CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
16 DE MARZO:
NACE VALLEJO
EN CHUCO
HOY, ACTIVIDAD EN LIMA PERÚ
ADHESIÓN DE
ALFRED ASÍS
POETA DE CHILE
¡AMADO PUEBLO MÍO!
Yo le canto al espíritu de César Vallejo porque ha irradiado su fuerza incontenible en mí.
Porque de él nace todo lo que hago, en las siembras de letras en mi amado Perú.
Porque tu hijo soy y amo a mi pueblo de las sierras, la costa y la Amazonía.
No te extraño César, siempre vas conmigo, como mi hermano y gran amigo.
Suenan tus pasos en mi alborada, no se despeja tu imagen siempre amada.
En
cada letra y canción siento tu abrazo junto a tu nación y despejo las
nubes para llevarte al mundo que suspira con tus obras con verdadera
pasión.
¡Ah! César, tu vida se nos quedó, tu muerte nunca existió, porque vives en imagen y presente, nunca estás ausente.
Te
seguimos y adoramos, vas con nosotros por el prado, corres con nosotros
por tus valles sembrados y las espigas del trigo maduro hacen
reverencia a tu paso cuál oro amalgamado.
Y,
mira César, como tu gente se une en compromiso permanente alabándote y
nos llama a la reflexión con tus frases que quedan enmarcadas en sus
corazones.
Cuántos
extraen su voz del alma para declamar tus obras maravillosas con esa
fuerza espiritual y voz que semeja el trueno y se escucha como sinfonía
celestial.
Vamos
César, siempre avanzando, nunca retrocediendo, unidos en la paz y el
entendimiento, en tiempos de la nueva era de siembras generosas,
haciendo germinar en las multitudes el clamor que traspasa las fronteras
como me ha dicho Nicanor Parra hace unos días en su centenario de vida.
“El ABC DE LA UNIÓN SUR AMERICANA”.
Abrazos queridas hermanas y hermanos vallejianos.
Desde
Isla Negra, con las neblinas anunciadas besando las olas y los cipreses
y nombrando aquello, de un día en Francia, en donde Vallejo y Neruda
anunciaban la unión de los “Poetas del mundo unidos con los republicanos
de España”.
Siempre de ustedes,
Alfred Asís
*****
¡OH SALVE
TIERRA DE
LOS CHUCOS!
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
ENDECHA
DE
GRATITUD
Danilo Sánchez Lihón
1.
Igual a ti,
maestro que con tus lecciones
y ejemplo
impulsas vástagos tan insignes.
Tú
padre y madre de la vida, como
en verdad
lo eres, quien con tu desvelo la
acoges
desde tierna y a pulso la elevas
esperanzada,
la cuidas cuando niño y modelas
poderosa,
abriéndole caminos. E igual que
a una cometa
le das aire, y ya de adolescente
le das
altura, viento e hilo a fin de que
dance
igual que ahora, cuando ya son
hombres
brillantes, justos e incorruptos.
2.
Por eso
orla, elogio y prez a ti educador
del mi terruño,
que albergaste aquel pámpano
de vid
de amor acrisolado, de bondad
y pundonor
en el alma, fruto solar de estos
campos.
Es con tu palabra que ampara
y protege,
con tus manos dignas y cálidas
que nos atajan
de mil caídas, que ha madurado
un renuevo
que puedes nombrarlo fundido
por ti y tuyo;
quien salió ileso de toda prueba
libre y puro
de zarzas, ponzoñas y malezas.
Con la flama
de un hombre que se ha hecho
responsable
del destino de todos y el mundo
entero.
3.
Y vosotros,
caros trabajadores de la salud,
vestidos
de blanco: médicos, terapistas,
enfermeras,
¡ofrendo mi gratitud confiado. Y
engarzo
esta escarapela de lealtad en
el ojal
de sus mandiles, ¡más límpidos
que nunca
después de la dura faena! Y a
ti quiero hablar
doctor, de quien todos refieren
solo alabanzas,
en quien confían, y guardan fe
ciega,
por el esmero puesto en dar con
el diagnóstico
en la clave del mal que padecen
y la receta
conveniente. Por ser así tenemos
parte
en la gloria y blasón del poeta, y
es
la razón que motiva esta trova.
4.
Por ello,
hemos sido ungidos y somos
más dignos
que nunca ahora hermano. Tu
inclinación
al servicio abnegado ha hecho
posible
que crezca un árbol que está
dando
copioso y buen fruto para bien
de todos,
como sombra y fresco aroma.
Enhiesto y
con hondos mensajes aún por
por descifrar;
con encanto sumo. Que ofrece
abrigo
y es grato al alma, y al paisaje.
Porque
en tu decisión de hacer bien
las cosas
nobles y bien ayudabas a que
haya
un hombre del temple como es
éste
que nos exorna, representa y
enorgullece.
5.
Y a ti
llego, policía honesto; confiado
y sabiendo
en verdad quién eres. Nuestro
muchacho,
¡mira cómo resplandece cabal
en el foro
en el ámbito sutil y complicado
de las letras.
De allí que todo sacrificio tuyo
esté
justificado, al darle protección
al débil,
amparo al desguarnecido, duro
al canalla
y defender tenaz a la persona
de bien. A
ti me acerco hombre abnegado
en caminar
tarde la noche, ¡padre de aquel
que cayera
herido de balas por combatir
el crimen
la delincuencia y el cohecho!
6.
¡No
me tiembla la mano alabarte a
ti, gendarme,
me acerco ahora que estás solo
en la cuadra
cuidando que el malhechor no
se acerque.
Quiero brindar aunque mis ojos
denuncien
mis lágrimas, por lo que somos,
mordiéndome
la manga de la chompa, tirando
la bufanda
con que me abrigo, en silencio,
conmovido
del inmenso amor que se alza.
De la piedad
y arrobamiento de cuanto se ha
dispuesto
a favor nuestro, para que surja
entre
nosotros un ser tan inmenso e
íntegro.
7.
Y a ti
me acerco digno juez, idéntico,
e igual.
Sin titubeos, sin que me arredre
tenderte
la mano. Porque en verdad, ¡se
duda tanto!
Pero a mi sí me consta que tú
rechazaste
el soborno, combatiste la coima
y la cutra.
La mordida no halló jamás en ti
asidero.
Y nunca vacilaste en proceder de
modo correcto.
Contigo, yo sé, que acierto para
pedirte
que seas también de esta partida.
Aunque
fuiste infamado, sufriste la prueba
atroz
de entrar a la cárcel y el posterior
despido,
tú entras también en esta galería
de incólumes.
8.
¡Y es que
los inocentes siempre han sido
a su vez
víctimas! Pero en este foro íntimo
de la conciencia
que abrimos aquí, y a ello recurro,
estás
Intachable y prístino, un ejemplo,
honrando
en ti a tantos jueces honestos y
a tantos
hombres íntegros; porque honor
y valentías
como la tuya hicieron que se nos
otorgue
un don tan precioso, una medalla
inusitada
que hoy lucimos en la garganta.
Y esta
orla en la frente de ser legítimos
paisanos
del poeta universal César Vallejo.
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El texto anterior puede ser
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