CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
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31 DE JULIO
NACE
ROSA
CERNA
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
ROSA QUE
NOS ENSEÑA
A CREER
Danilo Sánchez Lihón
1. Cómo era
el mar
La
escritora para niños del Perú y el mundo Rosa Cerna Guardia nació el 31
de julio del año 1926 en Huaraz donde estudió y trabajó de maestra,
para trasladarse después en 1953 a Barranco, a orillas del mar en una
casa rodeada de árboles, petirrojos, ardillas, zapatitos de juguete que
era su colección más preciada. Y del fervor de maestros y niños quienes
eran los que más visitaban su casa, donde murió el 10 de diciembre del
año 2012.
Es curioso que entre quienes somos y hemos venido del contrafuerte andino una presencia obsesiva haya sido y siga siendo el mar:
Yo podía morir,
pensando en morirme sin conocer el mar;
y ya lo conocía de tanto mirarlo crecer
en todas las orillas de mis sueños;
siempre su rumor me despertaba;
pero tras las cordilleras de mi pueblo
no lo veía nunca.
Como
es a la vez cierto que somos muchos quienes habiendo nacido enclavados
en la serranía hemos venido a dar con nuestra vida a la orilla del mar.
Pero, ¡cuánto lo habíamos soñado! ¿Cuántos de nosotros enclavados entre
las montañas no nos habíamos preguntado cómo era el mar?
2. Oh mar,
palabra inacabable
Y prosigue:
Un día no recuerdo si fue despierta o dormida
que miré profundamente el mar.
No sé si trasoñaba o realmente existía.
Era... es... tenía..., ¡cómo poder decirlo!
la belleza del cielo de mi pueblo
que yo ya no veía,
disuelta en agua viva
lamiéndome los pies.
– Desde entonces, yo muero
cada vez que miro el mar.
¡Y
era increíble la dificultad para imaginarlo! De allí que a cada niño
que venía a la costa y regresaba la pregunta a su retorno era:
– ¿Cómo es el mar?
¡Y
qué arrebato era imaginarlo! En el caso de ella es hermoso que ahora al
entrar a sus orillas mire el cielo de su tierra natal.
Al
respecto, recuerdo otro poema de ella donde expresaba acerca del mar
algo así como: ¡Oh mar, palabra inacabable! Porque, siendo apenas de
tres letras, ¿dónde termina esta palabra? Ahora ella habita en el mar y
en la inmarcesible Cordillera Blanca.
3. Todos
los matices
Rosa
Cerna ha creado un mundo maravilloso que se refleja en sus
aproximadamente treinta libros publicados entre cuentos, poemas, relatos
y novelas. Es la escritora peruana con mayor trayectoria en la creación
de libros para niños. Y aunque su labor ha sido silenciosa, no por ello
ha dejado de ser reconocida.
El
libro por el cual es mayormente célebre es Los días de Carbón, historia
entrañable que sigue las aventuras de una niña y su perrito negro como
el carbón. La narración fluye en una trama clara y directa que va
presentando la visión de una protagonista tierna quien madura con cada
suceso que le ocurre en compañía de su perro y en íntima relación con la
naturaleza y con el ambiente en que vive. Esta obra constituye así una
fidedigna expresión de los paisajes, de los hombres, de las cosas, de
las costumbres, de toda la vida de un pueblo de la cordillera andina.
Otra
obra representativa de Rosa Cerna es Una flor de cuentos, conjunto de
variados relatos amenos e interesantes, tanto para niños y jóvenes como
también para adustos. Como su nombre indica, tienen en la belleza y la
armonía su eje central. La prosa es armoniosa y delicada, lo que hace
que los relatos sean excelentes para animar un plan lector. Tiene todos
los matices: la leyenda, la fantasía, la picardía, el romance.
4. Fablillas
del pesebre
Otros
títulos de esta autora son: Tataramundo y Al alcance de los niños 1 y
2, que constituyen una maravillosa recolección del folclore literario de
su tierra; y La alforja del jorobado. Es autora de poemarios como
Imágenes en el agua, Figuras del tiempo, El mar y las montañas y Desde
el alba. Y de acertadas antologías como: Los niños del Perú y sus
poetas.
Pero
he aquí el libro que yo más adoro de Rosa Cerna: Fablillas en el
pesebre, un libro de fe, un libro oración, un libro votivo; que nos
enseña a vivir con lo humano y divino, con lo natural y lo sagrado, con
lo trascendente y cotidiano. Sólo posible de ser escrito por alguien que
habla a diario con Dios y quien piensa que lo único cierto en la vida
es la existencia de un creador bueno.
Rosa
Cerna nos hace presente en este libro a un Dios de amor, a un Dios de
candor, y a un Dios de infinita ternura, a un Dios niño, capaz de
intimidad, de hondas confidencias, de secretos humildes, pequeños y
nimios, ¡esa es su virtud!, la misma que por ser así resulta
extraordinaria para todos nosotros.
Necesitábamos
este libro en nuestras vidas. Necesitábamos que alguien haga un lugar
en nuestra casa donde irradie un sentido nuevo y profundo de las cosas.
Que una matita de flores desde un huerto nos invada con su perfume y nos
haga sonreír, despiertos o en sueños.
5. En el centro
de lo sagrado
Necesitábamos
un manojo de palabras llenas de fervor, un haz de luces que nos
devolviera la tranquilidad, la confianza de que todo está bien, de que
no hay nada que temer, que hay que confiar. Necesitábamos una voz que
nos diga que lo grave ya pasó, que debemos tener calma. Que hay un
conductor en el timón del universo, y que él, para mayor seguridad, ¡es
un niño!, es decir un ser puro, en quien además palpita la gracia de ser
Dios.
Necesitábamos
alivio en nuestras sienes, y he aquí la razón de este libro.
Necesitábamos una mano y una voz que relaje en algo nuestras tensiones y
quebrantos. Que pulse, toque y afloje nuestros nervios tensados.
Que
alguien muy despacio abra nuestra puerta y deje entrar la luz sin que
la sintamos, sino que nos llegue lentamente como una melodía, una paz,
una calma, un rumor de hojas y de viento nuevos. Que diga que viene por
nosotros. Que está destinada, o destinado, para cruzar con nosotros, el
caudal torrentoso de la vida y de la muerte.
Con
Fablillas en el pesebre de Rosa Cerna Guardia, se hace fácil entender y
sentir lo que a veces es tan difícil y para muchos imposible –¡oh
pesar!–, y ello es: que vivimos en el centro de lo sagrado. Y que esa
maravilla y excelsitud está en lo íntimo de lo que somos, en lo natural y
cotidiano de nuestras existencias.
6. Nos enseña
a creer
A
su voz se une en este libro la de Esther Allison, aquella gran poeta
que nos legó su palabra ferviente, sus cantares, su devoción.
Quien
se dedicó a escribir acerca del brote de una hierba en el jardín,
conmovida ante una gota de rocío que tiembla en una hoja o en lo alto
del tejado como lluvia o como estrella.
Los cuentos de Rosa son pequeñas joyas que acompañan muy bien a los villancicos de Esther.
Nos
donan ambas el prodigio de la pureza, y de un manojo de sentimientos
sutiles –como esas flores en lo alto de los muros de los pueblos
humildes– inocentes pero a la vez inmarcesibles.
Por
eso, quien coja en sus manos y lea este libro se hará bueno, sino es
para siempre al menos por un momento, lo cual es ya bastante y
extraordinario ser buenos siquiera por un instante.
Porque nos enseña a creer en algo inmenso y absoluto, aunque pequeño y tierno.
Nos guía a confiar más y mejor; pero sobre todo, a vivir iluminados por la gracia y el milagro del amor.
7. Desborda
cariño
Rosa
Cerna Guardia logra, desde muy temprano en su obra, separarse de la
literatura infantil reincidente en los relatos saturados de exotismo,
propios de la literatura infantil tradicional.
Presenta
así niños y niñas muy cercanos a la realidad del lector común y
corriente, dentro de la casa paterna, junto a las mascotas, inmersos en
los sentimientos hacia la familia y hacia los amigos.
Y esto, sin necesidad de caer en la crudeza que muchos autores realistas buscan inclusive como objetivo.
Sin
embargo, esta vuelta hacia al mundo inmediato no significa que la
autora pierda la fantasía en su obra, sino muy por el contrario.
Lo
innovador en ella es que su prosa hace de una actividad cotidiana, como
puede ser alimentar a una mascota, una aventura llena de sentimientos
asumidos con dulzura, divagación y éxtasis, muy propios de la literatura
infantil.
Sus
descripciones desbordan cariño hacia el paisaje del lar originario,
hacia la persona confidente, a los primeros sentimientos complejos que
siente el ser humano en su infancia.
8. Siempre atenta
al mañana
En cuanto a los temas, debemos de señalar tres muy predominantes en su obra: la solidaridad, la comprensión y la inclusión.
La
solidaridad es quizás el tema más recurrente en la obra de Rosa Cerna,
que se desarrolla significando la unión en el nivel sentimental y
anímico entre seres muy diferentes e incluso antagónicos.
Esta
unión se logra a través de la coincidencia de sentimientos entre los
personajes, quienes encuentran armonía gracias al descubrimiento de que
somos prójimo y semejantes.
El
segundo tema, que es la comprensión se entrelaza siempre con el
primero: el niño debe hallar en el extraño y diferente una identidad tan
valiosa como la suya.
En
este proceso, la autora ubica también el tercer tema: la inclusión que
logra hacer que todos nos sintamos hermanos pese a nuestras
diferencias.
Y
es que Rosa Cerna propone mundos utópicos que los niños pueden anhelar y
vivenciar a través de sus páginas y poner en práctica en su realidad
cotidiana.
Quizás en esto aflora su actitud de maestra, siempre atenta al mañana de los niños que a ella acuden y en ella se acogen.
9. Mujer
de la ternura suprema
Rosa Cerna es quien bajó desde las altas montañas y pudo finalmente llegar al océano, inmensidad a quien dice:
Acaricio en tus ojos
la forma de los peces
y todo lo marino que acontece en ti,
las grutas que la esponja cala bajo el agua
el incesante ruido con que se mece el mar.
La nevada espuma que golpea las riberas
y la remota estrella reflejada en tu ser.
Creo que ese mar es su propia perfección y su propia infinitud.
Nada
mejor para ilustrar todo lo dicho en relación con Rosa Cerna Guardia,
lo que ella misma nos expresa en el pórtico de Los días de Carbón, con
lo cual quiero finalizar esta nota de nostalgia y de adhesión plena a su
ejemplo de artista y de maestra.
Y
creo también que estas son las palabras emblemáticas para toda la vida y
obra de esta poetisa de la vida, esta decantadora de los sentimientos
más sutiles del alma humana, esta mujer de la ternura suprema...
10. El rozar
de unas alas
…Es
en estas palabras en donde encuentro el secreto de su mensaje, la
imagen y la metáfora profunda de su existencia, espejo de lo que ella es
espiritualmente, cuando nos habla de este modo:
Poseo
como nadie, la imagen del ave que un día murió en mis manos. Me ha
quedado para toda la vida su último temblor y sus suspiros. Es como una
huella que llevo; por ella, todos podrán reconocerme como la mujer que
tiene en su mano una cicatriz embellecida por la semilla del trigo que,
teniéndola en el pico, no alcanzó a tragar.
Llevo esa semilla dentro de mí como si llevara un secreto muy hondo por hermoso y querido.
Su corazón ya sin palpitación, está unido a mis latidos y sus ojos me miran a través de todos los árboles que miro.
A veces cuando estoy triste pienso en ella.
Su
alma que vivió en los cielos me hace sentir la frescura del aire que
rozó sus alas; entonces, recuerdo que llevo este secreto y me siento
feliz.
El texto anterior puede ser
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IMÁGENES DEL RECUERDO
POETA Y ESCRITORA ANCASHINA ROSA CERNA GUARDIA
POETA Y ESCRITORA ANCASHINA ROSA CERNA GUARDIA