SUCEDIÓ UN DÍA COMO HOY
Por Áureo Sotelo Huerta
Por Áureo Sotelo Huerta
El 20 de
abril de 1967, es decir hace 55 años, falleció el sabio Santiago Antúnez de
Mayolo, llamado “El peruano más
inteligente de todos los tiempos”, “El poeta de la ingeniería”, “El titán
de las hidroeléctricas”, “El padre de la ingeniería y de la física”, que
nuestros estudiantes y pueblo deberían conocer, como sí saben, por ejemplo, que
Paolo es el mejor jugador de fútbol o Gladys Medina es la mejor entrevistadora
de la TV. Su obra sigue esperando iluminar el faro de luz para que el Perú
alcance su grandeza, por ejemplo su separata “Plan de electrificación
nacional”, en que centrales hidroeléctricas como el del Pongo de Manseriche, en
el río Marañón, con sus 3 millones de KW ya empiece a funcionar o la
SIDERURGICA DE CHIMBOTE, proyectada para producir 2 millones de TM de acero
empiecen a producir, en una época en que el Perú requiere de miles de toneladas
de acero para su desarrollo industrial. Hay
que revisar ese contrato hecho por Fujimori entre gallos y medianoche, que
antes de la fatídica privatización producía casi 500,000 toneladas de acero y
daba trabajo a 7,000 trabajadores hasta 1990. Hoy importamos acero del Brasil. Parafraseando
a A. Lincoln, lo que interesa es que la maquinaria y los dólares se queden en
casa.
La poeta ancashina, Verónica Solórzano Vidal, integrante de
AEPA Filial Lima, ha escrito este bello poema dedicado al sabio peruano que
deseamos compartir con ustedes.
Hasta siempre sabio Santiago Antúnez de Mayolo
Verónica Solórzano Vidal
Aquí. En este espacio, al cual arribamos.
Cosiendo las inmensas montañas
con una treintena de puntadas.
Descubrimos… que ellas se cuentan confidencias,
Susurrándose al oído,¡¡ Las hazañas de un sabio!!
Nos hacemos presentes para rendir homenaje
a Don Santiago Antúnez de Mayolo
“El poeta de la ingeniería”.
Por el Centenario del descubrimiento de
la Central Hidroeléctrica del Cañón del Pato.
Ocasión que merece repasar
Las páginas de la historia de tan excelso personaje.
En su semblanza podemos recordar.
Que el Río Santiago.
Gran emisario de los Apus,
Entregó el mensaje sagrado
al sabio recién naciente
en el Villorrio de Vista Bella
de la provincia de Aija,
el 10 de enero de 1,887.
Tiempo después.
¡El Huancapetí y los Imanes!
Grandes Apus protectores de Aija
Debelaron el misterio de las montañas
al hijo predestinado.
Y cuando el destino la hora oportuna marcó,
Cargando valiosísimos secretos.
Y con fiambre de papas nativas y habas en flor
Marchóse diligente hacia Francia
Conocimientos científicos a escudriñar.
De la universidad de Grenoble, al regresar
Impregnado de ingentes conocimientos de la física.
Urdió, las conciencias de influyentes gobernantes taladrar
Deseando con pasión... su gran proeza conseguir.
Y las montañas del Cañón del Pato.
Generosas… ofreciéronse solícitas, en 1913
Favorecer al logro de este gran sueño científico.
Y hoy aquí…
Donde las corrientes del imponente Río Santa,
Y el ingenio del gran sabio,
Lograron horadar la incólume roca.
Aquí donde la cálida y apacible Huallanca
Abrigó al sabio y sus virtudes, vamos a decirle
¡Gracias sabio, Santiago Antúnez de Mayolo!
por cambiar el curso de la historia
en esta parte del planeta.
Y por fin… mirando en lontananza.
Mientras la autoría del neutrón le es aún esquiva,
lo encontramos después de su largo trajinar.
Entre molles, pencas, y lluvias.
Recostando acaso sus afanes… un abril de 1967
en un lecho de cantutas y retamas.
Custodiado por los Apus.
¡Hasta siempre sabio Santiago Antúnez de Mayolo¡
Cosiendo las inmensas montañas
con una treintena de puntadas.
Descubrimos… que ellas se cuentan confidencias,
Susurrándose al oído,¡¡ Las hazañas de un sabio!!
Nos hacemos presentes para rendir homenaje
a Don Santiago Antúnez de Mayolo
“El poeta de la ingeniería”.
Por el Centenario del descubrimiento de
la Central Hidroeléctrica del Cañón del Pato.
Ocasión que merece repasar
Las páginas de la historia de tan excelso personaje.
En su semblanza podemos recordar.
Que el Río Santiago.
Gran emisario de los Apus,
Entregó el mensaje sagrado
al sabio recién naciente
en el Villorrio de Vista Bella
de la provincia de Aija,
el 10 de enero de 1,887.
Tiempo después.
¡El Huancapetí y los Imanes!
Grandes Apus protectores de Aija
Debelaron el misterio de las montañas
al hijo predestinado.
Y cuando el destino la hora oportuna marcó,
Cargando valiosísimos secretos.
Y con fiambre de papas nativas y habas en flor
Marchóse diligente hacia Francia
Conocimientos científicos a escudriñar.
De la universidad de Grenoble, al regresar
Impregnado de ingentes conocimientos de la física.
Urdió, las conciencias de influyentes gobernantes taladrar
Deseando con pasión... su gran proeza conseguir.
Y las montañas del Cañón del Pato.
Generosas… ofreciéronse solícitas, en 1913
Favorecer al logro de este gran sueño científico.
Y hoy aquí…
Donde las corrientes del imponente Río Santa,
Y el ingenio del gran sabio,
Lograron horadar la incólume roca.
Aquí donde la cálida y apacible Huallanca
Abrigó al sabio y sus virtudes, vamos a decirle
¡Gracias sabio, Santiago Antúnez de Mayolo!
por cambiar el curso de la historia
en esta parte del planeta.
Y por fin… mirando en lontananza.
Mientras la autoría del neutrón le es aún esquiva,
lo encontramos después de su largo trajinar.
Entre molles, pencas, y lluvias.
Recostando acaso sus afanes… un abril de 1967
en un lecho de cantutas y retamas.
Custodiado por los Apus.
¡Hasta siempre sabio Santiago Antúnez de Mayolo¡