HOLA SHAY:
Un día como hoy nacieron en Chiquián cinco seres humanos muy queridos por nuestro pueblo: SOLEDAD ZÚÑIGA GAMARRA, ENMA RAYO MINAYA, BALBINA ALDAVE ESPEJO, PABLO MARTÍN VÁSQUEZ VERAMENDI y VICTORIA MONTORO RAMÍREZ.
Sólo la magia innata de Chole Zúñiga puede convertir con facilidad un día normal en una fecha inolvidable. Así es desde niña su carismática personalidad: un matiz de generosidad y entusiasmo contagiante. Su incansable labor magisterial, su amor al deporte y su entrega a su familia, constituyen un bello ejemplo para los que compartimos su amistad; cualidades a las que se suma el aire de ánimo que se respira en toda fiesta deportiva y costumbrista con su presencia. Grandes y chicos quedan cautivados ni bien la conocen, por su sencillez y su espíritu amigable. El sonoro timbre de su voz y su mensaje sincero de solidaridad, paz y de amor por nuestra tierra están presentes en todo momento.
Chole: telúrica de nacimiento y campechana sin par; coleccionista de abrazos de confraternidad, ejemplo de lucha y coraje a toda prueba. Hija generosa de padres invalorables y enamorada hasta el tuétano de 'Espejito del cielo', de sus costumbres, sus usos y tradiciones, siempre labrando con sus manos educadoras el progreso de Ancash como buena cazadora de sueños. Presente en las gestiones en bien del desarrollo bolognesino, al lado de su hermano Acucho.
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Compartir gratos momentos con ella, es manar lágrimas de emoción cuando canta un huayno saleroso: con alma, vida y corazón; es aspirar el aroma a tierra chiquiana después de las lluvias de marzo; es sentir en el ambiente ese olorcito a bizcochuelo recién horneado, a mashuita madurando al sol, a leña fresca crepitando en humilde fogón... Es saber que con el alba volverán los pichuichancas a cantar con fe y esperanza por un día mejor; es recordar un domingo de voleibol en Jircán, un paseo dominguero en Quihuillán y un enorme motivo para recordar la belleza del majestuoso Yerupajá. Madre Chiquiana 2007, como expresión sublime del amor por los hijos y nietos, nos deleitó en el Club Ancash, con ese carisma contagiante con el que tantos amigos ha ganado a lo largo y ancho de nuestro departamento.
Doña Balbina nos ha legado un bello hotel turístico que es un remanso de paz y orgullo de Chiquián, por su fina atención personalizada, su bonita arquitectura provinciana y el jardín florido que cautiva al visitante con su aroma y colorido. Cómo no recordar sus dulces manzanas en frascos cristalinos, aguardándonos para saborearlos después de los juegos de ping pong en su tienda del barrio de Quihuillán en los sesentas.
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Hoy sus enseñanzas, su alma afable, los trinos de su guitarra viajera y su telúrico cantar, son acunados en Atocata, Chancaraylla, Patahuasi, Yauca, Hatun Pampa, Chupancancha, Apataque, Cunya, Chupancancha, Patahuasi, Quillillica y Patachana, cautivadores lugares que conforman el inmenso jardín campestre de esta colorida zona del Perú profundo, donde bajo el cielo azul brillan las tijeras de los mágicos danzantes de espíritus indomables.
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son tus quebradas testigos mudos
de mis amores con una chiquiana
de mis amores con una chiquiana.
Vino el invierno todo lo ha borrado
fango y lodo, sólo ha quedado
porque tu nido allí ha quedado
bajo las ramas de un árbol caído.
Ahora espero sólo primavera
para que vuelva hay mi golondrina
agüitas turbias del recuerdo mío
agüitas turbias del recuerdo mío.
Fuga
Anda dile a tu mamá
mucho me gusta melodías
si no le dices yo le diré
con este huayno le engañaré.
(Chiquián con Canciones Folklóricas - Edición 1994 - publicado por Alejandro Aldave Montoro)
Cierto día de fines de marzo, lejos de nuestro amado pueblo, pensando en el gran legado espiritual de “Mamamita” Victoria, me repetía una y otra vez: "en Chiquián están las huellas de mi infancia, también las ilusiones dormidas que sueñan con un lindo despertar. Está su espíritu festivo y religioso, músculo y nervio del provinciano de pura cepa. En sus chacras está la fragancia del trigo dorando al sol y del maíz tierno bañado por el shulay. Allí están sus quietas calles donde quedaron las risas de mis amigos, allí duermen mis días primeros bajo el hermoso glaciar. Allí están las obras de las mujeres y hombres que forjaron su identidad... y en Alcococha descansa el horno de cielo rojo alambicando el aroma a pan caliente... también en Alcococha, junto al murmurador Yarush, está la casa solariega que Mamamita cedió con cariño, durante tres décadas, a nuestro pueblo para el funcionamiento del colegio 'Coronel Bolognesi', del INA, la PNP y del INPE...".
ABUELITA VICTORIA
siempre tuviste para nosotros amor
y sólo amor, mas nunca vimos
Siempre trabajando duro,
en tu cálido horno y tu tienda,
atenta con tus clientes y generosa con los
niños y ancianitos que te pedían dos pancitos.
Enviudaste con una decena de hijos a cuestas,
pero no te amilanaste ni un segundo
y continuaste luchando fuerte,
agotando tu existencia.
¡Oh! dulce manantial
de trabajo honrado y saludable
que nosotros evadimos y regateamos,
mientras amasabas jaratantas de esperanza.
Hoy, ese nuevo pan que es fruto de tu obra,
late en cada alma y corazón chiquiano,
pues la casa que cediste con cariño,
les dio conocimiento y abrigo.
Por eso los bolognesinos,
también del Instituto Agropecuario,
los policías e internos que ocuparon tu casa,
te añoran con gratitud por tus biscochos y tu techo.
Fraternalmente
Nalo
Chiquián - Plaza de Armas