Construcción y forja de la utopía andina
2011, AÑO DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS
.
DICIEMBRE
MES DE LAS MONTAÑAS
DE LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES;
DE LOS MIGRANTES Y DEL NACIMIENTO
DEL DIOS NIÑO EN LA NAVIDAD
MES DE LAS MONTAÑAS
DE LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES;
DE LOS MIGRANTES Y DEL NACIMIENTO
DEL DIOS NIÑO EN LA NAVIDAD
CONFERENCIAS Y SIMPOSIOS SOBRE CULTURA ANDINA
AULA CAPULÍ:
Tacna 118, Miraflores.
Cuadra 3 de la Av. Angamos Este
Entre Av. Arequipa y Paseo de la República
Planta de capulí, florece a la entrada del Aula Capulí
PRÓXIMAS ACTIVIDADES:
DOMINGO 8 DE ENERO, 11 AM
ROMERÍA A LA TUMBA DE GEORGETTE DE VALLEJO
EN EL CEMENTERIO DE LA PLANICIE EN EL ANIVERSARIO DE SU ONOMÁSTICO
SÁBADO 14 DE ENERO. 7 PM.
PRESENTACIÓN DEL LIBRO
“ESCRIBIR PARA TODOS” DE LUIS YÁÑEZ EN EL AULA CAPULÍ
DEL 18 AL 20 DE MAYO
CAPULÍ 13, VALLEJO Y SU TIERRA
Santiago de Chuco - Foto: Nalo Alvarado Balarezo
PEREGRINACIÓN A SANTIAGO DE CHUCO TIERRA DE VALLEJO
FESTIVAL TRILCE DE LA CANCIÓN, LA POESÍA Y DANZA ANDINAS
ACTUALIDAD
FIN DE AÑO Y AÑO NUEVO
PLAN LECTOR, PLIEGOS DE LECTURA
LA MARCHA DEL UNIVERSO
Por Danilo Sánchez Lihón
1.
Todos
los pasajeros del autobús duermen
inocentes
y vulnerables, esperando confiados
llegar
tranquilos y sin novedad, cada uno
a sus destinos.
Las madres han caído rendidas en
sus asientos
con sus niños que yacen relajados
y fuertemente
abrazados al seno de quien les dio
la vida,
dichosos de haberse amamantado
del seno materno.
2.
Los varones,
agotados por la jornada descansan
inermes.
Sueñan en los negocios que harán
al otro día
en la ciudad a la cual se encaminan,
calculando
ser efectivos en los asuntos que van
a resolver:
Repasan ir al banco antes de tomar
el desayuno,
hacer la entrevista con sus clientes
y proveedores,
sin olvidar darse un gusto comiendo
en el mercado.
3.
Todos
duermen expuestos y aturdidos,
emitiendo
ronquidos, soplidos y acezando.
Ya en sueños,
unos se revuelven impacientes y
otros
permanecen quietos y apacibles.
¡Sólo
el conductor absorto y entumecido
observa
desolado el camino! Solo él siente
tambalearse
el vehículo. E incierto y temible el
camino.
4.
Cruzamos
hondos precipicios, abismos terribles
peñolerías
de miedo, donde el borde del sendero
está
cortado a pico, orillada apenas la ruta
de grava y
cascajo, molles y zarzamoras raquíticas.
Al pie
hay turbiones tremendos, impetuosos
remolinos,
lluvia incesante como neblina tupida,
mientras
las sombras se van haciendo más y
más oscuras.
5.
Hace
apenas unos cuantos días en este
mismo sitio
un ómnibus se desbarrancó y todos
sus ocupantes
murieron, no quedando un solo ser
con vida.
La descripción e imágenes que trasmitió
la televisión y
publicaron los periódicos presentaban
un cuadro
espeluznante, igual que la carrocería
del ómnibus
despedazado y hundido al fondo de
las aguas.
6.
Sin
embargo, ahora todos duermen
ingenuos
y confiados, atenidos a una sola
vigilia,
apenas a una leve cornisa sobre
el vacío.
Porque si el conductor parpadea
la vida
rodará por el precipicio, apenas
advertida
por un grito que sólo registrarán
arbustos
contrahechos, cardos espinosos
y tenues luceros.
7.
Entonces,
la madre al presentir la volcadura
desesperada
abrazará al hijo que lleva. El niño,
sintiendo
la caída al rodar quizá no alcance
a comprender
lo que en verdad sucede. Quienes
van callados
no creo que terminen de pronunciar
los nombres
de los seres amados que en algún
lugar los
esperan, invocando piedad al Dios
de los cielos.
8.
Las familias
se atienen a que la noche es calma
y las horas
se deslizan cadenciosas y apacibles
siguiendo
su rutina, sin ser conscientes de oír ni
descifrar
el por qué de esas voces que claman,
ni cuál es
la razón de la angustia que los oprime.
Felizmente
nada malo ocurre todavía, salvo que
el hombre
en el timón se siente solo y agobiado
y muy débil.
9.
El conductor
agradecería que entre los pasajeros
siquiera
uno solo vaya despierto, y que hable
o cante
para sí mismo. Que silbe si quiere, ¡eso
no importa!
Que otros conversen de sus asuntos
cotidianos,
que cuenten historias si eso les antoja.
Quisiera
sentirse acompañado. Y que alguien
sea capaz
de vigilar junto a él lo escabroso del
sendero.
10.
Anhela
de corazón que detrás de las estrellas
otro
conductor con más valor y arrojo, y sin
parpadear
ni desfallecer como hace él, con manos
seguras,
coja el ómnibus que ahora se estremece
sobre
los abismos. Y que aquel conductor junto
y unido a él
piloteen esta nave con manos piadosas.
Y vigile
también con ojos compasivos la marcha
del universo.
FIN DE AÑO Y AÑO NUEVO
PLAN LECTOR, PLIEGOS DE LECTURA
LA MARCHA DEL UNIVERSO
Por Danilo Sánchez Lihón
1.
Todos
los pasajeros del autobús duermen
inocentes
y vulnerables, esperando confiados
llegar
tranquilos y sin novedad, cada uno
a sus destinos.
Las madres han caído rendidas en
sus asientos
con sus niños que yacen relajados
y fuertemente
abrazados al seno de quien les dio
la vida,
dichosos de haberse amamantado
del seno materno.
2.
Los varones,
agotados por la jornada descansan
inermes.
Sueñan en los negocios que harán
al otro día
en la ciudad a la cual se encaminan,
calculando
ser efectivos en los asuntos que van
a resolver:
Repasan ir al banco antes de tomar
el desayuno,
hacer la entrevista con sus clientes
y proveedores,
sin olvidar darse un gusto comiendo
en el mercado.
3.
Todos
duermen expuestos y aturdidos,
emitiendo
ronquidos, soplidos y acezando.
Ya en sueños,
unos se revuelven impacientes y
otros
permanecen quietos y apacibles.
¡Sólo
el conductor absorto y entumecido
observa
desolado el camino! Solo él siente
tambalearse
el vehículo. E incierto y temible el
camino.
4.
Cruzamos
hondos precipicios, abismos terribles
peñolerías
de miedo, donde el borde del sendero
está
cortado a pico, orillada apenas la ruta
de grava y
cascajo, molles y zarzamoras raquíticas.
Al pie
hay turbiones tremendos, impetuosos
remolinos,
lluvia incesante como neblina tupida,
mientras
las sombras se van haciendo más y
más oscuras.
5.
Hace
apenas unos cuantos días en este
mismo sitio
un ómnibus se desbarrancó y todos
sus ocupantes
murieron, no quedando un solo ser
con vida.
La descripción e imágenes que trasmitió
la televisión y
publicaron los periódicos presentaban
un cuadro
espeluznante, igual que la carrocería
del ómnibus
despedazado y hundido al fondo de
las aguas.
6.
Sin
embargo, ahora todos duermen
ingenuos
y confiados, atenidos a una sola
vigilia,
apenas a una leve cornisa sobre
el vacío.
Porque si el conductor parpadea
la vida
rodará por el precipicio, apenas
advertida
por un grito que sólo registrarán
arbustos
contrahechos, cardos espinosos
y tenues luceros.
7.
Entonces,
la madre al presentir la volcadura
desesperada
abrazará al hijo que lleva. El niño,
sintiendo
la caída al rodar quizá no alcance
a comprender
lo que en verdad sucede. Quienes
van callados
no creo que terminen de pronunciar
los nombres
de los seres amados que en algún
lugar los
esperan, invocando piedad al Dios
de los cielos.
8.
Las familias
se atienen a que la noche es calma
y las horas
se deslizan cadenciosas y apacibles
siguiendo
su rutina, sin ser conscientes de oír ni
descifrar
el por qué de esas voces que claman,
ni cuál es
la razón de la angustia que los oprime.
Felizmente
nada malo ocurre todavía, salvo que
el hombre
en el timón se siente solo y agobiado
y muy débil.
9.
El conductor
agradecería que entre los pasajeros
siquiera
uno solo vaya despierto, y que hable
o cante
para sí mismo. Que silbe si quiere, ¡eso
no importa!
Que otros conversen de sus asuntos
cotidianos,
que cuenten historias si eso les antoja.
Quisiera
sentirse acompañado. Y que alguien
sea capaz
de vigilar junto a él lo escabroso del
sendero.
10.
Anhela
de corazón que detrás de las estrellas
otro
conductor con más valor y arrojo, y sin
parpadear
ni desfallecer como hace él, con manos
seguras,
coja el ómnibus que ahora se estremece
sobre
los abismos. Y que aquel conductor junto
y unido a él
piloteen esta nave con manos piadosas.
Y vigile
también con ojos compasivos la marcha
del universo.
Texto que puede ser reproducido citando autor y fuente
Teléfonos: 420-3343 y 420-3860
planlector@hotmail.com
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Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
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