FELIZ DÍA DE LA MADRE A NOMBRE DE IFLAC - POR VÍCTOR UNYÉN VELEZMORO (CHIMBOTE)

 

FELIZ DÍA DE LA MADRE A NOMBRE DE IFLAC

Por: Víctor Unyén Velezmoro (*)

 

Chimbote

 

A mi madre Victoria Velezmoro Alva de Unyén, que se encuentra con mi padre Nolberto Unyén Peláez y mi hermanito Jorge Luis, en la mansión de los inmortales junto a nuestro Dios misericordioso.

MADRE, cual ramo de flores primorosas 
MADRE, cual rayo que me alumbra 
siempre llevo tu imagen hermosa
en mis días de triunfo y de penumbra. 
MADRE en mi alma dormida te invoco
MADRE en mi triste soledad te recuerdo 
Llevo en mi pecho tu rostro de hinojos
como guía en mi calvario de esperanzas.

Rezan mis versos para testimoniar el homenaje al ser, que superando su naturaleza humana, mediante el amor se eleva a la dimensión divina, sustento de vigencia en la tierra, y enlace con las fuerzas misteriosas del espíritu. 

Oh María, madre de Dios, madre de todas las madres.

Esta fecha, fraguada en el crisol más profundo del sentimiento, se gesta por iniciativa de una joven norteamericana ANNA HARVIS, a inicios del siglo XX, celebrándose cada segundo domingo de mayo, como testimonio de amor filial al ser que nos dio la vida.

El "DIA DE LA MADRE" en el Perú se debe a la gestión y actitud del alumno Sanmarquino, Carlos Alberto Izaguirre Alzamora, natural de Huaraz, que presentó su pedido, en memoria del ser que le dio la vida, en sesión del 17 de abril de 1923, oficializado por el gobierno por Decreto Supremo Nº 677, celebrándose por primera vez el 11 de mayo de 1924.

“Señor Rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, se refería el alumno Carlos Alberto Izaguirre, al doctor Manuel Vicente Villarán, en su histórico discurso inaugural del primer "DIA DE LA MADRE". 

 
"En este instante de crisis en todos los órdenes de la vida estamos de parte del Ideal y hemos querido poner un jalón moral en la conciencia de todos los hijos del Perú.

¿Quién iluminará todas las sombras, todos los abismos? 

 
¿Quién espiritualizará nuestra vida?

¿Quién ha de ponerse en contacto directo con los mensajeros profundos del universo? 

 
Un vacío han dejado las ideas del pasado, catastrófica es la hora del mundo, se van a la tumba los viejos valores, la cultura como la técnica fracasa. La liberación del hombre, su redención sólo pueden venir de un esfuerzo del corazón, de las fuentes puras del silencio, del heroísmo cotidiano; pero sobre todo de una gran ternura: LA MADRE.

Que sea una fe ante tantas negaciones, un faro redentor en el mar piélago de las tormentas y un canto consolador para la desolación de los corazones. Ella formó al cantarito de lágrimas de todos los profetas, reformadores, constructores y luchadores. 

 
Su recuerdo conmueve dolorosamente el alma de los que la han perdido. 

 
Por todas las madres, un varón preclaro preside esta ceremonia, hijo de una muy ilustre. Un artífice de la palabra y del pensamiento dirá el significado de la fiesta.

Y la exaltación y su apoteosis serán la inspiración de un gran poeta salido de nuestras filas. Todos hemos de levantarnos, después, para permanecer de pie por breves momentos. 

 
¡Lágrimas y flores blancas sobre las tumbas de las que tienen los párpados cerrados para siempre!

¡Levantemos el corazón al infinito por las que aún guían la gran batalla romántica de la vida!

Sonoros y prolongados aplausos coronaron la intervención del joven huaracino, estudiante de derecho y amoroso hijo”. 

 
Bello párrafo que he trascrito del libro "Ancash, un viaje por la historia / La Enciclopedia de Ancash".

A la MADRE- le han dedicado lo mejor de su intelecto los aedos de siempre. Edmundo DÁmicis, nos expresa: Amo el nombre gentil, amo la honesta aura del rostro que del pecho arranca/  Amo la mano delicada y blanca que mi lloro a secar acude presta; 
es decir, la ternura y el sentimiento hecho poema. 

El inmortal poeta santiaguino César Abraham Vallejo Mendoza, en el poema LXV del poemario TRILCE, publicado en 1922, evocando a la gestora de sus días nos dice: 

 
MADRE, me voy mañana a Santiago/ a mojarme en tu bendición y en tu llanto/ …

 
El gran escritor ruso Máximo Gorki, en su novela "La madre" publicada en 1907; nos relata el más puro testimonio de sacrificio, devoción de una madre; que se identifica con la noble causa de su hijo, en las luchas reinvindicatorias de su pueblo; y como él, diversos autores, le han rendido su homenaje en todos los idiomas, estilos; que pese a diferencias ideológicas, de credo, raza, posición social, económica, etc.; han convergido hacia un solo sentimiento, de amor, cariño, gratitud. 

Para todo hombre sensible y consciente de nuestra propia creación, reconocemos que el camino recorrido, lo que somos, se lo debemos a nuestra MADRE.

Referirnos a la madre, a nuestra madre, a las esposas, a todas las madres, es referirnos a esos seres maravillosos, trabajadoras infatigables en la lucha por la supervivencia; que encontramos en todas las actividades de la vida, en el hogar, en su centro de trabajo, ejerciendo su profesión, como estudiante; dual, al mismo tiempo, orientando, guiando a sus hijos con amor, con renunciamiento, dentro de la verdad, la justicia, la paz, el respeto y la solidaridad como valores esenciales del ser humano.

Por todo ello, en homenaje a ese ser maravilloso, quiero expresarle a nombre de IFLAC PERÚ, nuestro cariño y admiración a todas las madres Chimbotanas, a las madres del Perú y del mundo. FELIZ DIA DE LA MADRE.

En este segundo domingo de mayo que se celebra el “DÍA DE LA MADRE”, rindo el más cálido homenaje a mi madre, luchadora permanente de la vida, Victoria Velezmoro Alva de Unyén, que partió este 21 de abril del 2016 para estar junto a nuestro Dios misericordioso; a mi querida y solidaria esposa Dany Noemí Kuzma Alfaro de Unyén; a mi hija, Milagritos Magaly Unyén Kuzma; a las madres del mundo, del Perú, en especial de Chimbote; por ser dignas representantes de la divinidad en la tierra; y a las que están en la mansión de los inmortales, entre ellas mi querida madre, familiares, nuestro inconmensurable recuerdo; por eso les dedico desde lo más profundo de mi sentimiento, el poema:

Madre combatiente

De: Víctor Nolberto Unyén Velezmoro

Madre
entre consonantes y vocales
cinco letras
forman el sagrado
nombre de MADRE.
Madre inconmensurable
en el espacio y en el tiempo.
Madre heroica
Madre revolucionaria
Madre bendita.
Tú que sacrificas la vida
en aras del amor,
sentimiento infinito,
palabra señera
de ser llamada MADRE.
Tú que al escuchar
el primer llanto de vida
del ser de tus entrañas,
derramas lágrimas de alegría
sin importarte
los grandes dolores padecidos.
Tú que con desvelos
cuidas sus sueños, 
combates sus enfermedades,
lo alimentas en tus senos
que son fuentes de vida
y lo guías por el sendero del bien.
Madre ejemplo
Madre incomprendida
Madre combatiente.
Tu aliento reanima al moribundo
Tu palabra reconforta al deprimido
Tus arengas alientan
a los que ofrendan sus vidas
en aras de un ideal.
Madre revolucionaria
Madre explotada
Madre querida.
Plasmo en ti mi fe de hombre
Que mi pluma represente el arma
que usada con inspiración
sea fiel reflejo de mis ansias,
de mis ilusiones, de mi pasión,
que en silencio encierra mi alma.
Madre, 
tus alegrías son mis alegrías,
tus penas, mi condena.
Madre
quiero liberar las ataduras
que a cada instante me atormentan.
Madre desamparada
Madre trabajadora
Madre santa
Tu me das inspiración
Tu me alimentas de esperanzas
Tu me das confianza
como cuando niño
velabas mis sueños
o de joven velabas mis pasos
llenos de ilusión.
Hoy hombre, quiero luchar
a la vanguardia con mi canto,
que este se esparza con el viento
y llegue a raudales en las trincheras
de la lucha cotidiana.
Y siempre en primera fila
tener tu imagen
Madre querida 
Estandarte en la noble 
causa de mi redención.

(*) Director de IFLAC Perú
Delegado Honorario y Embajador de la Paz IFLAC Perú.
Foro Internacional por una Literatura y Cultura de Paz (IFLAC)