MI TOCAYO ARMANDO AZCUÑA NIÑO DE GUZMÁN "RUMI MAKI" - POR ARMANDO ALVARADO BALAREZO (NALO)

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ARMANDO AZCUÑA NIÑO DE GUZMÁN

"RUMI MAKI"

Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)

“Libre es el cóndor que planea en las alturas, 

 como libre es el Hombre que vuela con las alas de los sueños”.

 Aralba

El dramaturgo y aeda Bertolt Brecht (Augsburgo, 10 de febrero de 1898 – Berlín, 14 de agosto de 1956), nos dice: «Hay hombres que luchan un día y son buenos, otros luchan un año y son mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero están los que luchan toda la vida, y esos son los imprescindibles». Armando Azcuña Niño de Guzmán “Rumi Maki”, encarna a estos últimos, como poeta, declamador, danzante, educador, gestor de instituciones culturales y deportivas, compositor, virtuoso del charango, maestro de ceremonias y promotor cultural.

Ciudad de Puno

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Armando Azcuña nació en la ciudad de Puno el 27 de abril de 1940. Allí, una cuna de fibras de totora meció su infancia a orillas del  Titicaca, Lago Sagrado de los Incas, como un cesto de fibras de mimbre cobijó a Moisés, libertador del  pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto. 

Lago Titicaca

La meseta andina, el cielo azul y el lago profundo, son los elementos vitales que nutren su alma telúrica. La pampa dotándole de un carácter sereno; el cielo, alas poderosas; y el lago, crisol de clara transparencia, forja en su corazón el signo vindicador que lo acompaña desde niño, igual que a Moisés de los pasajes bíblicos.
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Macusani

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Pasó su infancia y parte de la adolescencia en  Macusani (Capital Alpaquera Mundial), distrito y Capital de la provincia puneña de Carabaya, en cuyo territorio está el más grande bosque de rocas volcánicas del Perú, con petroglifos y manifestaciones de arte rupestre por doquier, santuario milenario de la comunidades campesinas de Pakaje, Thantamaco e Isivilla, donde los golpes de puño son truenos que retumban y se multiplican con el viento sobre las cumbres nevadas de los apus: Allin Qhapaq, Chíchi Qhapaq y  Qelqaya.

Alpacas y  bosque de piedras de Macusani

 
La singular topografía del suelo macusaneño, encima de los 4200 m.s.n.m., fragua la rebeldía y la ternura del morador; y su cielo, es el dominio del relámpago, heraldo de fuego cósmico que a diferencia del rayo se ramifica sin tocarnos, anunciando la llegada del aguacerito, que calma la sed de la planicie yerma, lugar donde se rinde culto a la Pachamama, al son de los tambores, pinquillos, tarqas y zampoñas. Tierra de coloridas diabladas y pandillas, de morenadas y kullawadas, de sikuris y wífalas, de  novenantes y puli-pulis, que se esparcen a raudales por las pampas de Qalayu, Patapampa y las quebradas de T’oqa y Qaqeni, como vierte sus aguas diáfanas la laguna de Taype, dando vida al río Ayapata, en cuyas orillas dejó más de una vez  sus huellas fraternas.
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Armando Azcuña Niño de Guzmán

 
Concluyó sus estudios primarios en la Escuela 821 de Macusani. La Secundaria y Superior en el Instituto Salesiano de Puno. Trabajó como  profesor de lengua española e inglesa en los colegios de San Juan de Miraflores y Villa Poeta José Gálvez de la UGEL 1. Hijo amado de doña Benicia Niño de Guzmán Gutiérrez, dulce heredera de migrantes de las regiones Qosqo y Apu Rimaq, y de don Serapio Azcuña Talavera, hijo de migrante de la región Areqhepay, de la Punta de Bombón.

Conjunto Musical Brisas del Titikaka y amigos puneños fundadores. (1962).

Sentado, con charango, está Armando Azcuña Niño de Guzmán 

 
En 1961 ve la luz primera bajo cielo limeño, en el mismo corazón de La Victoria, el Conjunto Musical Brisas del Titikaka, a iniciativa de los músicos puneños Armando Azcuña Niño de Guzmán de Carabaya, Policarpo Miranda Mestas de Vilquechico, Jorge Rojas Gironda de Juliaca, Tommy Sardón Bacarreza de Moho y Manuel Calderón de Yunguyo, gracias al solidario apoyo logístico de Antonio Ontiveros Luna de Huancané. El 4 de noviembre de 1962, con un número mayor de integrantes, fundan oficialmente el Conjunto Musical. El nombre poético de “Brisas del Titikaka” (con k), es sello indeleble de Armando Azcuña Niño de Guzmán, en homenaje al RUNASIMI.
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Asociación Cultural Brisas del Titicaca, gran promotora de la cultura peruana

 
Con el paso del tiempo se suman músicos y danzantes puneños, y en 1965 se convierte en el Centro Musical Brisas del Titicaca, para continuar refrescando el rostro de la calurosa Lima con los vientos musicales y los bailes originarios del Altiplano. Sobre la base del grupo precursor, se edifica en los albores de 1970 lo que hoy se conoce como la Asociación Cultural Brisas del Titicaca, que se yergue como una de las mejores de su género a nivel planetario; promoviendo la voz, la melodía y la danza andina, costeña y amazónica del Perú. Armando Azcuña integró el primer conjunto musical y el primer elenco de danzas de dicha institución cultural, hoy es Asociado Honorario desde 1996, reconocido así por  Asamblea General  de asociados.
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Armando Azcuña, realizando actividad institucional

 
Asimismo es protagonista del nacimiento de la Asociación Cultural Carabaya, Club Deportivo Cultural Allin Qhapaq, Club Distrital Olaechea, Club Social Ayapata, Asociación Cultural Macusani, Grupo Infantil de Arte Lago Azul, Taller de Danzas Rosa Gutiérrez Chávez, Asociación Cultural Olimpia Méndez, integrante del colectivo cultural Capulí, Vallejo y su Tierra, Director de Eventos Culturales de la Sociedad Universal de Poetas y Literatos (SUAL), todos con sede en la Capital de la República.
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Armando Azcuña, declamando en la casa de César Vallejo

 
Armando no solamente tiene el corazón dulce como la caña del maíz y la generosidad del trigo, sino también es poseedor de una límpida mirada y espíritu fuerte, binomio que galvaniza los sueños y es capaz de mitigar más de cinco siglos de aflicción; rompiendo con su refinado arte el cerco cultural que intentó asolar nuestra identidad y no pudo; y elevar así la autoestima del morador andino, porque Armando sabe que para brindar calor espiritual no son vitales los ponchos de colores, sino entretejer valores y actitudes que corten de raíz el  frío moral, aquel depredador de almas que carcome conciencias en todo el planeta, desde tiempos pretéritos.
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Armando Azcuña, declamando en la Casa de la Literatura Peruana

Armando Azcuña, es un declamador de auroras más que de lamentos de la Puna solitaria, con una ternura que estremece, sacude y conmueve el músculo cardíaco. Labor que asume con pasión, convicción y fidelidad inquebrantables, como buen pregón de las alturas, emulando a los andamios que sustentan los muros INCAS, e  impregnando día a día la expresión del ORBE con la dulzura del RUNASIMI, con ese sentimiento vernáculo, capaz de soportar estoico, los fuertes vientos del segregacionismo alienante, que todavía impera en muchas latitudes.
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Armando Azcuña, en el Club Social Miraflores

 
Como ser humano de granito y roca, siempre se le ve vestido de arco iris, de ichhu y orqo waraqo, en su peregrinaje de invaluables leguas, a lo largo y ancho del Perú y el mundo, llevando  entre su garganta y el velo del paladar, el sano aliento del Ande; reafirmando verbo a verbo la esencia cultural que nos identifica,  porque en su voz pletórica de versos se funden en 1; las almas de los 3 titanes de nuestra heredad:  Vallejo, Arguedas y Mariátegui.
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Armando Azcuña, declamado en el munumento a César Vallejo

El carácter vindicativo de la poesía late sin cesar en sus venas, por eso en cada escenario, abierto o cerrado que pisa, brota de su espíritu sensible, el sentimiento de pertenencia del HOMBRE  ANDINO, no como flor de consuelo, sino como la expresión que tonifica y la savia que redime. Cuerda emotiva que enciende corazones, para mantener incólume la robusta constitución moral que nos legaron los INCAS.
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Armando Azcuña, recibiendo un Premio Nacional, de manos de Ramón Noriega Torero

 
Durante su larga y fructífera trayectoria, ha recibido muchos galardones de las organizaciones culturales, educativas y sociales con las que ha contribuido de manera gratuita, pero sobre todo, ha recibido el afecto del público que aplaude de pie sus presentaciones.
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Armando Acuña, en una de las actividades de la Sociedad Universal de Artistas y Literatos

 
No sé si algún día por su obra en bien de la Humanidad, Armando Azcuña Niño de Guzmán, sostenga en sus manos el Premio Nobel. No sé si algún día un gobernante lo afinca en la Cancillería, para brindar lo mejor de lo nuestro a los cinco continentes, porque la cultura peruana no se promueve a escala internacional mediante leyes, marketing y tarjetas protocolares, solamente. Se requiere en mayor medida, de pasión y entrega a toda prueba, como lo viene haciendo Armando Azcuña. Lo que sí sé, y así lo siento en el corazón, es que es Patrimonio Vivo de la Humanidad, razón de más para escribir sobre uno de los más grandes impulsores de la CULTURA INCA,  que conozco y admiro.

 

Armando representará a nuestro amado Perú, cuna de Mariátegui, Vallejo y Arguedas, en el Sexto Encuentro Internacional de Escritores en Tarija, BOLIVIA, del 11 al 16 de noviembre de 2013. Mis sinceras congratulaciones con los mejores augurios por un nuevo éxito, izando en alto el Estandarte Patrio.

 

 

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 IMÁGENES DEL RECUERDO
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