ORQUESTA "RITMO ANDINO DE HUASTA"
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Chiquián 1968 - Foto: Santiago Alvarado Montoro
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Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
Para
los chiquianos de mi generación, la orquesta "Ritmo Andino de Huasta",
más que una agrupación musical es un sentimiento que pulsa las fibras
más íntimas del alma. El corazón se conmueve al tope, pues sus
acordes son suspiros, son añoranza, son fe y
esperanza. Amor tectónico hecho instrumento: de cuerdas y viento.
Por eso su melodía se siente tan apetecible como el rico pan de punta
que compartíamos de niños con dicha rebosante; tan gratificante como
saciar la sed con chicha, directamente del porongo; tan nítido
como las aguas del Aynín que musitan buenas vibras al oído.
Melodía tan arrobadora como acunar
los sueños con gratas remembranzas, abrigados por los ponchos habanos
del ayer, bajo la luz albina de una lámpara "Petromax" o de un viejo candil de
sebo.
Cada
vez que en la lejanía escucho sus interpretaciones, cierro los ojos y vuelo con
las alas del pensamiento a nuestro amado terruño. Allí, desde la esquina de la tarde, me entretengo
viendo pasar las orquestas por el jirón Comercio; y delante del arpa,
muchos niños corriendo bullangueros, cual chasquis dando la buena nueva al
pueblo. También veo en las puertas y balcones de madera los rostros risueños de los amables paisanos que guiaron
con ternura nuestros primeros pasos, y que hoy nos sonríen con amor eterno desde el cielo.
Recuerdo
que a fines de la década de 1950 y en los albores de 1960, los niños
chiquianos acudíamos presurosos a los bautizos, quitañaquis y
matrimonios. Parados en plena calle, tras las ventanas del salón de
celebración, nos deleitábamos con su incontrastable sonido, muchas
veces bajo inclemente aguacero y el frío mordiéndonos las canillas de sacuara. En
aquel entonces los pequeños estábamos impedidos de acercarnos a las
cuerdas musicales, pues imperaba la idea que nos
alejaban de la escuela, conduciéndonos derechito a las cantinas.
Es
más que probable, como lo señala el Dr. Román Robles Mendoza, en su
obra “LA BANDA DE MÚSICOS – Las bellas artes en los Andes del sur de
Ancash”, que dicha agrupación fue ensamblada en 1952 por don Visitación
Laos Jara, cultor infatigable de la música bolognesina desde mediados de 1935, junto a otros coterráneos visionarios, que
pusieron las primeras piedras de su resistente cimiento.
Lo
que sí es un hecho, es que la orquesta "Ritmo Andino de Huasta" participó
de los actos celebratorios por las Bodas de Oro de la Provincia de
Bolognesi, el 22 de octubre de 1953, logrando el máximo galardón del
concurso. Dicho nombre emblemático resultó de un sorteo con otros dos:
“Santa Cecilia” e “Hijos del Sol”.
El trío fundador estuvo integrado por:
Visitación Laos Jara (Director) – Arpa
Teobaldo Cano Fernández – Violín primero
Amador Palacios Narvaja (natural de Aquia) – Violín segundo
Este
triunfo le abrió un amplio camino de presentaciones en Bolognesi y las
provincias colindantes de Huánuco, departamento donde tuvo que compartir
escenarios con orquestas de Pasco y Junín que contaban con un mayor
número de instrumentos, pero menor repertorio. En 1957, impulsado por la
creciente demanda, se incorporó don Facundo Jara Jacha (Trompeta con
sordina). En 1958 el maestro Visitación Laos cambió el arpa por el
soprano, siendo reemplazado por don Soledad Zenón Segundo.
La
versatilidad individual en el dominio de los instrumentos musicales
hacía que las contingencias se superaran a través de reemplazos.
Inclusive incursionaban como vocalistas de sus propias canciones y otras
del acervo nacional (huaynos, yaravíes, vals, polkas, etc.).
Don
Visitación Laos fue nombrado profesor de Música en el colegio nacional
“Coronel Bolognesi” de Chiquián, iniciando sus actividades académicas en
abril de 1960, a la par continuó dirigiendo el grupo, habilitando
partituras y participando hasta marzo de 1969, aproximadamente, en que
fue trasladado al colegio nacional “Aurelio Pachas” de La Unión,
provincia de Dos de Mayo – HUÁNUCO. Es de considerar que durante las
giras fuera del departamento de Ancash, don Teobaldo Cano Fernández
actuó como director interino de la orquesta, en ausencia del profesor
Laos.
El
profesor Visitación Laos, de quien fui su alumno en el colegio nacional
“Coronel Bolognesi”, falleció en Lima el 8 de octubre de 1987, dejando
un importante legado musical para las futuras generaciones de músicos
ancashinos y huanuqueños. Sus restos descansan en el cementerio
“Presbítero Maestro” (Pabellón Santa Silvia).
En
abril de 1969 asumió el cargo de director de Ritmo Andino de Huasta don
Teobaldo Cano Fernández. Por su parte don Facundo Jara relevó en el
cargo de profesor de Música del colegio “Coronel Bolognesi” al profesor
Laos. Don facundo fue reemplazado en la orquesta por su hermano Adolfo
Velásquez Jacha.
De 1960 hasta 1963 la agrupación tuvo la siguiente conformación:
Soledad Zenón Segundo – Arpa
Visitación Laos Jara (Director) - Soprano
Teobaldo Cano Fernández – Violín primero
Teodomiro Cano Fernández – Violín segundo
Facundo Jara Jacha – Trompeta con sordina
En 1964 se incrementó el número de integrantes:
Soledad Zenón Segundo – Arpa
Visitación Laos Jara (Director) – Soprano
Teodomiro Cano Fernández – Violín primero
Maurilio Cano Fernández – Violín segundo
Facundo Jara Jacha – Trompeta con sordina
Teobaldo Cano Fernández – Clarinete
Amador Palacios Narvaja – Saxo
Dicho
año grabaron su primera placa discográfica en el sello "Smith "con seis
temas. Doña Consuelo Velásquez Oré, interpretó dos canciones.
En 1965 estuvo integrada por:
Soledad Zenón Segundo (Huasta) – Arpa
Visitación Laos Jara (Director) - Soprano
Teodomiro Cano Fernández (Huasta) – Violín primero
Maurilio Cano Fernández – Violín segundo
Victoriano Ramírez Flores – Trompeta con sordina
Teobaldo Cano Fernández – Saxo alto.
Ocros, 7 de octubre de 1965 - Foto: Facundo Jara Jacha
En 1968 los miembros fueron:
Soledad Zeón Segundo - Arpa
Visitación Laos Jara (Director) - Soprano
Teodomiro Cano Fernández – Violín primero
Maurilio Cano Fernández – Violín segundo
Facundo Jara Jacha - Clarinete
Teobaldo Cano Fernández – Saxo alto
Chiquián 1968 - Foto: Santiago Alvarado Montoro
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En 1969 tuvo una ligera variación:
Teófilo Ocrospoma – Arpa
Teodomiro Cano Fernández – Violín primero
Maurilio Cano Fernández – Violín segundo
Felipe Velásquez Ocrospoma – Trompeta con sordina
Facundo Jara Jacha – Clarinete
Teobaldo Cano Fernández – Saxo alto
En
1974 se incorpora al grupo don Edmundo Masías Segundo (Trompeta con
sordina) y a fines de la década de 1970 ingresa don Mauro Cano Cosme
(Arpa). Este último es hijo de don Teobaldo Cano Fernández.
A partir de 1990 radican en Lima, con la siguiente distribución instrumental:
Mauro Cano Cosme – Arpa
Teodomiro Cano Fernández – Violín primero
Maurilio Cano Fernández – Violín segundo
Edmundo Masías Segundo – Trompeta con sordina
Adolfo Velásquez Jacha – Clarinete
Teobaldo Cano Fernández – Saxo alto.
El 2005 se reincorpora don Facundo Jara Jacha. Actualmente está integrada por:
Gabriel Padilla Valderrama – Arpa
Teodomiro Cano Fernández - Violín primero
Guillén García Palacios – Violín segundo
Edmundo Masías Segundo – Trompeta con sordina
Mauro Cano Cosme – Clarinete
Facundo Jara Jacha – Primer saxo alto
Maglorio Factor Gavino (Natural de Roca) – Primer saxo alto
Alejandro Alvarado Valderrama – Segundo Saxo Alto
Eder Maguiña Jara – Saxo tenor
Gracias
a su experiencia y solidez institucional, Ritmo Andino de Huasta es un
gran laboratorio de música vernácula donde se destila lo mejor de la
melodía para orquesta. Una universidad en el mejor sentido de la
palabra, en cuyos claustros han bebido sabiduría muchos paisanos para
obsequiarnos lo mejor de su arte; y con seguridad, seguirán cosechando
dulces frutos en el corazón de las nuevas generaciones. Han visitado Buenos Aires - ARGENTINA, con participación
impecable durante su permanencia, siempre oteando nuevos horizontes y
abriendo trochas internacionales que marcan el inicio de una nueva
etapa.
Además de los integrantes nombrados, fulguran los siguientes nombres:
Alfonso Fabián Doroteo (Natural de Raján)
Godofredo Jara Garro - Arpa
Neil Cano Serafín – Saxo alto
Atilio Cano Vásquez – Saxo tenor
Raúl Curo Gamboa – Violín primero
Marco Gamarra Rivera - Arpa
El actual director de la orquesta es don Facundo Jara Jacha, y la Junta Directiva es la siguiente:
Presidente: Edmundo Masías Segundo
Secretario: Maglorio Factor Gavino
Tesorero: Guillén García Palacios
Secretario de Deportes: Elder Maguiña Jara
Vocal: Gabriel Padilla Valderrama
Ritmo
Andino de Huasta, hoy como ayer, es un referente ineludible en el
entramado musical del Perú profundo, de estilo original y sonido único
con los que fácilmente logra conquistar la aceptación y el
reconocimiento de propios y extraños. Un verdadero símbolo de la música
bolognesina, sin perder su identidad nativa que engalana su abundante y
selecto repertorio, como se puede apreciar en las fotografías que
ilustran la presente.
Cuántas
grabaciones conforman su larga historia de triunfos, cuántas
presentaciones en diferentes escenarios acompañando bailes, danzas
bolognesinas, conciertos y comparsas de fiestas patronales y
costumbristas, cuánto fuego de amor por el terruño encienden sus
melodías, cuánto apoyo brindan a las voces del cantar ancashino, cuántas
lágrimas de añoranza hemos derramado con sus acordes. Un colectivo
musical sin falso orgullo, fieles a su filosofía de unidad y sin
abandonar sus principios rectores, con esa modestia imperturbable que
caracteriza a los grandes de alma.
Orquestas
de calidad insuperable como Ritmo Andino de Huasta, no son destellos de
neón que se apagan cuando se les corta el suministro eléctrico, sino
que brillan con luz propia como el Lucero del alba, gracias a ese
espíritu institucional sembrado con pasión, talento, entrega y
perseverancia por sus fundadores. Esfuerzo colectivo con seis décadas de
continuada actividad que se traduce en vastas realizaciones para orgullo
de Ancash y del Perú profundo.
“Los
nombres de los pioneros de la orquesta RITMO ANDINO DE HUASTA:
Visitación Laos Jara (Huasta), Teobaldo Cano Fernández (Huasta) y Amador
Palacios Narvaja (Aquia), y de sus conspicuos discípulos, son dignos de
ser tallados a fuego lento en los farallones rocosos de Incahuaganga,
pórtico del Ande eterno, y escritos a pulso con letras de oro en las
cumbres nevadas de Tucu y Yerupajá” Armando Alvarado Montoro (15 SET 2010).
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Fuente:
-Facundo Jara Jacha
-Vladimiro Reyes Gamarra
-Armando Alvarado Montoro
-Felipe Alvarado Balarezo
-Román Robles Mendoza
-Luz Zarazú de Alvarado
-Héctor Vicente Laos Velásquez
-Lupe Laos Velásquez
-Pablo Calderón Anzualdo
-Santiago Alvarado Montoro
FELIZ CUMPLEAÑOS
Entrañables
amigos y familiares: Vicenta Irene Tafur Anzualdo, Héctor Vicente Laos
Velásquez, Efraín Joel Vásquez Veramendi, Carlos Josué Alvarado Ñato
y Carlos Abel Lara Alvarado. Con mi eterno agradecimiento a Héctor y
Lupe Laos Velásquez por la valiosa información proporcionada sobre
nuestro meridiano musical RITMO ANDINO DE HUASTA.
Nalo
.
RECUERDOS
Cusco, 22 de junio de 2017
HOLA SHAY:
Son las 8 de la mañana en punto, en la Ciudad Imperial. Aquí, sentado en una banca de la milenaria Huacaypata,
escribo entre pututos, quenas y charangos que anuncian la llegada del Inti
Raymi, esta breve nota de saludo a un ser humano nacido para crear belleza
escrita. Su nombre, todos lo conocen: EFRAÍN VÁSQUEZ VERAMENDI.
Escribo porque
conozco, como muchos paisanos, los aromas y los gorjeos que arrobaron de ternura al niño poeta
en los campos natales de Chicchó. Tiempos aquellos cuando las chicocas exigían
un poema como declaración de amor. Fue así, casi a escondidas, como quien busca
leña para la pachamanca, cómo muchos niños chiquianos descubrimos el
maravilloso mundo de la poesía, cambiando la calapa por el lápiz y el pachán
por el borrador, incrementándose de esta manera la capacidad de soñar despierto con las
musas de trigo tierno madurando sol. Hoy, 22 de junio de 2017, medio siglo
después, Efrita nos entrega su
primer poemario VERSOS ERRANTES.
Hace exactamente diez años, puso en nuestras manos su primer
libro: CRÓNICAS CHIQUIANAS, en 287
páginas, todas ellas de rico caudal expresivo. Mente y corazón, dúo donde se
condensa la palabra viva de un pueblo generoso que palpita los 365 días del
año, bajo un Capillapunta que no duerme, ni siquiera los feriados largos.
Para nadie es un secreto que la primera década de este Tercer
Milenio fue muy fructífera para las letras chiquianas, como huella indeleble de
los caminos recorridos en la infancia y la adolescencia de los que hoy pintamos
canas. Recuerdos de lo vivido que retrata de cuerpo entero a nuestro pueblo, en
las décadas del cincuenta y sesenta del siglo XX, tiempo histórico que es
menester revivir, compartir y conservar intacto para las futuras generaciones
de paisanos.
Una larga fila de episodios amados integran el primer libro de
Efrita, como eslabones de una misma cadena de fe y esperanza, siempre mirando las cumbres nevadas de Tucu y
del Yerupajá, cimas donde nacen los ríos cristalinos; años primeros cuando en
nuestro querido jirón Leoncio Prado, convergían los niños en la placentera esquina
de tía Dolorita, unos desde el culto, como Dioge Bolarte Camones, otros desde
el canchón de Jircán, como Anchita Núñez Díaz.
“Los que participan en
el FORO CHIQUIANO, constituyen el aliento vital de nuestra época. Sigan nutriendo
a nuestro pueblo con el pan fraterno del recuerdo a través de la magia del
verbo, esa cálida palabra que cobija y acaricia el alma. Nunca olviden que a
través de los relatos y la poesía: los difuntos siguen viviendo”. Fue el encargo de mi primo Lucho
Romero Moreno, cuando visité su casita de Barranca, dos años antes de su
sensible partida al cielo.
Hoy, gracias a muchos paisanos solidarios, las vivencias del
ayer ya no gravitan en las frías huayuncas
de la indiferencia, pues segundo a segundo siguen latiendo en cada paisano
peregrino, evitando que los abrojos del olvido invadan el camino de retorno a
casa.
Hace varias décadas ya, que nuestro fraternal paisano Eduardo
Marti Cerrate, captó con aguda intuición la alta carga emotiva en los poemas de
Efrita, entre ellos el emblemático Usgor.
Versos de original fisonomía que años después fueron declamados con intensidad
meridiana por Eduardo, con ocasión del XVII Encuentro de Escritores y Poetas
Ancashinos, realizado en Chiquián (enero de 2009), en el marco del Centenario
de la Muerte de Luis Pardo, recibiendo amplio reconocimiento en los oyentes.
“El poeta encarna el
sumun espiritual de su pueblo, porque percibe lo que pulsa inaudible en sus
entrañas”, reza un
adagio tupucanchino de impecable pureza popular; de ahí que la nueva entrega de Efrita tiene
ese carácter vital que brinda ese calidoscopio mágico llamado poemario.
“Un
libro nuevo mira el futuro y corona la tesonera labor de su creador”, reza
otro adagio de fuerte ligazón entre el autor y su fruto, donde brota diamantino
lo nuestro, con esa sonoridad social, fermento y nervio del talento humano.
Entrañable Efrita:
A partir de hoy pasarán los siglos, y tu nueva obra, al igual que la anterior, será recordada
con cariño por nuestro pueblo en cada despertar.
Infinitas gracias por el poemario.
Tu amigo Nalo
RITMO ANDINO DE HUASTA
1953 / 2010
IMÁGENES DE PARTE DE SU REPERTORIO MUSICAL
Archivo: Felipe Alvarado Balarezo
INTERNACIONALIZACIÓN DE RITMO ANDINO DE HUASTA
BUENOS AIRES / ARGENTINA - 2010
Archivo: Vladimiro Reyes Gamarra
BUENOS AIRES / ARGENTINA - 2010
Archivo: Vladimiro Reyes Gamarra