FELIZ LXXII ANIVERSARIO CLUB ÁNCASH
3  12  1949  /  3  12  2021 
Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
Las revistas virtuales “CHIQUIÁN QUERIDO” y “CHIQUIÁN Y SUS AMIGOS”, saludan al CLUB ÁNCASH en su 72 Aniversario Institucional. Nuestro fervoroso homenaje a las mujeres y hombres que dieron el primer paso para su fundación (3 de diciembre de 1949), aquellos que marcaron con pasión, empeño y entrega: un antes y un después en la vida del migrante ancashino en la Capital de la República del Perú: LIMA. Años antes lo hicieron nuestros hermanos comprovincianos de Lambayeque (1930), Arequipa (1936), Cusco (1944), Cajamarca (1945) y Tacna (1947); y años después: Ayacucho (1951), Apurímac (1952), Pasco (1954), Loreto (1955), Huancavelica (1955), Junín-Huancayo (1955), Madre de Dios (1956), Amazonas (1958), Puno (1959), Moquegua (1961), Ica (1962), Huánuco (1967) y Ucayali (1980)...
Con el paso de los años se 
fundó la Asociación de Clubes Departamentales del Perú – ACDP (20 de 
mayo de 1965). El Club Áncash y la ACDP tuvieron de primeros 
presidentes a miembros activos del Ejército Peruano, ambos de origen ancashino: 
General de División EP Armando Artola Del Pozo y General de División EP 
Marcial Romero Pardo, respectivamente. Este último, cuando tenía el grado de Coronel,
integró la primera Directiva del Club Áncash, desempeñando el cargo de 
2do. Vicepresidente. Nuestro paisano Armando Artola Del Pozo, estando 
como Ministro de Trabajo y Asuntos Indígenas, ascendió a General de 
División, tres años después de la fundación del Club Áncash, según 
Resolución Legislativa N° 11964 de 23 de diciembre de 1952. Fue Ministro
 de dicho sector, del 31 de mayo de 1949 al 9 de agosto de 1954. O sea, fue
 Presidente del Club Áncash y Ministro al mismo tiempo. Doble labor, 
mérito
que debe hacerse hincapié en la historia del Club, como reconocimiento a
 su fulgente trayectoria como todo ancashino de bien, ídem de todos 
los que lo acompañaron en la 
Primera Directiva del Club, entre ellos el General de División EP 
Marcial Romero Pardo y sus colegas de uniforme: General Cirilo Ortega 
(Huari), Coronel Arturo Arévalo Flores (Carhuaz), Coronel César 
Egúsquiza (Pomabamba), Coronel Francisco de Salas Torres (Yungay). 
La
 
presencia de muchos socios de procedencia castrense ha sido habitual en 
las directivas de los clubes departamentales desde sus respectivas 
fundaciones en Lima, situación que ayudó a mitigar los estragos del 
desarraigo en los  provincianos que abrazaron profesiones militares y 
policiales, y fueron destinados a departamentos del Perú durante toda su
 carrera, la mayoría de las veces lejos de la Patria Chica. 
Pero no solamente brilló con luz propia el ancashino Marcial
 Romero Pardo en la Asociación de Clubes Departamentales del Perú, teniendo como cuna el Club Áncash. 
También fueron destadados presidentes de la ACDP, nuestros ilustres 
paisanos Juan 
Francisco La Rosa Sánchez (Dos períodos: 1973 / 1977), Marco Lúcar 
Torres (Dos períodos: 1985 / 1987 y 1991 / 1993), Hugo Palacios Gomero 
(1989 / 1991) y Roque Otárola Peñaranda (Dos períodos: 2005 / 2009). 
Cada vez que visito el Perú, a juicio de mis vecinos, amigos y familiares, el Club Áncash se convierte en mi segunda casa, y no podría ser de otra manera, pues allí tuve el privilegio de charlar con venerables peruanos saboreando un rico choclito con queso o una humita deliciosa. Ya están en el cielo: Carlos Eduardo Zavaleta, Rosa Cerna Guardia, Francisco Gonzáles, Guido Vidal Rodríguez, Donato Apolín Gamarra, Jorge Díaz Gamarra, Carlos Ramírez Garro, Augusto Alba Herrera, Arnulfo Moreno Ravelo, Roberto Aranda Chávez, Iván Robles Moreno, Inés Rosales Ocrospoma, Arcadio Zubieta Villafuerte, Oswaldo Reynoso Díaz, Rogelio Ibarra Ñato, Rodolfo Hinostroza Clausen, Avelino Rodríguez Pavón, Daniel Arturo Corcuera Osores, Arturo y Anatolia Aldave Reyes, Diego Vicuña Villar, Luz Samanez Paz, Arturo Jo López, Raúl Márquez Bravo, Mauro Romero Mora, Fritz Yábar Lemus, Eusebio Grados Robles, Carlos Alvarado Aldave, Eliffio Bernabé Gonzales, Elmer Neyra Valverde, Gudberto Gutiérrez Quiroz, Hugo Agüero Alva, José La Chira Acevedo, Luis Chiri Núñez, Walter Burga Espejo, Juan Rivera Saavedra, Efraín Vásquez Veramendi, Rogger Alzamora Quijano, Gelacio Tafur Anzualdo, Hermenegildo Rivera Salcedo, Tano Celis Espejo, Javier Zubieta Aldave, Víctor Rafael Morán La Rosa, Pablo Calderón Yábar, Carlos Gamarra Calderón, Peli Balarezo Montoro y Augusto Escalante Apaestegui.
En el Club Áncash me siento en familia con los creadores telúricos de otras
 latitudes peruanas que vienen dando alientos sanos a sus obras: 
Alfonsina Barrionuevo, Margot Palomino, JL Vásquez, Beatriz Moreno de Rovegno, 
Martha Crosby, Ana María Intili, Teófila Llaja Culqui, Anita Burga, Mavi
 Márquez Alcalde, Lucy Martínez Zuzunaga, Carlos Garrido Chalén, Luis 
Albitres Mendo, Danilo Sánchez Lihón, José Beltrán
 Peña, Julio Solórzano Murga, Samuel Cavero Galimidi, Juan Benavente 
Díaz, Carlos Humberto García Curay, Armando Azuña Niño de Guzmán, entre 
otras valiosas plumas. 
La
 lista de oro de nuestros paisanos con quienes he compartido momentos 
culturales en el Club Áncash es larguísima gracias a Dios. Cito algunos 
para no fatigarlos 
amigos lectores: Aivil Alitana, Luzmila Libertad,
 Cindy Alejandro Santiago, María del Pilar Cárdenas Márquez, Rosa 
Trinidad de Robles, Mercedes Margot Bravo Quiroz de Zubieta, Norka Brios
 Ramos, Duly Esquerre Espinoza, Magda Romero, Mariluz Antúnez Rodriguez,
 Verónica Solórzano Vidal, Florencio Bernabé Gonzáles, Rodrigo 
Solórzano Espinoza, Alejandro Aldave 
Montoro, Pablito, Jorge y Fernando Vásquez Veramendi, Oscar 
Colchado Lucio, Roberto Aldave Palacios, Federico Kauffmann Doig, Arturo
 Ruiz Estrada, Marcos Yauri Montero, Julio Quispe Virhuez, José Zubieta 
Béjar, Agustín Zúñiga Gamarra, Alex Milla Curi, Manuel Reyna Loli, Roberto Rosario Vidal, José Antonio Salazar Mejía, 
Danilo Barrón Pastor, Áureo Sotelo Huerta, Vladimiro Reyes Gamarra, 
Javier Cotillo Caballero, Walter Vidal Tarazona, Román Robles Mendoza, 
Américo Portella Egúsquiza y Marco Esteban 
Calderón Ríos. 
En el club he visto trabajar sin descanso al otrora Presidente 
Arce Trujillo Quezada, dirigente visionario que le abrió las puertas de 
par en par a AEPA, y por efecto multiplicador a todos los colectivos 
culturales provincianos afincados en Lima. Hoy siguen sus huellas 
luminosas el actual presidente REYMUNDO JIMENO MORA y su directiva, que vienen bregando
incansables en plena pandemia, y sé de qué 
madera están hechos. Todos ellos merecen aplausos de pie en este día 
festivo.
Tan pronto amaine el Coronavirus-19 y sus cepas, ruego abrir de par en par la puerta 
grande del Club a las autoridades, funcionarios y fuerzas vivas de nuestras 20 provincias. Se necesitan desarrollar más mesas redondas y 
conversatorios transparentes sobre políticas públicas, para que no nos den gato por 
liebre a nivel regional. La crisis actual por la que atraviesan las más altas instancias del 
poder político en el Perú, así lo amerita; y la única manera de vigilar el patrimonio 
de  las provincias ancashinas es: mediante un acercamiento franco y sincero de la 
comunidad con los gestores, siguiendo ese dicho milenario “El ojo del 
amo engorda al caballo”.
Finalmente no debemos olvidar que en una
 fecha jubilar, además de levantar las copas, lanzar hurras y saborear potajes maravillosos, también es
 necesario hacer memoria para ver lo andado, y apuntalar el rumbo si es 
necesario. 
Del mismo modo es momento de agradecer. Infinitas gracias 
Club Áncash por sus gratas atenciones, con la esperanza de que su hermosa página Web siga 
floreciendo lozana. Facebook, por sus limitaciones de estructura, no basta. Un blog gratuito también es ideal.  Mil
 bendiciones.
Rutherford, 3 de diciembre de 2021