Calipuy - Santiago de Chuco / LA LIBERTAD
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
PROGRAMA:
7 MARAVILLAS CULTURALES Y 7 NATURALES
DE LA PROVINCIA DE SANTIAGO DE CHUCO
8 DE ENERO
CREACIÓN DEL SANTUARIO NACIONAL DE CALIPUY
PLAN LECTOR, PLIEGOS DE LECTURA
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
PROGRAMA:
7 MARAVILLAS CULTURALES Y 7 NATURALES
DE LA PROVINCIA DE SANTIAGO DE CHUCO
8 DE ENERO
CREACIÓN DEL SANTUARIO NACIONAL DE CALIPUY
PLAN LECTOR, PLIEGOS DE LECTURA
1. Grito de libertad
Para quienes nacimos y crecimos en Santiago de Chuco, en nuestra niñez y juventud nuestros labios pronunciar Calipuy para referirnos a los toros bravos que de allí venían a ser toreados en los días en que habían tardes taurinas en la Fiesta Patronal del Apóstol Santiago del mes de julio.
Venían por el camino de herradura, entropados con treinta vacas en medio de las cuales eran mansos como una oveja. Pero ya sueltos en el ruedo impresionaban por su estampa, su color bayo, sus cuernos levantados que ponían pálida a la cuadrilla de toreros.
Eran toros indomables, que nadie podía sacarle el “shayape” que tenían en los cuernos, que lucían como un símbolo de su salvajez y de su libertad. ¡Y de vivir en lo más agreste y profundo de los potreros!
Revolcaban a los toreros que venían de Trujillo quienes se escondían en los burladeros y sólo hacían girar la capa por encima de las tablas para que el toro pasara ante la gritería y pifia de la gente.
2. El camino de su querencia
Calipuy nos sonaba a piedra rodada, a barranco, a tuna arisca y espinosa. Era una referencia agreste y aguda nota de pífano, tal como eran sus toros: rebeldes, huraños e intrépidos.
Porque después de dejar malherido a cualquier torero que se atreviera a correr de un burladero a otro, aprovechaba el toro para arremeter contra los palos amarrados de la barrera y, de un momento a otro, saltar por encima entre los alaridos, el horror y los desmayos de la gente.
Cogían infalibles el camino de su querencia, bajando hacia el río para cruzar a la otra banda y coger el sendero transitado por los aldeanos, mientras nos desgañitábamos avisando a los inocentes viandantes que venían distraídos que se había escapado la fiera y que iba a destriparlos sin respetar que fueran niños o mujeres. ¡Qué desesperación, lágrimas y llantos nos ha causado Calipuy y sus toros!
3. El 8 de enero del año 1981
Pero Calipuy tiene ahora otra connotación: la de Reserva y Santuario Nacional principalmente porque en sus dominios es donde se conservan los relictos de guanacos y de cahua, también llamada Puya de Raimondi, más grandes del mundo.
Para una provincia del Perú es un enorme privilegio ser sede, en el ámbito de su geografía física, de un Santuario Nacional, que no suman más de diez.
Ello significa tener, en flora y fauna silvestre, bienes inapreciables, reliquias y tesoros, los mismos que es importante proteger y propagar.
La Reserva Nacional de Calipuy abarca 64,000 hectáreas de terreno. Y el Santuario Nacional de Calipuy 4,500 hectáreas.
Ambas jurisdicciones se crearon por Decreto Supremo 004-81-AA del 8 de enero del año 1981.
4. Hermosa e inolvidable
Pero, ¿qué es el Santuario Nacional de Calipuy?
Una reserva de flora y fauna única en el mundo.
En el caso de Calipuy, principalmente de guanacos y cahua. Aquí la llamaremos cahua, por la política que hemos asumido en Capulí, Vallejo y su Tierra, cual es la de rescatar los nombres originarios del Perú ancestral.
El Santuario Nacional de Calipuy es uno de los últimos refugios de dos especies en peligro de extinción y que constituyen maravillas del mundo natural, ellas son:
El guanaco, el más grande de los camélidos silvestres, y la cahua hermosa e inolvidable planta que se pudiera conocer.
5. Y todo esto, ¿por qué?
Pero, además, en Calipuy encontramos especies extraordinarias de de fauna protegida que habita esta zona son:
El puma, el zorro costeño, la vizcacha.
El oso de anteojos, el cóndor, el gallinazo de cabeza roja y el gallinazo de cabeza negra.
El loro de frente roja, la perdiz, la chinalinda.
El lique lique, el halcón, el venado de cola blanca y la tórtola cordillerana.
También se pueden encontrar en este espacio: reptiles como el jergón y el casalillo.
Y todo esto, ¿por qué?
Porque Calipuy es una de las más extraordinarias zonas de biosfera en donde supervive una flora y fauna únicas. Y esto viene ocurriendo así desde el pleistoceno de la tierra.
6. Siempre el arco iris
En relación a la cahua, contiene el Santuario Nacional de Calipuy, los rodales más grandes, nutridos y extensos.
Verlas es un espectáculo que conmueve por lo sorprendente: crecen en terrenos pedregosos, rocosos e inclusive en roquedales, expuestos al sol y de buen drenaje, situados en quebradas, laderas pero más frecuentemente ubicados en la parte más alta de los cerros. Su medio es la puna y el pajonal.
Su raíz no es profunda, razón por la cual muchas veces son tumbadas por el viento.
Es una de las plantas más raras y hermosas del planeta. Se erigen expuestas al viento, en las alturas, solitarias. Parecen aspirar siempre al infinito, enamoradas del espacio sideral.
Su figura semeja una lanza, una púa, una espada. Serena, precisa y cabal. Su fiel acompañante es siempre el arco iris con el cual juegan a esconderse y, de un momento a otro, a aparecer.
7. Hacia otros confines
Vive 100 años, pero florece una sola vez. Y ya muy cerca de morir. Tiene la inflorescencia más grande de entre todas las especies vegetales.
Este proceso dura 9 meses.
Para tal ocasión se cubre de miles de flores blanco-cremas y puede alcanzar en cuanto a altura aproximadamente diez metros.
Acoge a seres tiernos: en ella viven y se cobijan reptiles, insectos, aves. Sus flores son ambrosía. Tiene una goma muy sabrosa que los niños mastican.
Decenas de picaflores revolotean a su alrededor quienes se apoderan no solo del néctar sino que esparcen sus semillas hacia otros confines por donde se esparcen.
8. Construyendo aquí y ahora
El Santuario Nacional de Calipuy indudablemente es una maravilla. Y debemos acostumbrarnos más a ver, reconocer y admirar maravillas antes que contemplar, señalar y exaltar equívocos y desgracias.
El movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra se propone hacer del día 8 de enero, un día jubilar para relievar, promover y extraer todo lo que nos pueda enseñar una maravilla como esta.
Sobre todo en el alma de niños y jóvenes, quienes muy pronto, tomando conciencia de los hechos y las presencias valiosas, podrán hacer mucho aquí y ahora por su propia felicidad.
Y por el desarrollo y promoción del hombre y la naturaleza, no huyendo hacia otros confines sino luchando y construyendo en este suelo y en nuestra patria que es gloriosa.
Texto que puede ser reproducido citando autor y fuente
Teléfonos: 420-3343 y 420-3860
Revisar otros textos en el blog:
danilosanchezlihon.blogspot.com
Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe
Instituto del Libro y la Lectura: inlecperu@hotmail.com
Para quienes nacimos y crecimos en Santiago de Chuco, en nuestra niñez y juventud nuestros labios pronunciar Calipuy para referirnos a los toros bravos que de allí venían a ser toreados en los días en que habían tardes taurinas en la Fiesta Patronal del Apóstol Santiago del mes de julio.
Venían por el camino de herradura, entropados con treinta vacas en medio de las cuales eran mansos como una oveja. Pero ya sueltos en el ruedo impresionaban por su estampa, su color bayo, sus cuernos levantados que ponían pálida a la cuadrilla de toreros.
Eran toros indomables, que nadie podía sacarle el “shayape” que tenían en los cuernos, que lucían como un símbolo de su salvajez y de su libertad. ¡Y de vivir en lo más agreste y profundo de los potreros!
Revolcaban a los toreros que venían de Trujillo quienes se escondían en los burladeros y sólo hacían girar la capa por encima de las tablas para que el toro pasara ante la gritería y pifia de la gente.
2. El camino de su querencia
Calipuy nos sonaba a piedra rodada, a barranco, a tuna arisca y espinosa. Era una referencia agreste y aguda nota de pífano, tal como eran sus toros: rebeldes, huraños e intrépidos.
Porque después de dejar malherido a cualquier torero que se atreviera a correr de un burladero a otro, aprovechaba el toro para arremeter contra los palos amarrados de la barrera y, de un momento a otro, saltar por encima entre los alaridos, el horror y los desmayos de la gente.
Cogían infalibles el camino de su querencia, bajando hacia el río para cruzar a la otra banda y coger el sendero transitado por los aldeanos, mientras nos desgañitábamos avisando a los inocentes viandantes que venían distraídos que se había escapado la fiera y que iba a destriparlos sin respetar que fueran niños o mujeres. ¡Qué desesperación, lágrimas y llantos nos ha causado Calipuy y sus toros!
3. El 8 de enero del año 1981
Pero Calipuy tiene ahora otra connotación: la de Reserva y Santuario Nacional principalmente porque en sus dominios es donde se conservan los relictos de guanacos y de cahua, también llamada Puya de Raimondi, más grandes del mundo.
Para una provincia del Perú es un enorme privilegio ser sede, en el ámbito de su geografía física, de un Santuario Nacional, que no suman más de diez.
Ello significa tener, en flora y fauna silvestre, bienes inapreciables, reliquias y tesoros, los mismos que es importante proteger y propagar.
La Reserva Nacional de Calipuy abarca 64,000 hectáreas de terreno. Y el Santuario Nacional de Calipuy 4,500 hectáreas.
Ambas jurisdicciones se crearon por Decreto Supremo 004-81-AA del 8 de enero del año 1981.
4. Hermosa e inolvidable
Pero, ¿qué es el Santuario Nacional de Calipuy?
Una reserva de flora y fauna única en el mundo.
En el caso de Calipuy, principalmente de guanacos y cahua. Aquí la llamaremos cahua, por la política que hemos asumido en Capulí, Vallejo y su Tierra, cual es la de rescatar los nombres originarios del Perú ancestral.
El Santuario Nacional de Calipuy es uno de los últimos refugios de dos especies en peligro de extinción y que constituyen maravillas del mundo natural, ellas son:
El guanaco, el más grande de los camélidos silvestres, y la cahua hermosa e inolvidable planta que se pudiera conocer.
5. Y todo esto, ¿por qué?
Pero, además, en Calipuy encontramos especies extraordinarias de de fauna protegida que habita esta zona son:
El puma, el zorro costeño, la vizcacha.
El oso de anteojos, el cóndor, el gallinazo de cabeza roja y el gallinazo de cabeza negra.
El loro de frente roja, la perdiz, la chinalinda.
El lique lique, el halcón, el venado de cola blanca y la tórtola cordillerana.
También se pueden encontrar en este espacio: reptiles como el jergón y el casalillo.
Y todo esto, ¿por qué?
Porque Calipuy es una de las más extraordinarias zonas de biosfera en donde supervive una flora y fauna únicas. Y esto viene ocurriendo así desde el pleistoceno de la tierra.
6. Siempre el arco iris
En relación a la cahua, contiene el Santuario Nacional de Calipuy, los rodales más grandes, nutridos y extensos.
Verlas es un espectáculo que conmueve por lo sorprendente: crecen en terrenos pedregosos, rocosos e inclusive en roquedales, expuestos al sol y de buen drenaje, situados en quebradas, laderas pero más frecuentemente ubicados en la parte más alta de los cerros. Su medio es la puna y el pajonal.
Su raíz no es profunda, razón por la cual muchas veces son tumbadas por el viento.
Es una de las plantas más raras y hermosas del planeta. Se erigen expuestas al viento, en las alturas, solitarias. Parecen aspirar siempre al infinito, enamoradas del espacio sideral.
Su figura semeja una lanza, una púa, una espada. Serena, precisa y cabal. Su fiel acompañante es siempre el arco iris con el cual juegan a esconderse y, de un momento a otro, a aparecer.
7. Hacia otros confines
Vive 100 años, pero florece una sola vez. Y ya muy cerca de morir. Tiene la inflorescencia más grande de entre todas las especies vegetales.
Este proceso dura 9 meses.
Para tal ocasión se cubre de miles de flores blanco-cremas y puede alcanzar en cuanto a altura aproximadamente diez metros.
Acoge a seres tiernos: en ella viven y se cobijan reptiles, insectos, aves. Sus flores son ambrosía. Tiene una goma muy sabrosa que los niños mastican.
Decenas de picaflores revolotean a su alrededor quienes se apoderan no solo del néctar sino que esparcen sus semillas hacia otros confines por donde se esparcen.
8. Construyendo aquí y ahora
El Santuario Nacional de Calipuy indudablemente es una maravilla. Y debemos acostumbrarnos más a ver, reconocer y admirar maravillas antes que contemplar, señalar y exaltar equívocos y desgracias.
El movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra se propone hacer del día 8 de enero, un día jubilar para relievar, promover y extraer todo lo que nos pueda enseñar una maravilla como esta.
Sobre todo en el alma de niños y jóvenes, quienes muy pronto, tomando conciencia de los hechos y las presencias valiosas, podrán hacer mucho aquí y ahora por su propia felicidad.
Y por el desarrollo y promoción del hombre y la naturaleza, no huyendo hacia otros confines sino luchando y construyendo en este suelo y en nuestra patria que es gloriosa.
Texto que puede ser reproducido citando autor y fuente
Teléfonos: 420-3343 y 420-3860
Revisar otros textos en el blog:
danilosanchezlihon.blogspot.com
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