LA MAJESTAD DEL ROBO EN LOS GOBIERNOS REGIONALES Y LOCALES
Néstor Roque Solís (*)
La mayoría de los gobiernos locales y regionales se burlan de la ley 27806 y del DS 043-2003-PCM que tiene por finalidad promover la transparencia de los actos del Estado y regular el derecho fundamental de un Buen Gobierno al servicio de sus ciudadanos. Es fácil comprobar que la mayoría de los Portales Electrónicos de los organismos del Estado están solo con la mitad de la información de su gestión a vista de la población.
A pesar de las reiteradas declaraciones de todos los gobiernos de la fiscalización, control y transparencia; de las propuestas y acuerdos de las más altas instancias de control y transparencia y de su amplia y sistemática denuncia en los medios, los hechos delictivos que involucran a autoridades, empresas, políticos y gobiernos son cada vez más numerosos y escandalosos.
Las prácticas de la corrupción son parte de un sistema coherente, funcional a la expansión del sistema salvaje que en su afán de ganar clientes y mercados son capaces de romper la mano a cualquier personaje con poco valor, en su afán de hacerse de un lugar en la política y en los negocios con el actual sistema que ve con naturalidad las coimas en cualquier contrato o licitación pública. Esto del 10% de comisión ya es una ley natural en los negocios públicos y privados. Nadie se puede sorprender que esa cantidad haya que pagar por ser beneficiario de una compra o venta de un producto o servicio.
Sistemáticamente se escucha en los medios locales “escándalos” en algunos gobiernos regionales y locales que comprometen a un político o un partido, a una mafia de contratistas y contratados, pero el buen gobierno ofrecido en la campaña electoral no llega. Porque estamos frente un sistema coherente, vinculado con la expansión de la corrupción y la coima moderna y fundada en la asociación ilícita para delinquir. Negocios son negocios dicen los que se trajeron abajo a las cooperativas y a muchas empresas locales y regionales.
Las armas de los corruptos son coimas, cupos, contratos, licitaciones, compras y ventas forzosas, y especulación, absorción y desarticulación de los competidores, falsos balances, manipulaciones contables y de los valores de transferencia, fraude y evasión fiscal mediante filiales fantasmas y sociedades-pantalla, malversaciones de créditos públicos y mercados falseados, corrupción y comisiones encubiertas, enriquecimiento injustificado y abuso de los bienes sociales, vigilancia y espionaje, chantaje y delación, violación de las reglamentaciones en materia de derecho al trabajo y de libertad sindical, de higiene y seguridad, de aportes sociales, de polución y el delito al medio ambiente lo vemos a diario y por todos lados.
El fabuloso saqueo no se va terminar fácilmente, el sistema está para paralizar las investigaciones e instrucciones, atenuando o amnistiando las eventuales sanciones. Hoy vemos hasta en el parlamento falsas declaraciones, fraude fiscal, escaneo informático y componendas en los votos para defender la pobre estabilidad democrática, pero lo fuerte capacidad del delito para meterse en todos los eslabones de la administración pública y en la política de tránsfugas y corruptos en el parlamento, recinto al que muchos sueñan llegar.
La desenfrenada carrera en pos de las ganancias y acumulación de capital, por el medio que sea, se manifiesta mediante un robo generalizado del producto del trabajo de los hombres y de las riquezas comunes de las empresas y las instituciones públicas, que llevan a la corrupción de las costumbres de las clases dirigentes. La majestad del robo en los gobiernos regionales y locales es una actitud permanente no solamente en la región Ancash sino en todo el país.
Los ricos del pasado eran los terratenientes, industriales y mineros agrupados en la SNA, SNI y la Sociedad de Minería, ahora los nuevos millonarios son los exportadores e importadores y los políticos indignos metidos en negociados millonarios con contratistas mafiosos que ejecutan grandes obras sobre valorizadas para pagar coimas y cupos a gobernantes corruptos en los gobiernos locales y regionales del país.
(*)Néstor Roque Solís Consultor, Periodista y Miembro del Colectivo Anticorrupción en la Región Lima
Fuente:
Las Noticias de hoy 24 Mayo 2014
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