Por: Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
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Culminado el desfile escolar de Fiestas Patrias del 62, retorné a mi casa agitando en lo alto mi libreta de notas, pero cubriendo con mi pulgar un rojo en conducta. Después de la reprimenda por el 10, alisté mi equipaje para pasar mis vacaciones escolares en Tupucancha. Ya en mi cuarto, cuando guardaba el tarro de pintura con el que retoqué el maletín de la Cruz Roja que porté en el desfile, ingresó por la ventana un pichuichanca.
Luego de varios intentos lo atrapé y pinté de blanco sus delgadas piernas. Después improvisé una jaula donde lo introduje con un poco de harina de trigo. Hasta parecía un soldadito de arcilla con escarpines. Aquella noche fue difícil conciliar el sueño con “chuqui” en mente. Con ese sobrenombre, en honor a mi viejo, bauticé al pequeño plumífero antes de irme a acostar.
Luego de varios intentos lo atrapé y pinté de blanco sus delgadas piernas. Después improvisé una jaula donde lo introduje con un poco de harina de trigo. Hasta parecía un soldadito de arcilla con escarpines. Aquella noche fue difícil conciliar el sueño con “chuqui” en mente. Con ese sobrenombre, en honor a mi viejo, bauticé al pequeño plumífero antes de irme a acostar.
Al despertarme lo primero que hice fue averiguar cómo había amanecido el "excursionista". Por la forma de observarme intuí que estaba contento en el hospicio "5 *****”. Bajé para asearme y tan pronto desayuné salí con mi mamá rumbo a la plaza del pueblo donde aguardaba el camión “San Martín”. Media hora más tarde estaba surcando Caranca con la jaula sobre mis rodillas.
Al mediodía el camión llegó a Conococha haciendo crujir su doble cabina de madera. 100 metros más abajo, el Sol reflejaba toda su inmensidad sobre la laguna. Descendí del vehículo y continué mi camino, pero esta vez a pie. A las dos de la tarde Tupucancha me dio la bienvenida con ladridos, mugidos y balidos. Un fuerte abrazo con mi abuelita Catita discurrió el telón de mis vacaciones a 4,150 metros de altura. y
Toda la noche anterior en vela, además de un largo viaje en camión y dos horas sorteando manojos de ichu y huagoros punzantes, minaron mis energías y caí rendido a las seis de la tarde, abrigado por el fogón de la cocina. Seguramente mi abuelita o uno de los pastores me llevaron en brazos a mi cama y quedé “seco” hasta las 7 de la mañana en que desperté y vi la jaula sobre la mesita de noche. Un no sé qué invadió mi pensamiento y abrí lentamente la jaula de cartón, y allí estaba Chuqui, echado de costado, con los ojos cerrados y tiritando de frío. Lo saqué y corrí para darle calor junto al fogón. Al cuarto de hora salí de la cocina y los rayos solares ya había invadido la manada. Caminé hasta uno de los corrales y lo recosté sobre la pirca. Chuqui se paró tambaleante, movió sus alas y caminó sin rumbo durante unos segundos; de pronto se detuvo, miró a ambos lados y finalmente se quedó inmóvil contemplando el sol naciente, parpadeó y emprendió vuelo perdiéndose en el horizonte.
Al cabo de una semana retorné a Chiquián, arribando cuando las sombras de la noche cubrían los tejados del pueblo. Al día siguiente como todos los amaneceres escolares fui despertado a las seis por el gorjeo de un pichuichanca. En ese instante vino a mi mente la imagen de Chuqui. Me vestí como pude y salí al balcón. Para mi sorpresa allí esta él, trinando fuerte sobre el techo, luciendo sus escarpines blancos...
* * *
En aquellas vacaciones escolares de medio año aprendí que las aves y los demás seres vivientes nunca olvidan el camino que conduce a su morada. No sé a ciencia cierta si el sentido de la orientación lo brinda el Sol, el viento, la lluvia, el aroma, un sonar magnético o un radar natural. Pero de lo que sí estoy seguro, es que la mejor brújula que nos marca el itinerario de retorno a nuestra tierra, es el sentimiento telúrico que ve en lo invisible y oye lo inaudible.
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Esta invisible hoja de ruta lo dibuja el espíritu con letreros luminosos que pueden ser imperceptibles a los sentidos, pero no para el corazón que desea volver al hogar natal, sin necesidad de guiarse por los guijarros blancos de Hansel y Gretel. De ahí que miles de poemas, relatos y canciones se hayan escrito en el mundo a través del tiempo, dando fe y agradeciendo a Dios por su Bendición Divina, como estas dos bellas composiciones peruanas, por ejemplo:
TODOS VUELVEN
Letra y Música de: Cesar Miró
Todos vuelven a la tierra en que nacieron
al embrujo incomparable de su sol
todos vuelven al rincón donde vivieron
donde acaso floreció mas de un amor.
Bajo el árbol solitario del silencio
cuantas veces nos ponemos a soñar.
Todos vuelven por la ruta del recuerdo
pero el tiempo del amor no vuelve más.
El aire que trae en sus manos
la flor del pasado, su aroma de ayer
nos dice muy quedo al oído
su canto aprendido al atardecer
nos dice su voz misteriosa
de nardo y de rosade luna y de miel:
Que es santo el amor de la tierra
que triste es la ausencia que deja el ayer.
Que es santo el amor de la tierra
Que es santo el amor de la tierra
que triste es la ausencia que deja el ayer (Bis).
* * *
CUANDO PIENSES EN VOLVER
Letra y música: Pedro Suárez-Vértiz
Cuando pienses en volver
aquí están tus amigos, tu lugar y tu mujer
y te abrazarán y dirán que el tiempo no pasó
y te amarán con todo el corazón.
Trabajas hasta muy tarde y no puedes descansar
las palabras de tu madre empiezan a sonar
cuando tú te estés muriendo por un poco de amor
hijito sigue adelante domina al corazón.
Debes sacar los tormentos de tu corazón
pues el dolor no es eterno y pronto saldrá el sol
saldrá el sol, saldrá el sol.
Cuando pienses en volver
aquí están tus amigos, tu lugar y tu mujer y te abrazarán
dirán que el tiempo no pasó y te amarán con todo el corazón.
Puede ser que en tu tierra no había a donde ir
puede ser que tus sueños no tenían lugar
pero solo en tu cuarto tú tendrás que admitir
que podía haber pobreza pero nunca soledad.
Quieres sacar los tormentos de tu corazón
pues el dolor no es eterno y pronto saldrá el sol
saldrá el sol, saldrá el sol.
Cuando pienses en volver
aquí están tus amigos, tu lugar y tu mujer
y te abrazarándirán que el tiempo no pasó
y te amarán con todo el corazón.
Quieres sacar los tormentos de tu corazón
pues el dolor no es eterno y pronto saldrá el sol
saldrá el sol.
Cuando pienses en volver
aquí están tus amigos, tu lugar y tu mujer
y te abrazarándirán que el tiempo no pasó
y te amarán con todo el corazón.
Cuando ya tú estés acá
trabaja hasta las lágrimas como lo hacías allá
sólo así verás que tu país no fracasó
sino que tanto amor te relajó
y te abrazarán
dirán que el tiempo no pasó
y te amarán con todo el corazón.
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S H A Y:
Si estás lejos y te aprieta el corazón, piensa en aquellas lindas golondrinas "Santa Rositas" que nos visitaban en las vacaciones escolares; y brinda con chinguirito, átate a mis sueños y volemos juntos, que nuestro amado pueblo nos espera con los brazos abiertos.
NAB - Nashville TN, 20 MAR 2002
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(Al mes de la partida de Mamá Jesús)
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