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SISMO DEL 70
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40 AÑOS EN NUESTRA MEMORIA
No es fácil olvidar lo vivido intensamente.
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Ruido ensordecedor bajo la tierra, espeso polvo, ayes por todas partes que enmudecen bruscamente, pedidos de auxilio, después, como si vinieran de ultratumba, impotencia, desesperación, Casas otrora hermosas y enhiestas ahora por los suelos convertidas en escombros, echar de menos a los nuestros ¡Dónde estás Dios!...¿Dónde la vida que apenas alcanzo a palparlo?
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En el mundo interno de los sobrevivientes, muchos océanos de lágrimas se han formado. Muchos hospitales de dolor se han edificado.
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Pero lo real es que estamos vivos. Para bien o para mal, según la formación de cada quien.
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Los desafíos se siembran por doquier. Somos nacidos sin nada encima. Hambrientos, sin techo ni cobertor, sin nada de nada, sólo con nuestros muertos por enterrar. Las noticias nos abruman, estamos sobre todo. Entran caravanas polvorientas “trayendo ayuda” durante el día. En la noche se regresan los mismos cargamentos rumbo a Lima.
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¿Por qué Huarás, siempre ha dado origen a la corrupción? En su nombre muchos se han hecho ricos y potentados. Se han llevado la pulpa y han dejado el hueso. Irremediablemente, este es su destino. Y hace cuatro años se repite el escándalo en la Región.
RENACE EL AVE FÉNIX
Diario La Prensa, Olimpio Cotillo, Corresponsal
25:11:70
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La Comisión de Rehabilitación y Reconstrucción de la Zona Afectada (CRYRZA) por el sismo de 1970, anuncia que retirará “un millón de metros cúbicos de cascote y desechos” de lo que fue la ciudad de Huarás.
27:11:70
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“Un espectáculo macabro se produjo en el cementerio “Presbítero Villón” de esta ciudad cuando una de las fosas comunes fue abierta para exhumar los restos de personas que fallecieron en el terremoto del 31 de mayo, y ser colocados en nichos individuales.
06:12:70
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Una comisión de representantes de esta ciudad entregó recientemente un extenso memorial al Presidente (Juan) Velasco (Alvarado) en el que se le pide mayor acción para sacar a Huarás de la difícil situación en que se halla como consecuencia del terremoto del 31 de mayo pasado.
18:12:70
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Huaraz ensaya técnicas para remover escombros
11:04:71
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La Catedral, el Convento de San Antonio y el Cementerio General de esta ciudad dañados gravemente por el terremoto del 31 de mayo de 1970, han sido sometidos a un proceso de demolición por CRYRZA.
23:05:71
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Huarás dentro de 20 días estará ya sin escombros. S/. 11’554.000 se han gastado en obras de limpieza...
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PRIMER AÑO DEL SISMO (1971)
La Prensa – Olimpio Cotillo, Corresponsal
EN HUARAZ
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Millares de personas, entre hombres y mujeres, adultos y niños con los rostros turbados por el dolor, se congregaron esta mañana en la derruida Plaza de Armas para tributar postrer homenaje a los caídos en el terremoto del 31 de mayo del año pasado que abatió todo el Callejón de Huaylas y otros apacibles pueblos del País.
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Frente a un tabladillo levantado junto a la cúpula de la Catedral de San Sebastián, los millares de asistentes al acto de recordación siguieron la misa concelebrada por el Obispo de Huaraz Monseñor Teodosio Moreno Quintana y una veintena de sacerdotes.
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Allí los asistentes se postraron de rodillas y por sus mejillas comenzaron a caer lágrimas al mismo tiempo que musitaban plegarias y oraciones.
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En esta ciudad, miles de personas seguían afluyendo hasta el cementerio. Allí se vieron escenas desgarradoras de la doliente multitud.
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Confundidos con la multitud llorosa, se observaba a varios escolares acercarse hasta las tumbas de sus compañeros de escuela y de sus profesores que murieron aquella tarde de mayo del año pasado.
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La presencia de los vecinos acongojados a eso de las 3.25 p.m. (hora en que ocurrió el terremoto), la multitud guardó silencio. Después las oraciones llenaron el campo santo en medio del llanto de muchos que no pudieron soportar el dolor del familiar ausente…
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El Dr. José Castillo La Rosa Sánchez, Presidente de la Junta Cívica de Huaraz dirigió un discurso a la multitud. En él remarcó la tragedia que enlutó al Perú y luego exaltó el valor de los sobrevivientes “por sobreponerse a la desgracia”.
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Un orador espontáneo, Pedro Chauca Roca, pidió un diálogo entre representantes de los damnificados y el Gobierno con la finalidad de reconstruir Huaraz en forma conjunta….
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EN YUNGAY
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En Yungay, el pintoresco pueblo del Callejón de Huaylas que después del terremoto fue barrido por una oleada de lodo y piedras, Monseñor Luis Bambaren ofició una misa, que fue seguida por centenares de vecinos a quienes la congoja y el dolor los dobló.
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Después de la misa, los yungainos acudieron en romería hasta el cementerio para visitar las tumbas de sus seres queridos. Allí rezaron y formularon votos por hacer de Yungay el progresista pueblo que fue antes de la tragedia.
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Al pie del Cristo Redentor, cuya imagen se ubica al centro del Cementerio, los yungaínos alzaron sus plegarias para después retirarse en recogimiento a sus hogares.
TESTIMONIO DE UN ACTOR TRÁGICO
CUMPLÍ CON MI JURAMENTO HIPOCRÁTICO (*)
Ese día 31 de mayo, salí después del almuerzo, en compañía de mi hijo mayor y un albañil con dirección a Caraz, dejando en Yungay a mi esposa alistando a mis hijitos para llevarlos al circo que se había instalado en el estadio Fernández. Cundo me encontraba conduciendo mi auto más o menos a la altura del campo de aterrizaje de Caraz, sentí que el carro empezó a mecerse de izquierda a derecha, era de tal manera el movimiento que no lo podía controlar. Ya a la altura de la casa de don Albino Pajuelo, vi que las casas comenzaban a caerse como si fueran de cartón, entonces comprendí que se trataba de un terremoto de grandes proporciones. Sin vacilar un instante di la vuelta al carro con dirección a Yungay, tomando la máxima velocidad que pude, con la intención de auxiliar a mi familia.
Cuando me encontraba más o menos a la altura del fundo del señor Graña, encontré la pista agrietada; pese a todo seguí mi veloz regreso, pero cuando estaba pasando las propiedades de la testamentería del finado don Maximiliano Romero, distinguí una ola gigantesca de barro se venía hacia nosotros, devorando a su paso todo lo que encontraba. Impulsado por el pánico ante el inminente peligro de muerte aceleré lo más que pude, pero vi que los postes de alta tensión de luz habían caído sobre la pista impidiéndome el paso, frente a esto tuve que desviar el vehículo hacia el cerro, la muerte nos arreció con tal ímpetu, por escasos milímetros el auto quedó fuera del peligro, la oleada de barro salpicó fuertemente la maletera, haciéndolo oscilar como a un objeto pequeño.
Para colmo de nuestra desesperación, cuando estuve fuera del carro, salimos con mi hijo para trepar el cerro en busca de protección, mi hijo cayó de bruces, mientras veía que el agua aumentaba su volumen muy cerca de nosotros rugiendo con una magnitud indescriptible, felizmente mi reacción fue oportuna para auxiliarlo y seguir con la ascensión. En el cerro permanecimos como una hora y media, encima de la propiedad del señor Víctor Mejía, por el paraje denominado Huanchuy. De este lugar nos dirigimos a pie a Yungay, pero a la altura del Morro Pan de Azúcar, la gente alarmada nos indicaba que no siguiéramos la ruta, suponían que el río Santa se había represado y ofrecía peligro. Vimos también como lloraban desconsoladamente, la gente reclamaba a sus seres queridos, permanecimos allí dos horas, bajé de aquel lugar dejando encargado a mi hijo en el cerro ante la preocupación por la suerte de mi familia.
…muchos lloraban desconsoladamente ante la noticia de que Yungay había desaparecido, trepé sobre unas rocas y pude comprobar que efectivamente la ciudad ya no existía, quedando sólo una inmensa playa de lodo y de una densa neblina que flotaba sobre ella, destacando entre la penumbra cuatro palmeras de la plaza de armas.
…sentí un dolor indescriptible por haber perdido a mis seres más amados…retorné después a Pan de Azúcar por mi otro hijo…El estado psicológico de la gente era desastroso, andaban sin control, ni conciencia de sus actos, cada persona estaba presa de una psicosis horrible, en este sitio permanecí un mes y diez días…Las casas no ofrecían seguridad para guarecerse, de manera que tuvimos que pasar esa noche a la intemperie, soportando el rigor del intenso frío, en medio del llanto de los niños y de las mujeres, así como el movimiento de los temblores, que se complementaban con el ruido de más derrumbes, nos daba la impresión de que el río Santa iba represándose cada vez más.
Al día siguiente lunes, a las cinco de la mañana descendimos del Morro hacia Punyán, aquí pudimos ver cuadros dantescos, es decir cadáveres por cientos. Revistiéndome de carácter empecé a dar órdenes para que los restos de esos seres humanos fueran enterrados. Continué luego mi marcha hacia Cochahuaín, para aunarme a la búsqueda de más cadáveres que se hallaban varados en las orillas de las playas. A todos los heridos los trasladamos a la propiedad del doctor Roberto Arias, denominado Pushullpampa, en este sitio preparamos carpas en base a ramas para proteger a los heridos. Ante esta situación, era un tremendo problema carecer de medicinas, de pinzas, de agua sobre todo, si se encontraba éste líquido, estaba completamente sucio y lleno de barro.
…como había muchos niños que lloraban de hambre, se les dio leche en polvo que se sacó de la Escuela de Cochahuaín; es así como empezaron a operar también las comisiones para hacer carpas, recaudar víveres, recoger leña, buscar heridos, enterrar cadáveres, mantener la disciplina y otros. Se consiguió carneros y coles, como no había sal y menos otros condimentos se hacía hervir sin ellas para dar primero a los niños; después se consiguió carne de res.
Recuerdo que los otros sobrevivientes quedaron en Aura, Runtush, Huiscurcoto, Ichic Puna, Pashullpampa, Cochahuaín y el Cementerio, que poco a poco fueron uniéndose para el reparto de carne en el Campamento Norte. Considero que de la población neta de la ciudad de Yungay se salvaron algo de 180 personas entre niños y adultos, el resto eran moradores de los alrededores de la ciudad..
En este tiempo de permanencia (15 días) se enterró a más de 900 cadáveres que aparecían en las orillas y en casi toda la superficie de la zona destruida…
(*) Segmento del testimonio del médico caracino Dr. Agustín Herrera Polo gracias a la entrevista del Prof. Isaías Zavaleta Figueroa, publicado en el tomo II “CALLEJÓN DE HUAYLAS, antes y después del terremoto del 31 de Mayo de 1970, Ediciones Parón, Caraz 1970, impreso a mimeógrafo e impreso en el libro Vida, Muerte y Resurrección- Testimonios sobre el sismo-alud 1970, Rómulo Pajuelo Prieto, Ediciones El Inca, Caraz.
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LOS AUTORES SOBRE EL SISMO
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Julio 16
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No he tenido a mis hijos. A mi Carlota Walewska, a mi Ramón Boris. A mis sobrevivientes. Los pasos de mis sobrinas Magda y Norma…han dulcificado, un poquito la aridez de esta vida. De esta vida, que es como un pedazo de piedra, tirada al sol, en el desierto.
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Del libro: Tiempo de Rosas y de Sonrisas…Tiempo de dolor y de Muerte. Pág. 18, Marcos Yauri Montero. Editorial imprenta ULTRA S.A.
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oooOooo
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Vieron mis mortales ojos, cómo los adobes se apilaban uno sobre otros delante nuestro. A escasos centímetros se cruzaban sin alcanzarnos ni a la punta de los dedos. La fe de salvación reinaba en mi espíritu y he allí las balbucientes palabras de : “Señor mío…Dios mío”
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Del libro: Huascarán Vida y Muerte, Carlos Vilcarino Guzmán, Yungay.
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La noche que siguió al terremoto, fue la más triste y trágica que recuerdan los habitantes de la zona sísmica. Las horas del sol y las del crepúsculo fueron insuficientes para rescatar a los que aún estaban vivos, cubiertos o semi cubiertos por los escombros.
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Del libro: Bajo el Signo del Terremoto, Daniel Hammerly Dupuy, Colección Autores Contemporáneos N° 2, Ediciones PEISA, Lima
SINGULARIDADES TRÁGICAS
1.-¿Sabía Ud. que las piedras labradas de la fachada del actual cementerio “Presbítero Villón” de Huarás estuvieron en las paredes de la Catedral San Sebastián de antes del sismo?
2.-¿Sabía Ud. que los escombros de lo que fue la ciudad de Huarás fueron arrojados a las orillas de los río Auqui y Santa y que hoy son asentamientos humanos llamados “Malecón Norte, Sur, Challhua, Tacllán y Río Seco?
3.-¿Sabía Ud. que la mayoría de las imágenes de los templos de Huarás y el Callejón de Huaylas han sido restauradas por el escultor Godofredo Zegarra luego de haber estado sepultado 3 días y 3 noches bajo escombros?.
4.-¿Sabía Ud. que los rusos levantaron un monumento a sus compatriotas muertos cuando traían ayuda a Huarás, cayendo al océano Atlántico, y que estaba erigido en el frontis de lo que es hoy ESSALUD? ¡Manos extrañas y mentes desagradecidas lo han desaparecido!
5.-¿Sabía Ud. que un pacienzudo huarasino perdió la calma un 31 de mayo de 1970 y al enfadarse produjo el sismo?. Por eso la gente no debe provocar a un huarasino, es capaz de todo, hasta desaparecer ciudades.
SISMO SOBRE SISMO
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Como hemos dicho en repetidas ocasiones: Huarás, mi tierra querida, está signada con el símbolo de la tragedia. No sólo de la naturaleza con sus aluviones y sismos, sino de los humanos con sus ambiciones, corrupción y hurto.
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¿De qué ha valido y de qué sirve que Huarás tenga tanto dinero del canon y sobrecanon minero que para lo único que sirve es para llenar bolsillos de sus gobernantes regionales, provinciales y distritales y sus camarillas?
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Para verificarlo, no es necesario aún recorrer palmo a palmo el territorio. Basta con ir a la sede regional en Vichay y allí se comprueba de cuerpo entero como está el resto de la Región. La entrada a la Región es una calamidad y el señor Alvarez, tan insensible él, no se da cuenta o de repente le gusta estar entre saltos y brincos.
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Y para el cinco de Junio está anunciado por boca del propio Alvarez que deja el cargo por buscar la reelección. Vaya cara dura de este señor. Con la administración de Alvarez Aguilar, Ancash ha retrocedido su desarrollo por lo menos 50 años. Todo está por rehacer. Los cinco mil millones de soles, de nada han servido a los ancashinos..
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Este sismo no causa llanto, sino rechazo y condena.
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Las tan cacareadas obras de Alvarez como el Estadio de Rosas Pampa, la carretera Huarás-Casma en un tramo de menos de 70 Km., el Colegio de La Libertad. Es decir obras que se cuenta con los dedos de la mano, ni siquiera han servido para que los inaugure el mismo Alvarez, se va dejándolos inconclusos, aunque en los muros de las calles y carreteras “ya le han agradecido” como obras concluidas.
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PROFECÍAS PROFANAS
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Conocí a una señora muy circunspecta. Piadosa hasta el extremo. Una dama en su hogar y una señora en la sociedad. Era religiosa practicante sin llegar a cucufata.
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Un día no muy lejano al sismo del 70, la visité en Yungay, tierra a la que quería entrañablemente. Preocupada por su progreso, colaboradora por su grandeza.
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En un diálogo que sostuvimos y casi en secreto musitó a mis oídos: Oye, algo va a pasar en Yungay…Dios nos va a castigar porque su gente se ha malogrado. Ayer han encontrado en el templo a una pareja haciendo el amor. Dios nos va a castigar.
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Cuando a la semana siguiente volví a visitarla, nuevamente ella me confesó sus preocupaciones: oye, Dios va a castigar a Yungay, el bosque de Ranrahirca, sólo sirve para que los jóvenes se malogren. Dios nos va a castigar.
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Y llegó el sismo del 70 y todos sabemos sus consecuencias…
CONTINUARÁ EL DOMINGO 6 DE JUNIO DE 2010
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