Una hermana, madre y amiga imprescindible
LA FE SU FORTALEZA: FELIZ
ANIVERSARIO CHOLE
Por Agustin Zúñiga Gamarra
En este rincón no hay nadie. La Semana
Santa está llegando a su fin. Son las 23 horas del sábado de gloria. La
radio de mi velador está muda. El lamparín alumbra lo suficiente en medio de la
oscuridad. El cuaderno amable extiende sus hojas. La casa está en silencio, mi
madre y hermana se fueron y no volverán hasta mañana por la mañana. Su fe y
práctica las llevaron a algún barrio “vamos a tener la resurrección con nuestros
hermanos”, me comunicaron. Se fueron contentas muy motivadas. ¡Qué alegría!, “es
cierto que la fe mueve montañas”, me digo mientras saboreo esa dicha.
Ellas van a culminar una semana
impregnada de tristeza, dolor y recogimiento: del Jueves y Viernes Santo, hoy
festejarán, según los pasos, la resurrección de Jesús, máximo misterio y
creencia cristiana y católica, como ellas me subrayan, “Cristo murió para
proveernos la salvación de la humanidad”. Ellas esperan la vida eterna y morar
junto a Jesús, el Padre y todos los santos. Hoy durante sus reuniones de
resurrección, rezarán por todos sus hijos, sus nietos, sus hermanos, amigos y
familiares. Luego volverán rejuvenecidas, contentas, descansarán poco pero
fortalecidas de gozo, esperanza, paz, caridad y fe.
Mi madre a sus 86 años, se preparó como
si tuviera la mitad, seguía todas las demandas de sus hermanos de comunidad, y
hoy se amanecerá. Mi hermana con sus 65 años, también, hizo lo propio, todas las
noches la vi cargando utensilios empleados en sus actividades religiosas,
siempre las palabras de explicación eran, “son parte de el El Camino, de mi
Comunidad”. Esta semana no descansaron, a veces salían a las 5 de la mañana,
otras volvían muy tarde. Hoy a pesar del trajín intenso las vi partir contentas,
iban a reunirse a algún lugar especial, arreglado para esta “fiesta”
religiosa.
Por eso mañana, 31 de marzo, no será el
día del onomástico de años anteriores, siendo sábado para domingo, la costumbre
nos hubiera reunido para festejar el cumpleaños de Chole, con una orquesta de
arpa y guitarra, contratada por Victor Tadeo, y cantando serenatas y huaynos
chiquianos, junto a todas sus amigas de Chiquián residentes en la capital. Pero,
ahora, no, hoy 2013, los años y la vida, la han debilitado en salud, Chole, aún
si quisiera, no tendría las fuerzas de antes, su motivación, y alegrías, ahora
se han mudado hacia la religión, ella se siente feliz así. Por eso, las fiestas
de antes quedaron en el recuerdo, y eso lo saben sus amigos, por eso sólo la
llamarán por teléfono, para saludarla y expresarle su cariño y aprecio
sincero.
Los avatares de la vida, la han hecho
más próxima a las actividades de la religión, pues allí encontró el refugio, la
comprensión, la solidaridad y esperanza frente a la adversidad, así, hoy es su
prioridad. Por eso mañana su cumpleaños será un día casi normal, aunque los
hermanos vengan a felicitarla por su aniversario, y tenga toda la voluntad, no
será como antes, ni música, ni comida, ni tragos. Sí mucho cariño y amor.
Sabiendo eso, traeremos comida preparada, y evitaremos que ella, cocine, aunque
ya me enteré que mandó traer tamales. “Hoy no cocinas Chole, hoy te sientas y
serás la agasajada”.
Seguro que cuando llegue el brindis
hablará tu hijo mayor, el primogénito, y con certeza derramarás lagrimas, en
recuerdo a Beto y Miguelito, tu esposo e hijo menor que se adelantaron en el
viaje sin retorno. Desde ahí, y otros hechos, la vida te ha dejado impregnada
esa señal, de alegría y dolor casi permanente. Pero tu cercanía a la iglesia y
participación en El Camino, te ayudaron a llevar esa pesada
cruz.
Tus familiares que no todos son
cristianos o creyentes, con sinceridad estarán presentes para demostrarte que
eres especial, espontánea con tus llamadas telefónicas, por nuestro aniversario
cantándonos, la típica serenata chiquiana: “hemos venido a darte una serenata
porque hemos sabido que es tu natalicio. Que dios te conceda mil años de vida.
Y, los querubines de colmen de flores”. Igualmente no te faltan fuerzas para
asistir a un hospital y visitar a un amigo postrado de salud. Tampoco te falta
un plato de comida o un vaso de jugo para alguna visita inesperada que llega a
casa. ¿A dónde lloras?. Nunca te ví. Seguro te ocultas para evitarnos el
sufrimiento y dolor. ¿Cómo soportas tanto dolor?.
Tu temor de ir al hospital, porque te
recuerda el mal trato que tuviste y el descuido por algunos médicos carentes de
humanidad, estas deteriorando tu salud, porque no sacas cita o si te la dan es a
mediano plazo, parece que desearías que esta sea lo más prolongada. En tu
corazón se siente que preparas tu despedida. Casi vives sólo para asegurarte que
tus hijos y nietecitas no la pasen mal para cuando no estés. Tu esperanza de no
dar dolor a tus familiares es tu mayor reto y deseo. Tu fe te mantiene viva y
alegre, sólo hay sonrisa y alegría para tus hermanos, trabajas, cocinas,
superando tu capacidad física.
Cuando te veo y sé que no dices qué y
cuánto te duele, me oculto para dejar que algunas lágrimas rueden por mis
mejillas, y me viene a la mente que tal vez el siguiente año no nos volvamos a
ver más. Por eso, cuando llega Carlita tu nietecita, no quisiera que se fuera de
la casa, para que ella continúe con tu imagen, cariño y corazón, para que tus
hijos, nietos y sobrinos sigan viéndote, cuando nosotros partamos en el gran
viaje.
Hoy es 31 de marzo, son las 01 horas de
la mañana, nadie está en casa, quiero ser el primero en saludarte en tu
aniversario, y decirte hermanita que sin tu cuidado y atención, no habrían
habido las alegrías del 7 de febrero en casa, por el contrario habría sucumbido
y desfallecido, por eso soy feliz que estés junto a mí, junto a mamá, como en la
niñez, ojalá continuemos juntos por muchos años.
Feliz aniversario Chole.
Tu hermano que te
quiere.
Acucho.
Lima, 31 de marzo de 2013