EN EL DÍA DE LA TIERRA - EN CONTRA DE LA MUERTE: Bases Radioeléctricas, Antenas para Celulares - Por Danilo Sánchez Lihón

.

EN CONTRA DE LA MUERTE

Bases Radioeléctricas, Antenas para Celulares

Por Danilo Sánchez Lihón

A.

Aparentemente el contenido de este correo es personal, y hasta familiar, aunque como se verá después es de importancia capital para toda una comunidad de personas afectadas. Y ha de interesar a muchas más si se piensa que estas instalaciones, denominadas Bases Radioeléctricas o Antenas para Celulares, se vienen desplegando en muchos lugares.

Envío este correo para emprender una acción nacional e internacional respecto a este trato abusivo de quienes instalan estas torres con prepotencia, y valiéndose de la corrupción de personas. Si algunos de quienes leyeran este mensaje pudieran enviar alcances, antecedentes de casos similares, organismos de defensa de estos abusos, asociaciones de personas afectadas, les quedaremos muy agradecidos. Se trata de dejar un antecedente moral en nuestro país frente a estos atropellos.

B.

Estaré atento a todo lo que ocurra, porque cada incidencia la recogeré en un libro que sirva de referencia a estas ilegalidades, en donde reluzca quiénes luchan por el bien y quienes se alían con las sombras tenebrosas del mal, de los contratos a oscuras y amañados. Quiénes no tienen consideración a las vidas ni respeto por la gente. Ojalá que esta futura publicación sirva para quienes quieran iniciar acciones legales a fin de imponer en nuestro amado país la potestad del orden, del bienestar y el respeto a la vida de las personas.

Daré un testimonio documentado de todo esto, para que sirva a otros vecinos y otros pueblos, y a fin de que la muerte no se institucionalice bajo cualquier fórmula y apariencia y en contra de nuestra sociedad que ya ha sufrido y padecido mucho. Y no es justo que se los siga tratando como ciudadanía de tercera o quinta clase. Será ésta nuestra única respuesta a la burla y a la sorna, al insulto y desacato, de quienes creen que este es campo raso a la impunidad y al delito.

CARTA DIRIGIDA AL ALCALDE DE LA PERLA, CALLAO

La Perla, Callao, 20 de abril del año 2010

Dr. Pedro López Barrios
Alcalde Distrital de La Perla

Muy apreciado Alcalde.

1.

Construí mi casa con sublime ilusión pensando en el porvenir de mis hijos y quizá de toda mi descendencia, en la Urb. La Macarena del distrito de La Perla, en un lugar apacible del cual es usted digno burgomaestre. Y así como yo, muchos otros pobladores honrados erigieron con sumo sacrificio sus casas en un lugar a todas luces sano, amable y hermoso.

Sin embargo ahora, de la noche a la mañana, de manera intempestiva, abrupta e insidiosa, sin que mediara informe, ni diálogo, ni debate, como un puñal que se nos asestara mientras dormíamos, en mi caso apenas a veinte metros de mi vivienda, y en medio de las casas de muchas otras personas de bien, vemos con estupor que se alza ahora una Base Radioeléctrica o Antena para Celulares, en el domicilio Calle Valencia 156 de la Urbanización La Macarena, que colinda de manera inmediata y directa con la morada de más de 300 personas.

¿Es esto justo? ¿Es esto respeto mínimo? ¿Es esto civilizado? O, al contrario: ¿un signo de barbarie, atropello o vileza?


2. Sobre vidas humanas

Acerca de estas instalaciones como es de su conocimiento –porque estamos informados que usted se opone a las mismas y que ha prometido que se desinstalarán en nuestro distrito– hay una amplia literatura científica y técnica que advierte de las condiciones muy rigurosas que se han de tener para su instalación.

Sin embargo, los organismos, que hacen esas advertencias, jamás se hubieran imaginado que alguien se atreviera a instalarlo, como en este caso, en un espacio menor al de una cocina y dentro de un conglomerado de viviendas económicas que comparten un área muy reducida de terreno y prácticamente sobre la cabeza de las personas que viven en las casas vecinas.

¿Es esto aceptable o permisible, o es un atentado, el imperio de la ofensa y la arbitrariedad propia de empresas y personas sin normas mínimas de conducta? Sobre este punto, Señor Alcalde, le solicito que se investigue. Y se sancione si hay responsabilidad legal, para sentar un precedente de orden y de ley. Y no por un antojo sino porque de por medio está el peligro que se cierne desde este momento sobre vidas humanas inocentes.


3. Respirábamos ayer un cierto alivio

Hace unos días la obra se detuvo gracias a la acción de su Gobierno Municipal, debido a que esa obra no contaba con el permiso del Municipio Distrital de La Perla. Y muchos entonces en ese momento nos sentimos nuevamente orgullosos de usted, porque otra vez era el Alcalde que defendía nuestros derechos de todas las atrocidades y abominaciones, como aquel Colector de Desagüe que iban a instalarnos en nuestra playa, y que usted tuvo el coraje de enfrentar pese a que el Municipio del Callao, el Gobierno Regional y el Poder Ejecutivo, es decir todo el Estado, lo imponían con sublevante prepotencia.

Respirábamos hasta ayer un cierto alivio acerca de esta espada de Damocles que se blande sobre nuestras sienes. Y digo hasta ayer, domingo 19 de abril, porque recibimos en casa una llamada telefónica, que atendimos mi esposa y yo, de una persona que nos expresó que hablaba y actuaba en nombre y a favor de la Empresa Telefónica pidiéndome una cita personal y privada para allanar mi desacuerdo en relación a la instalación de la Antena Base Radioeléctrica. Me expresó que ya había “conversado” con varios vecinos representantes de esta oposición. Le expresé que no aceptaba esa clase de propuestas y le pedimos, que si se trataba de dar alguna explicación, lo hiciera ante el grupo de vecinos.


4. Una inmensa y sorda desesperación

A partir de entonces temí lo peor: ¡corrupción de personas y de funcionarios! Y dicho y hecho. Hoy día, para nuestro asombro e indignación la torre se ha seguido construyendo y esta vez con premura.

Al regresar de nuestros trabajos hemos visto con furia y repulsa, la burla descarada a toda ley y el desacato a su autoridad que ello representa. Las madres que fueron sorprendidas como siempre en sus tareas cotidianas han llamado desesperadamente a uno y otro funcionario de su alcaldía y no responden.

La Policía Municipal se demoró una eternidad y de nada ha valido que llegaran, porque no ha intervenido. Se registra un gran cambio de la noche a la mañana en este organismo. Antes la torre solo estaba en estructura. Ahora está ya llena de artefactos.

Nos encontramos inermes, no hay nadie a quién recurrir. Nos preguntamos: ¿quién hace cumplir, Señor Alcalde, una orden suya? En estos momentos varios obreros trabajan con apuro para dejarla expedita y echarla a funcionar. Y con ella la enfermedad, el espanto y la muerte sobre nuestras cabezas.


5. Actos viles de lesa humanidad

Una inmensa y sorda desesperación ha cundido en la gente. ¿Qué va a ser de nuestras vidas? ¿Podrá alguna familia consciente vivir con tranquilidad expuesta a la amenaza de contraer el cáncer y otras terribles dolencias que las irradiaciones causan? ¿Resignarnos a vivir aquí soportando la angustia, día y noche, por años, lustros y décadas? ¿Permanecer con la zozobra anudada en nuestras gargantas de enfermarnos para siempre? ¿Ver que las garras del dolor retuercen a víctimas inocentes? ¿Contemplar con horror que ésta y otras dolencias malignas atenacen a nuestros seres queridos? ¿Quién nos libra de estos actos viles de lesa humanidad, de empresas y personas que han negociado con nuestras vidas? ¡Y que nos han vendido!

O, quizá ¿debamos abandonar estas casas, rematando todo, e irnos a vivir en otros lugares? ¿Pero no llegarán hasta allí, otra vez, y cualquier día, estos mercaderes de la vida arrojándola a la muerte, estos comerciantes de la salud ajena, que venden por jugosas prebendas el bienestar de los otros, sumiéndolos en el dolor, el sufrimiento y la desesperación? ¿Traficantes que otra vez lleguen por ahí a negociar otro contrato, recibiendo dinero sin trabajar ni producir nada, holgándose impunes y orondos gracias al timo, al dolo y al cinismo?


6. Sentido común

¿Quién defiende entonces los derechos de las personas que construyeron aquí bajo un régimen de que éste era un sector habitacional que tenía garantizadas sus condiciones básicas de salubridad? De manera aleve ahora se ha vendido nuestra paz, nuestra tranquilidad, nuestra garantía de vida.

¿Y quienes lo hacen? Una mafia con secuaces, que contactan por teléfono para allanar toda oposición, quebrantando la dignidad, la conciencia, el sentido moral de la gente. Usted, que es autoridad y creyente cristiano: ¿cómo detener esta infamia institucionalizada?

Yo pregunto, señor: ¿Puede instalarse una torre de éstas en un espacio menor al de una cochera para un automóvil, al fondo de una casa colindante con otras casas vecinas a menos de un metro del borde de la torre y sobre las cabezas de niños que estudian o juegan, de mujeres que hacen sus labores cotidianas o cocinan, de ancianos que descansan o velan la llegada de sus seres queridos?

¿Somos un pueblo con leyes, normas, principios de vida? ¿No establecen los organismos que se han pronunciado sobre estos aspectos, condiciones muy estrictas de distancias, alturas, especificaciones, que en este caso el sentido común nos indica que no se están acatando?


7. Hay aquí una responsabilidad delictiva y criminal

Con esta carta, señor Alcalde, quiero dejar un antecedente legal para futuras acciones de someter este caso al veredicto de organismos de justicia nacional e internacionales. Y tendrá mucho significado, sea que se contesten o no las siguientes preguntas, que formulo a su gobierno y administración:

1. ¿Esta construcción de la antena base de celulares en el lugar que he precisado: ¿tiene todas las autorizaciones pertinentes?

2. ¿Se erige esta obra acatando todas las normas y disposiciones técnicas que hay estipuladas al respecto?

Si no es así, y ya por lo avanzado que está, hay una burla a todo derecho y un desacato flagrante y manifiesto a su autoridad en donde la lentitud e ineficacia de sus funcionarios es un síntoma. Hay una responsabilidad penal muy grave, que lo tipifica como un hecho delictivo y criminal al amenazar la vida de las personas, respecto a lo cual cualquier ciudadano afectado puede iniciar las acciones legales al respecto, solicitando la desactivación de esta arma letal y las indemnizaciones que la ley estipule.

Porque sería bueno que en nuestro Perú empecemos a tener respeto por los derechos básicos e ineludibles de la persona humana, principalmente la garantía de la salud y el respeto a la vida. Sería bueno que los crímenes se castiguen. De lo contrario la lectura que damos a la población es que se pueden cometer estos actos, porque reportan dinero, comercializando con las vidas ajenas porque todo esto queda impune. Y los demás que sufran.


8. Una torre radioactiva

Pero, además: ¿Qué significa, Señor Alcalde, este desacato a una disposición de su Gobierno Municipal que dictamina que esa obra se detenga? ¿Cómo se explica? ¿Qué hay de por medio? Lo ocurrido hoy nos desconcierta y nos sume en la desilusión. ¿En quién creer? ¿Dónde buscar la protección básica y esencial a la vida humana? Porque no se trata de un derecho secundario sino del derecho a la vida.

Muchas cosas se pueden disculpar, porque no todo alcanzamos a comprenderlo. Pero comercializar con la vida de la gente, negociar su salud, no tener escrúpulos en condenar el destino de los demás, es infamia. Y hay que decirlo y corregirlo a través de la ley. Porque aquí se ha vendido a la gente con todo su dolor a cuestas, con toda su inocencia y candor.

Quizá no se sepa lo que va a suceder un chofer irresponsable cuando maneja una combi o un ómnibus. Un ladrón cuando asesta un golpe y mata hay todavía cierto margen de azar y pueden haber atenuantes, porque no sabía que iba a causar la muerte.

Pero es distinta una torre radioactiva encima de la cabeza de los habitantes de unas casas, de las cuales no las separa ni siquiera un metro de distancia. Y en donde un leve temblor puede hacer que caigan los pesados artefactos que cuelgan encima de los cuerpos de las personas. ¿Tiene perdón una situación así? ¿Aún más si toda la motivación es el lucro?


9. Preguntas de un ciudadano afectado

En relación a aquellas garantías fundamentales para con la vida lo único que vemos hasta ahora es abuso, desprecio y oprobio. Pero además dolo, enriquecimiento a costa del dolor del prójimo, la intervención de agentes convocando a citas sospechosas, desacato a la autoridad, desmoralización.

Soy profesor universitario y trato de dar mucho aliento y esperanza a la juventud. Animo a los jóvenes a quedarse en su país y a construir aquí una patria hermosa, con esperanza. Pero, ¿qué es esto?

De otro lado: ¿Qué significa la demora de sus funcionarios para emitir las resoluciones y documentación que detenga todo esto?

– ¿La demora, la apatía en llegar y la absoluta inefectividad de la Policía Municipal de La Perla para hacer cumplir una disposición emitida por su propia Alcaldía? ¿A favor de quién se está ahora?

Estas son preguntas de un ciudadano afectado y dolido, que tiene por derecho a una respuesta a estas preguntas, que son las mismas que se hacen cientos de pobladores que han firmado un reclamo, hecho llegar a sus manos, solicitando que dicha obra se detenga y se desinstale.


10. Tengo fe en usted

Si dicha obra no se atiene a las normas, si esa obra no tiene los permisos correspondientes y la documentación sustentatoria, si se erige sobre la cabeza de pobladores que nunca pensaron ser abusados de ese modo a cambio de lucro y beneficio de personas sin escrúpulos, negociando la vida de otros que no les pertenece; a partir de entonces cualquier ciudadano podrá demandar por responsabilidad criminal a dichas personas, empresas u organismos públicos y privados que actuaron activa o pasivamente según sea su función y responsabilidad en este caso.

Porque: ¿es concebible que alguien venga a perturbar de este modo la vida de la gente? Ahora veo, por este caso, a personas interrumpir sus tareas cotidianas de cocinar, llevar sus hijos a la escuela, atender las tareas del hogar para salir a protestar o recurrir a alguna instancia a pedir que se detenga esto.

Y el día de hoy: regresar frustradas, agrietadas de impotencia, viendo la burla y la sorna de quienes han negociado con sus vidas, ufanos con su bolsa llena de monedas.


11. Construyamos el Perú hermoso

¿Así se construye el Perú? ¡No! Con estos expolios a sus vidas al contrario, se está gestando violencia, dado que se está agrediendo.

Tengo fe en usted, señor Alcalde. Lo admiré en silencio cuando nos defendió bizarramente de un Colector de Desagües ignominioso. Pero, ante aquello, lo que ahora se está queriendo imponer es peor, porque ya no se trata de decoro, sino un arma que mata: a niños, madres, padres, abuelos apacibles.

Y mata a traición, de lo cual no se libran ni siquiera los animales. Hemos escuchado decir a su regidora, Juana Díaz, que en los alrededores de otra torre cercana, hasta los perros presentan ahora tumores malignos.

Señor Alcalde: Estas fuerzas del mal ¿se pueden burlar tanto, y de todo? Ante este avasallamiento e ilegalidad, respondamos con denuedo. Construyamos el Perú hermoso, prístino y lleno de valores, que legítimamente nos merecemos.

Atentamente,

Danilo Sánchez Lihón
.