FIESTAS PATRIAS. PERÚ AL PIE DEL ORBE, YO ME ADHIERO. PLAN LECTOR. APRENDIENDO A AMARTE DE A VERDAD, OH PATRIA MÍA. POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN

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INSTITUTO DEL LIBRO Y LA LECTURA,

INLEC DEL PERÚ, Y CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA

28 DE JULIO

EL PERÚ ES LIBRE E INDEPENDIENTE


PERÚ AL PIE DEL ORBE, ¡YO ME ADHIERO!


PLAN LECTOR, PLIEGOS DE LECTURA

APRENDIENDO A AMARTE DE A VERDAD, ¡OH PATRIA MÍA!

Por Danilo Sánchez Lihón

1. Luz al fin

Cuando sea capaz de reconocer que todo lo que falla es en parte culpa mía y no culpa de los demás. O que eso es un desafío para ver de qué modo participo y actúo.

Cuando sea capaz de servirme de algo que funciona bien pero que a la vez en algo contribuya siquiera con un granito de arena para su conservación y mantenimiento.

Cuando en mí se detenga la cadena que socava la honra ajena; y más bien salga a defender al que pone el hombro, bregando para que el justo reciba lo que debe.

Cuando no repita el sonsonete aquel de: "qué hace el gobierno o las autoridades que no corrigen estos desmanes".

Cuando a partir de mi actitud haga que lo correcto sea aquello que irradie una luz grande o pequeña, pero luz al fin.

Recién entonces estaré haciendo
algo por ti, ¡oh patria mía!


2. Hombres y mujeres de bien

Cuando no abuse ni ofenda arrojando desperdicios en la vereda de enfrente o me deshaga de ellos en el parque público.

Cuando limpie la basura frente a mi casa, y hasta avance un poco más lejos y recoja los trastos del lote abandonado o de la calle del vecino.

Cuando sea capaz de reconocer que yo educo a mis hijos y no que encargo a una institución o a los profesores para que me sustituya y lo haga por mí.

Cuando sea capaz de reconocer que mis hijos llevan a la escuela lo que yo les enseño, y no que traen las malas costumbres que le enseñan sus compañeros.

Cuando sea capaz de aceptar que mis hijos reproducen mi calidad moral y no que achaco que sus maestros no hacen nada por corregirlos. Y que todo mi desvelo es que sean hombres y mujeres de bien.

Recién entonces estaré haciendo
algo por ti, ¡oh patria mía!


3. Lo mejor de nosotros mismos

Cuando aprenda a servir, buscando el bien común, aportando por lo mucho que he recibido. Y no calculando cómo aprovecho y hurto todavía el bien ajeno.

Cuando por hacer algo noble me quito una porción de comodidad y beneplácito a cambio de esfuerzo y sacrificio en aras de los demás.

Cuando pueda decir: "no sólo tuve pena". Sino que, a la vez, me examine a mí mismo y diga: "Di todo mi esfuerzo. Y todo lo que tenía".

Cuando no sólo pueda quedarme en confesar: "me conmovió hasta las lágrimas". Sino además: "Lucho hasta morir para que eso nunca otra vez no suceda".

Cuando el amor hacia ti se transforme de un anhelo o de una expectativa de que todo salga bien, a trabajar poniendo lo mejor de nosotros mismos.

Recién entonces estaré haciendo
algo por ti, ¡oh patria mía!


4. Cuando yo haga todo eso y mucho más:

Estaré haciendo algo porque no haya niños que deambulan en basurales. O inhalen terokal por donde desembocan los desagües.

Estaré haciendo algo para que no haya –o haya menos– niñas infectadas con enfermedades venéreas, que por ahora viven entre los escombros y las piedras del río Rímac y los breñales de la Mar Brava.

Cuando yo deponga mi egoísmo y mi vanidad; y haga que triunfe lo que favorece el bien común.

Entonces, cuando esté aquí o vaya hacia allá no he de tener nubes que ensombrezcan mis ojos, cuando tú me mires.


5. Aprendiendo a amar de a verdad

Cuando yo haga esto y mucho más, podré tener la frente limpia el día que tengo que presentarme ante ti para tu veredicto.

Cuando yo haga todo eso y mucho más estaré haciendo algo para que tantos padres y hermanos que se han ido lejos regresen desde esos países en donde tanto nos añoran y nos extrañan.

Cuando haga todo eso, y mucho más, brillará en lo alto y mejor el lucero del alba que somos, la mañana y la alborada.

Cuando yo haga todo eso y mucho más podré decir con orgullo: Recién te estoy aprendiendo a amar de a verdad, ¡oh patria mía!


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