MAMA PURÍSIMA
Por Walter Vidal Tarazona
Hoy mi santa tierra
resplandece remozada,
y más roja que nunca
fumará cohetes y avellanas,
sahumando sus jircas
de Manrish a Yarcán.
Su plaza engalanada
se habrá ya llenado de pallas,
apus y rucus a la defensiva
de los pizarros bastardos.
Ayer Cabildo y Tanta jitay
con espumosa chicha de jora,
prendimiento será con aloja,
y al humillado Apu inca
lo cogerán subiendo
el Pahuacoto.
Tú, Mama Puríma,
juntarás tus manos de magnolia
levantarás tu mirada al cielo
y derramarás bendiciones a tu pueblo.
En tanto aquí, en Lima,
las negras trenzas de la vida
azotan nuestro desarraigo
de la colorada tierra,
recordándonos nuestra estampida
en busca de un mejor destino.
Lejos de tu manto azul,
terriblemente encadenado a la ciudad,
buscando volver sin hallar camino,
sin encontrar tu regazo.
Lejos de Ti, Mamita Purísima
plantadas nuestras miradas
en el trigal de oro, en el maizal azul…
Soñando volver a tu suelo
como dulce manojo de amor y dolor
como ensueño de vida y muerte …