Lima, 14 de febrero del 2011
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Hola Shay:
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El año pasado te envié los versos chiquianos que rielan al pie, y gracias a las bendiciones del Altísimo, la cantuhuayta sigue floreciendo.
La primavera se marchó de puntillas, y con ella la tempestad por alcanzar una meta, quedando por resolver uno que otro sueño. Es otoño y vivo más calmo, pintando aerolitos con mis nietos.
Ya no soy el barquito de maguey que surcaba el turbulento Yarush, ahora navego sosegado en Conococha, junto a mis queridos amigos, aquellos que me dan aliento cotidiano.
Unas veces sobre una piedra, otras tantas desde un acantilado, contemplo la belleza que cada día nos regala el Creador.
Dejo que el viento juegue a su antojo con mis canas, siempre recordando las palabras de Shaprita: "lo natural, es mejor que la apariencia".
Ya no estudio, pero leo bastante y tomo fotografías. Lo que quise ser lo conseguí con creces, representando al Inca en la fiesta de San Francisco, como lo hicieron Luis Pardo y mi abuelo Felipe, entre otros paisanos de sangre telúrica
Lo que no pude ser, otro lo será. No tengo planes de largo ni de mediano alcance. Son tan cortos mis proyectos que no abarcan más de un dia, con mil bendiciones para todos por un nuevo amanecer.
La primavera se marchó de puntillas, y con ella la tempestad por alcanzar una meta, quedando por resolver uno que otro sueño. Es otoño y vivo más calmo, pintando aerolitos con mis nietos.
Ya no soy el barquito de maguey que surcaba el turbulento Yarush, ahora navego sosegado en Conococha, junto a mis queridos amigos, aquellos que me dan aliento cotidiano.
Unas veces sobre una piedra, otras tantas desde un acantilado, contemplo la belleza que cada día nos regala el Creador.
Dejo que el viento juegue a su antojo con mis canas, siempre recordando las palabras de Shaprita: "lo natural, es mejor que la apariencia".
Ya no estudio, pero leo bastante y tomo fotografías. Lo que quise ser lo conseguí con creces, representando al Inca en la fiesta de San Francisco, como lo hicieron Luis Pardo y mi abuelo Felipe, entre otros paisanos de sangre telúrica
Lo que no pude ser, otro lo será. No tengo planes de largo ni de mediano alcance. Son tan cortos mis proyectos que no abarcan más de un dia, con mil bendiciones para todos por un nuevo amanecer.
Hoy, en este día de la amistad, renuevo el compromiso de fortalecer los lazos que nos unen, y no habrán truenos capaces de impedir que mis pasos te busquen.
Feliz cumpleaños Valicha, don Alfredo Romero Valenzuela, primo Kique Alva Aldave y tío Abelito Alvarado Montoro con mi eterna gratitud por sus consejos.
Nalo Alvarado Balarezo
BENDITA AMISTAD
Acepta esta flor
en este Día especial;
no ha sido comprada,
ni cortada de un jardín.
La sembré en mi corazón
y fue regada con mi sangre;
pronto brotó en cada latido
con bella corola y terso botón.
Hoy despliega sus pétalos
para regalarte su aroma,
tómala con una sonrisa
como símbolo de AMISTAD.
Quizás mis versos locos
hoy no logren describir
su belleza y esplendor,
¡ pero sí mi sentir !
Nalo - 15651
Como un pequeño canto de amistad, transcribo una fábula, de autor desconocido, que nos narró en una de las aulas del colegio 'Coronel Bolognesi', nuestro recordado Maestro Sergio 'Cheque' Figueroa Cuentas. Al final un mensaje de amistad del escritor Andrew Matthews.
EL GUSANO Y EL ESCARABAJO
Dos amigos, uno escarabajo y el otro gusano, pasaban largas horas charlando contentos. El escarabajo sabía que el gusano se movía con dificultad y que no veía bien. Por su parte el gusano sabía que el escarabajo provenía de otro ambiente, comía cosas que él no comía y que era muy parlanchín.
Cierto día, un 'amigo' del escarabajo le dijo:
- ¿Por qué caminas tanto para ir a visitar a un gusano?
- Porque él no puede caminar y es muy riesgoso que venga arrastrándose hasta aquí.
- Pero muchas veces te veo enviándole saludos a la distancia y él ni siquiera te contesta.
- Es que no ve bien.
- Entonces por qué ni siquiera te envía saludos con alguien -el escarabajo calló para no seguir discutiendo y, para satisfacer su curiosidad decidió poner a prueba la amistad del gusano dejando de visitarlo.
Pasó el tiempo y una mala noticia llegó a sus oídos: el gusano se estaba muriendo, pues su organismo no pudo soportar el esfuerzo que puso para llegar hasta la casa del escarabajo en un día lluvioso.
El escarabajo muy preocupado por la salud de su amigo gusano fue a buscarlo. En el camino varios insectos le contaron sobre sus peripecias tratando de llegar hasta él.
Ya en el árbol se acercó a su amigo enfermo y el gusano con las pocas fuerzas que le quedaban sonrío al verlo y le murmuró al oído lo feliz que se sentía de saber que estaba bien, y finalmente expiró. Ese día el escarabajo aprendió muchas lecciones: la amistad se cultiva día a día; que el tiempo, la distancia y las limitaciones no afectan una sólida relación de amigos y que jamás debemos poner en tela de juicio el valor de la amistad.
***
Tiempo después también murió el escarabajo, mas nunca se quejó de quien le aconsejó mal, pues comprendió que nadie lo obligó a dudar de su amigo.
SI QUIERES AMISTAD
Por Andrew Matthews
"Si quieres amistad, antes de nada tú debes ofrecerla"
Las personas sobresalientes desarrollan una particular conciencia de sí, que los hace ser aceptados por los demás. Para ejercer sobre la gente una influencia positiva debemos desarrollar ese tipo de conciencia en nosotros mismos.
Debes amarte a ti mismo antes de poder amar a otros. Debes creer lo anterior si deseas mejorar como persona. Cuando nos criticamos en exceso, tendemos a envidiar a quienes desarrollan un mejor papel que el nuestro. Si nos fijamos solamente en nuestras fallas, supondremos que los demás también se fijan sólo en nuestros errores y siempre estaremos esperando ser rechazados.
El mundo es como un espejo. La mayoría de los problemas que tenemos con la gente son un reflejo de los problemas que enfrentamos en nuestro interior. No se trata de cambiar a todos los demás. Cuando sutilmente alteramos algunas de nuestras ideas, nuestras relaciones mejoran automáticamente.
No es bueno ser «la otra mitad» de alguien; debemos ser personas totales. Cuando tu vida es un desastre, las personas felices y estables tienden a evitarte. Procuran a quienes son felices y estables. Si estás deprimido y triste, no atraerás sino a personas con terribles problemas, los cuales duplicarán su infelicidad. Los demás pueden contribuir a nuestra felicidad, pero antes debemos tener el control de nuestra vida. Cuando esperamos que alguien «llegue» a arreglar todo, estamos coqueteando con la desilusión. Las personas que disfrutan relaciones satisfactorias y estables son seres equilibrados. No andan en busca de alguien que «llene un hueco». Reconocen su propia valía.
Tienes que notificar al mundo que estás listo para participar en la vida. El primer paso para hacer amigos es estar dispuesto a salir y conocer gente. Si planeas hacer cambios y ganar amigos, prepárate para ocasionarles tanto desilusiones como rechazos. Para evitar decepciones, establece amistades sin esperar nada a cambio. Algunas personas corresponderán a tu cariño y atenciones y otras no lo harán. Si te preocupas por los demás porque así lo deseas, no te afectará el que no te devuelvan el afecto o el favor. El Universo es justo. Si brindas amor y abnegación, cosecharás buenas cosas, aunque no necesariamente cuando las esperas o de donde las esperas. Si deseas conocer gente nueva y hacer nuevos amigos, toma la iniciativa.
Acuérdate de las personas con quienes te encanta convivir. Lo más probable es que se trate de gente que sabe reír de sí misma. Esta clase de personas son más divertidas, tienen más amigos y menos úlceras. Cuando nos mostramos aprehensivos, los demás se sienten abochornados y finalmente provocamos que desaparezcan del horizonte.
Una vida dulce es una experiencia compartida. Nuestras grandes alegrías, nuestros bellos momentos, los grandes retos y las mejores épocas de la vida, son básicamente aquellas que compartimos con otros. Muchas de nuestras mayores experiencias de aprendizaje proceden de la convivencia con las personas. Para lograr una estancia memorable en este planeta debemos prepararnos para derribar ciertas barreras: hacer un esfuerzo especial para conocer, convivir y acercarnos a los demás.
La alegría de la vida deriva de expresarnos, de correr riesgos, de aventurarnos. No todo el mundo te amará, pero tú si puedes amar a quien desees. Tal vez no quieres que te lastimen pero es mucho mejor sufrir con la idea de que diste todo lo mejor que podías ofrecer. Los únicos que realmente sufren son aquellos que saben que las cosas pudieron haber sido mucho mejores, mucho más emocionantes, mucho más bellas; pero no lo fueron.