para el 8 de Diciembre. Avanzo con mi maleta hacia la esquina NO. Falta decir que hay comerciantes ambulantes, al parecer sin compradores, en el Jr. Comercio. Mis labios parecen acurrucarse. No sé si quieren silvar o llorar.
Es sábado y falta un día más para el 8 de Diciembre. Avanzo con mi maleta hacia la esquina NO. Falta decir que hay comerciantes ambulantes, al parecer sin compradores, en el Jr. Comercio. Mis labios parecen acurrucarse. No sé si quieren silvar o llorar.
Llanquita Kutitstimay llamellina
Llanquiqa faltatan ruratsiman
Queymanpis quakmanpis
Puricur kakunapa.
Llanquiqa faltatan ruratsiman
Queymanpis quakmanpis
Puricur kakunapa.
El patio de la casa me parece más chico que el que tengo en el recuerdo. Subo con mi maleta a cuestas a la habitación donde era el depósito de los cajones mortuorios. Tres camas en catres de fierro, una será mía esta noche. Salgo al balcón que da al patio. Los techos ya no son de teja, sino de eternit, excepto el de la cocina que es de teja y no de paja ennegrecida por el humo como era antes. Cae la refrescante lluvia a lavar los techos y también el patio, que ya no está empedrado, sino cubierto de cemento. Cosas de la modernidad. En la calle la banda alegra la noche. Imposible salir por la lluvia. No hay otra alternativa que la cama.
6 DE DIC DE 1998
7.12.1998. Seis de la mañana. El sol aguaita Llamellín por encima de la cordillera oriental, y desde el cerro San Cristóbal tiende sus rayos suavemente para iluminar primero al Pahuacoto. La tierra húmeda brilla con el sol más roja que nunca; abajo, las plantas y las flores del camino se retuercen candorosas a la llegada de los primeros rayos de febo. Camino sin cansancio y sin rumbo, por allí por los alrededores de mi querido pueblo. Nadie sabe quién soy. De pronto alguien me mira a los ojos y dice “Yaaahhhh … don Allshy shaw”.
8 DE DIC. DE 1998. ENTRANDO A MISA.
… La vida fluye entre lo espiritual y lo virtual, confundiéndonos. El alma alojada en el cuerpo por un momento, no tiene vida sin el espíritu. El espíritu no tiene dimensión, no muere... “Andamos preocupados por lo que piensan los otros y no por lo que puede pensar Dios de nosotros”, dice el P. Nonni, mientras permanecen calladas tres viejas campanas de bronce: orgo, china y wawan. ¿Te das cuenta cómo el espíritu quiere darle vida a las cosas?. Pero una de las gigantes está rajada por la falda, sin embargo muestra aun grabada una fecha: año 1681. Como que están en la misma dimensión el pasado, el presente y el futuro.
Hoy, 10 de enero de 2016, ya no está el P. Nonni, pero su espíritu nos anda repitiendo “Andamos preocupados por lo que piensan los otros y no por lo que puede pensar Dios de nosotros”. Jorge Nonni y Papa Francisco, dos fabulosos soldados del catolicismo. El primero allá en el cielo y el otro todavía aquí en la tierra.
Hoy, 10 de enero de 2016, ya no está el P. Nonni, pero su espíritu nos anda repitiendo “Andamos preocupados por lo que piensan los otros y no por lo que puede pensar Dios de nosotros”. Jorge Nonni y Papa Francisco, dos fabulosos soldados del catolicismo. El primero allá en el cielo y el otro todavía aquí en la tierra.
PLAZA Y CAMPO DEPORTIVO DE ANCASCOCHA, DESDE PAHUACOTO.
Nos espera allí en el cielo llamellino.
RECUERDOS
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PADRE JORGE NIONNI HA MUERTO
Walter A. Vidal
En 1850 el joven Antonio Raimondi desembarcaba en el Callao para
quedarse de por vida en el Perú. Cien años después (exactamente en
1953), también en Italia, nacía Giorgio Nonni Mainetti. El llegó a Llamellín a quedarse para siempre. Así lo quiso: hoy 13 de enero de 2015 el Señor lo necesita en otro lugar; pero el P. Jorge ordenó que su cuerpo lo lleven a Llamellín.
Cuando puso sus pies en la tierra colorada, el P. Jorge Nonni ya
sufría el problema de la fe de nuestro tiempo. Este problema de vivir en
un mundo donde “Dios no cuenta”, donde Cristo no es un ejemplo a quien
hay que seguirle; un tiempo “donde el dinero es lo único que cuenta.”
Así se expresaba en una entrevista que tuvimos el honor de hacerle
hace un poco más de dos años. A continuación habla el Padre.
-“Esta
ausencia de Dios que vive el hombre también tenía que estar reflejado
en Llamellín, por eso la iglesia estaba destruyéndose, cuando yo llegué
aquí: El techo de calamina se estaba cayendo, recuerdo claro que sobre
el piso de tierra, había un lindo retablo de yeso pero muy
deteriorado.”
“Este
pueblo era, como muchos pueblitos de la sierra, un lugar donde viven
solo niños y viejitos porque los jóvenes se van a las ciudades grandes.
Dentro de mí sentí un gran dolor. Empezar en un lugar que había decaído
mucho; el pueblo que se estaba muriendo por que se van los jóvenes, al
no encontrar futuro. Quedé crucificado entre dos sentimientos: primero
alejarme de quien o con quien había vivido y aprendido mucho [en Chacas,
del P. Ugo de Censi], y segundo ver esta realidad ... aunque cuando
llegué habían ya voluntarios de la Operación Mato Grosso...”
El mejor discurso de despedida, se nos ocurre, es un acróstico
de “pie descalzo y triste ” escrito por Elmer Vidal Tarazona para el
Libro de Oro de la Provincia de Antonio Raimondi (Lima, 2014: 158-159):
P ÉTALOS DE RIMA RIMA COLORADO,
A LA DEL CÓNDOR, AZUL DE ENSUEÑO
D ESGAJADOS PARA LA HISTORIA,
R ECUERDO CUAJADO EN EL PECHO, RECIENTE
E S Y SERÁ MILNOVECIENTOS OCHENTAISIETE.
J ORGE NONNI MAINETI, PADRE NUESTRO,
O TRO ENVIADO DE VIRGILIO POR JUAN PABLO II,
R ESPONDE AL GRITO DE LOS NIÑOS POBRES,
G ENERALIZADO, RUEGO SILENCIOSO
E NTERNECIDO Y VIVO GRITO AÑOSO...
… Mama quííí-lla-aaa
dame pláá-ta-aaa
para comer mañá-na-aaa…
N O, NO VINO LA PLATA, MENOS EL ORO
¡O H BELLO SUEÑO HECHO REALIDAD!,
N I MÁS NI MENOS, JUSTO PARA EL ALMA,
N ONNI, COMO RAIMONDI, NACIÓ LLAMELLINO,
I LUMINANDO PARA EL PUEBLO UN HORIZONTE,
... de Francisco de Asís trajo el corazón amoroso,
de Don Bosco, su accionar.
de su pecho arrancó la alegría
y de su sangre, el amor.
M AÑANA, CUANDO LAS CAMPANAS DE MARÍA ANGOLA
A COMPAÑEN SU PARTIDA A LA MANSIÓN DE DIOS,
I EL APU PAHUACOTO LE DE SU BENDICIÓN POSTRERA,
¡N IÑOS RAIMONDINOS!, ¡HOMBRES DEL PERÚ!
¡E FÍMEROS SERES DEL MUNDO! NO DIGAN QUE JORGE SE HA IDO:
T IERNO, SU CORAZÓN PALPITA EN LA TIERRA COLORADA...
T ODO DE ÉL SE QUEDÓ EN ANTONIO RAIMONDI, PARA SIEMPRE,
I POR SIEMPRE, AMÉN.
Fuente:
Walter Vidal Tarazona