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GAVIOTA
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Por: Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
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Una mañana sobre las olas de la inmensidad azul afloraron nuestros sentimientos. Ambos veníamos volando sin rumbo, nos miramos y decidimos tomar la misma ruta. Tú, con muchas dudas en ristre. Yo, sin más coraza que mis versos cordilleranos. Dos almas sedientas de amor.
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Fue un hermoso vuelo, ¿verdad?...
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Así, cada noche me dormía embriagado de mar, mas un día desperté y no te hallé. Te habías ido sin avisar para ocultarte donde duerme el desamor. Hoy te pienso en tu laberinto del que no saldrás con dos alas de cera que le temen al Sol...
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Así, cada noche me dormía embriagado de mar, mas un día desperté y no te hallé. Te habías ido sin avisar para ocultarte donde duerme el desamor. Hoy te pienso en tu laberinto del que no saldrás con dos alas de cera que le temen al Sol...
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Tal vez una madrugada desgranando tu rosario de recuerdos me veas surcando el éter, pero será la secuela de la bruma en tus pupilas, o quizá un destello al final de la travesía, nada más...
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El Gavilán de Tupucancha
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31 AGO 77
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