Homenaje a FRANCISCO GONZÁLES.
(1922 – 2006).
A propósito de“† PERSONAJES. Tiempos de otros”.
Último beso del viento gélido de Francisco Gonzáles(*)
“El tiempo no existe, es un enigma, el hombre lo ha inventado.
A través de las épocas ha ido sutilizando su existencia”.
Francisco Gonzáles.
Víctor Hugo Alvítez Moncada / “Pisadiablo”
I
La historia de los pueblos ha sido hecha por los propios hombres, quienes nacieron, se arraigaron, se enraizaron en tal o cual lar por sus características sui géneris ancestrales; belleza, amor, destino, etc., entregando todas sus energías, vigor, inteligencia, esfuerzo y abnegación, sacrificando y dignificando la santa Tierra, nuestra mamapacha.
Empero, la mayoría de nosotros, vivimos, muchos por vivir, sin importarnos siquiera nuestro rededor, nuestro mundo mágico, nuestra presencia en este planeta que pronto nos volverá polvo lapidando el tiempo vano de nuestra existencia de ser y no ser. Por ello, eterna admiración a quienes con su obra esculpen los lienzos inmortales del tiempo.
Francisco Gonzáles (Huarás, 20 enero 1922 –04 agosto 2006), publicó el libro† PERSONAJES Tiempos de otros, pulcramente editado en 130 páginas de fino papel –como no podía ser de otra manera─ bajo el sello de Ediciones FRAGOR, que él dirigió: Huarás, 1999, 130 págs.; cuya elegante carátula, toda una obra de arte, perenniza a una de sus hermosas fotografías: Saturno, Dios del Tiempo, tomada de un mausoleo del Cementerio La Recoleta, Buenos Aires – Argentina. Precisamente cuando las distancias del afecto acercan a los mortales para rendir homenaje y tributo a preclaros hombres que en el trasuntar de sus vidas, supieron abrir los velos del oscurantismo malévolo y egoísta para aparecer transparentes a la luminaria de los días y ofrecer lo que a ellos la vida bondadosamente pudo poner en sus sienes, corazones y manos.
El “fin de siglo y/o milenio” muchos se alistaban porque creían marcaría gran acontecimiento comercial antes que histórico y cultural: mientras otros –los menos- como FRANCISCO GONZÁLES, más conocido como “PANCHO” en las esferas del arte y la cultura marcó un importante desafío para revivir recordando a diversos forjadores que en él marcaron profundas huellas de admiración y cariño, todo ello en base a la ingente cantidad de sapiencia y conocimientos volcadas al muchachito respetuoso, estudioso, artista y pronto Maestro como ellos, en su ubérrima tierra huarasina, bella y hermosa como la bondad de aquellos hombres o de otros parajes de la patria y el mundo recorrido por tan ilustre intelectual.
† PERSONAJES Tiempos de otros, nos trae como pan caliente andino una selecta compilación de artículos publicados oportunamente en diarios y revistas, otros aún inéditos de hombres y mujeres que con su talento aportaron decididamente al desarrollo social y cultural de los pueblos y especialmente de los embriones de la sociedad como es el hombre, ese hombre en formación, en desarrollo, sediento de almacenar en su conciencia intelectual todo lo valioso, dulce y bello que otras almas puras regaron el surco prodigioso de la vida para aprovecharlo eternamente.
Las páginas de † PERSONAJES Tiempos de otros, están escritas con un lenguaje claro, directo, ameno, nostálgico, donde se transmite conocimientos y experiencias de la calidad innata de un gran educador y artista, donde fluye transparente su humanismo característico del autor, como un “puente de infinito” a prohombres, a esa “Legión de Valores Ancashinos” a quienes en su mayoría conoció personalmente Francisco Gonzáles, en el transcurso del siglo que se apagó irremediablemente; constituyendo para él, Maestros, amigos, hermanos, artistas de fina sensibilidad, intelectuales por excelencia o simples ciudadanos; bohemios, ebanistas o mecánicos que con sus inquietudes animaron la vida cotidiana y pasado glorioso del presente siglo la inquietud citadina huarasina, especialmente, y la conciencia que trepita cálida en el recuerdo de su autor.
Cuarenta y ocho personajes de una generación pródiga en valores, desfilan las sentimentales y nutricias páginas compiladas acertadamente luego de su publicación en diversos medios de comunicación entre periódicos y revistas de la zona: “El Departamento”, “Chavín”, “El Heraldo de Áncash”; “Prensa Ancashina”, “Queymi”, etc.
Destaca la vida y obra en su mayoría de maestros educadores vinculados a diversos quehaceres intelectuales, ocupacionales y del arte: poesía, música, folclor, periodismo, pintura, escultura, cerámica, etc.; también: abogados, escribanos, médicos, presbíteros, beatas, luchadores sociales y otros ilustres pensadores y artistas populares, vislumbrando la tranquilidad de la vida de Huarás, el Callejón de Huailas, los pueblos del interior y exterior, de entonces.
Personajes del talle de los folcloristas: Sergio Quijada Jara, José Flores Ordóñez, huancavelicano y puneño, respectivamente; del afamado peruano pintor Víctor Humareda Gallegos (Puno), del artista plástico limeño Gamaniel Palomino; los folcloristas y músicos nuestros: Víctor Cordero, Julián Flores, Guillermo Guzmán Loli, Maximiliano Rosario Shuan, Víctor Gonzáles Santisteban, José Santiago Maguiña y Alejandro Collas Páucar.
Entre los escultores, resaltan las inolvidables figuras de Artemio Ocaña Bejarano (nacido en Macate y uno de los más grandes del Perú), los yungainos Filomeno Melgarejo, Félix Chávez y Elías Mori. Poetas: Agustín Loli, Judith de Pando y María Turriate de Roca. Artistas: Moisés Gonzáles (plástico) y Víctor Milla Cruz (ceramista).
Los profesores: Arnaldo Chávez Valenzuela, Juan Figueroa Ríos, Andrés Guzmán Béjar, José Obregón Ángeles, Augusto Pizarro Santillán (chachapoyano), Antonio Gonzáles Olcese, José Nicolás Landauro y Pedro Macedo Figueroa.
Los periodistas: Dr. Fortunato Flores, Raúl Dacio Sánchez (impresor), y poetas Florentino Gálvez Saavedra y Juan Nicanor Rodríguez Mallqui. Y tantos otros que se suman a la galería de ilustres “Hombres de Áncash” que se tienen que rescatar y valorar para ejemplo de la niñez, juventud y el destino de nuestro territorio ancashino que cada uno de sus pueblos va engrosando con figuras efímeras el inagotable caudal del pensamiento y arte, transparente cual cauce del maravilloso río Santa o la majestuosidad del Huascarán o Alpamayo.
Es el testimonio viviente del hombre como Francisco Gonzáles, evocando su Huarás “indestructible”. Testigo presencial del aluvión de 1941 y terrible tragedia del terremoto del 31 de mayo 1970; otra de sus obras cumbres con cariño para su tierra que aunque él la llame: “bosque de cemento”, “ciudad sin rostro, decapitada y extraña”, comparando al Huarás de ayer: “Bucólico, tranquilo de calles estrechas y empedradas, de piletas en sus plazas murmurando constantemente, de gente sencilla de poncho y pañolón(…) ciudad serrana de encanto singular para los que la conocimos y vivimos nuestros años de mocedad”; con el actual, convertido en una “ciudad de comerciantes iletrados” a decir del escritor Marcos Yauri Montero, huarasino también.
En fin, † PERSONAJES Tiempos de otros, constituye el imborrable recuerdo de maestros, amigos y artistas, mayormente en el “postrer adiós” a la vida ejemplar de estos hombres hondamente comprometidos en el devenir cultural de los pueblos, bordado de citas filosóficas y el sentido de las cosas de la vida y la muerte: “no sé por qué sino, siempre nos dejan los altos valores, como un reto a los que nos quedamos rumiando en silencio nuestros avatares(…) de los que pasaron a la otra orilla, al principio del no ser, al que tanto tenemos dar el paso, cuando desde que nacemos comenzamos a morir(…) ser o no ser y ser sin rumbo cierto; y el espanto seguro de estar mañana muertos”, homenaje a quienes cruzaron el umbral y dintel de las puertas anchas de la inmensidad, en ligeros vuelos, vuelos de ángeles o palomas santas. La obra concluye con un colofón dedicado a la exaltación de sus autores favoritos: César A. Vallejo, Gabriela Mistral, José María Arguedas y Federico García Lorca.
II
Entonces,¿quién fue Francisco Gonzáles? Un verdadero maestro, escritor y artista plástico. Un ilustre huarasino cuya vida y obra la consagró a la educación, el arte y la cultura. Realizó estudios profesionales en la Escuela Normal Rural de Tingua (Yungay), Instituto Pedagógico Nacional (Lima) y Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (Argentina). Director de la Escuela Normal de Celendín (Cajamarca), Director de la Escuela de Bellas Artes de Amazonas y Director–fundador del Instituto Nacional de Cultura Departamental Áncash (INC – A), hoy Dirección Desconcentrada de Cultura – Ancash (DCC – A); con gran impulso y dedicación creó y dirigió las revistas: “Kanan”, “Queymi”, “Cuadernos del Difusión”, más los libros Colección de Autores Ancashinos, desde el INC-Áncash.
Autor de los siguientes libros: Poemario escolar (1965), Vida de perros (cuentos, 1967), Retablo de poemas (1978); los relatos: Doña Ñati (1979) y Estampas de mi madre (1984); Vida, pasión y muerte de la Escuela Normal de Tingua (1980), Kampaj (poesía, 1985), “Imallash, imallaj” Adivinanzas infantiles y populares (1987); ANCASH: historia y cultura. Tomo I. (coautor, 1989), Huarás: visión integral (1992), Europa en 1982 (1992)?;365 Mantras (pensamientos, 1997), El transeúnte (1999), y este último beso del viento gélido:† PERSONAJES Tiempos de otros(1999).
Dirigió la prestigiosa Revista de cultura y actualidad ASTERISCO, con valiosa y depurada información regional y nacional. Precisamente en ediciones especiales les pertenece: Poesía infantil y juvenil de Áncash (N° 2, 1989), La Provincia de Huarás (N° 3, 1990), Arte Ancashino (N° 4, 1991), Poesía: Los versos del camino y selección de prosas (N° 6, 1995), Huarás antes y después del sismo / Dos poetas olvidados (1997), Clásicos ancashinos: Arnao – Meza – Hinostroza (N° 8, 1997) y Poesía amorosa (N° 10, 1998); más su “Palabra viva” o cantarina voz de sus poemas y alegre prosa impregnada en cintas cassets y CD roms, con bellas dedicaciones, valiosas fuentes documentales guardamos en nuestro Centro de Información y Documentación “Áncash”, de Chimbote, al servicio de quienes lo requieran para investigar o indagar en sus páginas y travesía brillantes nuestro historial y cultura al estilo y sentimiento de este gran soñador, escritor, filósofo, periodista, fotógrafo; entrañable mecenas, incomparable amigo y maestro “Panchito” Gonzáles.
Periodista profesional colegiado, colaboró en periódicos y revistas locales y nacionales con artículos selectos, y en el extranjero: “Puente” de la RDA Alemania, “Artesanía y folklore” de Venezuela, entre otros. Celebró Bodas de Oro en 1998 como pintor, realizando una exposición retrospectiva de su obra. Viajero empedernido, indiscutido amante del solar patrio, en cada recodo de su estancia ha dejado impreso en artística fotografía y slides un patrimonio del Perú pluricultural, multilingüe y multiétnico; consistente en 17 mil piezas entre plazas, calles, iglesias, mausoleos, paisajes; tradiciones, costumbres, personajes, etc. es decir la vida, hablando de nosotros mismos, y América. Parte de este material hecho pinturas vivientes ilustran y engalanan carátulas y páginas de sus libros y revistas. Donó su biblioteca personal, primero a la Parroquia del Señor de la Soledad; luego creó la Biblioteca “Doña Ñati” con todo su acervo bibliográfico, igual que su colección de obras pictóricas de artistas ancashinos inaugurándose la Galería “Francisco Gonzáles”,para el INC-Ancash. Posteriormente, haría una gran donación de cartas, fotografías, slides y grabaciones al parecer a municipalidad como patrimonio para iniciar su anhelado proyecto “Museo Ciudad de Huaràs” contagiando a su amigo Lombardo Mautino y otros, idea que finalmente dio paso la construcción del actual Centro Cultural de Huaràs y cuyos materiales desaparecieron en el tiempo, o algún avivato guarda en su poder.
Ostentó “Medalla de la Muy Generosa Ciudad de Huarás” en grado máximo, distinción otorgada por Municipalidad Provincial de Huarás, en 1984, por aniversario de creación política; la Universidad Nacional “Santiago Antúnez de Mayolo” (Unasam) homenajeó muy merecidamente a quince Personajes representativos de esa localidad, entre ellos Francisco Gonzáles; Palmas Magisteriales en grado de Educador, otorgada por Ministerio de Educación (6 de julio 1990); Laureles Magisteriales Ancashinos, Club Ancash (Lima, 1993); Palmas Magisteriales en grado de Maestro, Ministerio de Educación, (1996); Medalla Estela de Chavín: Premio Regional de Cultura, INC-Ancash, (1996); Lanzón de Chavín - Premio Regional de Cultura, INC-Ancash, (2000); Profesor Honorario de la Unasam. Miembro Correspondiente “Academia Nacional de la Historia”, Lima(2002), y Medalla Mariscal Toribio de Luzuriaga, Buenos Aires - Argentina(2004).
Con ocasión del Centenario de Chimbote, la Asociación Cultural del Santa, realizó el I Ciclo de Testimonios y Homenajes: Personajes Ancashinos, denominado “AYER TE VI”: Francisco Gonzáles: vida y exposición de su obra, a cargo del suscrito, junto a “COSECHA DE OTOÑO”: obra poética y testimonio de Dante Lecca, el jueves 08 de junio del 2006; acto cultural realizado en Biblioteca Municipal “César Vallejo” al que Panchito Gonzáles, envió sentida carta donde expresa su gratitud yhonda admiración por Chimbote, contristes palabras presagiandosu despedida de este mundo terrenal:
“…La vida se va como un río y no vuelve como los días que pasé en Chimbote, agradeciendo a todos los que conocí en anteriores eventos. La imagen del recuerdo nos hace vivir dos veces; la del recuerdo y la de vivir ahora para recordar, comparto plenamente con ustedesy mis gracias por el homenaje en el invierno de mi vida que poco a poco se va cortando como las últimas rosas de un otoño singular(…). Os espero un futuro ejemplar de entusiasmo y vitalidad. Hasta siempre. Francisco Gonzáles. Huarás, 08 de junio del 2006”.
El Distrito de Olleros“Capital Histórica y Ecoturística del Callejón de Huailas”, provincia de Huarás,a través de su municipalidad y Asociación de Escritores y Poetas de Áncash (AEPA), honraron su vida y obra en el XXII Encuentro de Escritores y Poetas de Áncash “FRANCISCO GONALES y homenaje a DAGOBERTO CÀCERES MÈNDEZ” durante los días 1 al 4 de junio del 2017; así comoinauguración y designación de Biblioteca Municipal “FRANCISCO GONZÀLES”.
A pesar de ello, pensamos, la región Áncash y el Perú, mantienen inmensa deuda con Francisco Gonzáles, habiéndosele podido declarar el “Intelectual y Artista del Siglo XX”. Pocos hombres como él, han entregado tanto a cambio de nada; su obra y ejemplo brillan cada amanecer cual sol resplandeciente que iluminan las cordilleras y llena de luz y calor infinitos horizontes del alma.
Desde aquí, bajo los tres mil metros, en pleno punto de equilibrio entre el Huascarán y la Fosa de Chimbote, a más de seis metros de altitud y profundidad, respectivamente, me postro reverente en el reclinatorio del tiempo para testimoniar profunda admiración, afecto, respeto y sincera amistad al paradigma, batallador incansable, sencillo, humilde y gran Maestro, junto a todos los hombres que aprenderán a reconocer las amplias virtudes y bondades personales, profesionales y creativas de Francisco Gonzáles. Un hombre para colocar su imagen en las altas urnas de altares barrocos del Ande sagrado de nuestra Patria y América, allí donde los cóndores anidan.
Ahora, como lo habíamos dicho antes..., recuerda, Panchito, como anfitrión, está pendiente la visita al Callejón, ojalá ese día no se recientan nuestros Apus y nos dejen pasar a celebrar la vida y amistad con una deliciosa llunca, su cuchicanca y para asentar, unos cuantos cántaros de chicha fuerte de jora; que nos aguarden un par de pallas y sus chirocos.
Francisco Gonzáles, con toda su obra del pasado siglo, corona con laureles dorados las maravillosas sienes blancas y negras de nuestras prominencias, el cielo y mar azules del territorio, espejos de agua de nuestras lagunas para que su sangre discurra cristalina y dulce a través del Santa caudaloso, fructificando mentes, campos y desiertos sedientos.
¡Salud ‘Panchito’ Gonzáles!
¡Salud por la Tierra!
¡Salud por la vida y esperanza!
Chimbote, setiembre de 1999.
Crónica corregida y aumentada, junio 2017 y agosto 2020.
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(*) Publicado en: ASTERISCO. Revista de Actualidad y Cultura. Director: Francisco Gonzáles. Segunda Época. Año XIII, Huarás, diciembre 1999, N° 04. Págs. 69 – 73.
