El Señor de Mayo, "paso" o "doble" del Señor de la
Soledad.
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LOS SHACSHAS DE HUARAZ
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LOS SHACSHAS DE HUARAZ
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Por José Antonio Salazar Mejía
Cada 8 de mayo, desde el siglo XVIII, año a año se da inicio a los festejos de la Octava del Señor de Mayo. El 8 de mayo es el rompecalle o "el rompe" a secas, día en el que los danzantes inician su peregrinar por cinco días dando idas y vueltas por el barrio de La Soledad y las principales calles de Huaraz.
La danza que hoy en día mejor caracteriza esta fiesta es la de los
"Shacshas", fenómeno cultural que tomó fuerza en los últimos quince años y que
hoy en día atrapa a la juventud huaracina. Cerca a sesenta nuevos grupos de
"Shacshas" conformados por jóvenes escolares de ambos sexos, toman las calles
para bailar devotamente para el Señor de La Soledad.
Pero la Octava del Señor es también es la fiesta de los
"Huanquillas", los "Antihuanquillas", y los "Atahuallpas". Ya no sale en estos
últimos años la "Yurihua", danza del caserío (hoy Centro Poblado) de
Paria.
Shacshas de "Flor de Huaraz". Con peluca rubia don Victorino
Salazar
Los "Shacshas, es una danza ritual con reminiscencias agrícolas. Se
ejecuta durante cinco días, del 8 al 12 de mayo, en la octava de la fiesta del
Señor de la Soledad de Huaraz, siendo el día central el 10 de mayo. También hay
Shacshas en Carhuaz y Huaylas. La danza de los "Shacshas" ha sido reconocida por
el INC como "Patrimonio Culturla de la Nación" desde el año 2008.
En Yungay se hacen llamar "Shaqapas" los "Shacshas"
del lugar.
Los Shacshas, cuyo número varía entre 15 y 31, son capitaneados por
el “Campero” quien ordena los cambios de paso o mudanzas y visten montera con
plumas pequeñas o sin ellas, peluca y máscara con rostro de mujer; saco o
monillo de preferencia de color blanco; pantalón del mismo color adornado por
pañoletas; rematan su vestuario con un chicote y las shacapas que portan en la
pantorrilla y producen el sonido característico que da nombre a esta danza. Los
Shacshas se comprometen a bailar para el Señor durante siete años
consecutivos.
En el aspecto ritual señalaremos que los "Shacshas", también
llamada antiguamente "china danza", auna en el danzante las características de
ambos sexos y con ello lo convierte en ser ser espiritual; es un varón con
peluca, monillo, y medias de mujer. Trasciende así lo humano y se acerca a la
divinidad, por ello se convierte en interlocutor del Señor, en una especie de
sacerdote que lleva a la deidad los deseos, súplicas y anhelos del pueblo
huaracino.
Joven danzante de "Shacsha" con pañoleta en
mano
En Huaraz, esta danza ha sufrido modificaciones en los últimos
años, nuevos grupos de jóvenes danzantes no respetan los cánones y reemplazan
elementos básicos como utilizar pañoletas en lugar de chicotes (símbolo del
rayo, divinidad agrícola). Quienes mantienen la tradición son los grupos “Flor
de Huaraz” de Victorino Salazar y “Corona del Señor de Mayo” de la “caporala”
doña Lola Sánchez, también está el grupo de "Shacshas" de la familia Romero y
"San Miguel" del C. P. de Paria.
Los músicos que acompañan esta danza ejecutan sus melodías con
chiscas, tinyas (llamados comunmente "burros" por ser de la piel de este animal
que los elaboran) y un violín.
¡A bailar por siete años consecutivos según la tradición! ¡A
bailar que el Señor en reciprocidad nos dará un buen año, lleno de salud y
prosperidad!
José Antonio Salazar Mejía
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