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- Hay amarillo, amarillito por qué te estarás amarilleando -la chica lo queda mirando y sigue su camino.
En la segunda corrida continúa su faena de observador. Después de dos días se encuentra con la misma chica en una panadería y se pone a cantar risueño:
- Tarapaqueño soy, camisa verde bien de adentro soy, todos me odian, todos me quieren porque soy campeón.
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En lo que queda del año planifica su venganza, y en la primera corrida del año siguiente sube a la palinca con una truza tricolor: verde, rojo y negro.
- Quién te dio la cinta verde que te de la colorada, quien no te dio en la negra noche que te dé en la madrugada.
Al finalizar la corrida, cuando los carros abandonaban Jircán, ella buscó al "zapallo" con la mirada y lo encontró contemplándola a cierta distancia. Se le acercó contorneando su indomable batán y le brindó una sonrisa con sorna. El chiuchi, en respuesta, le cantó esta canción con sabor a orzuelo:
- Despeinada jaja jaja, despeinada jaja jaja....
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De tanto chinguirito ingerido durante la corrida, el borrachito ni siquiera se percató de su inocencia perdida.
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- Sírvame un buen caldo de mondongo, pero sin rocoto por favor, pues el locro del almuerzo ha estado tan picante que hasta ahora me arde el *
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SHAPRA EN LA RETINA
'Shapra, fue un alquimista de la discreción, que hallaba su alborada en cada noche estrellada. Nuestro recordado amigo, comprometiendo las fibras más íntimas de su sentimiento, nos llevaba de la mano a un viaje mas allá de los límites de la amistad efímera, y nos sumergía en un mundo hasta ahora poco conocido por el corazón humano, donde reina el verdadero amor por los demás: EL ESPÍRITU TELÚRICO. Comentan los viejos arrieros, que en 1941, Shapra gritó en plena procesión de Viernes Santo: "cambio cien izcariotes por un amigo". Desde la otra vereda, el Indio Peruano le contestó: "ni mil serían suficientes, Shaprita"... NAB - OCT 84'.
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A fines de la década del cincuenta funcionaban dos colegios secundarios en el 'Coronel Bolognesi' de Chiquián. Uno diurno para jóvenes y otro nocturno para rucus.
Cierta tarde de toros se encontraron dos viejas glorias bajo la palinca de las pallas. Uno de ellos estudiaba en la nocturna. El otro era Shaprita.
D I A L O G O:
- Haber Shapra, dime ¿quién es Fedor Mijáilovich Dostievski?
- Pues, no sé quién será.
- ¡Qué tonto eres!, deberías ir a la Nocturna.
En la segunda corrida se encuentran caminando asustados cerca del Coso y le hace otra pregunta:
- ¿Y sabes quién es Alex Hrdlicka?
- Pues... no sé...
- ¡Qué tonto eres!, deberías matricularte en la Nocturna.
Pasa una semana y le hace una nueva pregunta :
- ¿Sabes quién es Friedrich Engels?
- Pues... no sé...
- ¡Qué opa eres!, deberías ir a la Nocturna.
Entonces Shapra, harto de tantas preguntas, le dice:
- Y tú, ¿sabes quién es Manuel Ñato Allauca?
- Pues, la verdad no sé Shaprita.
- ¡Qué tonto eres!, es el tipo que se acuesta con tu costilla, cuando vas a la Nocturna.
Al escuchar esto, el astado empezó a sudar frío y sin decir ni MUUU, caminó con la cabeza gacha arando el piso hasta Tranca. Ya cuando se aprestaba a lanzarse al abismo de Shapash, Shaprita le grita:
- !Cuidadooooo¡, tu gila te ha puesto cuernos, no alas...
Fuente:
Tertulias chiquianas de agosto fiestero, recopilado por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)