LA CULTURACIÓN UNIVERSITARIA
“Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz”. UNESCO- Constitución.
Escribe Walter Vidal Tarazona
INTRODUCCION
La UNESCO (Conferencia 2011) reconocía que no se había avanzado en cuanto a los principios que debían regir una profunda reforma de los sistemas de educación superior en el mundo.
Queremos, con en este pequeño artículo, reflexionar en el por qué no ha habido un avance significativo en la educación universitaria, en particular en nuestro país.
Para empezar, no se sabe, con adecuada pertinencia, lo que es la educación, así de simple. El poder económico-político, que monitorea la globalización, para poner todo al servicio de sus intereses, nos ha confundido con otros conceptos para desnaturalizar el verdadero significado de educación. Concepto que es esencial para el destino del hombre. Pues, son muchos ya los pensadores y especialistas que coinciden en que la educación es la única arma que le queda al hombre para su salvación.
Tal vez por esta única razón, en particular, la Universidad Peruana, no está educando. Porque educación universitaria, según Walter Peñaloza, “[...] no es sencillamente dar [al estudiante universitario] una profesión, tampoco que [los estudiantes] logren señorío sobre una ciencia, ni que se tornen investigadores. Todo eso –dice el Maestro Peñaloza- es a lo sumo entrenamiento”, o bien un adiestramiento y una capacitación.
EDUCACIÓN Y UNIVERSIDAD
La Universidad no solo debe seguir educando a los alumnos de secundaria que recibe, sino que debe de hacerlo ya a un nivel superior, con pertinencia social, adecuando su misión educativa a las necesidades de la sociedad. El mismo organismo de las Naciones Unidas (Conferencia 2009- UNESCO) afirmó que la universidad debe fundar sus objetivos a largo plazo a las necesidades sociales, como el respeto de las culturas, la protección del medio ambiente, la eliminación de la pobreza, de la intolerancia, la violencia,...
...Para emprender esta tarea educativa, la Universidad tiene que tener muy claro el verdadero significado o concepto de educación superior. El Maestro, Amauta Dr. Walter Peñaloza Ramella, nos dice que educación son tres cosas o elementos que se dan en el hombre a la vez: HOMINIZACIÓN, SOCIALIZACIÓN y CULTURACIÓN.
En particular el tercer elemento ([i]). La culturación, en oposición a la aculturación -que implica imposición- consiste en la asunción y toma de posición, de adhesión o rechazo, del ser humano, de manera espontánea, de la cultura del grupo social al que pertenece. Ello implica creación y recreación de la cultura, su trasmisión y revalorización. Sin culturación, el cuarto pilar de la educación sustentado por Jacques Delor: el “aprender a ser” ([ii]) no estaría cumpliendo su misión básica de soporte educativo.
Existe otro problema más referido al concepto de educación. El concepto de educación como desarrollo y formación plena del hombre (Vidal, 2008), suena algo así como una manifestación de buena voluntad de algunos educadores idealistas; así, con la denominación “la educación o la utopía” se ha tildado a la concepción educativa de Jacques Delor. Urge plasmar, entonces, este concepto integral de educación a la realidad, para que no se quede solamente como un planteamiento idealista; y, también, llevar la teoría educativa a la realidad actual, extremadamente pragmática, totalmente vacía de espíritu y valores humanos y axiológicos.
Ahora bien, esta educación superior que queremos rescatar para nuestra universidad prefiere formar personas antes que profesionales. Sin embargo, insistimos, todo esto suena a discurso, si no se materializa (en la realidad de hoy día). Fernando Savater (Vidal, 2008: 23) se pregunta: “¿qué hacer para que [la educación] deje de ser un valor de discurso y se convierta en un valor real, vigente en nuestra sociedad?”
CURRÍCULUM
Hay que curricularizarla. (el término curricularizar aún no está en los diccionarios). Si bien es cierto que no podemos construir sociedades educadas de la noche a la mañana, eso no justifica que sigamos con los brazos cruzados, viendo campear la violencia, las violaciones de los derechos humanos, el terrorismo sexual y sobre todo la corrupción generalizada. Es necesario plasmar y liberar, de una sola vez, todo el potencial que tiene la educación, en particular la educación universitaria, para que actúe como fuerza de paz, de amor y de esperanza.
Es elocuente la Constitución de la UNESCO que comienza así: “Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz”.
Pues bien, curricularizar esta concepción integral de educación universitaria (que estamos tratando de rescatar), implica considerar que el currículum profesional es un instrumento básico de planificación; y que la tecnología de la educación universitaria, pone a disposición de la universidad para que forme el capital humano que el país necesita para su desarrollo armónico e integral, sostenible y sustentable.
En otros términos: es la tecnología curricular la encargada de plasmar en la realidad la concepción educativa de una institución. Si para una universidad, la educación es solo trasmisión de conocimientos (paradigma racional empirista de los s. XVII-XVIII), bueno pues, será suficiente que su currículum tenga un Plan de asignaturas. Pero si su concepción de educación es lo que se ha señalado (in supra) tendrá necesidad de diseñar paralelamente al plan anterior un Plan de actividades.
Finalmente, centrémonos en la siguiente pregunta: ¿Cómo hacer que el currículo profesional sea un currículo no sólo integral (Peñaloza), sino también sea un currículum integrador (Vidal) del desarrollo social y global con pertinencia y valores humanos?
Ya hemos adelantado al decir que este currículo, al que nos estamos refiriendo, aparte de tener un Plan de asignaturas deberá diseñarse un Plan de actividades, de carácter netamente formativo. En este plan de actividades, acompañando a la investigación, a las prácticas profesionales, al deporte, al teatro, a la apreciación musical, a las danzas, canto y otras actividades de extensión y proyección social, deberá de considerarse la ejecución de la actividad literaria, aglutinando otras manifestaciones del espíritu por su calidad altamente reflexiva que tiene la creación literaria.
La literatura como baluarte de los valores estéticos; es capaz de consolidar las actitudes humanas generadas por la libertad, justicia, tolerancia, respeto mutuo, honradez y otros valores menores del mundo axiológico. La actividad literaria, curricularizada de manera transversal, no como una asignatura académica, sino como actividad libre, de reflexión hacia concepciones filosóficas, axiológicas y teleológicas, de recreación y creación humana; con el carácter de obligatoria para todos los estudiantes, aunque de naturaleza electiva dentro de las actividades artísticas y orientadas a situaciones concretas de la vida diaria.
EN CONCLUSIÓN
1. La Universidad Peruana no está educando. Si hubiese educado y/o estuviese educando, no estaríamos asistiendo a contemplar el triste espectáculo que están dando muchos competentes profesionales, que como políticos, no guardan la debida compostura moral ni deontológica y prefieren corromperse con tal de continuar en el poder enriqueciéndose.
2. Existen intereses particulares de quienes no están interesados en la mejora de la calidad de la educación universitaria. Es notable la presencia en el actual congreso, así como en los anteriores, de quienes están interesados en demoler la SUNEDU, que significa un pequeño avance en cuanto a la mejora de la calidad universitaria.
Nos ahorra más palabras e ideas, unas frases expresadas, estos días, a un noticiero conocidísimo, por el expresidente Francisco Sagasti:
“La educación universitaria, la calidad y excelencia son la única manera de que una sociedad se maneje y desarrolle bien en el futuro. Por lo tanto, preservar el más alto nivel posible en la educación superior es un imperativo en el siglo XXI. Ahora, lo que se está viendo es un intento descarado y realmente mercantilista de desmontar el mínimo que tenemos para garantizar la calidad universitaria” (RPP Noticias).
Palabras claves:
educación- culturación- universidad – currículum-SUNEDU.
[i] No estamos seguros si Peñaloza es el primero que acuña este término para definir lo que es educación; pero este término ya fue usado antes por la antropología; tampoco hemos averiguado si la Real Academia ya incorporó en su diccionario el término “culturación”. Pero como dice Habermas, las palabras casi siempre han sido construidas por necesidad, pero a veces por intereses negativos como cuando, en el caso que tratamos, el propósito es confundir el verdadero concepto de educación con solo trasmisión de conocimientos o una mera competencia; pero también se puede crear por un interés o necesidad positiva como es el caso que nos ocupa y preocupa el término “curricularizar” que lo hemos construido por cuenta y riesgo nuestro para denotar una acción, la de plantearlo una experiencia en el plan curricular (Ver Aspectos teóricos para un estudio curricular, tercera edición-2008).
[ii] El primer pilar es Aprender a conocer, a adquirir saberes; Aprender a hacer, tener la calificación para la realización de la E-A por competencia (muy de moda en nuestros días);
REFERENCIA
Vidal, Walter A.- Aspectos teóricos para un estudio curricular. Tercera edición (2008).