¡SUERTE MATADOR!
Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
Thory,
uno de los personajes populares en mi infancia fue un ser humano de
vida muy dichosa en Chiquián. Chupaba caña de noche y de día. Muchas veces dormía la mona en la plaza de toros de Jircán, acompañada de una
botella de chinguirito sabrosón.
Cierta
mañana de vacaciones escolares, al morir julio patriótico, visitó la casa el popular 'Lipat pot
pot', también conocido como 'Upa vivo'. Él acababa de llegar de Huaraz.
Cuando salíamos a la calle después de saborear un rico pari y un jugoso jamón, vi a Thory pasando por la acera: sobria y reluciente, como nunca antes la había visto. Ante la magnífica oportunidad que me brindaba el destino quise jugarle una broma a Lipat, haciéndola pasar por una dama mojigata de la alta sociedad de Pampám, pues insistió durante el desayuno que le presente una buena gila para llevarla a estudiar al colegio Santa Rosa de Vitervo. Acá el corto diálogo que entablaron:
Cuando salíamos a la calle después de saborear un rico pari y un jugoso jamón, vi a Thory pasando por la acera: sobria y reluciente, como nunca antes la había visto. Ante la magnífica oportunidad que me brindaba el destino quise jugarle una broma a Lipat, haciéndola pasar por una dama mojigata de la alta sociedad de Pampám, pues insistió durante el desayuno que le presente una buena gila para llevarla a estudiar al colegio Santa Rosa de Vitervo. Acá el corto diálogo que entablaron:
–¿Cómo se conserva usted? –preguntó Lipat
–¡Rachísgata shay!
Como Lipat no entendía nadita de quechua, optó por besar la mano de Thory, y sonriente me susurró al oído: "Qué suerte, hasta una bilingüe he hallado, gracias, que Dios te lo pague". Y se fueron tomados de la mano.
Durante
el resto del día y parte de la noche los busqué por todas partes: Capulipata, Quihuillán, Shulu, Parientana, Lirioguencha,
Umpay, Cochapata, Oropuquio, Puente Cantucho... en fin,
visité todos los rincones y cantinas. A poco de desistir de
mis intentos por encontrarlos, pasada la medianoche los hallé en una
chacra pegadita al cementerio, totalmente adormecidos, con síntomas de haber tenido una lucha febril con chinguirito, masajes y algo más. Al ver este cuadro de 'cupido cross', exclamé en quechua: Imatan timpukana asnanki, kusa warmin payqa, kusatan, tinki takin tusun ima. Lipat,
al escuchar abrió los ojos, y sin comprender lo que le decía
me contestó en francés, como para no despertar a su amada:
–Shay Nalo, j´al froid. Mettez-moi une autre couverture.
Cuando me disponía a traerles frazadas observé a nuestro recordado amigo Shaprita, plantado como estatua tras una pirca. Había estado observando la escena, bañado en lágrimas. Me acerqué y sentí su corazoncito a punto de romperse, por lo que le pregunté con acento medio inglés:
–¿Qué pasa dear Shapra?.
–Nalito, este huaracinito ha seducido con mentiras a mi Thory. Yo siempre la he respetado, ni siquiera su rosita he tocado.
–Te creo Shaprita. De repente se aman y ha sido una prueba de amor. Tú sabes, la vida es así –le dije intentando tranquilizarlo.
–¡Nooooo! la vida no debe de ser así, pero júrame que cuando seas grande lo vas a meter preso para que lo violen –retrucó.
–Ya Shaprita, haré lo que me pides. Ahora acompáñame a casa para traerles un par de frazadas antes de que les de la helada.
A nuestro retorno no encontramos a nadie en el lugar; y anduvimos el pueblo casí dos horas buscándolos. Ya cerca del amanecer fuimos a la casa de Lipat.
Chiquián: Barrio de Jircán
Toqué
una y otra vez el portón con una monedita de la suerte. Nadie contestó.
Entonces Shaprita desesperado agarró una piedra de la calle y golpeó
fuerte.
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–¿Quién es? –preguntó doña María desde el segundo piso.
–Soy Nalito, señora ¿se encuentra Lipat?
–No hijito, hace un ratito se ha ido con su papá en un camión minero hasta Conococha y de allí viajarán a Huaraz en autobús. Tienen que vender lámparas Petromax en la feria de Nicrupampa.
–¿Y se ha ido con alguien más? –preguntó trémulo Shaprita.
–Solamente los dos.
Shaprita se despidió de la señora con un ¡graaacias! emocionado. Luego insistió en seguir buscándola.
Después de visitar varios lugares llegamos al bar "Penco". La puerta estaba cerrada,
pero sin candado.
*
Puerta del bar "Penco"
Durante unos segundos Shaprita pegó su oreja derecha a la puerta. Al escuchar la voz de Thory volvió a
la vida, me abrazó riéndose como un loco y emocionado hasta el
llanto, dijo: "Ahora sí me voy a dormir tranquilo, que Dios te lo pague Nalito".
Pasaron los años. Shaprita siguió viviendo en Chiquián, respirando el mismo aire que su amada, contentándose con verla de lejos, y escuchando su voz tras la puerta de las cantinas.
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Chiquián: Barrio de Quihuillán
Ya
en el verano limeño de 1982, después de varios inviernos en Quihuillán,
visité a Lipat en su cebichería La Chinichalhua del barrio de
Zarumilla, y le jugué otra broma:
–¿Lipat, qué sabes de tu hijo con Thory?
–¿Hiiijoooo?, de que hablas shay, si en la faena de esa tarde hubo sangre en la arena –y se rieron a carcajadas con su carnal Genaro de Jupash.
Entonces me puse a reflexionar: "'Lipat se alegra porque hubo sangre en la arena, otros respetan esa circunstancia y optan por una chicuelina o una manoletilla o lo que la corrida les ofrece en suerte". Sonreí, lo abracé fuerte y grité ¡SUERTE MATADOR!, y sentí su corazoncito romperse en pedacitos, igualito al de Shaprita en aquella tarde de corneada en Tulpajapana.
Hoy
Shaprita descansa en paz, al costado de su amor platónico en el cementerio
de Chiquián... nadie les lleva flores, menos oran por ellos, ni siquiera en Viernes Santo, aunque
todos nos acordamos de ambos en las tertulias vespertinas de
agosto; pero Dios, que todo lo ve, hace crecer yerbabuena y cardón
cimarrón sobre sus tumbas frías, junto al mausoleo de Lucho Pardo.
París, OCT 1984
*
Montmartre
Fuente:
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HOLA SHAY - Bodas de Oro del Colegio Coronel Bolognesi - 2007 - NAB
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