Llegaron a nuestra casita de Tupucancha a las 10 de la mañana. Ninguno de los cinco arribó con equipaje, pero cada quien portaba una carabina. Fue el último viernes de marzo de 1962, a menos de una semana para que culminen las vacaciones escolares.
Descansaron dos horas y salieron a cazar aves a la laguna de Conococha, según le comentaron a mi abuelita antes de partir.
Mientras se marchaban, pensé: "los malos andan armados y en grupo", presagiando la muerte de muchos de mis amigos plumíferos, a quienes ya había bautizado con los apodos de los chiuchis de Jircán, barrio donde vivía con mis padres y hermanos en Chiquián.
Desde el mediodía hasta el ocaso, sentado sobre una roca con el fuerte viento mordiendo los mechones de ichu, esperé trémulo el retorno de los cinco cazadores.
Cerca del anochecer aparecieron y sentí escarapelarse mi cuerpo, al observar que dos de ellos venían con un abultado costalillo a cuestas. "Dentro de los costalillos están mis amiguitos de la laguna", musité dolido, y sollozando me fui a dormir, mas no puede conciliar el sueño...
A las seis de la mañana al escuchar voces y risas que venían del patio, salí. Los cazadores se estaban despidiendo de mi abuelita, con sus carabinas al hombro. Se iban con las manos vacías.
En cuanto se marcharon fui a la habitación donde pasaron la noche. Sobre la mesa estaba un costalillo sin nada y las migajas de los panes que habían comido. En una silla aguardaba el otro costalillo, totalmente repleto. Haciendo de tripas corazón lo abrí y mi sorpresa fue mayor, pues no estaban los cuerpos inertes de mis amiguitos de la laguna, sino panes que compraron en el pueblito de Conococha para dejarnos como agradecimiento por el hospedaje.
Con las pupilas bañadas por la emoción, caminé y caminé lo más rápido que pude hacia la laguna; gracias a Dios allí encontré a todos: "Mañuco", "Cañita", "Uluy", "Ishilín", "Anchita", "Ticucho", "Añico" y "Nicucho", cada quien liderando su cuadrilla de tiernos aguash que nadaban a sus anchas. También estaba parada en la orilla la huachua "Chichica" con su novio "Patuco". Los liclish, ácacas, huaychos y demás pajaritos con sus trinos y vuelos acrobáticos me anunciaron un bonito día. Mis demás amiguitos plumíreros vendrían más tarde desde los deshielos del Tucu Chira.
* * *
No sé si erraron los tiros por impericia o quizá sus armas eran como la "Carabina de Ambrosio", o de repente ni siquiera apuntaron a las indefensas aves al percatarse que su belleza silvestre le daba vida a la laguna; solo sé que los cinco seres humanos que visitaron la Puna aquel viernes, fueron LOS MEJORES CAZADORES DEL MUNDO.
Lima, 15 de junio de 2001
Fuente:
"El Juguete y Otros Cuentos", de NAB
Paisanos Lida Rayo Calderón, Jaime Lara Márquez y Rita Ramírez Vicuña. Mañana apaga velitas en USA nuestro recordado paisano José Reyes Bazán. Que Dios los bendiga.
Mis sinceras congratulaciones a mi amigo "RACH" Dr. Roberto Aranda Chávez, quien continúa dándonos ejemplos de perseverancia en el estudio y el trabajo. Él acaba de concluir la Maestría "En Derecho Civil y Comercial", conocimientos que redundarán en beneficio de nuestra tierra. Que nuestro Señor de Conchuyacu, Santa Rosita y San Francisco de Asís, guíen su gestión como Presidente del Club Chiquián y su participación representando al Inca, durante la fiesta patronal de San Francisco de Asis en el Cono Norte limeño, en octubre próximo.
A nombre de la familia chiquiana Alvarado Balarezo,
Nalo
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