Danilo Sánchez Lihón
1. Globo
terráqueo
El
sabio Julio C. Tello reconocía que al pie de las moles graníticas y en
los abruptos y encantados repliegues de la cordillera de los Andes en lo
que hoy es el departamento de Ancash, entretejido de valles, cañadas,
repechos; como de colinas sinuosas, de arrecifes escarpados y picachos
de nieves eternas, parajes cautivantes donde florecieron asombrosos
conglomerados humanos que dejaron muestras de su esplendor en vestigios
como Caral, Sechín, Nepeña, La Galgada, Recuay, Chavín, Rapayán, Wari, y
tantas otras muestras colosales de su magnificencia. Se hallan las
primeras huellas de la presencia humana en el Perú y el continente y la
raíz de la gloriosa cultura que aquí floreciera y lograra portentos.
Por
coincidencia también Ancash tiene la geografía más bella y grandiosa
del planeta Tierra, que combina el clima tropical con el gélido; una
extraordinaria flora y fauna que se extiende en valles y planicies, como
por cerros abruptos y colinas floridas, lagunas y cascadas verde
azuladas, cañones exuberantes como cordilleras ásperas de albo granito
que reverberan en la alborada.
Y
tanto como el paisaje y su geografía es el hondo sentimiento humano de
su gente que es el embrujo mucho más espléndido que el que ofrece su
naturaleza. La nobleza de sus moradores supera el verdor de sus espigas y
el de su sol radiante que todo lo dora componiendo uno de los
escenarios más impresionantes del globo terráqueo. Y así como sus
culturas, su paisaje y su don de gentes es bastante reconocida la
prestancia de su literatura y de las letras ancashinas, en gran parte
animadas e impulsadas por la substancia de las culturas ancestrales que
en su suelo alcanzaran prosperidad, brillo y esplendor.
2. guías
y maestros
Donde
es proverbial el sustrato de mitos, leyendas y cuentos folclóricos que
alientan su vida cotidiana y estructuran la idiosincrasia de esa región
henchida. También como efecto y consecuencia de la historia convulsa,
intensa y apasionada en que con frecuencia se ha visto envuelta, como
por la sensibilidad y la conciencia social e histórica, siendo símbolos
de esta gesta los héroes legendarios de esta región, como son Luis Pardo
defensor de los pobres, y Pedro Atusparia el alcalde que encabezó un
movimiento de reivindicativo a favor de la población indígena.
Se
sabía acerca de la profusión y calidad de dicha literatura. Sin
embargo, no teníamos la visión panorámica que permitiera apreciarla
integralmente y en toda su magnitud. Y he aquí lo interesante del aporte
de Olimpio Cotillo Caballero en su obra, Plumas maestras de Ancash,
escritores y aedos”, de poder verla ahora reunida en un corpus
organizado y panorámico, y admirar su riqueza, su variedad y su
excelencia.
Acometer
un trabajo como este, como lo ha realizado su autor, ya es un acto de
arrojo, de coraje y osadía. Y en la dimensión de dicha intrepidez son
los resplandores de los resultados obtenidos, de una obra que resulta
fundamental, tanto que lograrla supone una cuota muy alta de desvelo, de
tesón y sacrificio, valores imprescindibles para saber sopesar,
equilibrar y poner todo en su justa medida como es uno de los primeros
logros y aciertos aquí alcanzados.
3. Región
pródiga
Hacer
una obra como esta significa devoción y consagración totales a la
tierra, a nuestra heredad, a nuestra historia. Significa querer legar lo
mejor de lo mejor a las generaciones venideras. Significa ser guías,
maestros y conductores del mañana de los pueblos que esperan de las
generaciones que las precedieron ejemplos de esfuerzo, de vigor y de
consagración a las causas que enaltecen a los pueblos.
La
importancia de este libro es fundamental porque principalmente
fortalece la identidad regional, haciendo más visible el ser colectivo
de una región decisiva en nuestro país. Porque conocer sus vicisitudes
es al final de cuentas conocernos cómo somos nosotros mismos, y de ese
modo nos permite tomar conciencia de cómo somos todos los demás y de qué
modo y hacia qué derrotero avanzar.
Literatura
que significa adhesión, compromiso y filiación a un ámbito y espacio
cultural determinado y que en el caso de la región de Ancash deviene en
mítico y en sagrado.
Porque
son visibles y destacadas las peculiaridades regionales de esta
literatura, como tendencias generales, las que paso a referir: su
compromiso social, su raigambre y entrelazamiento con lo más
genuinamente humano, las relaciones armónicas que establece con el mundo
ancestral, el vínculo tan estrecho que establece con la naturaleza, y
por ser una literatura solidaria con el dolor de la gente de base,
humilde y verdadera.
Porque
con todo ello de lo que se trata es de fijar bien nuestras raíces y
nuestros cimientos para poder sostenernos con firmeza y rastrear con la
mirada y con los brazos nuevas rutas siderales e identificar luceros en
el firmamento.
4. Textos
valiosos
El
libro “Plumas maestras de Ancash: Escritores y aedos” afirma algo
importante de fijar y alentar, cuál es nuestra identidad y el ligarse a
la tierra de origen, visualizándose en esta obra el proceso literario de
una región pródiga en escritores.
Por
lo expuesto, en nuestro país es importante afianzar las literaturas
regionales porque de ese modo se plantea renovar la visión y el panorama
de la literatura nacional y del arte en general.
Pensar
la literatura a partir de las literaturas locales es insoslayable a fin
de invertir la pirámide; porque es el modo magistral de poner sobre la
mesa la brújula que permitirá orientarnos eficazmente y adoptar las
mejores decisiones reconociendo que la literatura es un prisma y un
poliedro. Significa organización, conciencia e identificación.
Pero
no solo ese es el mérito que reúne una obra como esta que integra un
panorama extraordinariamente rico de autores y textos representativos,
sino que es una obra que lo que hace es rescatar el patrimonio cultural
de Ancash depositado en su literatura, abarcando cien años de la
tradición literaria regional y abarcando, además, multiplicidad de
géneros y temas.
Ya
es un resultado meritorio el que esta obra sea un compendio, una
recolección de textos valiosos. Pero lo es más y con creces si es que
asimismo se hace como aquí se cumple un aporte crítico y un recuento
minucioso de la obra publicada por cada uno de los autores
seleccionados, lo cual constituye un rescate importante para la memoria
de lo que nunca debe perderse.
5. La flor
y su raíz
Porque
las literaturas regionales están más pegadas a la vida, a la realidad, a
los problemas del aquí y del ahora de una sociedad. Y que solo es
posible urdirlas en historias cuando la hacen autores insertos profunda e
intensamente en su medio.
Como
es el caso de Olimpio Cotillo su autor, quien vive inserto en Huaraz,
hecho que le permite alcanzar un conocimiento cabal, e informar desde
dentro, como lo hace él, cuyos enfoques críticos corresponden
directamente a la realidad que vive y desde la cual extrae perlas
primorosas de textos inhallables.
Constituyen
su galería de autores poetas y narradores de aldea que han conquistado
el mundo. Por eso proclamo aquí, que este es un eje, un volcán y un hoyo
promisorio y fecundo. Valiendo en este punto la referencia de César
Vallejo quien expresaba que lo que más admira en la planta no es la flor
sino la raíz. Y los textos de esta antología son raíces, aunque
parezcan flores.
Así,
la acción de Olimpio Cotillo es poner las bases del cimiento de lo que
será un futuro mucho más promisorio de las letras ancashinas, siendo ya
lo logrado una realidad ostensible en obras y autores, pero que lo será
mucho más en el futuro.
Y
que trabajar en el cimiento de la casa o del muro es lo importante y
esto es lo que él hace, donde el personaje central y protagónico de esta
obra son los libros publicados por los autores antologados.
6. Fe
en el porvenir
Hay
un componente importante de afirmación regional que mientras más lo
fortalezcamos ha de ser mucho mejor. Ello por ser visiones integradoras
que le dan coherencia a un conjunto de obras y manifestaciones
literarias que han surgido dispersas.
Realizar
esta tarea pone de manifiesto la profesión de fe de su autor hacia su
medio, el apego que guarda por las entrañas de su tierra natal, de
suscribirse como un ser extasiado y enamorado de su comarca nativa, y de
la aspiración a concretar los cambios que la engrandezcan aún más en su
presente y en su futuro.
Porque,
¿para qué se escribe? ¿Acaso para el conformismo o la rutina? ¿Para el
ego y la vanidad? ¿Para lucrar y vivir como rey? ¿Acaso para solazarnos
con los males que nos aquejan? ¿O más bien para cambiar de raíz y para
la transformación humana y social hacia estadios y niveles más dignos y
desarrollados?
El
escritor indudablemente está en contra de todo lo que está mal y hay
que cambiarlo. He allí la moral de obras como esta, donde los textos son
mixturas. donde todo se combina: poesía, narrativa, teatro, crónica
periodístico literaria, cuadros de costumbres, y en donde encontramos el
mejor palpitar, el mejor sentir y los mejores latidos de una región
transida como es Ancash.
Libro
que desde ahora es lámpara votiva de fe en el porvenir de una región
que es piedra fundamental del muro de nuestra nacionalidad, y por ser
así piedra angular de nuestro destino como nación.
7. Banderas
izadas
Obra
que nos llena el alma de regocijo, nos colma del aire transparente,
lúcido y fragante de aquella tierra providencial. Y es que Ancash es
esencia y es ámbito cultural, es horizonte y sonda que se hunde; es
densa e intensa lluvia creadora, amplia y profunda raíz hacia el fondo
de la tierra, como también follaje que se eleva hacia el cielo y hacia
la eternidad.
Por
tales razones agradezco a su autor el honor que me fuera conferido para
prologarla. Porque hacer la presentación de un libro como este es salir
a esperar a un puerto una nave que hace muchísimos años, siglos y
milenios viene y llega inhiesta.
Partió
desde una rivera remota enrumbándose hacia un futuro desconocido y
soñado de un mañana incipiente, anhelando como una imagen indecisa y
titubeante, llegar algún día hacia aquel puerto distante que somos
nosotros quienes recibimos esta obra en esta ensenada, el día de hoy en
que llega esa nave con todos sus pendones y sus banderas izadas.
¡Qué
bueno que todo esto se plasme en un libro que arriba a su orilla y a su
puerto hoy día, en una travesía de navegación por lugares ignotos! ¡Qué
bueno que lo recibamos con los brazos abiertos y como se lo merece por
su esmero, por su entusiasmo y su trascendencia!