La Vergne, 24 de marzo de 2014
HOLA SHAY:
Tengo el penoso deber de comunicar a la familia chiquiana, el sensible fallecimiento de nuestra dilecta paisana BERNARDINA VÁSQUEZ VDA. DE MIRANDA, acaecido en la ciudad de Lima.
Los hermanos Alvarado Balarezo, expresamos nuestras sentidas condolencias a nuestros queridos amigos: Félix, Juan, Pedrito, Avelina, Dominga y María Miranda Vásquez, por la irreparable pérdida de la autora de sus días, con fe y esperanza porque su legado de Madre Amada y Ciudadana Ejemplar, florezca por siempre en el corazón de nuestro pueblo.
VELORIO:
Sus
restos se velan en la casa de uno de sus amados hijos en Piedra Liza. Peguntar
en la casa de Pedro Miranda Vásquez "Mariachito", en Alfonso Ugarte 290, en
Piedra Liza, Rímac.
SEPELIO:
En hora, fecha y lugar por confirmar.
Con profundo dolor,
Nalo
.
“El corazón de una Madre nunca deja de latir; se regenera a través de sus hijos; y así sucesivamente, de generación en generación, eternamente...". Nalo AB, 20 FEB 2002
.“El corazón de una Madre nunca deja de latir; se regenera a través de sus hijos; y así sucesivamente, de generación en generación, eternamente...". Nalo AB, 20 FEB 2002
MADRE
.
.
En tus ojos fulguran las estrellas
que nos alumbran paso a paso
por los oscuros senderos
de la vida.
De tus manos vuelan ángeles
que velan nuestros sueños
convirtiendo fantasías
en realidades.
Brota de tu alma el canto
y la melodía humilde
de los puquiales
y la quena.
Pan de trigo recién segado
que alimenta día a día
el espíritu telúrico
de tus hijos.
Hilandera de amor maternal,
rueca de fe y esperanza
que brinda calor filial
al corazón.
Surco regado con lágrimas,
llanto de maíz maduro
del que destila
la chicha.
Linda cholita, ojos de capulí
que la Mano Divina pintó
en el blanco lienzo
del amor.
Espejo azul caído del cielo
donde los rayos del sol
el rostro de Dios
reflejan.
Beso celestial como la brisa
que borra los lamentos
haciendo renacer
la risa.
Ante ti desfallecen las flores,
la luz se hace penumbra
el trueno se ahoga
y callan los trinos.
Gracias por darnos tus alas
para volar cielos lejanos
y por amar a tus nietos
como a tus hijos.
En tus ojos fulguran las estrellas
que nos alumbran paso a paso
por los oscuros senderos
de la vida.
De tus manos vuelan ángeles
que velan nuestros sueños
convirtiendo fantasías
en realidades.
Brota de tu alma el canto
y la melodía humilde
de los puquiales
y la quena.
Pan de trigo recién segado
que alimenta día a día
el espíritu telúrico
de tus hijos.
Hilandera de amor maternal,
rueca de fe y esperanza
que brinda calor filial
al corazón.
Surco regado con lágrimas,
llanto de maíz maduro
del que destila
la chicha.
Linda cholita, ojos de capulí
que la Mano Divina pintó
en el blanco lienzo
del amor.
Espejo azul caído del cielo
donde los rayos del sol
el rostro de Dios
reflejan.
Beso celestial como la brisa
que borra los lamentos
haciendo renacer
la risa.
Ante ti desfallecen las flores,
la luz se hace penumbra
el trueno se ahoga
y callan los trinos.
Gracias por darnos tus alas
para volar cielos lejanos
y por amar a tus nietos
como a tus hijos.
.
NAB 15651
NAB 15651
Fuente:
Eduardo Martin Cerrate