La Vergne, 14 de setiembre de 2014
HOLA SHAY:
Tengo el penoso deber de comunicar a la familia chiquiana, el sensible fallecimiento de nuestra dilecta paisana ZOILA LUZ ADRIANA RAMOS ALDAVE. Zoilita ya se encuentra al lado de sus amados abuelitos, padres, esposo y hermana, quienes le allanaron el camino hacia la Mansión Celestial.
Los hermanos Alvarado Balarezo expresamos nuestras sentidas condolencias a sus queridos hermanos, hijos, nietos y familiares, con la esperanza de que su devenir ejemplar, como hija amada, madre, abuelita, hermana, amiga, vecina y maestra, perviva por siempre en el corazón de nuestro pueblo.
Como los paisanos conocemos, Zoilita estudió la Primaria en la Escuela Prevocacional de Mujeres 352, la Secundaria en el colegio nacional Santa Rosa de Chiquián, y sus estudios superiores en la Escuela Normal Mixta de nuestro pueblo. En dichos centros fue una destacada alumna en los diferentes aspectos del sistema educativo. Sus compañeras de promoción la recuerdan como un ser humano generoso, fraterno y voz melodiosa.
Por varios años radicó en Roma, ITALIA. A su retorno al Perú, hace un tiempo ya, se dedicó en cuerpo y alma a servir a los demás, sobre todo a los más necesitados de su comuna, organizando actividades religiosas, coros, desayunos navideños, visitas a hospitales, y brindándonos a través de Facebook, reflexiones diarias sobre cómo amar a Dios y a nuestros semejantes por sobre todas las cosas.
VELORIO:
Velatorio de CAFAE MAGISTERIAL, sito en la Av. Petit Thouars Nº 493 - Santa Beatriz (Costado de Radio Nacional del Perú).
SEPELIO:
Cementerio Campo Fe de Huachipa, a las 3 de la tarde de mañana lunes 15 de setiembre de 2014.
DESCANSA EN PAZ ZOILITA
Con profundo dolor,
Nalo
Fuente:
- Zoila Bolarte Camones
- Hernán Vladimiro Reyes Gamarra, Director del Programa Radial "BUENOS DÍAS CHIQUIÁN".
IMÁGENES DEL RECUERDO
RECUERDOS
Chiquián
Algunos todavía piensan que nuestra querencia es sólo su paisaje y la gente que la habita. Quizá porque no nací en Jircán, pero sí mis raíces, me fue fácil asimilar que es mucho más que ese binomio mágico: también es su sed, su hambre, su risa, sus sueños, su canto y su llanto. No es una laguna que se secó de repente y con el tiempo se hizo parcela, también es Pisanamaría y su escoba, Matara y su ccantuhuayta, Cuspón y doña Licuna, el Turumanya de Rubén, es Obraje y el barbudo Andrés, Carcas y su tarde taurina de agosto, Cutacarcas con sus vacas lecheras de medio pelo.
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SHAY. YOCYOCO:
Algunos todavía piensan que nuestra querencia es sólo su paisaje y la gente que la habita. Quizá porque no nací en Jircán, pero sí mis raíces, me fue fácil asimilar que es mucho más que ese binomio mágico: también es su sed, su hambre, su risa, sus sueños, su canto y su llanto. No es una laguna que se secó de repente y con el tiempo se hizo parcela, también es Pisanamaría y su escoba, Matara y su ccantuhuayta, Cuspón y doña Licuna, el Turumanya de Rubén, es Obraje y el barbudo Andrés, Carcas y su tarde taurina de agosto, Cutacarcas con sus vacas lecheras de medio pelo.
Chiquián
no termina en Caranca ni en Jaracoto, tampoco en Gilta, menos en el
Coso; Chiquián es el viento de Rumichaca al caer la tarde soñolienta, la
mangada que viene de Ninán y Cucuna, sus caminos que serpean junto a la
cascada que cae y al arroyo que pasa sonriente, es el rayo y el trueno
que nos avisan que sobre todas las cosas está Dios. Son las manos que
aplauden las obras de bien de sus hijos, pero también las que imploran
por el hijo pródigo que no vuelve; es la chicha en porongo, el
chinguirito caliente, la añoranza que espera insomne, es la herida de
una hualanca que no cierra con aguja de arriero ni hilo de penca, es el
arpa de la noche que trina lamentos y juramentos, es la jaratanta que le
gana la batalla a la solitaria en una noche estrellada, es la lahuita
con garancho que distrae a los estómagos flacos, la llunca que hace más
robustos a los chiuchis de Pacra y el pojti solidario después de un
velorio, es el chucarito de Cuspón, el tocos de Macpún, el api y la
huatia de Fragua, la cachisada con papita de Huacacorral y su porción de
tulpu con su toque de ají de Racrán. Es el gueli y el rantín, es el
amanecer perfumado de shulay, es la alforja, la talega y el apachico de
ilusiones, es la campana que dobla por el amigo que surca el éter. Es
fiesta campechana que une a propios y extraños, con sus callecitas
angostas y las raídas puertas que aguardan al paisano errante bajo el
chueco umbral.
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Chiquián
es la infancia que no se quiere ir y la nueva hornada que llega
crocante a reemplazarla. Es la joroba que asoma a paso lento con su
bastón de otoño, es el raudo volar de la primavera y el andar cansino
del ratash invierno, es la racuana, el caishi y el arado, el poncho y el
jacu, el sucu y el tucumán que abriga al cachiputu, es el llanque, los
callos y los pies cuarteados por el hielo que baja de Tucu, es el aroma y
el trino, es el chuluc y el ninacuru, el tinyaco y el shulaco, el
muchqui y la verbenita; en fin, no habría cuándo acabar, porque el
terruño lo es todo..
.
Huayhuash.
Bajo este marco escribí a fines de junio del 99, una breve nota sobre la Escuela Normal, icono del magisterio ancashino que dejó honda huella en nuestra tierra. Tal vez no hay muchos datos en su contenido, pues me vine a Lima cuando estaba en su apogeo (diciembre del 67 al culminar la Secundaria), pero sí un venero de sentimientos porque se escriba su historia en toda su grandeza; y tú tienes mucho que escribir ya que te quedaste hasta el 71, año en que el desatino estatal tapió sus puertas y ventanas, con el cuento de que abrirían una universidad.
Tu amigo,
Nalo.
Escolta de alumnas de la Escuela Normal - Plaza de Armas de Chiquián
Lima, 29 de junio de 1999
HOLA SHAY:
ESCUELA NORMAL MIXTA DE CHIQUIAN
..
PRIMERA PARTE
Evocaciones del ayer...
.
Si
nuestro recordado Centro de Formación Magisterial no hubiera sido
desactivado por las manos invisibles del desacierto, después de cumplir
un corto, pero fructífero período de funcionamiento, hoy estaría
cumpliendo su XXXVII Aniversario con una serie de actividades literarias
y musicales llenas de colorido, ofrendas florales, actividades
deportivas, diplomas y hasta de repente, un monumento en homenaje al Dr.
Rubén Barrenechea Núñez, su excelente Director Fundador.
Como
todos recordamos, el 29 de junio de 1962 inauguró sus labores
académicas, de conformidad a su Ley de creación 13933 del 27 ENE 62,
dispositivo legal que promovió nuestro ilustre amauta y parlamentario
Guillermo Bracale Ramos, junto a su benefactor hermano Carlos (Senador
de la República). Sin lugar a dudas este Centro Profesional Superior,
constituyó una revolución sin precedentes en Chiquián en los campos
económico, cultural y social, que de ser un apacible pueblo
agrícola-ganadero, se convirtió de la noche a la mañana en promotor del
desarrollo regional. Impulsó su comercio, incrementó su cultura sin
dañar su identidad, y su vida social se vio engalanada por una juventud
que se incorporó como elemento interactuante de primer orden en la vida
provincial.
Recuerdo
como si fuese ayer el primer Proceso de Admisión. Muchos llegaron del
Callejón de Huaylas y del gran Conchucos, algunos de los poblados
bolognesinos cercanos y otros tantos de la costa, siendo alojados por la
familia chiquiana que les abrió las puertas de sus casas,
proporcionándoles su fogón, el agua fresca de pilón y su solidaria mesa
con lahuita, pojti, cancha, shinti, queso fresco y papas roqueñas al por
mayor; pero sobre todo su cariño sincero, integrándolos al ceno
familiar como a un hijo más. A este grupo de jóvenes se le sumaron una
decena de paisanos que vieron en el magisterio la profesión ideal para
conquistar sus sueños.
Después
de los exámenes de ingreso, algunas caritas tristes retornaron a sus
lugares de origen para continuar estudiando en pos de un nuevo intento
en el año venidero. Los que lograron una vacante celebraron en grande el
acontecimiento y no se dejó esperar la pronta llegada de sus familiares
desde Huaraz, Huari, Huaytuna, Chavín, Caraz, Yungay, Carhuaz, Recuay,
Catac, Aija... Muchas fotos del recuerdo en blanco y negro, nuevos
amigos y lo más hermoso, algunos se incorporaron a las familias
chiquianas por pertenecer al mismo árbol genealógico, siguiendo este
dicho popular 'el que no tiene de inga, tiene de mandinga'.
Barrio de Jupash, ya no corre el agua - Primer local de la Escuela Normal
Con
el paso de los días se iniciaron las ansiadas clases en la casa de la
familia Robles / Moreno del barrio de Jupash. Ya con los años esta 'Alma
Mater' del saber ancashino se trasladó a su local propio en el mirador
de Mishay, junto a la naturaleza y más cerca al cielo azul chiquiano.
Poco después, el ritmo incesante del conocimiento se vio complementado
con una serie de actividades extracurriculares programadas con pundonor e
inteligencia por la Planta Académica y Administrativa; todas ellas de
profundo sentido cultural, social y deportivo, que todo el pueblo
asimiló con cariño y gratitud.
.Antiguo teatro de Chiquián - Plaza de Armas
Las
obras de teatro, los coros, las veladas, las tardes de fútbol, de
basketball y volei, las gymkhanas, las carreras de maratón, las
verbenas, kermesses, las fiestas de aniversario, el club de radio y
periodismo, los bailes sociales, las excursiones; es decir toda una
acuarela de sano esparcimiento para el habitante chiquiano. Asimismo se
puso en funcionamiento un internado en una de las propiedades de la
familia Núñez / Sánchez, ubicada en el jirón Comercio, a escasos metros
de la Plaza de Armas (frente a la tienda de don Juan Alva Romero).
Los hermanos Osorio de Huaraz - Jircán
Cierro
los ojos y me traslado con el pensamiento al estadio de Jircán entre el
63 y el 67. Años donde tuve el privilegio de estudiar en el Coronel
Bolognesi, y veo en el arco al morocho Hernán Carbajulca Norabuena
dirigiendo nervioso a sus compañeros, entre ellos al flaco Alcides
Alvarado Huertas, al cerebral 'chivo' Landauro, al 'chino' Schereiber, a
los hermanos Germán, Javier y Luis Osorio Toledo, a la zurda prodigiosa
Juvenal Mariluz Veramendi, al 'pequeño' Manuel Barrón que de dos
trancos se tragaba la cancha de canto a canto; es decir un concierto de
quechuas parlantes 'togosh petacos' huaracinos y 'michi cancas
huarinos', con uno o dos chiquianos de refuerzo. En la explosiva barra
de la Escuela Normal, observo sudoroso y trémulo de emoción por una
temida derrota del Coronel Bolognesi al oropuquino Miquish Romero
Gamarra agitando su bufanda negra como banderín de luto. Con el tiempo
se incorporarían otros valerosos jugadores, entre ellos el gringo Ronald
Zambrano, cuñado del profesor characato Guillermo Bellido Guzmán y el
recordado 'Choclón' César Alcibiades Ortiz Aranda, quien con 'Macollado'
Pablo Martín Vásquez Veramendi, constituyen el binomio insignia del
deporte chiquiano de todos los tiempos.
En
las noches de teatro brillaron con luz propia Fátima Alvarado Campana
del cálido Llaclla, las hermanas Wilne y Laura Rueda de la encajonada
joya de Aquia, Ausberta Ramírez, la choclonita Alicia Chávez, la
lunareja Graciela Montoro de Yungay, Noemí Bolarte Camones, Alicia
Pacora Vicuña de Quihuillán, Lochi Reyes García, entre otras seguidoras
del dramaturgo William Shakespeare. Tengo aun en mis retinas la
escenificación del drama 'Ollantay' con sus personajes: Cusi Coyllur,
Piqui Chaqui, Rumi Ñahui, Orco Huaranca, Ima Súmac, Mama Ranra, Huilca
Huma, Pachacutec, Tupac Yupanqui, Ollantay, Anco Allin Auqui, Pitu Salla
y la bella Coya.
En
el canto hizo furor el quinteto 'Las Traviesas' integrado por Luchi
Pacora Vicuña, Carmen Escobedo Balarezo, Zoila Ramos Aldave, Fabia
Alvarado Montoro y Nelly Rivera Castillo, quienes llevaron sus voces de
alondras chiquianas hasta la sierra central (Junín y Pasco). Este
singular grupo deleitaba con música variada de todo nuestro querido
Perú. Recuerdo sus canciones como: Todos vuelven, Provinciano, Cielo
Serrano, Naranjitay, Melgar, Tacna y Carnaval Ayacuchano. Me viene a la
memoria, por ejemplo, la exquisita entonación de Dolores:
Quién dice que no existe cariño verdadero,
amor palabra bella, sublime melodía
reluce como estrella si se ama de verdad.
La realidad suele ser siempre falaz
y la amistad es ficticia y nada más.
El amor es sincero cuando se tiene madre,
es el querer primero, la amiga de verdad.
Mentira si se dice que existe amor sin penas,
feliz quien armonice la dicha y el dolor
porque el amor requiere a veces el dinero.
También
asoma nostálgica a mi disco duro la tierna canción de viento e ichu
'Cunumicita', taquirari del compositor boliviano Gilberto Rojas
Enríquez, magistralmentre interpretada por este singular quinteto, que
con seguridad hasta el lago Titicaca sonreía a la distancia con sus
labios de agua dulce.
Cunumicita linda que tienes
ojos de guapurú,
dame el encanto amada
de tu boquita de achachayrú.
Cada
vez que escuchaba esta canción surcaba mentalmente en tren las
ondulantes mesetas de Juliaca junto a los excursionistas Tocho Robles
Moreno, su hermano Rubén Dario y la encantadora maestra de artes
plásticas Elisa Cossío de Collantes, con quienes compartí una semana de
cultura a cielo abierto en el sur andino de nuestro Perú profundo.
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En voleibol ni que se diga, todo era encanto, belleza natural, pases,
levantes, net, piso de lija, silbato, pelota y mates por doquier. Ver
saltar hasta las estrellas para lograr el punto de oro a Olinda Alvarado
del caluoroso Llaclla, a Zoila Vásquez Veramendi, Luchi Pacora Vicuña,
Fabia Alvarado Montoro, "Lucli" Gamarra Calderón y a Juana Enriqueta
Rivera Sam, era la gloria misma con bincha, venda, bombacha y zapatillas
blancas, con el infaltable 'pásame la e, pásame la ese, pásame la ce, pásame la
u... !qué dice!!! Y siguiendo con la mirada, siempre atento a las
jugadas estaba presente en cada partido el popular Roger Julián Rivera
Valenzuela, quien nunca se perdió un encuentro deportivo en el acogedor
Jircán, por más que su papá Arcadio lo amenazaba con desheredarlo.
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Entre los intelectuales que no dejaban de leer sus libros ni cuadernos a su paso por las calles chiquianas durante los exámenes, tenemos a los alumnos: Jorge Garro Ayala, Armando Ramírez Vicuña, Antonio Angulo, Armando Núñez Jara, Pancho Calderón Jaimes, Romeo Reyes Gamarra, al flaco Tuya, al 'doctor' Villavicencio, al filósofo Popi Romero, 'Chiripita' Alfonso Padilla, Carlos Garay, Chale Rivera, Nelson y Hugo Blanco, Javier Martínez Maguiña, Florencio Quijano, Fidel Dolores, Celestino Mayhuay, Casimiro Rashta, Epifanio Carbajulca, Hernán Fabián, Fernando Cáceres, Alfonso Valderrama, Andrés Celestino, Rubén Padilla, Juan Aranda, los hermanos Orellana, el carismático 'Firmo' primer corre camino andino, Pablo Sánchez, Juan Velásquez, Alejandro Salhuana, Pedro Tafur, Luis montenegro, entre otros formidables alumnos.
Entre los intelectuales que no dejaban de leer sus libros ni cuadernos a su paso por las calles chiquianas durante los exámenes, tenemos a los alumnos: Jorge Garro Ayala, Armando Ramírez Vicuña, Antonio Angulo, Armando Núñez Jara, Pancho Calderón Jaimes, Romeo Reyes Gamarra, al flaco Tuya, al 'doctor' Villavicencio, al filósofo Popi Romero, 'Chiripita' Alfonso Padilla, Carlos Garay, Chale Rivera, Nelson y Hugo Blanco, Javier Martínez Maguiña, Florencio Quijano, Fidel Dolores, Celestino Mayhuay, Casimiro Rashta, Epifanio Carbajulca, Hernán Fabián, Fernando Cáceres, Alfonso Valderrama, Andrés Celestino, Rubén Padilla, Juan Aranda, los hermanos Orellana, el carismático 'Firmo' primer corre camino andino, Pablo Sánchez, Juan Velásquez, Alejandro Salhuana, Pedro Tafur, Luis montenegro, entre otros formidables alumnos.
Las
princesas que deleitaban con su gracia y donaire las pasarelas de
Figueredo y Comercio, recuerdo a Elvira Bravo Padilla, Olga Blácido,
Ruth Yolanda Noel Bravo, Domitila Romero Gamarra, Silvia Bolarte
Sánchez, Jovina Obregón, Virginia Vergara, Natividad Primera de
Agocalle, Evelina Atalaya Ramírez, Zoila Cárdenas Balarezo, Mery Romero
Romero, Emilia Palacios, Elena Yabar y Ambrosia Gamarra.
Por
motivos de memoria y algunas perlas en mis ojos que empañan mi
entendimiento, los nombres de tan ilustres alumnos, hoy convertidos en
magisterios vivientes que no he mencionado, los guardo en lo más
profundo de mi corazón. A las promociones del 68 hasta el cese de la
Normal, por razones de mis estudios en Lima, no tuve el honor de verlos
desarrollarse como estudiantes; entre ellos a connotados compañeros del
Coronel Bolognesi, como mis primos Eduardo 'Fraca' Dextre Balarezo y
Juvilio Eulalio Alvarado Aldave, dignos ejemplos de la nueva generación
de maestros Chiquianos.