.MI PRIMERA BIBLIOTECA
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Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
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Están
frente a mis ojos los libros que me han obsequiado por mi santo. Hace
cuatro meses mamá acudió al llamado del Señor, y estas siete obras
de los autores peruanos: César Vallejo, Alberto Carrillo, Abraham
Valdelomar, José María Arguedas, Vidal Alvarado, Juan Ramón Ribeyro y
José Portugal Catacora, ayudarán a mitigar el dolor lejos de la Patria.
Con las 7 obras y 15 libros más, entre ellos 4 de autores
ancashinos que he traído de Lima, iniciaré la construcción de una
biblioteca en los feudos del “Tío SAM”, para que a mi retorno al Perú,
mi amada familia me recuerde leyendo y escribiendo…
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Son las 8 de la mañana y viene a mi mente la imagen de mi primera biblioteca, y con los apuntes de mis viejos cuadernos “Minerva”, escribiré en Lima sobre ella.
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Son las 8 de la mañana y viene a mi mente la imagen de mi primera biblioteca, y con los apuntes de mis viejos cuadernos “Minerva”, escribiré en Lima sobre ella.
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Nashville TN, 15 JUN 2002
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(Pág. 768 - DIARIO DE UN TINYACO)
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Hace
dos meses, en enero de 2004, estuve en “La Huacachina” con mi pequeña
Angie en brazos, y sentí nostalgia viendo solitaria y descuidada a la laguna.
Unas décadas atrás era un lindo oasis muy visitado por turistas
nacionales y extranjeros, ahora languidece, las palmeras y acacias
tienen las hojas cubiertas de polvo. Los mercachifles dormitan junto a
sus baratijas y ungüentos de boa para la reuma.
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Las
casas que la circundan están abandonadas con sus paredes
salitrosas a punto de desmoronarse. Hay dos restaurantes no muy
atractivos y diez botes a pedal de variados colores que desentonan el
paisaje natural. Cinco beodos sueñan y roncan espantando las moscas.
Uno que otro taxista camina amodorrado por el fuerte calor del verano.
Cuando pregunté a los taxistas iqueños por la situación de la laguna, las respuestas fueron las mismas, hasta parecían calcos: todos guardaron silencio.
Cuando pregunté a los taxistas iqueños por la situación de la laguna, las respuestas fueron las mismas, hasta parecían calcos: todos guardaron silencio.
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El 15 de enero último visité Ica para acompañar a mi amigo Luis Abad Guzmán a donar libros a una escuelita primaria de San Andrés. Él es ingeniero y trabaja las tierras iqueñas desde hace 15 años..
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El 15 de enero último visité Ica para acompañar a mi amigo Luis Abad Guzmán a donar libros a una escuelita primaria de San Andrés. Él es ingeniero y trabaja las tierras iqueñas desde hace 15 años..
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Esta
visita quedará latiendo en mi memoria, pues andar más de dos horas
entre la orilla del mar y una hilera de casitas rústicas de paredes de
barro y caña, con techos livianos de un pueblito de hombres de mar,
fue una grata experiencia de vida.
La paz en San Andrés es indescifrable. Caminar escuchando el arrullo del vaivén de las olas y oteando pequeños botes con sus remos como manos curtidas reposando de la dura pesca artesanal, es colmar de embeleso el alma..
Contemplar a decenas de bronceados pescadores de pantalones cortos, anudando con sus dedos el lino de su red, es un mágico paseo turístico, sobre todo para un visitante criado en ambientes andinos de fisonomía diferente.
Me deleité también con la fila de palmeras que vigilan la zona, cual centinelas moviendo sus ramas al compás de la brisa, y cientos de gaviotas cantando a gritos cada vez que se zambullen por un preciado bocado.
La paz en San Andrés es indescifrable. Caminar escuchando el arrullo del vaivén de las olas y oteando pequeños botes con sus remos como manos curtidas reposando de la dura pesca artesanal, es colmar de embeleso el alma..
Contemplar a decenas de bronceados pescadores de pantalones cortos, anudando con sus dedos el lino de su red, es un mágico paseo turístico, sobre todo para un visitante criado en ambientes andinos de fisonomía diferente.
Me deleité también con la fila de palmeras que vigilan la zona, cual centinelas moviendo sus ramas al compás de la brisa, y cientos de gaviotas cantando a gritos cada vez que se zambullen por un preciado bocado.
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Al mediodía saboreamos con Luis: pejerreyes arrebozados sobre mesitas cubiertas con hules azules y rojos brillantes.
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Es decir, todo hermoso y tranquilo, hasta que por fin llegamos a la escuelita, que de solamente mirarla me dio la impresión de estar viendo mi querido 378 de Chiquián. Coincidentemente ambas son de estructura humilde: pisos de tierra regados con sudor de estudiante y ventanas con marcos de adobe y sin cristales que amparen del frío.
Es decir, todo hermoso y tranquilo, hasta que por fin llegamos a la escuelita, que de solamente mirarla me dio la impresión de estar viendo mi querido 378 de Chiquián. Coincidentemente ambas son de estructura humilde: pisos de tierra regados con sudor de estudiante y ventanas con marcos de adobe y sin cristales que amparen del frío.
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Mientras Luis entregaba los libros remonté con el pensamiento los umbrales del tiempo hasta mi época escolar en Chiquián: vi a mi mamá Jesús acompañándome al 378. Escuché su voz: "¿hiciste la tarea?, ¿cuándo es el paso oral?,”, seguido de: "¡tienes que portarte bien!, ¡que la escuela pase por ti y no que pases por la vereda solamente!...". Tiernos recuerdos y gratas enseñanzas maternales, que hoy intento trasmitir a los niños campesinos.
Mientras Luis entregaba los libros remonté con el pensamiento los umbrales del tiempo hasta mi época escolar en Chiquián: vi a mi mamá Jesús acompañándome al 378. Escuché su voz: "¿hiciste la tarea?, ¿cuándo es el paso oral?,”, seguido de: "¡tienes que portarte bien!, ¡que la escuela pase por ti y no que pases por la vereda solamente!...". Tiernos recuerdos y gratas enseñanzas maternales, que hoy intento trasmitir a los niños campesinos.
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También me vi parado en el patio de tierra del 378, festoneado de eucaliptos. Del fondo del tiempo vino la voz acompasada del maestro Eleodoro Gamarra Salinas preguntando a los alumnos del 5º Grado: “Si tienen una bolsa con 78 bolas rojas, 49 bolas negras y 13 bolas verdes ¿cuánto es el mínimo de bolas que deben sacar para estar seguros de que han sacado 3 bolas de diferentes colores?”.
También me vi parado en el patio de tierra del 378, festoneado de eucaliptos. Del fondo del tiempo vino la voz acompasada del maestro Eleodoro Gamarra Salinas preguntando a los alumnos del 5º Grado: “Si tienen una bolsa con 78 bolas rojas, 49 bolas negras y 13 bolas verdes ¿cuánto es el mínimo de bolas que deben sacar para estar seguros de que han sacado 3 bolas de diferentes colores?”.
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En el aula (Transición) del maestro Eduardo Aldave Reyes, cantan en voz alta: “dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho, ocho y ocho son dieciséis”. En el salón del amauta Pedro Gutiérrez trinan a su antojo los pichuichancas, aprovechando que el “profe” ha ido por un saludable “calientito” donde Rucu Feliciano.
En el aula (Transición) del maestro Eduardo Aldave Reyes, cantan en voz alta: “dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho, ocho y ocho son dieciséis”. En el salón del amauta Pedro Gutiérrez trinan a su antojo los pichuichancas, aprovechando que el “profe” ha ido por un saludable “calientito” donde Rucu Feliciano.
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Después, silencio total en las aulas. Luego en el patio los maestros gritan: "¡en columna, cubrir!, ¡descanso!, ¡atención!, ¡saque pecho alumno!, ¡nadie se mueva!", una breve recomendación de nuestro director Fabián Cano Osorio... y "¡paso de desfile, marchen!: “378 de Chiquián marcha con altivez, llevando siempre el compás uno, dos y tres”....
Después, silencio total en las aulas. Luego en el patio los maestros gritan: "¡en columna, cubrir!, ¡descanso!, ¡atención!, ¡saque pecho alumno!, ¡nadie se mueva!", una breve recomendación de nuestro director Fabián Cano Osorio... y "¡paso de desfile, marchen!: “378 de Chiquián marcha con altivez, llevando siempre el compás uno, dos y tres”....
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También
pasó por mi mente el examen final del 5º de Primaria. Fue oral,
recuerdo, bajo la mirada señera de nuestro maestro de aula Juan Aldave
Oyola. El jurado estaba conformado por el Supervisor Educativo don Marcos
Lemus Rivas, un caballero a carta cabal, de ojos almendrados, diente de
oro, cabello lacio bien peinado y siempre pulcro en el vestir. Ese día
don Marcos estaba con terno gris, corbata azul, camisa blanca y una
chompa color mango. El otro integrante fue el director don Fabián Cano, con
camisa azul y chompa turquesa, de cabello ondulado color plata y su
mirada generosa de “Abraham en el desierto”. Y finalmente, el más
implacable de todos, mi tío, el maestro Germán Romero Yábar, con su
prominente barriga y su rostro de Miguel Grau Seminario.
Nos
llamaron al cadalso de uno en uno. Cuánta solemnidad, respeto y
misterio a la vez. Fui el tercero de la lista en orden alfabético. Al
ingresar al aula con pasos trémulos, vi al jurado de impecable terno, "qué abuso, 4 contra 1", pensé. El señor Lemus me preguntó sobre los distritos de la provincia de Bolognesi, en tanto mi profesor me calmaba: “tranquilo Nalito, no hay apuro, tómate unos tragos, perdón, tómate tu tiempo”.
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Después
de unos segundos respondí llevando la cuenta con los dedos, y pude
percibir la alegría que sentían mi profesor y el director, cada vez que
pronunciaba el nombre de un distrito: “Abelardo Pardo Lezameta,
Acas, Aco de Carhuapampa, Aquia, Cajacay, Cajamarquilla, Canis,
Chiquian, Cochas, Colquioc, Congas, Huasta, Huayllacallán, Llipa,
Mangas, Ocros, Pacllón, San Cristóbal de Raján, San Miguel de
Corpanqui, San Pedro de Copa, Santiago de Chilcas y Ticllos". Pueblos, que en su mayoría, visitaría con los años en las excursiones escolares.
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Luego de unas venias y sonrisas, el maestro Germán Romero prosiguió, muy serio: “Si
un hombre hace un agujero en una hora y doce hombres hacen 24 agujeros
en dos horas, ¿cuánto tardará un hombre en hacer medio agujero?”... Los segundos que pensé me parecieron eternos, y respondí: “el medio agujero no existe”.
Después de mi “filosófica” respuesta, el silencio fue total. Los
miembros del jurado se miraban, mi maestro Juan secaba una y otra vez su
frente con su pañuelo blanco sin dejar de mirarme con aflicción.
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Cuando iban a dar por concluida mi participación, el señor Lemus, dijo: “Creo
que el niño Alvarado tiene razón, pues, que yo sepa, no hay medio
agujero, sino, haber Germán, pínchate con una hualanca y mira si te ha
hecho un agujero o medio agujero", y se rieron los cuatro... pero a los pocos segundos el maestro Romero insistió, poniéndome más tenso de lo que estaba: “Todavía no estoy convencido, que quede pendiente la respuesta hasta que averigüe con Uchcu Pedro", y volvieron a reírse... Luego el señor Lemus se paró, apretó mi manito derecha y dijo: “dale mis saludos a tu abuelita Victoria”... culminando así los 15 minutos de tormento.
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Al salir del salón mis compañeros me acorralaron y “Cholito Corazón” me preguntó: “¿oye shay, respondiste bien?; si no es así, dicen que van a dar otra oportunidad”, luego intervino Wily: “¿no ves que se lo han jalado, que hasta mudo se ha quedado?”, finalmente Anchita, habló: “no le hagas caso, mejor cómete este pan con azúcar”.
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Después
de cuatro horas de suspenso ingresamos al aula y nuestro profesor
anunció que todos estábamos aprobados. Wily, desde su carpeta volvió a la
carga: “en el Coronel Bolognesi no te vas a salvar por más que sea la casa de tu abuelita ”... sonreí, y de los nervios salí corriendo a regar con urea el viejo rayán de doña Pancha Vicuña.
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Antes de retornar a casa, el maestro Aldave me preguntó: ¿y de dónde sacaste eso de que medio agujero no existe?, nos has dejado preocupados”... la respuesta fue: “de tanto jugar ñoco profesor”, y fui a celebrar el ascenso a la Secundaria, con un caramelo de licor y otro de menta.
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***
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Volviendo al tema de la donación de libros…
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En
eso salió Luis, despertándome de mi sueño chiquiano y me invitó a
conocer la biblioteca de la escuela, donde había una enorme pila de
libros. Cuando le pregunté por la cantidad de obras que había en el
lugar, me dijo: “En la semana de la escuela los ingenieros que
trabajamos en la zona traemos libros para agradecer al pueblo por su
calidez”. Entonces pensé: “y ¿por qué no hacemos lo mismo los chiquianos? , sería bueno iniciar una cruzada”.
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Revisando los libros de la escuela de San Andrés, llamó mi atención la existencia de textos universitarios... al preguntarle a Luis, me contestó: “acá todo vale, nada se deshecha y pueden venir a leer todos los habitantes”... sólo me restó decirle emocionado: “los donantes son dignos herederos de Valdelomar, lástima que se fue a los 31 años de edad, sino las maravillas que hubira hecho, no sólo por Ica, su ciudad natal, sino también por la literatura peruana y mundial”. El profesor encargado de la recepción de libros, al escuchar mis palabras, dijo: “el 16 de abril celebramos su natalicio, no así el día en que murió, que fue el 3 de noviembre de 1919 en Ayacucho, porque es una fecha dolorosa”.... "¡Si claro, entiendo, fue en un viaje al interior haciendo su labor como diputado!", le dije. “Veo que conoce este acontecimiento”, subrayó. “Por su puesto maestro, la oscuridad le jugó una mala pasada, cayendo a un montículo de piedras que le fracturó la espina dorsal, falleciendo a los 3 días, después de una penosa agonía. Se sabe que llamó a su mamá Carolina en su delirio".
Revisando los libros de la escuela de San Andrés, llamó mi atención la existencia de textos universitarios... al preguntarle a Luis, me contestó: “acá todo vale, nada se deshecha y pueden venir a leer todos los habitantes”... sólo me restó decirle emocionado: “los donantes son dignos herederos de Valdelomar, lástima que se fue a los 31 años de edad, sino las maravillas que hubira hecho, no sólo por Ica, su ciudad natal, sino también por la literatura peruana y mundial”. El profesor encargado de la recepción de libros, al escuchar mis palabras, dijo: “el 16 de abril celebramos su natalicio, no así el día en que murió, que fue el 3 de noviembre de 1919 en Ayacucho, porque es una fecha dolorosa”.... "¡Si claro, entiendo, fue en un viaje al interior haciendo su labor como diputado!", le dije. “Veo que conoce este acontecimiento”, subrayó. “Por su puesto maestro, la oscuridad le jugó una mala pasada, cayendo a un montículo de piedras que le fracturó la espina dorsal, falleciendo a los 3 días, después de una penosa agonía. Se sabe que llamó a su mamá Carolina en su delirio".
En
esas circunstancias pensé en el último suspiro del vate, tan
largo como el del “Caballero Carmelo”; quizá pasaron por su mente
imágenes queridas del Caucato, de su papá Antiloquio y sus hermanos,
bajo el aleteo de Tristitia: “Mi infancia que fue dulce, serena,
triste y sola se deslizó en la paz de una aldea lejana, entre el manso
rumor con que muere una ola y el tañer doloroso de una vieja campana…”
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“Sé
además maestro, que Abraham Valdelomar escribió el nombre de mi tierra
chiquiana en una letrilla con ocasión del levantamiento del prefecto
de Ancash, contra el gobierno provisorio de Benavides”, agregué
emocionado. Él, muy reconfortado me entregó la tercera parte de la carta
en prosa que Valdelomar le escribió al poeta Alberto Hidalgo, carta
que fuera publicada en el centenario del nacimiento del escritor en
1988, por el maestro e historiador apurimeño Rubén Chauca Arriarán, en
su libro: “Abraham Valdelomar – Vida y Obra”.
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La letrilla de la pluma de Valdelomar, fue difundida en la Sección “Palabras” del diario “La Prensa” del 20 de agosto de 1915, integrando el artículo “LOS DOS PROVISORIOS”. Al pie de la misma, el fragmento de la carta en prosa escrita por Valdelomar a su amigo Alberto Hidalgo:
La letrilla de la pluma de Valdelomar, fue difundida en la Sección “Palabras” del diario “La Prensa” del 20 de agosto de 1915, integrando el artículo “LOS DOS PROVISORIOS”. Al pie de la misma, el fragmento de la carta en prosa escrita por Valdelomar a su amigo Alberto Hidalgo:
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“El de Huaraz”
.
.El connotado y notorio
Perentorio
Transitorio
Provisorio
De Huaraz,
al golpe de una yegua
que, sin tregua
legua a legua
va tragándose al azar
ha pasado
-¡desdichado!-
por las puertas de Chiquián…
Casi mustio por el dolo
casi solo,
con un cholo
que le sigue por detrás
va fugando en marcha dura
Triste y muda
Sin ayuda
de alma alguna de esta viuda
(que una viuda de Huaraz)
que mohíno
repentino
ha tenido que emprender,
sin tener otras ventajas
que las bajas
y las bajas de las cajas
que ha podido sorprender…
Va impalpable, como un duende…
(ya se entiende
si Ferreccio lo sorprende
lo que ocurre a la sazón),
va viajando,
Galopando
reventando,
caminito de Monzón…
Desde allí quizá genial
toma rumbo hasta el Brasil;
desde allí quizá… quizá,
sabe Dios dónde irá…
Pero doquier que vaya
(si antes no le pone a raya
la fuerza que va tras él),
tras su campaña brillante,
más la viuda acompañante,
y el dinero resonante,
hará un sonante papel…
.
* * *
Carta al poeta Alberto Hidalgo
“Hermano: estoy enfermo de vida solitaria;
solo, entre tanta gente de idealidad precaria,
Intermitente espíritu y alma universitaria.
Yo me siento morir entre esta hora vana;
mi talento es para ellos como una flor malsana,
los que ahora me condenan,
me aplaudirán mañana…
Yo les he dado todo: el verso cincelado,
la noble prosa fuerte, el comentario alado.
tal hizo Prometeo. ¡Y estoy encadenado!
Alberto, nadie puede comprender lo sutil
de mi alma cristalina, abnegada, infantil:
yo he nacido en el campo y he nacido en abril.
Nadie ha de comprender con qué emoción secreta
las más puras bellezas mi espíritu interpreta,
tú lo comprendes porque tú eres poeta.
Los versos que tu fina lírica copa escancia
han dejado en mi alma la exquisita fragancia
de un perfume de abril y un recuerdo de infancia.
La cabalgata heroica de tus versos se extienda
por el campo en botón. En mi lírica tienda
encontrarás cobija, después de la contienda.
Triunfarás porque llevas una estrella en la frente,
porque lleva el cinto el acero pendiente,
porque sabes cantar lo que tu alma siente.
Desdeña toda loa. Toda lección desdeña.
¡Vive, canta, medita! Tu noble verso sueña;
sólo enseña el Dolor. Lo demás nada enseña.
El Dolor –viejo amigo ¡- el dolor –camarada!
él dejará tu frente febril, amplia y surcada;
mas te dará su invicta, fuerte y mágica espada.
Te asaltará la envidia, cruel y traidoramente.
El coro de hosannas sentirás, de repente
el trágico y rastrero silbar de la serpiente.
Audaz, sombría y trágica, tenebrosa e inquieta,
la envidia te persigue, te busca, te asaeta
y sin embargo un día te corona poeta.
Entrega toda tu alma a la pasión más fuerte;
derrocha tu salud; tu ingenuidad convierte
en un hondo placer, porque vendrá la Muerte...
Vendrá la Muerte un día con su hoz enarcada,
te tenderá los brazos al final de la jornada
y es necesario, Alberto que no se lleve nada…
Placer, vino, mujeres; goza tu juventud;
corona de racimos báquicos tu laúd,
porque abierto y sombrío nos mira el ataúd.
Sostén que sólo es bueno lo grato. Desiste
de la Moral que deja nuestro espíritu triste.
¡De placer sólo se viste lo que existe!.
Ala lírica hermana: a través del camino,
bajo la noche azul, serena y constelada,
cuando los dos hayamos derrotado al Destino
¡el bronce premiará nuestra heroica jornada!.
***
“El de Huaraz”
.
.El connotado y notorio
Perentorio
Transitorio
Provisorio
De Huaraz,
al golpe de una yegua
que, sin tregua
legua a legua
va tragándose al azar
ha pasado
-¡desdichado!-
por las puertas de Chiquián…
Casi mustio por el dolo
casi solo,
con un cholo
que le sigue por detrás
va fugando en marcha dura
Triste y muda
Sin ayuda
de alma alguna de esta viuda
(que una viuda de Huaraz)
que mohíno
repentino
ha tenido que emprender,
sin tener otras ventajas
que las bajas
y las bajas de las cajas
que ha podido sorprender…
Va impalpable, como un duende…
(ya se entiende
si Ferreccio lo sorprende
lo que ocurre a la sazón),
va viajando,
Galopando
reventando,
caminito de Monzón…
Desde allí quizá genial
toma rumbo hasta el Brasil;
desde allí quizá… quizá,
sabe Dios dónde irá…
Pero doquier que vaya
(si antes no le pone a raya
la fuerza que va tras él),
tras su campaña brillante,
más la viuda acompañante,
y el dinero resonante,
hará un sonante papel…
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* * *
Carta al poeta Alberto Hidalgo
“Hermano: estoy enfermo de vida solitaria;
solo, entre tanta gente de idealidad precaria,
Intermitente espíritu y alma universitaria.
Yo me siento morir entre esta hora vana;
mi talento es para ellos como una flor malsana,
los que ahora me condenan,
me aplaudirán mañana…
Yo les he dado todo: el verso cincelado,
la noble prosa fuerte, el comentario alado.
tal hizo Prometeo. ¡Y estoy encadenado!
Alberto, nadie puede comprender lo sutil
de mi alma cristalina, abnegada, infantil:
yo he nacido en el campo y he nacido en abril.
Nadie ha de comprender con qué emoción secreta
las más puras bellezas mi espíritu interpreta,
tú lo comprendes porque tú eres poeta.
Los versos que tu fina lírica copa escancia
han dejado en mi alma la exquisita fragancia
de un perfume de abril y un recuerdo de infancia.
La cabalgata heroica de tus versos se extienda
por el campo en botón. En mi lírica tienda
encontrarás cobija, después de la contienda.
Triunfarás porque llevas una estrella en la frente,
porque lleva el cinto el acero pendiente,
porque sabes cantar lo que tu alma siente.
Desdeña toda loa. Toda lección desdeña.
¡Vive, canta, medita! Tu noble verso sueña;
sólo enseña el Dolor. Lo demás nada enseña.
El Dolor –viejo amigo ¡- el dolor –camarada!
él dejará tu frente febril, amplia y surcada;
mas te dará su invicta, fuerte y mágica espada.
Te asaltará la envidia, cruel y traidoramente.
El coro de hosannas sentirás, de repente
el trágico y rastrero silbar de la serpiente.
Audaz, sombría y trágica, tenebrosa e inquieta,
la envidia te persigue, te busca, te asaeta
y sin embargo un día te corona poeta.
Entrega toda tu alma a la pasión más fuerte;
derrocha tu salud; tu ingenuidad convierte
en un hondo placer, porque vendrá la Muerte...
Vendrá la Muerte un día con su hoz enarcada,
te tenderá los brazos al final de la jornada
y es necesario, Alberto que no se lleve nada…
Placer, vino, mujeres; goza tu juventud;
corona de racimos báquicos tu laúd,
porque abierto y sombrío nos mira el ataúd.
Sostén que sólo es bueno lo grato. Desiste
de la Moral que deja nuestro espíritu triste.
¡De placer sólo se viste lo que existe!.
Ala lírica hermana: a través del camino,
bajo la noche azul, serena y constelada,
cuando los dos hayamos derrotado al Destino
¡el bronce premiará nuestra heroica jornada!.
***
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Mientras
ojeaba los libros y conversaba con el maestro sobre el legado
literario de Valdelomar, Vallejo y Arguedas, quienes con el señorío de
sus plumas provincianas doblegaron la vanidad limeña en sus
respectivas épocas, mi amigo Luis charlaba con sus amigos, y ¡OH
SORPRESA!, vi en la página 284 de un libro de Biología para el Cuarto
de Secundaria, la fotografía a todo color de Chiquián, sólo que al leer
la leyenda me quedé frío como el Yerupajá, pues decía: “La
ciudad de Huaraz en el Callejón de Huaylas. Al fondo nevados de la
Cordillera Blanca, pertenecientes al Parque Nacional Huascarán, que es
una zona de conservación y protección integral”..
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Cuando hice saber al maestro sobre el hallazgo, me obsequió el libro, con cargo de enviarle una obra ancashina. Tiempo después cumplí el ofrecimiento con dos libros del historiador Filomeno Zubieta Núñez (POR LA RUTA DEL HUAYHUASH: Los recursos turísticos de la Provincia de Bolognesi - 2003, y CUSPON: Comunidad e Identidad - 2003) y uno del escritor Alberto Carrillo Ramírez (LUIS PARDO: El Gran Bandido - 1967).
Cuando hice saber al maestro sobre el hallazgo, me obsequió el libro, con cargo de enviarle una obra ancashina. Tiempo después cumplí el ofrecimiento con dos libros del historiador Filomeno Zubieta Núñez (POR LA RUTA DEL HUAYHUASH: Los recursos turísticos de la Provincia de Bolognesi - 2003, y CUSPON: Comunidad e Identidad - 2003) y uno del escritor Alberto Carrillo Ramírez (LUIS PARDO: El Gran Bandido - 1967).
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Durante
mi estadía en la biblioteca de la escuelita de San Andrés recordé el
motivo que me impulsó a construir mi primera biblioteca en Chiquián, a
mediados de la década del 60: cierto día en casa de mi mamá Eni,
hermana de mi mamá Jesús, le pregunté a mi primo Pablín, si tenía
libros de Educación Cívica. "Sí tengo", me dijo, y me llevó al
altillo, donde en un aparador habían acondicionado una biblioteca.
Tenía como cortina la tela de “castilla” que mi tío Pablo utilizó
sobre el caballo cuando fue abanderado de la capitanía de mi papá, en
la fiesta de Santa Rosa (1955). Mi primo jaló un cordón y aparecieron
dos filas de libros y cuadernos, todos etiquetados y forrados con
papel cometa de color blanco.
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Él, orgulloso de su biblioteca me dio un índice en orden alfabético, haciéndome la advertencia: “revisa todo lo que quieras primo y ponlos en su mismo lugar; y cuando pases de página no mojes tus deditos”. Ya en casa pinté de blanco varias cajas de madera que mi papá tenía en un depósito, y uniéndolas hice mi propia biblioteca.
Él, orgulloso de su biblioteca me dio un índice en orden alfabético, haciéndome la advertencia: “revisa todo lo que quieras primo y ponlos en su mismo lugar; y cuando pases de página no mojes tus deditos”. Ya en casa pinté de blanco varias cajas de madera que mi papá tenía en un depósito, y uniéndolas hice mi propia biblioteca.
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También recordé la vez que le mostré a Pablín una matraca de madera que mi abuelita Catita me regaló en Navidad. Pablín quedó observando unos minutos la matraca, y al día siguiente apareció con una más grande, diciéndome: “esto es para Felipón, dile que lo he hecho con mucho cariño”. Un constructor nato desde sus tiernos años.
También recordé la vez que le mostré a Pablín una matraca de madera que mi abuelita Catita me regaló en Navidad. Pablín quedó observando unos minutos la matraca, y al día siguiente apareció con una más grande, diciéndome: “esto es para Felipón, dile que lo he hecho con mucho cariño”. Un constructor nato desde sus tiernos años.
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Un día, cuando estaba con Pablín junto a su biblioteca, llegó su papá Pablo, me abrazó y acariciándole el cabello, me dijo: “que te parece mi cabeza de acero, sé que será alguien en la vida”, y mi tío no se equivocó, pues Pablín es uno de los principales ingenieros electrónicos de la Telefónica, Nancy su hermana menor también es ingeniero y tiene un próspero negocio de bombas hidroneumáticas, ambos son de la UNI y la mayor, Durid Berenice, es médico cirujano; es decir, buenos frutos de una humilde maestra rural y de un criandero de ganado lanar en la manada de Sapahuaín, cercana a la laguna de Conococha. Mis tíos, Pablito y Eni, me enseñaron de niño a querer y a respetar a la Madre Naturaleza, y fueron con mis padres Armando y Jesús, y mis abuelitas Catita y Victoria, los seres humanos que guiaron mis pasos por los caminos de la narrativa campesina.
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Un día, cuando estaba con Pablín junto a su biblioteca, llegó su papá Pablo, me abrazó y acariciándole el cabello, me dijo: “que te parece mi cabeza de acero, sé que será alguien en la vida”, y mi tío no se equivocó, pues Pablín es uno de los principales ingenieros electrónicos de la Telefónica, Nancy su hermana menor también es ingeniero y tiene un próspero negocio de bombas hidroneumáticas, ambos son de la UNI y la mayor, Durid Berenice, es médico cirujano; es decir, buenos frutos de una humilde maestra rural y de un criandero de ganado lanar en la manada de Sapahuaín, cercana a la laguna de Conococha. Mis tíos, Pablito y Eni, me enseñaron de niño a querer y a respetar a la Madre Naturaleza, y fueron con mis padres Armando y Jesús, y mis abuelitas Catita y Victoria, los seres humanos que guiaron mis pasos por los caminos de la narrativa campesina.
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* * *
Saliendo
de la escuelita de San Andrés, continuamos visitando con Luis el
mágico escenario donde Abraham Valdelomar creo al inmortal “Caballero
Carmelo”, mientras la brisa de la tarde enfriaba nuestra piel
embriagada de sol, y bendecida por la humedad salina del mar de Pisco,
donde el destino tejió la cuna de la Patria…
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Desembarco de San Martín en Pisco -
Etna Velarde e.
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Lima - 15 de marzo del 2004
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Fuente:
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Primos Pablín Calderón Yábar y César Perfecto Calderón Gálvez; amigos Ofo Núñez Aranda, Nel Colchado Vidal y Rubén Calixto Palacios Candia.
Hoy festejan años en el cielo el célebre arquitecto, escultor y pintor italiano Miguel Ángel y el celebrado
escritor Gabriel José de la Concordia García Márquez, más conocido como GABO,
Premio Nobel de Literatura, autor de esta bella frase: "La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y
magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el
pasado". Oremos por sus almas buenas.
Mañana jueves 7 apagan velitas Felícitas Aquelina Martel Díaz, José Tomás Maturana Espejo, Lucho Béjar García (Tacna) y Edgar Peralta Lino (Huacho). Que Dios los bendiga hoy y siempre para felicidad de la familia chiquiana.
Nalo, a nombre de la familia Alvarado Balarezo
La Vergne, 06 de marzo de 2019
Mañana jueves 7 apagan velitas Felícitas Aquelina Martel Díaz, José Tomás Maturana Espejo, Lucho Béjar García (Tacna) y Edgar Peralta Lino (Huacho). Que Dios los bendiga hoy y siempre para felicidad de la familia chiquiana.
Nalo, a nombre de la familia Alvarado Balarezo
La Vergne, 06 de marzo de 2019
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PD:
Han pasado 15 largos años desde aquella visita a La Huacachina". A diferencia de aquel entonces, fresco aire acaricia a los visitantes. Todo ha sido remozado y luce el esplendor que nunca debió perder
Han pasado 15 largos años desde aquella visita a La Huacachina". A diferencia de aquel entonces, fresco aire acaricia a los visitantes. Todo ha sido remozado y luce el esplendor que nunca debió perder
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LAGUNA LA HUACACHINA, ICA
Imágenes: NAB .
Imágenes: NAB .