LVII ANIVERSARIO DE LA PROVINCIA MARISCAL LUZURIAGA-PISCOBAMBA
Juan Rodríguez Jara
El 12 de enero de 1956, fue promulgada por el Presidente del Perú, el General Manuel A. Odría la Ley No. 12141, que crea la Provincia de Mariscal Luzuriaga con su capital la muy generosa ciudad de Piscobamba, tres veces coronada Villa.
Provincia ubicada en la sierra oriental andina de Ancash, rodeada por la Cordillera Blanca y la serpiente de oro río Marañón. En sus inicios pobladores valientes y aguerridos de Pishqupanpas desarrollaron una civilización pre incaica, más fuerte de ésta zona; resistió al sometimiento incaico, sin embargo fue convertido en el cacicazgo más importante e incorporado al Tahuantinsuyo hacia 1464 bajo el reinado de Pachacútec. De tal manera fue un tambo trascendental en el camino imperial de la Sierra. Los españoles Miguel de Estete y Pedro de Cieza León, en sus apuntes afirman que un 5 de abril de 1533 Hernando Pizarro, con sus 14 jinetes llegaron a Piscobamba.
En el virreinato, fue sede principal del corregimiento de la región oriental de Ancash, (erróneamente llamada Conchucos), Piscobamba cobro tanta importancia por su religiosidad por eso es designado sede para la realización del 8vo. Sínodo Diocesano a partir del 24 de noviembre de 1594, siendo presidido por el Arzobispo Toribio de Mogrovejo, donde concurren más de 102 sacerdotes religiosos de las principales ciudades del virreinato. Piscobamba por entonces contaba con un convento y una Iglesia principal o catedral, las capillas de La Merced y de la Soledad con hermosos retablos hechos por escultores y pintores europeos, imágenes de santos y santas traídas de Europa, dos campanas que sus tañidos llegaban más allá de los 15 kilómetros, contestados por los ecos de sus apus, catedral que igualaba su belleza a la de Cusco y la actual Iglesia de Tauca en Pallasca, que no ha sido destruido como el nuestro, lo conservan como una joya de la religiosidad histórica ¡suerte para ellos!.
Como una desgracia para la fe católica de piscobambinos, ciudad importante e histórica de su sede religiosa, no le queda ni rastros como son del convento, catedral y capillas por la indiferencia de los Ministros de Dios, autoridades y pueblo en general de la década de 1938 al de 1948 se destruyeron; los terrenos donde se levantaban estos altares a Dios, fueron vendidos, las razones el pueblo heredero no conoce ¿donde fueron los recursos? y ¿las joyas de la iglesia? Nos preguntamos. Ahora San Pedro y San Pablo cuidan del eucalipto desde una iglesia chica lejos de nuestra realidad religiosa de antaño.
PISCOBAMBA DE MIS AMORES
Naciste de la fuerza guerrera de etnias
llevados por sus dioses quedaste sentada,
en la meseta que visitaron Incas y Españoles;
construyendo tu gran catedral de la fe cristiana.
Cerro Huancash que llamaste en humo a los apus
cuando muera se rasgaran tus peñas en lágrimas,
por los pasos que dibujado dejé para tu historia.
Todos pasaran sin saber del nido de mis pasos.
Llave jirca apu de peñas negras como la noche,
guardaran en luto eterno y colgarán el crespón negro
por el eco de mis gritos que dejé en tu corazón,
bañado de rocío de la laguna de platilla.
Marañón que dibujas los cerros multicolores
déjame los blancos para levantar un altar a Dios,
déjame el verdor de tus alas en vaivenes
para volver cruzar en armonía eterna tus aguas.
Camino de Huarin, ruta a mi Tullubamba,
cuando pases por Tapial hallarás mi nombre,
en piedra blanca y negra de los corrales que dejé.
Allí estará el juramento de mi alma en viaje.
Naciste de la fuerza guerrera de etnias
llevados por sus dioses quedaste sentada,
en la meseta que visitaron Incas y Españoles;
construyendo tu gran catedral de la fe cristiana.
Cerro Huancash que llamaste en humo a los apus
cuando muera se rasgaran tus peñas en lágrimas,
por los pasos que dibujado dejé para tu historia.
Todos pasaran sin saber del nido de mis pasos.
Llave jirca apu de peñas negras como la noche,
guardaran en luto eterno y colgarán el crespón negro
por el eco de mis gritos que dejé en tu corazón,
bañado de rocío de la laguna de platilla.
Marañón que dibujas los cerros multicolores
déjame los blancos para levantar un altar a Dios,
déjame el verdor de tus alas en vaivenes
para volver cruzar en armonía eterna tus aguas.
Camino de Huarin, ruta a mi Tullubamba,
cuando pases por Tapial hallarás mi nombre,
en piedra blanca y negra de los corrales que dejé.
Allí estará el juramento de mi alma en viaje.
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Cerro de Huancash
El 12 de enero de 1956 Piscobamba “Novia de los andes” cuando aún reinaba la apacible tranquilidad del día, ésta fue interrumpida por las continuas percusiones de las campanas de la torre colonial aún en pie, nadie ha muerto pero en el campanario dos mozuelos por coincidencia del mismo nombre, repican y repican ante la sorpresa del sacerdote que ordena bajar a los tocadores; aún no sabía que minutos antes a través del alambre de cobre, habían trasmitido de Lima con sus puntos y rayas la noticia de la promulgación de la esperada Ley de creación de las nueva Provincia Mariscal Toribio de Luzuriaga en el departamento de Ancash. El señor párroco ordenó que sigan tocando todas las campanas, se hacía realidad la justa aspiración de rescatar su sitial histórico de antaño, postergado por la capital de la República centralista y ajeno a la realidad de los pueblos de las provincias. ¿Y quién firmaba el telegrama?
El pueblo se reunió en la Plaza Principal de Piscobamba, convocado además por los pregoneros y llamado por algunos cohetes en gritos. Aparecieron el sonido alegre de las roncadoras armonizadas por Julio Romero, Máximo Vega y Máximo Cóndor, hasta las avellanas subieron las escalinatas hacía el cielo para que con su sonido trasmitan la nueva a los pueblos y centros poblados de los distritos lejanos, todos escucharon, los pastores y arrieros todos coincidían al decir: “Algo bueno ha pasado”.
Empezó a celebrarse la fiesta en Piscobamba, por este feliz acontecimiento de recuperación que desbordaba de alegría, era la recuperación del antiguo escalón político y administrativo, intercambiaban abrazos, lágrimas rodaban por mejillas de muchos y las felicitaciones se multiplicaban de chicos y grandes, hasta el viejo eucalipto de la plaza aplaudía, el Huascarán sonría y el cerro Chontajirca elevaba una plegaria al cielo, a Dios y a la justicia, la lluvia de cuaresma se detuvo para no apagar ese calor de mis paisanos.
El Alcalde distrital de aquel entonces don Alfonso Murga del Río, en la plaza de armas se concentró con sus regidores, el párroco, gobernador, jueces de paz, profesores, comerciantes, artesanos, campesinos, chicos y grandes, hombres y mujeres a una sola voz daban vivas. Se propició un recorrido bullicioso por los barrios y sus calles de la ciudad: Cushipata, Ramos Capilla, Chaupis, Pampa y Convento, en cada barrio menudearon los discursos del Alcalde, profesores, párroco, comerciantes, damas y caballeros en general y otros tantos piscobambinos de corazón.
De la multitud, hubo un pedido que se vaya a la casa de Marcelino, todos acataron; dirigiéndose hacía la campiña de Huarin donde estaba la casa que pertenecía al gestor principal y definitivo de la provincialización don Marcelino Ocaña Meléndez, al lado de la finca gallardo se erguía un robusto aliso plantado casualmente por Marcelino Ocaña en su niñez, en su punta se izó el pendón bicolor como gesto de gratitud de toda la provincia.
Con un criterio de justicia y agradecimiento los vecinos del barrio de Convento, liderada por la señora Elba Vidal Ramírez de Mata, han colocado el busto de Marcelino Ocaña Meléndez en el mismo rincón patrio donde nació y se desarrolló como niño, adolescente y ciudadano, habilitando como parque un terreno previamente obsequiado por la familia Rodríguez Caldas, ubicado en la campiña de HUARIN a dos kilómetros al sur-este de la Plaza de Armas de Piscobamba.
Marcelino Ocaña Meléndez era un hombre sencillo, trabajador y silencioso, que gozó de la incondicional confianza de 7 presidentes del Perú en Palacio de Gobierno, dentro de ello amaba a su tierra que jamás olvidó; por eso lucho indesmayablemente hasta conseguir la provincialización de Piscobamba. En la gesta también estuvieron los estudiantes piscobambinos en Lima, Próspero Salas Aranda, digno miembro de la policía de Investigaciones del Perú, quien no cejó hasta coronar su sueño juvenil: Piscobamba provincia. El tercero que integró la noble causa en Lima fue don Daniel Huerta Sotomayor, quienes lucharon por más de 25 años, por eso quedarán eternamente impregnados en la memoria de los Piscobambinos y grabados en todas las colinas y apus de la “Novia de los andes” como se le conoce a Piscobamba.
Es indudable la labor del señor Diputado por Junín don Moisés Álvarez Amarillo que fue el artífice principal de la creación provincial de Piscobamba, fue él quien organizó el expediente con algunos documentos que le entregó el General Odría, recibido de Marcelino Ocaña tras acopiar de Prospero Salas. Los sendos memoriales anteriores, por razones políticas habían quedaron archivados en todas las instancias en1950.
El expediente organizado como proyecto fue presentado por el mencionado Diputado a la Cámara de Diputados el 18 de octubre de 1955 con el nombre de la Provincia: Generalísimo José de San Martin, visto por la Comisión de Demarcación en forma favorable, viéndose en la quincuagésima sexta sesión de la Cámara de Diputados, después de un debate es aprobado y enviado al Senado.
La Cámara de Senadores en su 49ª sesión ordinaria somete a debate el proyecto, donde el Senador por Lima, Sr. López de la Torre, manifiesta que ya tenemos un departamento y una provincia con el nombre del Generalísimo San Martin, por su parte el Senador por Loreto Sr. Casagrandi propone que se llame provincia de Piscobamba su capital Piscobamba. Por su parte el Senador Saona Presidente de la Comisión de Demarcación Territorial del Senado, propone que la denominación del nombre sea de una persona notable del Departamento de Ancash.
El senador por Ica Sr. Jordán Cánepa dijo: “Yo en esta oportunidad me permito a sugerir que el nombre que se le dé a esta nueva provincia sea el de Mariscal Luzuriaga. El Mariscal Luzuriaga fue uno de los Generales que acompañó a San Martin durante la gesta de la independencia nacional. Llegó con San Martín en la expedición que desembarcó en la Bahía de Paracas el 8 de setiembre de 1820, y todos sabemos la forma cómo actuó con las tropas que acompañaron a San Martin en esta expedición. De esta manera este Ancashino, uno de los héroes de la Patria, podría ser recordado con el nombre de esta provincia”.
El senador Sr. Saona.- Teniendo en cuenta la exposición que ha hecho el señor Senador por Ica, doctor Jordán Cánepa y haciendo honor a los méritos del Mariscal Luzuriaga en la historia del Perú, el Presidente acepta por la comisión de Demarcación Territorial, la denominación de Mariscal Luzuriaga propuesta por el señor Senador por Ica. Sometido a votación fue aprobado. También destacó la colaboración para el trámite favorable y rápido los Diputados Fermín Carrión Matos, Ancashino y José Antonio Parra del Riego diputado por Junin.
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Así nació la nueva provincia hace 57 años, los hijos les debemos mucha gratitud a sus gestores definitivos los Diputados por Junin Moisés Álvarez Amarillo y José Antonio Parra del Riego, el Diputado por Ancash Fermín Carrión Matos, Senador Jordán Cánepa, Marcelino Ocaña y el General Manuel a Odría, dos ilustres tarmeños hicieron realidad el sueño de los Piscobambinos.
A ellos debemos honrarlos en la provincia Luzuriaga designándoles su nombres, a calles, tal vez colegios, parques, etc, de esta manera nuestros descendientes sabrían quienes trabajaron desinteresadamente por la provincialización del cual nos congratulamos.
Por mi parte a estos dignos personas ilustres intelectuales rindo mi eterna gratitud, por medio del Blog de nuestro paisano Nalo, chiquiano de corazón ancashino.
TE SALUDO PISCOBAMBA
Como el cóndor anidado en tus montañas
salvajes de Yanamayo y Marañón,
hoy recorro tus territorios, recordándote.
Como el puma en su marcha de extinción
esconden sus proezas en silencio,
enterrados en olvidos de rocas y bosques.
Como el zorzal que se marchó del sauco
dejando en garúas las tardes de danza,
y abandonó sus alisos y al elegante gorrión.
Como la gallareta perdió su voz sin lluvia,
en la noche tenue de la distancia.
A ti, esta noche cantaran tu canción.
Como férreos arrieros y postillones andaré
cerros y valles para encontrarte tierra mía,
y acariciar tu añoso eucalipto de tu plaza.
Como antaño recorreré tus caminos que un día
contamos metro a metro marcando los pasos de la vida.
Aún infantes dimos la distancia hacia la eternidad.
Como despedida cuando me muera, recorreré
esos caminos, en incienso pumpino humeante
y te sahumaré en los altares eternos de tus apus.
Como el cóndor anidado en tus montañas
salvajes de Yanamayo y Marañón,
hoy recorro tus territorios, recordándote.
Como el puma en su marcha de extinción
esconden sus proezas en silencio,
enterrados en olvidos de rocas y bosques.
Como el zorzal que se marchó del sauco
dejando en garúas las tardes de danza,
y abandonó sus alisos y al elegante gorrión.
Como la gallareta perdió su voz sin lluvia,
en la noche tenue de la distancia.
A ti, esta noche cantaran tu canción.
Como férreos arrieros y postillones andaré
cerros y valles para encontrarte tierra mía,
y acariciar tu añoso eucalipto de tu plaza.
Como antaño recorreré tus caminos que un día
contamos metro a metro marcando los pasos de la vida.
Aún infantes dimos la distancia hacia la eternidad.
Como despedida cuando me muera, recorreré
esos caminos, en incienso pumpino humeante
y te sahumaré en los altares eternos de tus apus.
Plaza de Piscobamba, con su iglesia y añoso
eucalipto, al fondo Huancash
Elmer Neyra Valverde y Juan Rodríguez Jara,
Piscobambinos de corazón serrano
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Fuente:
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Por Juan Rodríguez Jara
Escritor y poeta piscobambino.