PAPÁ
Juan Rodríguez Jara
Juan Rodríguez Jara
Hoy y siempre eres mi existencia,
en el sueño y en la esperanza,
estás risueño en mi horizonte
haciendo caminos, con tu guía.
Las piedras con las velas,
arden en las cruces dejadas
con el calor infinito de los caminos,
hacía la eternidad de tus recuerdos.
en el sueño y en la esperanza,
estás risueño en mi horizonte
haciendo caminos, con tu guía.
Las piedras con las velas,
arden en las cruces dejadas
con el calor infinito de los caminos,
hacía la eternidad de tus recuerdos.
PADRE
Hombre: surcado tu rostro de sudor en canales
tus cabellos perlados por los años recorridos,
tus manos encallecidas al rigor de los vientos,
tus llanques y zapatos cansados por los años;
hoy día descansas en saludo eterno de las razas.
Desde Dios Padre hasta los vecinos ausentes,
hoy te recodamos en gloria por tus firmezas.
Por habernos trazado la ruta, conducidos lejos;
recorridos por los mares de caminos que fuimos
en busca de la felicidad y triunfos en amores.
Padre: significas la esencia de las existencias,
brújula para encaminar la sociedad y los hogares
en esta sociedad ausentes en los valores
que ayer murieron tras los pasos que dimos,
nadie siembra ni cultiva de la vida sus enseñanzas.
Con sudores, canas, callos y descalzo: feliz día
sigue sosteniendo el mundo para el universo,
tus seres que tienes al frente capsulando
Para continuar la existencia proyecto del futuro
Distribuye la felicidad de hoy para el año.
Los que se ausentaron de la tierra nuestra
hoy tendrán coros celestiales que cantaran
Salmos en cada rincón de la gloria prometida.
Padre allá va mi abrazo en las cimas serranas
donde antes nos confundimos en corazón.
LA VIDA
Juan Rodríguez Jara
Andando los ochentas
florecen en el huerto
hermosas primaveras;
mi corazón no está yerto
aún guarda sus quimeras.
Me siento muy bien, de veras,
como siempre en buen estado,
de la vida enamorado
sin menguas y sin achaques,
qué importan mis "almanaques"
si aún estoy bien cotizado
mi corazón no está yerto
aún guarda sus quimeras.
Me siento muy bien, de veras,
como siempre en buen estado,
de la vida enamorado
sin menguas y sin achaques,
qué importan mis "almanaques"
si aún estoy bien cotizado
en la bolsa del amor.
Juan Rodríguez Jara