CARLOS GARRIDO CHALÉN,
LUMINOSO ORFEBRE
DE LA ESCRITURA POÉTICA
Por: Samuel Cavero Galimidi
(escritor y periodista colegiado,
presidente de la Asociación Mundial
de Escritores y Artistas del Orbe, AEADO)
1. EL PRECIOSISMO Y ESTÉTICA DESDE SU POESÍA:
He tenido el enorme placer de leer y conocerlo bien en Lima, Trujillo, Tumbes, ciudades peruanas. Pero también en magnos eventos culturales y literarios en Ecuador, Puerto Rico, Costa Rica, Argentina y otras latitudes. Es calificado y valorado como un escritor multifacético completo, luminoso orfebre de la escritura poética, de una larga carrera literaria coronada de obras, premios y distinciones. ¡Qué gran verdad! Entre la gran cantidad de distinciones y galardones recibidos a lo largo de su dilatada carrera literaria caben destacar el ser embajador de la Paz del Círculo Universidad de Ginebra-Suiza. Embajador Universal de la Paz en el Perú. Condecoración V Congreso Internacional de Poetas. Cuzco (2005), Miembro de Honor de la Sociedad de Arte de Bolivia (2008); Premio Mundial de Literatura “Andrés Bello” (2009); Premio “Miguel Delibes” (Valladolid, España) (2016). Miembro de Honor de la Sociedad de Arte de Bolivia (2008). Es, también, Académico de Número de la Academia Hispanoamericana de Buenas Letras de España (2014), Académico Correspondiente de la Academia de Artes y Ciencias de Puerto Rico (2014) y Académico Correspondiente de la Real Academia de Córdoba (España, 2016). Carlos Garrido Chalén es, sobre todo, un poeta, de personalidad honda y original, querendón y campechano, Premio Nacional de Poesía, laureado a nivel nacional e internacional, reconocido en 1997 por el Instituto Nacional de Cultura (INC), actual Ministerio de Cultura, con la distinción “Patrimonio Cultural Vivo de la Nación”, como uno de los más destacados promotores del arte, la cultura y la literatura nacional e internacional en muchas ocasiones. Además, es presidente ejecutivo y Fundador de la Unión Hispanomundial de Escritores (UHE). Fue quien la diseñó y asentó en los Registros Públicos en Trujillo, con el apoyo de poetas y escritores excepcionales como Beethoven Medina, Juan Félix Cortés y cuenta con filiales en el mundo. Ha publicado más de 35 obras literarias dentro de sus diversos géneros como: novela, cuento, ensayo, pero, especialmente, obra poética. Nos dice: Creo que "Confesiones de un árbol" es mi obra más paradigmática y la más querida. Me gusta también "La Palabra Secreta". Carlos Garrido Chalén con una destacadísima presencia social y cultural desde hace más de 40 años en el mundo literario es uno de los pocos creadores de un universo lingüístico ambicioso y deslumbrante en poesía, de un gran imaginario muy pocas veces visto que necesita revalorarse, al describir los estratos más profundos y trascendentes de la condición humana en sabia combinación con la naturaleza que eclosiona en sus versos, nos trae a la memoria hermosos pasajes y referentes bíblicos, así mitológicos, pero también de su familia, donde en especial rinde homenaje a su padre, madre y último hermano, a Hugo, quien reside en España. Y es hoy otro destacado poeta con talentos y voz creadora propia. En el prólogo de su libro Concilio de Luciérnagas (Antología Poética, UNFV, Lima, 2015) el entonces rector de la Universidad Nacional Federico Villarreal que dispuso la edición de este libro cita: “La escritora española Feli Burillo, dijo hace poco, desde Zaragoza, que “Carlos Garrido Chalén, es el poeta de la pluma más fuerte del Universo, pues nos invita a vivir de otra manera, en la sencillez y en las alturas, en la devoción por la Poesía y la humanidad. Es el gran poeta, que busca la paz y se inventa las nubes para que tengan lluvias las tierras de su alma. Cuando en el 2010, fue postulado desde catorce países al Premio de Literatura en habla castellana “Miguel de Cervantes” de España, Ernesto Kahan, Premio Albert Schweitzer de la Paz 1991, Vicepresidente de IPPNW, que recibiera en 1985 el Premio Nobel de la Paz, concedido a dicha Institución, salió a respaldar su candidatura y dijo desde Tel Aviv (Israel), que el aeda peruano, Premio Mundial de Literatura “Andrés Bello”, Versión Poesía, 2009, de Venezuela y Premio Mundial “Paz y Justicia”2014, de Marruecos, “es un eminente poeta, maestro de generaciones e inagotable fuente de inspiración literaria, que merece ser reconocido por la comunidad universal de escritores”, afirmando que, “vates de la talla de Carlos Garrido Chalén, son como gemas preciosas raras que aparecen en períodos especiales de la historia humana”. Además, el poeta demuestra tener un vasto conocimiento y dominio de la terminología náutica, marinera y biológica. Algunos de sus referentes son César Vallejo y muy cerca de él el gran Walt Whitman. Como Garrido, Vallejo y Whitman fueron, igualmente grandes humanistas, poetas y narradores excepcionales, supieron practicar el verso libre, pero Vallejo también era un gran maestro de los sonetos. De Vallejo rescató ese influjo de sus poemas en prosa y como poeta de la condición humana, quien sustituyó, a través de un ‘hombre-dios’ de su poesía, al ‘dios-hombre de las Escrituras’. El poderoso conflicto espiritual desde la religiosidad y dolor existencial entre el hombre y dios está omnipresente igualmente en la poesía de Carlos Garrido Chalén. Se trata de un conflicto con el dios encarnado desde los límites de la condición humana. El verso libre de Walt Whitman, como el de Garrido, nos invita a ser espectadores y jugadores al mismo tiempo, a mirar y asombrarnos de lo más ínfimo en apariencia. es la forma de expresión poética que se caracteriza por el alejamiento intencionado de las pautas de rima y metro que predominaron en la poesía europea hasta finales del siglo XIX, lo que muestra la gran libertad y de alejamiento hacia lo establecido del autor. “Quien camina una milla sin amor”, se dirige en Whitman a su propio funeral envuelto en su propia mortaja. Una vida sin amar lo que se hace, lo que se siente, es una vida desperdiciada en sueños deleznables. En Carlos Garrido Chalén todo cabrá en su poesía: el hombre, el cuerpo, el amor, la religión, los animales, la geografía. La actitud que predomina en la obra de Whitman es la alegría y la euforia. En esto es totalmente opuesto a Poe; para este último la tristeza y melancolía son los estados más propicios del alma para escribir un poema, como lo es parte de la poesía de Carlos Garrido. Recojamos parte de la entrevista que le hace el entrañable escritor español Benedicto Cuervo Álvarez para el blog literario escritores.org: “Mi infancia y primera juventud, siempre estuvieron ligados al mar, porque nací a cien metros del Pacífico y haber tenido el privilegio de vivir, bajo sus redobles y encantos, extasiado por su majestad y sus amaneceres y atardeceres maravillosos. Entonces la felicidad de mis primeros años de vida, estuvo vinculada de manera inequívoca a mis amados padres que enternecieron mis límites y a esa fuerza grandiosa de esa naturaleza incomparable que registró en mi alma, las más generosas melodías y los más increíbles paisajes de epopeya”. Carlos Garrido Chalén pertenece a esos genios creadores que aparecen rara vez, como se ha dicho. Su poesía es como un imán, tiene un especial magnetismo que arroba el corazón. Es porque le canta en especial a la naturaleza y a la condición humana desde las fibras más sensibles. Sus poemas son como sonatas, como las vibraciones musicales de Vivaldi, emoción pura. Luz y espectro. El paso del tiempo a través de los paisajes sonoros. No hay ansiedad ni lamento, sino más bien un gozo apoteósico por la naturaleza. En él la más alta libertad del espíritu humano en el plano de la creación cruzada, como escritor, abogado y gestor cultural con la UHE, es la mejor expresión en nuestro poeta tumbesino de sus extraordinarios dones y talentos, donde crece su fe por un destino mayor en nuestros escritores del mundo y en especial destaca su verdadera interdisciplinariedad. Aunque pienso, señala Benedicto Cuervo, que le interesa más la poesía que otros géneros literarios, usted pretende desenvolverse y, por cierto bastante bien, en otros géneros como la novela o el ensayo. ¿Es cierta mi apreciación? ¿Qué supone para usted la poesía? “Su apreciación es cierta, afirma Garrido, porque la poesía es el oficio de la libertad y a ella siempre he ido para llenarme los pulmones de rocío. Lo que estoy haciendo ahora y desde hace algún tiempo, es llevar la poesía a la narrativa, aunque en España me han dicho que es al revés: que yo he llevado la narrativa a la poesía. Pero sea como fuere yo navego en la literatura como en mi propio río y a lo único que aspiro es que los niños y los jóvenes del mundo me lean y encuentren en mi voz su propio grito”. Cual marinero Carlos Garrido Chalén va en búsqueda incesante del amor, de aplacar su soledad, sus penas, sus miedos, su llanto que se agigante desde la ternura familiar y la búsqueda del amor y los afectos. Por ejemplo: En Pie de Guerra (1970), La Palabra Secreta (1977), El regreso a la Tierra Prometida (1986), El sol nunca se pone en mis dominios (1992), Confesiones de un árbol (2008), Idioma de los Espejos (2008), Un ángel en el Edén (2010) La Muerte del gallo, según San Pedro (2011) Mi mujer me espía (2012), No sé leer, pero me escriben (2014). En sus libros de poesía que he tenido a bien de leer (aclamándolo), reunidos en conjunto en la edición Concilio de Luciérnagas (UNFV, Lima, 2015) se funden además de múltiples referentes de la naturaleza, referentes bíblicos y mitológicos, elementos americanos, regionales e indígenas con influencias europeas y concreta en todos ellos gran virtuosismo y preciosismo lírico. Es un creador innato preocupado porque sabe que “vivimos en el siglo de la totalidad y el conocimiento, aunque los más pesimistas creen que es el tiempo del caos y del derrumbamiento moral, que compite en los terrenos de la filosofía con las de la pregonada paz, que ciertos analistas del apocalipsis consideran una utopía, porque si bien la humanidad en los últimos 50 años ha avanzado científica y tecnológicamente, ha entrado en un remolino sin retorno de pérdida de valores y de corrupción generalizada, que impide que ese bien sea algún día realidad”, agrega. Hoy, haciendo su propio camino y forjando el de otros poetas, el propio escritor se autodefine como un escritor de la totalidad. Con toda justicia podría llamarse el príncipe de las letras, por lo ya logrado en sus libros de poesía. "Poetas de la talla del vate peruano Carlos Garrido Chalén, son como gemas preciosas raras que aparecen en períodos especiales de la historia humana", ha dicho Ernesto Kahan. "Al poeta y escritor peruano Carlos Garrido Chalén, que combina la potencia de sus sentimientos con la calidad de su escritura incomparable, yo lo llamo el gran Cóndor del pensamiento del continente sudamericano, pero más aún, un grande del pensamiento universal", dice Guy Grequie. Y agrega el filósofo francés Guy Crequie, quien sostuvo en una entrevista que le hicieron en París, que el escriba peruano, “es una de las conciencias de nuestro mundo que, como poeta, impregna con su pensamiento el espacio y el tiempo, por el universalismo de sus observaciones”, llegando a asegurar que “es un escritor de la humanidad, eminente poeta, que como artista, creador de palabras que eternizan emociones, construyen rutas de investigación y facilitan los puentes de la paz y el diálogo entre Continentes, viene obteniendo el reconocimiento mundial que merece”. De igual la poeta cubana Marcia Ottaviani, dijo en una tertulia literaria realizada en Miami que: “Carlos Garrido Chalén estalla y precipita. Siembra y vierte su origen y fuerza a favor de la luz inacabable. Delirante su buenaventura. En la libertad de su palabra, hay un acertijo en donde todo se puede leer. Elipse que gira en el salón de sus sueños con ese toque de euforia donde se salva la vida. Su fruto describe transparencias y hace sentir el resplandor del átomo infinito. Recibe el don del paraíso y abraza los cuatro elementos. El asombro resurge desbordante. Es un Planetarium de cánticos que subyugan, cabalgando en el encantamiento de las letras”, citado por el Dr. José María Viaña Pérez en el prólogo del libro Concilio de Luciérnagas. En el prólogo de su libro de poesía El Regreso a la Tierra Prometida (1986), Juan Paredes Carbonell, entonces profesor de literatura de la Universidad Nacional de Trujillo destaca que: “Sólo el poeta tiene la facultad de hacernos ver el mundo como si fuera un grandioso, solemne, enigmático racimo de símbolos. De alguna manera es el nuevo descifrador de la escritura iconográfica en que se instituye el mundo, más para cumplir ese feliz designio de develador de la realidad objetiva debe primero acrisolar el alma para purificar –depurar diríamos– el mineral de sus entusiasmos, porque si a nosotros “pobres lectores” se nos está permitido participar y gozar de esa visión del mundo que verbaliza el poeta, débese particularmente a los afinamientos de nuestra sensibilidad y a la forma como la poesía nos afecta con el poder de la palabra hecha escritura. Carlos Garrido Chalén, poeta, visionario y trashumante al mismo tiempo, ha recurrido al viejo oficio del encantamiento de la realidad por la palabra, mejor dicho, ha convertido al mundo en un racimo de símbolos que es menester desentrañar para advertir cada uno de sus improntus y bellos hallazgos con los que configura su singular y personal manera de interiorizar la vida”.
2. SU PROYECTO DE SER CREADOR DE LA TOTALIDAD:
Recordemos al hoy Premio Nobel de Literatura, el peruano Mario Vargas Llosa y sus grandes proyectos de crear una novela total. No creo que sea lo mismo decir “escritor total”, que “de la totalidad” o “literatura de la totalidad”. En Garrido ese proyecto de ambición de la totalidad podría convertirlo en un autor incomprendido, más oscuro, con una temática que no guste al gran público ni pueda entender la crítica internacional y sus lectores. Siendo una novela premiada, nada menos que en España, no tendría que tener errores ortográficos y léxicos. Carlos Garrido no ha construido personajes tan memorables que lo elevan a la categoría de autor clásico. De allí que su aspiración desde la modernidad por alcanzar una novela total es, todavía, un gran sueño, un largo camino que tendrá que aprender a recorrerlo. Escribir una novela total es el sueño callado, inconfeso, de todo gran escritor; compartido en veladas secretas u oscuras, de todo buen lector. La novela total nos permite una comprensión total del mundo, de la vida, de los seres humanos desde diferentes perspectivas, planos y acercamientos, con maestría literaria. También en el siglo XIX encontramos de M. Proust En búsqueda del tiempo perdido, y el infaltable La guerra y la paz de L. Tolstoi. Obras en las que los autores dejan su alma, su corazón y su vida, como en toda novela total. O esa cumbre singular que es Madame Bovary, de Flaubert, sin olvidar, inaugurando el siglo XX, jamás, el Ulises de J. Joyce, un libro infaltable en la memoria de todo buen lector. Se trata de obras colosales, de cientos de páginas, aunque no siempre tiene que ser así, ni pretendieron ellos erigirse como autores fundacionales de esta gran literatura. De volúmenes algo más pequeños, encontramos Pedro Páramo de J. Rulfo —la más pequeña de todas las novelas totales—, Cien años de soledad de G. García Márquez, también La guerra del fin del mundo de M. Vargas Llosa. Y para completar el panorama en América Latina, esa joya que es 2666 de R. Bolaño. Conviene recordar que, en Carlos Garrido, su primera y principal vocación es la poesía y el ensayo antes que la narrativa. Desde el punto de vista de un novelista, antes que, de un filólogo, llama la atención lo oscuro de la temática de El Muro del Abismo, que linda entre lo mítico, bíblico y ocultista, en esa búsqueda de la totalidad. Si el propio libro es apocalíptico. Lo que él ha llamado totalidad. Con su novela El Muro del Abismo aborda la lucha entre el bien y el mal. Es un libro que recrea sus propias visiones escatológicas y apocalípticas, de lecturas de interpretaciones y reinterpretaciones entre el bien y el mal. Recordando al viejo Montaigne: "En todo lo que escribo, digo mi verdad y me basta", dirá el novelista en su defensa. En la trama y contra carátula, a doce personas se les aparece un ángel de parte de Dios, quien les encarga subir al Everest para exterminar a los demonios que dominan el mundo. Ellos tienen una misión: salvar a la humanidad. Aquí lo importante es rescatar la esencia del Hombre, aspirar a fines espirituales, elevarse más allá de la coyuntura y acceder al paraíso. El tema de fondo no parece ser ese, como se afirma, la redención del hombre, la búsqueda de Dios y la felicidad. Predomina la zozobra entre lo apocalíptico y el Infierno. La operación llamada en el libro “Marduk”. Es verdad que Carlos Garrido Chalén busca trazar su propia ruta de vanguardia, así experimentar desde la novela, igualmente celebrar la libertad de su religiosidad y del espíritu, de construir un proyecto estético inédito desde la narrativa fundacional a su manera. Es verdad que el arte admite toda clase de visiones y creaciones, incluso estas. Y que uno escribe, escucha, lo que quiere escribir y escuchar. Collage de ruptura artística de muy difícil digestión y lectura. Aunque haya ganado el premio “Miguel Delibes” (2016) de Narrativa en España con su novela El Muro del Abismo, la sensación que nos deja es el adentrarnos en las historias en las que nuestras certezas y obsesiones literarias son sólo aproximaciones.
3. VALORACIÓN DEL ESCRITOR DESDE SUS LIBROS DE POESÍA:
Mucho más admiramos su natural y extraordinario talento en la poesía, con la coherencia de su obra que se consolida por su infatigable cuidado del estilo, de imágenes sensoriales, una fiesta por la vida natural más allá de nuestras fronteras, con un realismo naturalista tremendista, capaz de encandilarnos y sobrecogernos de tantas hermosas emociones, imaginable dada su trayectoria de vida, de un poeta nacido y criado en un sólido ambiente familiar en Tumbes, frente al mar, tan rico de recuerdos memorables, de aves, manglares y especies ictiológicas. Diremos que su poesía de Carlos Garrido no es precisamente naturalista, como se ha pretendido encasillarlo. “Respeto la crítica, pero no estoy de acuerdo en que me encasillen en formatos”, asevera, con mucha razón. En efecto. Es mucho más que eso. No busca un valor documental y científico que pretende dar a su literatura. En suma, los rasgos definitorios del Naturalismo se reducen a los siguientes: 1. La existencia del ser humano está determinada por fuerzas naturales que la humanidad no puede controlar. 2. Se funda en la filosofía del determinismo, para la cual el hombre está controlado por sus instintos, sus pasiones y su entorno social y económico. 3. El objetivo del Naturalismo es reproducir la realidad con total imparcialidad y verdad de una forma rigurosa, documentada y científica. Se considera a la literatura un documento social. 4. La ética del Naturalismo, a diferencia de la del Realismo, incorpora una actitud amoral en la representación objetiva de la vida. 5. Los escritores naturalistas consideran que el instinto, la emoción o las condiciones sociales o económicas rigen la conducta humana. 6. En el Naturalismo se destaca la dependencia del ser humano a las condiciones ambientales. Es verdad que en Garrido muchas de sus preocupaciones son la naturaleza, las Sagradas Escrituras, y las ciencias naturales, el medio ambiente, el planeta y su futuro, las guerras, las grandes crisis y la justicia social. Se trata de un gran innovador y un verdadero renovador siempre atento al pulso, al caos, y devenir del Planeta, así a las grandes tradiciones literarias, pero también a sus fuentes se recrean en los pasajes bíblicos, en la mitología europea, en parte de la ancestral historia peruana y también su poesía vital es un canto épico y monumental de amor a la naturaleza. Dios, el ser humano y en general la vida misma, con sus penurias y sinsabores, son también parte de sus hondas preocupaciones. Si bien en él no hay sátira y denuncia social, su concepción de la literatura y en especial como pensador es, en sus ensayos especialmente, como arma de combate político, filosófico y social, buscando la justicia social. Su virtuosismo y facilidad de palabras para la poesía, unas poesías con abundantes giros naturalistas no sólo arroban, deslumbran y sorprenden a quien lo lee, sino que encontró en ella una manera muy efectiva de fusionar innovación y tradición. Se trata de un gran observador y un experimentado como Émile Zola, Guy de Maupassant, Alphonse Daudet, Gustave Flaubert. Poeta vitalista, árbol bueno y generoso, de noble madera, que funde sus hondas raíces mucho más allá de lo que la imagen pública y sus propios libros dan a entender. Merece su poesía un estudio mayor desde tesis universitarias, por ejemplo. Con todo es un verdadero maestro de la vida y la literatura de gran reputación. Hay varios ejes temáticos en su gran poesía. Eso sí, su camaleónico, finísimo oído para captar el lenguaje de la naturaleza lo hace un poeta admirable, digno de leerse. Sería muy interesante un estudio que listase y comparara el número de palabras de aves, de términos marineros, náuticos, su vocabulario. Ser escritor de la totalidad es mucho más que haber escrito libros y ganar premios. Ser escritor de la totalidad es tener cuando menos una obra que justifique esa especie de título honorario. Carlos Garrido Chalén es un escritor comprometido, pero al mismo tiempo un excelso poeta lírico. Vale decir que el compromiso literario pone en cuestión al escritor como totalidad en el sentido del ser humano que asume una posición frente a la historia. En su poesía su firme personalidad vital se deja notar desde sus primeros libros. Como Sartre, que lleva el compromiso literario a la ficción literaria Garrido es un ser comprometido con su vasta y poderosa realidad imaginaria. Escribe libros muy llamativos, qué duda cabe, hermosa es su poesía, no así por lo ininteligible y oscura de su narrativa. Es un gran aeda que con toda justicia merece elogios y reconocimientos. Árbol noble y bueno nuestro maestro: Vuela hacia las mismas alturas inmarcesibles del cóndor, querido Carlos Garrido Chalén. De vuestra nobleza, dones espirituales, con gran perseverancia y gran magnanimidad continúa haciendo un sano ejercicio y hábito de vida. Igualmente, vuestra muy querida familia y abnegada esposa. Mis palabras que son, de corazón, una apasionada crítica literaria te siga elevando a otras alturas inmarcesibles, hasta las estrellas del firmamento literario. Y, elevándote, como los ángeles y dioses mantén siempre la ecuanimidad, la templanza y serenidad, nunca la soberbia ni el desaliento. Eso sí conserva en el otoño de la vida el temple del águila y del puma, noble y afamado escritor. Con esa humilde lección de vida y grandes ejemplos de la madre Teresa de Calcuta, con esa sinceridad que la catapultó a la eternidad, como sucederá contigo, Teresa de Calcuta sentenciaba: "La piel se arruga, el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años. Pero lo importante no cambia; tu fuerza y tu convicción no tienen edad. Tu noble espíritu es el plumero de cualquier tela de araña. Detrás de cada línea de llegada, hay una y varias otras de partida. Detrás de cada logro, otros desafíos. Mientras estés vivo, siéntete vivo, pleno y vital. Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo. No dejes que se oxide el hierro y el oro que hay en ti. ¡Pero incluso no hagas caso a mis elogios y consejos: nunca, ¡nunca te detengas!".