Washi en Huari con Carlos Eduardo Zavaleta y sus amigos chiquianos
MI AMIGO WASHI
Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
La amistad más que un concepto es una de las virtudes de mayor valor en el Hombre. Nace pequeñito como todos los seres vivientes, crece día a día con el cuidado que se le prodiga y se fortalece a través del afecto mutuo y la confianza recíproca. Es puro, desinteresado y de trato horizontal, jamás vertical, sólo así se hace indisoluble y eterno. Muchas veces se multiplica como los frutos de un árbol solidario de raíces generosas. WASHINGTON ALBERTO GONZÁLES MORENO, a quien llamamos de cariño WASHI, es el símbolo de esa amistad genuina, es la sangre que cicatriza la herida, el bálsamo en las sienes fatigadas, un verdadero jardinero porque sabe que la planta que no se riega a tiempo, agoniza de sed y finalmente muere.
Conocí a Washi cuando visitó el Cusco en 1975. En aquel entonces compartía mis días en la cuna del Imperio Incaico con Tito y Carlos Lara, Carlos Alvarado, Germán Egúsquiza, Alberto Suárez Caballero, Edner Solis, entre otros entrañables paisanos ancashinos.
Washi, dueño de un enorme corazón campechano, pronto hizo buenas migas con muchos hijos de la Ciudad Imperial. Con los años supe que vivía en el mágico mundo de los libros, entre Huaraz y Lima.
Huaraz
En los primeros años del presente Milenio lo vi participando activamente en eventos cívico culturales del Club Ancash, mas mi sorpresa fue mayúscula cuando me topé cara a cara con él en la Plaza de Armas del indómito Huari, el 15 de mayo del 2009. Estaba en compañía del recordado escritor caracino Carlos Eduardo Zavaleta Rivera, recientemente fallecido. Ambos visitaron el reino de la flor de huagancu con ocasión del XVIII Encuentro de Escritores y Poetas Ancashinos, organizado por AEPA.
Huari
Compartir con Washi estos últimos años constituye para mí una experiencia de vida maravillosa. Su don de gentes, su conocimiento sobre libros y autores, sus obras escritas y su fuerza moral e institucional como líder natural, ya forman parte del acervo cultural y espiritual de Ancash.
Es un deleite para el alma escucharlo narrar sus sueños, sus esperanzas, sus anécdotas, sus charlas con Lucho Albitres Mendo, Julio Ramón Ribeyro, Walter Vidal Tarazona, Pancho Gonzáles, Alejandro Collas Paucar, Félix Huamán Cabrera, Filomeno Zubieta Núñez, Augusto Alba Herrera, Roberto Rosario Vidal, Oscar Colchado Lucio, Margot Palomino Pacheco, Federico Kauffmann Doig, José María Arguedas, Bernardo Rafael Álvarez, Marcos Yauri Montero, Ángel Edgardo Chirinos Lavander, Javier Cotillo Caballero, Marco Gerardo Martos Carrera, José Luis Ayala Olazával, Armando Azcuña Niño de Guzman, Danilo Barrón Pastor, Áureo Sotelo Huerta, Ana María Intili Rongetti, Pilar Barrón Tello, María del Pilar Cárdenas Márquez, Lucy Martínez Zuzunaga, Rosa Cerna Guardia, Nel Colchado Vidal, Anatolia Aldave Reyes, Verónica Solórzano Vidal, Juan Rivera Saavedra, Armando Arteaga Núñez, Jesús Cabel Moscoso, José Antonio Salazar Mejía, Carlos Fidel Borjas Díaz, Juan Rodríguez Jara, Carlos Eduardo Zavaleta Rivera, Carlos García Curay, Mario Benedetti Farrugia… es decir, un verdadero Simbad del peregrinaje literario, con su buen humor e irreverencia frente al viento de la adversidad. Un ser humano de risa dulce, pero con voluntad de acero en la forja telúrica de la voz y la palabra ancashina.
Como incansable participante, aún a costa de su salud, siempre se le observa optimista en las ferias de libros, conferencias, presentaciones de obras escritas y todo tipo de actividades culturales, donde los autores y organizadores se nutren del único alimento capaz de impulsarlos hacia nuevas creaciones y eventos: el aliento humano.
Washi es director del prestigioso mensuario cultural de Ancash “Pumakayán”, gerente general de la Editorial Yachaywasi, integrante de la Asociación de Escritores y Poetas Ancashinos (AEPA) y directivo de la Sociedad Universal de Artistas y Literatos (SUAL), institución con sello peruano, que en poco tiempo de haberse fundado ya ha dado dos sabrosos frutos para el deleite del mundo.
Washí me impulsó a visitar por tercera vez a VALICHA, la musa que inspiró el segundo himno del Cusco. Ella con sus 95 bien llevados años, cumplidos el 14 de febrero último (Día del Amor), sigue floreciendo silente como cantuta silvestre en su natal Acopía.
La madrugada del 17 de mayo del 2009 sentí unos golpes de nudillo en la puerta de la habitación del hotel huarino donde estaba alojado. ¿Quién será,? es muy temprano todavía, de repente una mala noticia, pensé trémulo. Abrí y ahí estaba Washi, parado con su porte señorial en el pasadizo oscuro, junto al maestro de maestros CARLOS EDUARDO ZAVALETA RIVERA quien puso en mis manos su “ANTOLOGÍA PERSONAL: Cuentos, Novelas Cortas y Ensayos”. “No podíamos irnos sin dejarte el libro, está con dedicatoria, salimos en unos minutos rumbo a Lima”, me dijeron casi en dúo. Un bello gesto de desprendimiento y amistad sincera que permanece intacto en mis retinas y latidos, y así será hasta el final de mis días.
Hoy, en el día de su santo, quiero dejar pública constancia de su ferviente amor por Ancash, y del permanente ejercicio vital recorriendo sus venas para mantener sin pausa, el palpitar del frágil corazón de la amistad. A mis amigos Carlos Ramírez Cuentas, Olimpio Cotillo Caballero, José Antonio Salazar Mejía y Carlos Garay Veramendi les pido, soldarse a Washí en un fraterno abrazo ancashino, él se encuentra en Huaraz. Sus amigos de SUAL y de AEPA elevamos nuestras plegarias por muchos años más de vida plena para Washi.
FELIZ CUMPLEAÑOS AMIGO WASHI
IMÁGENES DEL RECUERDO: Álbum de la familia Alvarado Balarezo
XVIII Encuentro de Escritores y Poetas de Ancash - Huari 15, 16 y 17 MAY 2009
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