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Las tertulias durante la fiesta de Santa Rosa (28 AGO / 04 SET) son frecuentes en Chiquián, sobre todo en horas de la noche. Los restaurantes y cafés se convierten en los lugares preferidos para los encuentros de paisanos que visitan el pueblo desde diferentes latitudes del mundo. En estas reuniones no falta el chinguirito: trago dulce y calientito, con aroma a hierbas de la Puna y cáscara de naranja.
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En la fiesta patronal de 1984, escuché este relato:
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Estaba parado un chivillo en la copa de un aliso, cuando empezó a llover. A los dos minutos apareció una chacuita (perdiz) para guarecerse del temporal. Al verla, el chivillo le gritó:
- Vete de mi aliso chacuita.
- Pero está lloviendo amigo chivillo.
- He dicho que te vayas.
- No seas malo amigo chivillo, no permitas que me moje más.
- Lárgate, no soy tu amigo, tampoco tu pariente -rugió el chivillo y la chacuita se marchó cantando esta canción.
Me arrojas mojada, chivillo perverso,
alado terco, duro y cruel;
si me hubieras socorrido,
tu cabecita estaría abrigada
bajo el calor de mi colita.
Mas ahora quiero mojarme todita
para apagar el fuego que llevo dentro,
ojalá algún día cambies tu proceder
y dejes de ser un mísero picudo...
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MORALEJA
Mas ahora quiero mojarme todita
para apagar el fuego que llevo dentro,
ojalá algún día cambies tu proceder
y dejes de ser un mísero picudo...
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MORALEJA
Cuanto más duro se pone el chivillo, más mojada queda la chacuita.
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Paisaje chiquiano: hábitat del chivillo y la perdiz (chacua)
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