LIMA COP 20 - POR JUAN RODRÍGUEZ JARA (AEPA PISCOBAMBA)

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LIMA COP 20

Por Juan Rodriguez Jara

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Representantes de 195 países del mundo, integrantes de las Naciones Unidas, llegaron al Perú para participar de la cumbre sobre el cambio climático: LIMA COP 20, y tomar decisiones que contribuyan a implementar las medidas acordadas. Esta reunión, como todas las anteriores, es de enorme trascendencia, con miras al siguiente COP21 a realizarse en Francia. Los temas abordados son de vital importancia para la Humanidad; se espera que sean realidades, que los países comprometidos cumplan con las recomendaciones del congreso mundial. Los antecedentes registrados, indican que los acuerdos anteriores no han sido asumidos en su integridad, sólo algunos puntos, y por pocos países, han sido medianamente implementados, no obstante las 20 reuniones realizadas. Las causas humanas que modifican sobremanera el clima no han sido eliminadas, ni siquiera aliviadas, exponiendo la vida de los seres que habitan nuestro planeta.

En el marco del acuerdo mundial, también la sociedad debe asumir su rol. Sobre todo las autoridades nacionales, regionales y locales tienen la obligación de implementar las medidas para aliviar el daño al planeta; igualmente los hogares deben concientizar y hacer conocer este problema crucial a los hijos para que luchen por la vida en armonía con la Naturaleza.

Remontándonos a nuestro departamento de Ancash,  que tiene un clima diverso y cuenta con abundante  flora, invoco a  las municipalidades, asociaciones, clubs, universidades, colegios y escuelas, a realizar una verdadera cruzada para implementar las recomendaciones en la lucha contra el recalentamiento global; para tal fin las municipalidades distritales y provinciales deben habilitar  rellenos sanitarios observando las reglas técnicas, dotar de agua potable con su consiguiente tratamiento para el consumo humano, y desagüe con su respectiva planta de tratamiento residual. En lugares alejados se deben  implementar letrinas sanitarias y enseñar a la comunidad la debida disposición de las excretas.

Para concientizar en materia ambiental, los sacerdotes de las diferentes parroquias deben motivar  a la población aprovechando los programas sociales y los actos litúrgicos que realizan. Paralelamente las asociaciones de residentes en Lima de los diferentes pueblos de Ancash, ya es tiempo de que se pongan la camiseta y apoyen a sus pueblos, tanto en la ecología, conservación de restos arqueológicos y la implementación del turismo con la construcción de hoteles, albergues, restaurantes, ferias artesanales – gastronómicas y formulación de circuitos turísticos a fin de elevar la situación económica de los habitantes que se quedaron en nuestras tierras, apostando por ese sol que les alumbra y las tierras que les brindan alimento. El apoyo debe realizarse coordinadamente, cada provincia tiene sus propias necesidades. Deben llevarse a cabo foros y conferencias convocando a los profesionales ancashinos, hijos y amigos.

No debemos olvidar los bosques que antaño conocimos y que ahora no existen. Muchos han talado árboles para leña sin sembrar sus reemplazos. Recuperemos esos bosques con nuestras manos.

 

Un gran ejemplo de vida comunitaria y de amor a la Naturaleza nos brinda Chiquián, donde los funcionarios que utilizan árboles para leña en las fiestas patronales, al término de cada festividad, junto a los niños y jóvenes, siembran miles de plantones en coloridas jornadas de arborización, y así sucesivamente van poblando, inclusive áreas desocupadas, solamente se necesita conocer el clima y dónde puede crecer determinada planta de quenuales, alisos, sauco, sauce, capulí, eucalipto, warango u otros que albergarán aves y animales salvajes que viene exterminándose. Si queremos una tierra sana para nuestros hijos, manos a la obra. 
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AGUA PARA LA TIERRA CON SED

Allá viene la nube gris anunciando con rayos y truenos
el aguacero que fecundará la semilla para matar el hambre.

Tomen las guitarras y que dancen los corazones,
con el cajonear de los vientos de escarpados cerros
y el dulce son de la quena en los sinuosos caminos.

Llevemos serenatas de esperanza y poemas de fe
a Los Andes para que escuchen los cóndores.

Allá, en nuestras cumbres solitarias, sembremos
plantas que crecerán con el agua de los deshielos,
sólo así llenaremos de verdor los vastos horizontes.

Nuestras cordilleras miran acongojadas,
cómo se rasgan el velo blanco de sus cimas
y lloran contemplando la negrura de los escarpados.
Las lagunas se secan, sin verdear las flores de los incas.
 

Los bosques que nos alimentan, cuidémoslos siempre,
cantando al mundo nuestras riquezas ancestrales.

Tracemos los confines con poemas de alborada,
hagamos de las flores andinas, alfombras de paz.

Río Marañón, tú que pintas los cerros multicolores
déjame los blancos picachos como altares de Dios,
y pidamos que aleje de los bosques toda amenaza;

dadme el ondeante verdor de tus alas lozanas,
para volver a cruzar en armonía eterna tus ríos.

Calmemos la sed de nuestras suelos, almacenando vida
en reservorios de hondas quebradas en tardes de lluvias.
No dejemos que se vayan al mar, allá no hay árboles.
por cada habitante que nace, un árbol debemos plantar,
así nuestra amada Tierra, en verde planeta convertiremos.

J.R.J
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