LIBRO:
“EXPERIENCIAS PEDAGÓGICAS DE UN MAESTRO RURAL”
DE ARCADIO MODESTO ZUBIETA VILLAFUERTE
Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
DE ARCADIO MODESTO ZUBIETA VILLAFUERTE
Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
“Somos lo que sentimos y pensamos,
dicen los entendidos,
mas no basta sentir y pensar,
tenemos que ser protagonistas
en el quehacer diario
de nuestro pueblo”.
Shapra.
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Siguiendo
la costumbre familiar, mes a mes compartimos con mi hermano Felipe los
libros de autores peruanos que van llegando a nuestras manos. Ayer, 16
de julio, llegué a casa al declinar la tarde. En la mesita de noche
aguardaba el esperado sobre manila. En su interior, el libro: “EXPERIENCIAS PEDAGÓGICAS DE UN MAESTRO RURAL”, del ilustre educador chiquiano Arcadio Modesto Zubieta Villafuerte, y la siguiente nota de envío:
“Nalito, no te olvides que el 17 es el onomástico de nuestro amigo José
Federico Zubieta Béjar. Disfruta el LIBRO de su amado padre don
ARCADIO, quien el próximo 12 de enero cumplirá 100 años de fructífera
existencia. Tu hermano que te quiere, Felipe”.
Como tenía que suceder, página a página se fue la noche llenando de luz mi corazón, con su nahuín de añoranza por la tierra amada. Asomó la madrugada, y con ella la última página (138). Página que condensa lo más sublime de la especie humana, la GRATITUD como filosofía de vida de un MAESTRO DE ESCUELA y ESCRITOR, que tiene una visión clara del mundo y del Hombre: sus sueños, sus realizaciones y sus padecimientos:
“AGRADECIMIENTOS A MIS AMIGOS, COLEGAS DE SIEMPRE: Un saludo cordial y cariñoso recuerdo a los profesores con quienes tuve la oportunidad de compartir la sagrada misión de educar en los pueblos que me tocó trabajar, en la provincia de Bolognesi, Ancash: Alejandro Núñez Gómez, Glicerio Gamarra, Emiliano Maldonado Anzualdo, Francisco Castillo, Josué Alvarado Cruz, Alejandro Samanez, Domingo Vergara, Lorenzo Alvarado Cruz, Moisés Rayo Minaya, Santiago Rojas Manrique, Agapito Rivas Albornoz, César Figueroa Cuentas, Andrés Álvarez, Joel Padilla Díaz, Belisario Pardo, Cástulo Rivera, Oswaldo Vicuña Romero, Anatolio Calderón, Feliciano Vicuña, Manuel Quispe, Virgilio Chávez, Crisólogo Ramírez Maturana, Gudberto Ibarra, Pablo Vásquez. A mis colegas, cuyos apellidos maternos no los he consignado, discúlpenme, es que algo le está sucediendo a mi memoria”. Arcadio Zubieta.
Antes de dormir bajé los párpados, y en el écran del recuerdo me vi como un chiuchi campesino, caminando calachaqui de cara al impoluto Huayhuash, rumbo a una escuelita primaria del interior de la provincia de Bolognesi, tenía un ratash ponchito y el estómago flaco, pero contento de haber leído el fulgente legado de un Gran Maestro Peruano. También vi a mis entrañables amigos Acucho Zúñiga y Vladimiro Reyes, en las escuelitas 351 y 378, junto a varios maestros chiquianos, entre ellos don Arcadio Zubieta y don Juan Aldave, todos con sus ojos magisteriales buenos, con la misma mirada de ternura de César Vallejo hacia sus pupilos, entre ellos Ciro Alegría, recién bajadito de Marcabal Grande.
Acerca del MAESTRO ARCADIO ZUBIETA, mi papá Armando solía decirnos: “Desde muy joven don Arcadio destacó por sus expresivos rasgos espirituales e intelectuales. Dueño de una personalidad serena y luminosa, con ese relieve muy propio de los maestros rurales de ojos puros, como los del Divino Maestro, que los hace únicos e irrepetibles, sobre todo por la enorme calidad humana de su apostolado en las cumbres frías. Don Arcadio estudió en la Escuela Normal de Tingua, una de las más prestigiosas a nivel planetario, de ahí que no es una sorpresa su elección como MAESTRO ANCASHINO 2009. Un verdadero orgullo para todos nosotros, como Patrimonio Viviente del Magisterio Nacional, y como Ciudadano Ejemplar, todo con mayúsculas”.
ARCADIO MODESTO ZUBIETA VILLAFUERTE: es un NOMBRE que no llega al oído del pueblo como el rumor de un eco distante que arrastra el viento de los años, sino con el fresco aroma del aguacero salvador, tal como vino al mundo con las esperadas lluvias en los albores de 1914, para alegría de los vecinos del jirón Sáenz Peña, y de sus padres Silvestre Zubieta Miranda y Rosa Rosalía Villafuerte Alva, en el hogar chiquiano de sus abuelitos del ala materna: Leocadio y Ceferina. Nombre con un siglo de florecimiento sin mácula alguna. Nombre que conforta el alma magisterial más allá de lo enunciativo, confiriéndole elevada dignidad a la tarea educadora. Una vida tenaz consagrada a los más necesitados, nuestros hermanos del agreste cordón cordillerano de tucumanes níveos, donde reverbera el beso cósmico de la luna con el sol de los INCAS en cada despertar. Personas como el Maestro Arcadio Zubieta, son seres humanos dotados de fuego sagrado, que nos hacen comprender mejor el dicho milenario: “La Tierra no pertenece al Hombre, sino al revés”.
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Como ocurre con todos los maestros de verdad, la jubilación para don Arcadio fue un mero trámite administrativo en 1971, pues sigue dando fuertes impulsos año tras año, derramando a raudales la miel y la savia de su experiencia adquirida palmo a palmo de la realidad circundante en Mahuay, Cajacay, Pacllón, Ticllos, Corpanqui, Cajamarquilla y Chiquián, lejos, muy lejos de la lucha individual por ganarse un sito en la historia de nuestro pueblo, haciendo de cada día una vigorosa expresión de crecimiento colectivo en aras del BIENESTAR GENERAL.
El LIBRO “EXPERIENCIAS PEDAGÓGICAS DE UN MAESTRO RURAL”, retrata en cuerpo y alma la vida ejemplar de un ser humano apasionado con la PATRIA CHICA, vida con admirable fidelidad al suelo nativo. Un eficiente multiplicador de los recursos escasos. Un creador nato de técninas de enseñanza con sentido pragmático, que va forjando como resortes de aprendizaje, clase a clase, campanada tras campanada, sin esperar nada de "papá gobierno", experiencias que ahora comparte con el mundo a través de su LIBRO.
Un LIBRO de autor generoso, ajeno a los halagos, a las comodidades de la ciudad y a los acomodos que seducen al Hombre desde tiempos inmemoriales; extendiendo, de lunes a domingo, los pacientes pizarrones del saber hacia los campos de labranza y de pastoreo, para contribuir con sudor y neuronas sanas al sostenimiento de los hogares de sus alumnos, mediante la noble tarea del agro, única vía de supervivencia en los contrafuertes andinos.
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LIBRO sin metáforas huecas sonando como bombo roto ni ripio saltando por todos lados como esquirlas; todo en su justa medida, cada línea fluye apacible del puquial interior de un MAESTRO DE ESCUELA, con la fragancia de tierra labrada a pulso y sudor bendito.
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LIBRO robusto en contenido: de profundo amor al prójimo como imagen y semejanza de Dios, y de gratitud a la Madre Naturaleza por los frutos recibidos.
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LIBRO copioso en enseñanzas de vida, como árbol centenario que brinda buena sombra y abrigo, en cualquier época del año.
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Todas las páginas del LIBRO son en fisonomía y espíritu como los queridos hijos del autor y su amada Hilda, que no necesitan mostrar certificados de nacimiento, credenciales políticas ni DNI: Elsa, Emperatriz, Ovidio, José, Edith, Benigno y Trinidad. Hijos bendecidos por Nuestro Señor de Conchuyacu, por Santa Rosita y San Francisco de Asís.
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Sin lugar a dudas un LIBRO de gran valor cultural, histórico, artístico, espiritual y literario para el mundo entero. Una obra de arte para todo amante de los libros buenos. CHIQUIÁN, pueblo generoso como todos los pueblos del Perú profundo, sabrá premiar cada una de sus páginas con la supervivencia de los siglos.
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Por el momento, acá detengo el lapicero. Queda mucho por decir sobre este maravilloso LIBRO. Muy pronto, con la venía de nuestros entrañables amigos Ovidio y José, estaremos compartiendo en el blog CHIQUIÁN QUERIDO, el texto y las imágenes de la obra.
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A nombre de la familia Alvarado Balarezo, los sinceros parabienes al MAESTRO CHIQUIANO ARCADIO MODESTO ZUBIETA VILLAFUETRE por su hermoso LIBRO, y un fuerte abrazo a nuestro hermano JOSÉ FEDERICO ZUBIETA BÉJAR, y a nuestra prima CARMEN ROSEMBERG GARRO en el DÍA DE SUS CUMPLEAÑOS. Elevemos nuestras oraciones por el alma buena del ilustre patriarca GUILLERMO PARDO NOVOA, quien un día como hoy nació en Chiquián, y que desde el cielo ilumina nuestros campos fecundos.
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La Vergne, 17 de julio de 2013
Como tenía que suceder, página a página se fue la noche llenando de luz mi corazón, con su nahuín de añoranza por la tierra amada. Asomó la madrugada, y con ella la última página (138). Página que condensa lo más sublime de la especie humana, la GRATITUD como filosofía de vida de un MAESTRO DE ESCUELA y ESCRITOR, que tiene una visión clara del mundo y del Hombre: sus sueños, sus realizaciones y sus padecimientos:
“AGRADECIMIENTOS A MIS AMIGOS, COLEGAS DE SIEMPRE: Un saludo cordial y cariñoso recuerdo a los profesores con quienes tuve la oportunidad de compartir la sagrada misión de educar en los pueblos que me tocó trabajar, en la provincia de Bolognesi, Ancash: Alejandro Núñez Gómez, Glicerio Gamarra, Emiliano Maldonado Anzualdo, Francisco Castillo, Josué Alvarado Cruz, Alejandro Samanez, Domingo Vergara, Lorenzo Alvarado Cruz, Moisés Rayo Minaya, Santiago Rojas Manrique, Agapito Rivas Albornoz, César Figueroa Cuentas, Andrés Álvarez, Joel Padilla Díaz, Belisario Pardo, Cástulo Rivera, Oswaldo Vicuña Romero, Anatolio Calderón, Feliciano Vicuña, Manuel Quispe, Virgilio Chávez, Crisólogo Ramírez Maturana, Gudberto Ibarra, Pablo Vásquez. A mis colegas, cuyos apellidos maternos no los he consignado, discúlpenme, es que algo le está sucediendo a mi memoria”. Arcadio Zubieta.
Antes de dormir bajé los párpados, y en el écran del recuerdo me vi como un chiuchi campesino, caminando calachaqui de cara al impoluto Huayhuash, rumbo a una escuelita primaria del interior de la provincia de Bolognesi, tenía un ratash ponchito y el estómago flaco, pero contento de haber leído el fulgente legado de un Gran Maestro Peruano. También vi a mis entrañables amigos Acucho Zúñiga y Vladimiro Reyes, en las escuelitas 351 y 378, junto a varios maestros chiquianos, entre ellos don Arcadio Zubieta y don Juan Aldave, todos con sus ojos magisteriales buenos, con la misma mirada de ternura de César Vallejo hacia sus pupilos, entre ellos Ciro Alegría, recién bajadito de Marcabal Grande.
Acerca del MAESTRO ARCADIO ZUBIETA, mi papá Armando solía decirnos: “Desde muy joven don Arcadio destacó por sus expresivos rasgos espirituales e intelectuales. Dueño de una personalidad serena y luminosa, con ese relieve muy propio de los maestros rurales de ojos puros, como los del Divino Maestro, que los hace únicos e irrepetibles, sobre todo por la enorme calidad humana de su apostolado en las cumbres frías. Don Arcadio estudió en la Escuela Normal de Tingua, una de las más prestigiosas a nivel planetario, de ahí que no es una sorpresa su elección como MAESTRO ANCASHINO 2009. Un verdadero orgullo para todos nosotros, como Patrimonio Viviente del Magisterio Nacional, y como Ciudadano Ejemplar, todo con mayúsculas”.
ARCADIO MODESTO ZUBIETA VILLAFUERTE: es un NOMBRE que no llega al oído del pueblo como el rumor de un eco distante que arrastra el viento de los años, sino con el fresco aroma del aguacero salvador, tal como vino al mundo con las esperadas lluvias en los albores de 1914, para alegría de los vecinos del jirón Sáenz Peña, y de sus padres Silvestre Zubieta Miranda y Rosa Rosalía Villafuerte Alva, en el hogar chiquiano de sus abuelitos del ala materna: Leocadio y Ceferina. Nombre con un siglo de florecimiento sin mácula alguna. Nombre que conforta el alma magisterial más allá de lo enunciativo, confiriéndole elevada dignidad a la tarea educadora. Una vida tenaz consagrada a los más necesitados, nuestros hermanos del agreste cordón cordillerano de tucumanes níveos, donde reverbera el beso cósmico de la luna con el sol de los INCAS en cada despertar. Personas como el Maestro Arcadio Zubieta, son seres humanos dotados de fuego sagrado, que nos hacen comprender mejor el dicho milenario: “La Tierra no pertenece al Hombre, sino al revés”.
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Como ocurre con todos los maestros de verdad, la jubilación para don Arcadio fue un mero trámite administrativo en 1971, pues sigue dando fuertes impulsos año tras año, derramando a raudales la miel y la savia de su experiencia adquirida palmo a palmo de la realidad circundante en Mahuay, Cajacay, Pacllón, Ticllos, Corpanqui, Cajamarquilla y Chiquián, lejos, muy lejos de la lucha individual por ganarse un sito en la historia de nuestro pueblo, haciendo de cada día una vigorosa expresión de crecimiento colectivo en aras del BIENESTAR GENERAL.
El LIBRO “EXPERIENCIAS PEDAGÓGICAS DE UN MAESTRO RURAL”, retrata en cuerpo y alma la vida ejemplar de un ser humano apasionado con la PATRIA CHICA, vida con admirable fidelidad al suelo nativo. Un eficiente multiplicador de los recursos escasos. Un creador nato de técninas de enseñanza con sentido pragmático, que va forjando como resortes de aprendizaje, clase a clase, campanada tras campanada, sin esperar nada de "papá gobierno", experiencias que ahora comparte con el mundo a través de su LIBRO.
Un LIBRO de autor generoso, ajeno a los halagos, a las comodidades de la ciudad y a los acomodos que seducen al Hombre desde tiempos inmemoriales; extendiendo, de lunes a domingo, los pacientes pizarrones del saber hacia los campos de labranza y de pastoreo, para contribuir con sudor y neuronas sanas al sostenimiento de los hogares de sus alumnos, mediante la noble tarea del agro, única vía de supervivencia en los contrafuertes andinos.
.
LIBRO sin metáforas huecas sonando como bombo roto ni ripio saltando por todos lados como esquirlas; todo en su justa medida, cada línea fluye apacible del puquial interior de un MAESTRO DE ESCUELA, con la fragancia de tierra labrada a pulso y sudor bendito.
.
LIBRO robusto en contenido: de profundo amor al prójimo como imagen y semejanza de Dios, y de gratitud a la Madre Naturaleza por los frutos recibidos.
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LIBRO copioso en enseñanzas de vida, como árbol centenario que brinda buena sombra y abrigo, en cualquier época del año.
.
Todas las páginas del LIBRO son en fisonomía y espíritu como los queridos hijos del autor y su amada Hilda, que no necesitan mostrar certificados de nacimiento, credenciales políticas ni DNI: Elsa, Emperatriz, Ovidio, José, Edith, Benigno y Trinidad. Hijos bendecidos por Nuestro Señor de Conchuyacu, por Santa Rosita y San Francisco de Asís.
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Sin lugar a dudas un LIBRO de gran valor cultural, histórico, artístico, espiritual y literario para el mundo entero. Una obra de arte para todo amante de los libros buenos. CHIQUIÁN, pueblo generoso como todos los pueblos del Perú profundo, sabrá premiar cada una de sus páginas con la supervivencia de los siglos.
.
Por el momento, acá detengo el lapicero. Queda mucho por decir sobre este maravilloso LIBRO. Muy pronto, con la venía de nuestros entrañables amigos Ovidio y José, estaremos compartiendo en el blog CHIQUIÁN QUERIDO, el texto y las imágenes de la obra.
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A nombre de la familia Alvarado Balarezo, los sinceros parabienes al MAESTRO CHIQUIANO ARCADIO MODESTO ZUBIETA VILLAFUETRE por su hermoso LIBRO, y un fuerte abrazo a nuestro hermano JOSÉ FEDERICO ZUBIETA BÉJAR, y a nuestra prima CARMEN ROSEMBERG GARRO en el DÍA DE SUS CUMPLEAÑOS. Elevemos nuestras oraciones por el alma buena del ilustre patriarca GUILLERMO PARDO NOVOA, quien un día como hoy nació en Chiquián, y que desde el cielo ilumina nuestros campos fecundos.
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La Vergne, 17 de julio de 2013
RECUERDOS
MAESTRO ANCASHINO 2009 ARCADIO ZUBIETA VILLAFUERTE
CELEBRÓ CON AMOR FAMILIAR 99 AÑOS DE VIDA EJEMPLAR
12 DE ENERO DE 2013
IMÁGENES
Filomeno Zubieta Núñez
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RECUERDOS
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El día 8 de julio de 2009 don Arcadio Modesto Zubieta Villafuerte,
luego de una justa democrática fue elegido como MAESTRO ANCASHINO
2009. Participaron los maestros representantes de las 20 provincias del
departamento de Ancash, todos ellos con amplios méritos en favor de la
educación. El domindo 12 de Julio del 2009 , en ceremonia especial, el Maestro Arcadio Zubieta recibió los Laureles Magisteriales y la Medalla de Oro del Club Ancash..
RECUERDOS
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...
ENTREVISTA - 2003
. Don Arcadio Zubieta Villafuerte
ILUSTRE NONAGENARIO BOLOGNESINO
Durante la visita que realizamos a
Chiquián para asistir a las diferentes actividades programadas por el
centenario de la creación política de la provincia de Bolognesi,
tuvimos la oportunidad de conocer a un personaje que es considerado
símbolo del lugar, don Arcadio Zubieta Villafuerte,
quien en vísperas de cumplir 90 años, y dando muestras de su grata
cordialidad tuvo la gentileza de alojarnos en su casa, junto con el
presidente del Club Ancash, Dr. Ampelio Barrón Araoz.
DON ARCADIO ZUBIETA VILLAFUERTE, DESDE QUE LLEGAMOS A LA CAPITAL DE BOLOGNESI LA GENTE NOS HA COMENTADO QUE UD. ES LA ENCICLOPEDIA VIVIENTE DE CHIQUIÁN.
DON ARCADIO ZUBIETA VILLAFUERTE, DESDE QUE LLEGAMOS A LA CAPITAL DE BOLOGNESI LA GENTE NOS HA COMENTADO QUE UD. ES LA ENCICLOPEDIA VIVIENTE DE CHIQUIÁN.
Con
los años que tengo conozco mucho de las costumbres de Chiquián y de
otros pueblos bolognesinos donde trabajé. Aquí ejercí durante diez años
mi profesión de normalista egresado de la Escuela Normal de Tingua en
1935.
¿CUÁNTOS AÑOS TIENE?
¿CUÁNTOS AÑOS TIENE?
Dentro de dos meses estaré cumpliendo noventa años.
¿EN QUÉ OTROS PUEBLOS DE BOLOGNESI EJERCIÓ FUNCIÓN DOCENTE?
¿EN QUÉ OTROS PUEBLOS DE BOLOGNESI EJERCIÓ FUNCIÓN DOCENTE?
En Mahuay, Pacllón, Cajacay, Corpanqui y Ticllos.
¿CUÁNTOS AÑOS EJERCIÓ LA DOCENCIA?
¿CUÁNTOS AÑOS EJERCIÓ LA DOCENCIA?
Treintaitres años, tres meses y tres semanas.
¿QUÉ ES LO QUE HACE UD. PARA MANTENERSE JOVEN?
Soy naturista, siempre he comido poca carne. Desde niño estuve al cuidado de la casa, alimentándome con todos los cereales y tubérculos de la provincia. Siempre tuvimos nuestra chacra. No conozco los fideos ni otros alimentos procesados. Mi alimento cotidiano siempre ha sido la papa, el trigo, las habas, el maíz, el olluco y la mashua.
¿QUIÉNES FUERON SUS PADRES?
Don Silvestre Zubieta Miranda y doña Rosalía Villafuerte Alva, los dos chiquianos.
¿CUÁNTAS PROMOCIONES ESCOLARES FORMÓ?
Yo empecé como maestro de Primaria en la escuela de Mahuay, Nº 18, que estaba en el distrito de Huasta.
¿RECUERDA A SUS COLEGAS DOCENTES?
¿QUÉ ES LO QUE HACE UD. PARA MANTENERSE JOVEN?
Soy naturista, siempre he comido poca carne. Desde niño estuve al cuidado de la casa, alimentándome con todos los cereales y tubérculos de la provincia. Siempre tuvimos nuestra chacra. No conozco los fideos ni otros alimentos procesados. Mi alimento cotidiano siempre ha sido la papa, el trigo, las habas, el maíz, el olluco y la mashua.
¿QUIÉNES FUERON SUS PADRES?
Don Silvestre Zubieta Miranda y doña Rosalía Villafuerte Alva, los dos chiquianos.
¿CUÁNTAS PROMOCIONES ESCOLARES FORMÓ?
Yo empecé como maestro de Primaria en la escuela de Mahuay, Nº 18, que estaba en el distrito de Huasta.
¿RECUERDA A SUS COLEGAS DOCENTES?
Recuerdo
bastante a mis colegas. Fuimos 72 egresados de la Normal de Tingua,
muchos de ellos viven, como: Isaac Carrillo de Huaraz, Menacho de
Caraz, Oscar Torres también de Caraz, los Tamayo de Yungay. Yo fui
becario.
¿QUÉ EVOCA DE CHIQUIÁN? ..........
¿QUÉ EVOCA DE CHIQUIÁN? ..........
Recuerdo
las festividades costumbristas de mi tierra, de Santa Rosa y San
Francisco de Asís. También la Semana Santa y la Navidad. Estas
celebraciones son tradicionales y permanentes. A mi padre lo acompañaba
a la festividad de Corpus Cristi. He sido Mayordomo de la fiesta de
Santa Rosa. Ahora soy evangélico luterano y respeto todas las
religiones.
¿LLEGÓ A DESEMPEÑAR ALGÚN CARGO EN CHIQUIÁN?
En varias oportunidades me propusieron la Alcaldía y la Sub Prefectura, pero no acepté. Mi principal obra es la construcción del reservorio de mi pueblo, que ahora abastece a todo el barrio.
¿HA INCURSIONADO EN LA LITERATURA?
He escrito algunos artículos todavía inéditos que no se han publicado.
¿CUÁNTOS HIJOS TIENE DON ARCADIO?
Tengo cinco hijos, el mayor se llama Ubilio Zubieta Béjar. Mi esposa es la señora Hilda Béjar. Mi cariño y amor al estudio los he dedicado a que mis hijos progresaran, y Dios, Nuestro Señor, siempre me ha acompañado, por eso todos ellos son profesionales: José es Doctor en Derecho, Ovidio se ha doctorado en la Universidad de la Cantuta; Benigno ejerce la profesión de Químico y Biólogo. Mis hijas, Maura y Liliana Zubieta Béjar son profesoras de secundaria en la especialidad de Ciencias Sociales.
¿CÓMO RECIBE EL CENTENARIO DE BOLOGNESI?
Como quisiera que Chiquián saliera adelante como esos pueblitos que he vuelto a visitar luego de 30 años, situados en el Callejón de Huaylas, Huari y Llata, que ahora son localidades de quitarse el sombrero. Chiquián es bonito, por su ubicación es incomparable, pero se mantiene un poco atrasado, no obstante tener carreteras, centros culturales, dos colegios secundarios, dos planteles de primaria y hospitales. Desearía que sea asfaltada la carretera de Mojón a Chiquián, por donde pasa la vía de Antamina, hasta allá son cuatro leguas, 20 kilómetros, igualmente que se construyan las carreteras para llegar a los demás pueblos o centros poblados.
¿LLEGÓ A DESEMPEÑAR ALGÚN CARGO EN CHIQUIÁN?
En varias oportunidades me propusieron la Alcaldía y la Sub Prefectura, pero no acepté. Mi principal obra es la construcción del reservorio de mi pueblo, que ahora abastece a todo el barrio.
¿HA INCURSIONADO EN LA LITERATURA?
He escrito algunos artículos todavía inéditos que no se han publicado.
¿CUÁNTOS HIJOS TIENE DON ARCADIO?
Tengo cinco hijos, el mayor se llama Ubilio Zubieta Béjar. Mi esposa es la señora Hilda Béjar. Mi cariño y amor al estudio los he dedicado a que mis hijos progresaran, y Dios, Nuestro Señor, siempre me ha acompañado, por eso todos ellos son profesionales: José es Doctor en Derecho, Ovidio se ha doctorado en la Universidad de la Cantuta; Benigno ejerce la profesión de Químico y Biólogo. Mis hijas, Maura y Liliana Zubieta Béjar son profesoras de secundaria en la especialidad de Ciencias Sociales.
¿CÓMO RECIBE EL CENTENARIO DE BOLOGNESI?
Como quisiera que Chiquián saliera adelante como esos pueblitos que he vuelto a visitar luego de 30 años, situados en el Callejón de Huaylas, Huari y Llata, que ahora son localidades de quitarse el sombrero. Chiquián es bonito, por su ubicación es incomparable, pero se mantiene un poco atrasado, no obstante tener carreteras, centros culturales, dos colegios secundarios, dos planteles de primaria y hospitales. Desearía que sea asfaltada la carretera de Mojón a Chiquián, por donde pasa la vía de Antamina, hasta allá son cuatro leguas, 20 kilómetros, igualmente que se construyan las carreteras para llegar a los demás pueblos o centros poblados.
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