¡QUÉ ES LO QUE HAN HECHO DE TI, MAMA PACHA!
…¿Por qué lloras, Huascarán,
hasta rasgar tu misma entraña?
(De: Cantos de paz, amor y esperanza, p.33)
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La fría mañana del domingo 11 de abril, un bloque de hielo del Hualcán se desprende a una laguna de
Los “desastres” se están desencadenando en todas partes del mundo. Lo que antes ocurría cada 100 años hoy ocurre en el transcurso de un año aprox. Como toda cosa mala, también las causas que originan, así como sus consecuencias, se han globalizado. En estos momentos, “Día de
¿Se esperaba acaso que
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Un Paraíso Natural
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A 15 años del aluvión de Ranrahirca, Víctor Ramos Guardia (1983) – excelente médico a quien los huarasinos quisieron perennizarlo designando al Hospital de Belén con su nombre que hoy el gobierno regional quiere echar por los suelos- decía “vivimos en un paraíso que nosotros mismos ignoramos”. Sin duda, pues Huaraz era un paraíso natural. Pero, ciertamente, ¿hasta cuándo seguirá siéndolo?
Como naturaleza, Huaraz es generosa y encantadora, como muy pocos lugares en el mundo. El azul de su cielo -distinguido no en vano como “azul huaracino”- y sus celajes, reflejados en sus risueñas lagunas; la blancura apacible de sus nevados y de las espumas juguetonas de sus cristalinos riachuelos y bullangueros ríos; el verde y sus matices que primorosos se extienden desde los quenuales y kishuares por los ichus hasta los majestuosos árboles de sus valles, desde donde nace el verde-azul-plomo macizo que enarbola el más alto pico del Perú y uno de los más elevados del mundo. La fragancia del aire y las yerbas del campo, el aroma de las flores y frutos silvestres, de sus eucaliptos… hacen posible, realmente, un paraíso, donde las aves más hermosas y los pajaritos más lindos surcan el espacio y cantan en los árboles y en las rocas, donde las tzacuas, las vizcachas, los venados y muchas otras criaturas salvajes han hecho su dulce hogar.
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Una cultura adversa a la naturaleza
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Sin embargo, pues, no sólo las tzacuas, las vizcachas, los venados y muchas otras criaturas salvajes han sido puestos allí, en ese “paraíso”. También el hombre, racional a diferencia de sus “hermanos animales”, acompañado de su milenaria experiencia, está allí, en el “paraíso”, gravitando enormemente en su conservación y transformación.
En un principio, el hombre fue amigable con la naturaleza, diríamos que estuvo sometido por mucho tiempo a ella, por temor o por amor como fue el caso del imperio incásico. Pero tan pronto como fue “civilizándose”, cambió su conducta con ella; hoy día, pese a su racionalidad y su experiencia, resulta ser el animal más cruel y pernicioso no sólo con la naturaleza, sino, también, con los animales, muchos en extinción.
Hoy, tiempos de grandes cambios y de avances en la ciencia y la tecnología, el hombre, con toda su cultura que ha construido, se ha esclavizado a ese estilo de vida carente de valores morales y humanos, pragmático (competencia, desprecio por la vida), se ha situado muy lejos del concepto de cultura que le proporciona la capacidad de reflexionar sobre sí mismo, que hace de él un ser específicamente humano, racional, crítico y éticamente comprometido. Edgar Morin (2007) en sus “Siete saberes necesarios a la educación del futuro” escribe: “La comunicación triunfa; el planeta está atravesado por redes, faxes, teléfonos celulares, módems, Internet. Y sin embargo, la incomprensión sigue siendo general”.
Desarmado de su lucidez, hoy, el hombre se ha puesto a adorar la sensualidad, el egoísmo, la competencia, se ha olvidado de otros conocimientos más humanos como la axiología, la teleología, la moral y otras armas más que posee la filosofía y la educación.
Estamos entrando a la segunda década del tercer milenio sin comprender aún ¿quiénes somos?, ¿dónde estamos?, ¿de dónde venimos?, a ¿dónde vamos?; pero sobre todo, sin muchas esperanzas para mejorar nuestra conducta con el medio ambiente.
Es, pues, ese estilo de vida egoísta y ese comportamiento vacío de valores, los que han generado una cultura de enfrentamiento suicida con la naturaleza, que, por lo demas, resulta insostenible ambientalmente, socialmente y económicamente.
Nuestras autoridades, en general, quienes deben de velar por la conservación del ambiente ecológico (y estar preocupados también por la ecología social), están más interesados en trabajos visibles como inmensas edificaciones, parques, a fin de asegurarse la re elección y tal vez –muchos- sus “comisiones”; las instituciones educativas (cada vez más centralizadas en Lima) están convertidas en centros de instrucción y adiestramiento y no están preocupadas en el desarrollo pleno del ser humano ni en su formación integral; la población en general ignora o “prefiere ignorar” lo que está sucediendo con el medio ambiente; el campesino pobre y los marginados en la ciudad, que son los que más están expuestos al aire contaminado por las mineras, los vehículos de transporte que emiten C02 (Huarupampa), del basural cerca de sus narices (Quillcay), no tienen la educación adecuada para contrarrestar porque ésta, jamás fue incluyente ni descentralizada.
El Planeta tiene “fiebre”
El efecto invernadero es un fenómeno natural, importante para la vida en
La intensificación de la concentración de los gases de efecto invernadero se debe al uso de la energía en centrales termoeléctricas, a las industrias contaminantes (las mineras en Huaraz por ejemplo), circulación de vehículos, basurales, hasta el humo del cigarrillo, es decir, todo aquello que libera gases que suben a la atmósfera e impiden que el planeta se libere de sus rayos infrarrojos.
Este calentamiento global, es sólo un aspecto de la reacción natural a esa cultura que ha construido el Hombre y ha puesto al borde de la guerra la relación naturaleza-hombre; hay otras atrocidades que están causando daño a la naturaleza, como el adelgazamiento de la capa de ozono, el cambio climático, la desertización; y otras más selectivas a nivel local como contaminación.
¿Tiene cura la enfermedad que adolece el Mundo, de la que el culpable directo es el Hombre? ¿Pondrá el Hombre todo su arsenal científico y tecnológico para salvar la tierra? ¡Mas le valga!.
Algunas interrogantes a manera de conclusiones
¿No es lógica la reacción, al fin y al cabo suicida también, de
Solamente podemos asegurar que tendremos muchos terremotos más. Que habrá desbordes y aluviones como podemos colegir de la lectura de un reporte que “El Comercio publicó el domingo 9 de agosto del año pasado (“Huaraz: Población en riesgo por falta de prevención) o más recientemente del Canal 7, cuyo equipo periodístico fue el primero en llegar a la laguna 513 después de su desborde el pasado 11 de abril?
Sí, pues, la revolución industrial modificó la relación Hombre- Naturaleza, y la cultura empezó a desarrollarse en base a la ciencia, tecnología, mercado, valor del dinero y fue perdiendo la ética como “brújula” de sus actos, mientras que
Walter Vergara, especialista en Desarrollo Ambiental para América Latina y el Caribe del Banco Mundial (BM), entrevistado por “El Comercio” (31.01.09), sostiene que el ecosistema de montaña se calentará mucho más rápido que como se está calentando el planeta en promedio; que “
Nosotros, los de a pie, solo juntaremos nuestras manos ante el apu más grande y bello de la cordillera blanca para decirle No llores, Huascarán/ hasta rasgar tu misma entraña … Y de rodillas caer al suelo para pedirle a Dios su sola mirada a tanta miseria humana, que nos está conduciendo a la muerte y destrucción.
WALTER VIDAL TARAZONA
LLAMELLÍN - HOMENAJE AL ESCRITOR JULIO CÉSAR POZO CUEVA - POR WALTER VIDAL TARAZONA
45º ANIVERSARIO DE CREACIÓN POLÍTICA DE LA PROVINCIA ANCASHINA ANTONIO RAIMONDI (LEY 15187 DEL 26/10/1964) - HOMENAJE DEL POETA WALTER VIDAL TARAZONA
ERA UN VIERNES - POR WALTER VIDAL TARAZONA
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