CRÓNICAS PISADIABLESCAS
Víctor Hugo Alvítez Moncada
Homenaje
LIVIO
GÓMEZ:
.
No es la vida la
que va contigo Maestro, es el relámpago
"Él
me confiesa / que escribe y escribe / para ganar la inmortalidad. /
Yo le aconsejo / que corrija y corrija / para
ganar mi aprobación"
“A través de un verdadero poema
respira la vida
o respira la muerte,
respira la eternidad
o respira el instante.
O el aire mismo
emocionado respira
a través de un verdadero poema”.
Livio Gómez
I
Livio Gómez Flores, Reconocido poeta
peruano de la Generación del ’60, nació en Llaclla, jurisdicción de la
provincia de Bolognesi, Región Ancash,
el 14 de enero de
1 933 y
falleció en la ciudad de Tacna
donde radicó gran parte de su vida dedicado a la docencia, el periodismo y la
poesía, el 16 de agosto del año 2 010.
Hijo de Gregorio Gómez y Nicerata
Flores Moreno. Muy temprano –cual primer rayo fulgurante del sol- dejó su
estancia querida para no retornar jamás al lar de sus ancestros y cuna de
esperanza-, estableciéndose en Lima, donde inició estudios primarios en la
Escuela República de Colombia entre 1 943 – 1944, Colegio Santo Toribio, 1 945;
Escuela Municipal de Chosica, 1946 - 1947 y una escuela nocturna en 1 948. Sus
estudios secundarios los realizó en las secciones nocturnas de los colegios:
Nacional “Alfonso Ugarte”, 1 949; Nacional de Chosica, 1 950 – 1 951, y la Gran
Unidad Escolar “Ricardo Bentín” en 1 952 – 1953. Posteriormente en la Pontificia Universidad Católica del
Perú, siguió cursos propedéuticos de la Facultad de Letras
y ciclo profesional de la Facultad de Educación, obteniendo el grado de
Bachiller en Educación, luego título de Licenciado en Educación Básica Regular
en 1 976. Desde sus años de estudiante
brilló con luz propia como poeta, obteniendo primeros premios de los Juegos
Florales Universitarios de la PUCP en 1 959 y Universidad Nacional de Educación
1 968, respectivamente.
Después de prestar servicios en
los Bancos: Wiese y de la Unión, se desempeñó en la ayudantía de la cátedra de
Castellano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional
Agraria, posteriormente destacado a las escuelas de peritos agrícolas que ésta
regenta en Huancayo, Urubamba y Tacna, hasta 1 966. De retorno a Lima
administró la revista “Amaru” en 1 968, ejerciendo además la docencia en en el
Colegio “Hans Christian Andersen” y Academia “Brown” hasta 1 970. De retorno a
Tacna se incorporó a la redacción del diario “Correo” entre los años 1 970 a 1
976; además en la Escuela de Peritos Agrícolas,
Fue profesor emérito de la Universidad Nacional Jorge Basadre
Grohmann de Tacna, donde se desempeñó
como Secretario General hasta en tres periodos rectorales. Distinguido con la Medalla
de la Ciudad de Tacna en 1 991 y Medalla de la Cultura de la dicha heroica
ciudad en 1 996. Académico Correspondiente de la Academia Peruana de la Lengua,
incorporado el año 2 007. Autor de varios poemarios compilados en Alrededores (1 960 – 2 007), por el
Gobierno Regional Director – Editor de
algunas revistas de Tacna y ganador de varios concursos poéticos a nivel
nacional, traducidos hasta en cinco idiomas. Colaboró en revistas y diarios
capitalinos como “Letras Peruanas” y “El Comercio”; en “Correo” de Tacna y,
otros del extranjero como “Cuaderno Literario Azor”, Barcelona; “Rimbaud
Revue”, Plancoet – Francia y “Vida Universitaria” de México).
Livio Gómez, tuvo una exitosa
carrera como escritor reconocido a nivel nacional, habiendo obtenido importantes
premios como los ya mencionados, aparte: Mención Honrosa del Concurso “El Poeta
joven del Perú” 1 960 (cuyo primer premio es sabido compartieron Javier Heraud
y César Calvo); Primer Premio de Poesía en los Juegos Florales Universitarios 1
968, organizados por la Universidad Nacional de Educación; Premio “El Mejor
Poeta Chalaco” 1 968 en concurso organizado por la Casa de la Cultura del
Callao; Mención Honrosa del Premio Nacional de Poesía “José María Eguren” 1
969; y Mención Honrosa del Premio Nacional de Poesía “José Santos Chocano” en 1
971.
.
“Uno
de los grandes temas de sus poemas es el uso competente del idioma. La
ortografía es el centro de "Arte de puntuar"; y la redacción, de
"Toda redacción es una prueba de fuego", en que postula ideales
expositivos que concuerdan con los consejos que brinda sobre la escritura
poética en "Artesanía poética", "El poema y sus
alrededores" y la sección "Tinta y espacio" del libro
"Quebrantamientos". Con imágenes y metáforas caracteriza al punto, la
coma, el paréntesis, la expresividad poética, etc.; con sabor a máximas,
condensa sus normas de redacción y estilo”
Poeta prolífico, sus principales obras son:
- Infancia del olvido / 1960
- El día incorporado / 1962
- Fraternidades y contiendas / 1967, 1968, 1974, 1985.
- Artesanía poética / 1968
- Cómo aprovechar la lección / 1969, 1 976
- Devolverles la mirada / 1970
- La violencia y el camino / 1976
- El poema y sus alrededores / 1977
- Cuerpo de la dicha / 1978
- Quebrantamientos / 1982
- Para ti, madre / 1982
- Arte de puntuar / 1974, 1993, 1995
- Circuito del deseo / 1990, 2001
- Asedio / 1991
- Patria del recuerdo / 1996
- Toda redacción es una prueba de fuego / 1998, 2001
- Selección reunida / 2003
- Letras de abril / 2007
- Alrededores / 1 960 - 2 007. “En él reúne gran parte de su creación poética, escrita en nuestra Tacna, ya que al haber sido adoptado por esta tierra generosa, le responde con permanentes versos sobre diferentes temas de la vida”. Merecida publicación del Gobierno Regional de Tacna, como un sincero homenaje de gratitud al hijo Poeta.
- Editó las revistas de poesía: In Terris (6 números, 1 967 - 1 978) y Contexto (4 números, 1 977 – 1 980).
II
El 2 009, un año antes de su muerte, asistí a
encuentro nacional de arte en Tacna, dedicado a “Pastorita Huaracina”. En el
acto de inauguración señalaron a dos renombrados personajes de la lírica y
cultura nacional: Livio Gómez y Luis Alberto Calderón Albarracín; el primero de
origen ancashino y el segundo de la heroica Tacna, luminarias que dieron brillo
al evento, donde coincidimos con nuestra presencia con Yehude Collas, escritor
huaracino y, luego de concluir el acto inaugural, nos acercamos a saludar a
nuestro vate coterráneo Livio Gómez, hombre bueno de mirada tierna, quien con
una sonrisa infantil –como las que brindan los escueleros de Chiquián- nos
acogió con gran cariño e invitó a su casa de la calle Ramón Copaja 183, ‘pasar
por la nochecita’.
Grandiosa oportunidad que no podíamos perderla,
allí nos recibió en la sala biblioteca de su casa, rodeado de anaqueles
repletos de libros, otros encajonados recientemente llegados de editoriales
universitarias limeñas como la Católica y San Marcos, esperando su acertado
comentario o crítica literaria; nos presentó a su dignísima esposa, señora
Luisa Valente Rossi. Retirado de la docencia y ejercicio profesional
universitario, decaído un tanto en su salud,
dedicado al calor de su hogar entretenido en corrección de tesis y el
periodismo pensaba aún llegar a Chimbote a ofrecer sus experiencias en algún
centro superior de estudios. Sin embargo, la vida, le tenía señalado un destino
cercano al Hacedor para ofrecerle odas matinales y celestiales en lo alto de su
reino.
Aquel inolvidable día del 22 de junio de ese año, recuerdo,
ingresó a otra habitación de su domicilio y sacó dos paquetes de libros: uno
para Yehude y otro para mí, recomendándonos entregar a bibliotecas de nuestras
ciudades y personas vinculadas a la cultura en especial, hecho que
personalmente cumplí a cabalidad. A corazón abierto depositó en nuestras manos
su último libro: Alrededores, reunión de la mayoría de sus poemarios, editado
por el Gobierno Regional de Tacna, cuya tapa lleva un apunte del autor en plena
juventud, realizado por el famoso Víctor Humareda, como una muestra de sus
andanzas y bríos de cuajada amistad con diversos artistas del Perú; y, Selección
reunida (2 003), estampando su
dedicatoria y firma:
“Para Víctor
Hugo Alvítez, esta recopilación poética donde discurren los dos grandes ríos
del vivir de la vida: el caudaloso río de la contienda y el apacible río de la
fraternidad”.
Cómo no agradecer y recordarle Maestro por su
generosa amistad, por sus ríos profundos de eternidad, por su completa entrega
a la creatividad, por el engrandecimiento de su lar andino y nueva tierra que
arropó su destino, por la sencillez de ser y nobleza de su espíritu. Mil veces
volveré a Tacna a posar bajo el inmenso arco de triunfo y junto a prolíficos
héroes de guerras infaustas, encontrar su nombre impar, su rostro humarediano, su
andar pausado, su abierta amistad, sus alas enarboladas en aves de torres
catedral, su sombra en banderas y palmeras o en pila ornamental con su eterno
disipar de agua cantarina y predicados versos espejos extraídos del Yurupajá.
No es la vida la que va contigo Maestro, es el
relámpago que debe resonar en alturas y latitudes del afecto; la mística, el
amor, el encanto, el terruño, la lluvia; tu canto, el semblante poético
universal de un hombre justo como vos. Hoy que los tambores de la Tierra
convocan, abrazo nuevamente tu obra para depositarlo cual semilla bendita en
nuevos surcos de atesorada juventud presuroso vaivén del codiciado Santa,
gavillas, tercios de trigales, cosechas fértiles; campanas y luces de nuevas
lejanías, alrededor de anónimos amaneceres.
“A pesar de la serpenteante
lejanía
que entre nosotros extiende
la agobiada lentitud de los
desiertos,
te recuerdo aquí y allá tú me
recuerdas.
Nuestro pensamiento viaja
a mayor velocidad
que la luz de las estrellas”.
¡Livio Gómez,
eternamente!
Desde el mar azul de Chimbote, nov. 2 012
pisadiablo100@hotmail.com
Livio Gómez y Víctor Hugo Alvítez Moncada