lunes, 26 de septiembre de 2016

¡FELIZ 26 DE SEPTIEMBRE, PARARIN! - POR RÉGULO VILLARREAL DOLORES


¡FELIZ 26 DE SEPTIEMBRE, PARARIN!


EN DEFENSA DE LA REIVINICACIÓN Y LA MEMORIA DE LOS REIVINDICADORES DE 1963:

 VIVOS Y MUERTOS

Han transcurrido apenas tres años (Sept.2013) de la precaria Celebración de las Bodas de Oro de la Reivindicación de las tierras de la Comunidad de San Juan de Pararín (Spt.1963), margen derecho, aguas abajo, del río fortaleza, al amparo de su  titulo ancestral de 1664. Unas efemérides sagrada,  de trascendencia singular, de vigencia y vitalidad redentora, de conquistas territoriales que ha asegurado el futuro de infinitas generaciones de pararinos, que en cualquier sociedad ligeramente civilizada habría constituido un motivo de verdadero orgullo colectivo, de gratitud y reflexión, en Pararín, dicha proeza comunitaria: “Bodas de Oro de la Reivindicación Sep 1963-Sept. 2013)” pasó como una fecha de pena, casi de lástima, con absoluta ausencia de gloria, que le asistía. ¡Y ya no habrá otra Bodas de Oro de la Reivinidación 1963 que celebrar, con la mayoría de los Reividicadores aún vivos, que se merecían un homenaje de héroes!

Un año antes de dicha a efeméride gloriosa, El Frente de Defensa de los Intereses de Pararín-FREDEINPA, a través de su Vocero El COMUNERO – Voz Valiente de Pararín- propuso a las autoridades de turno, preparar la celebración del aniversario histórico, con obras de trascendencia, de verdadera utilidad pública, y no con  simples borracheras y verborreas hueras, para desmerecer el brillo de dignidad comunitaria que significó la Reivindicación de 1963. La  Reivindicación de 1963 es la expresión más lúcida de los sentimientos colectivos orientados hacia el progreso común: la demostración suprema del olfato histórico de una Comunidad milenaria tejida de Ayllus (14) que fue capaz de sobrevivir a Incas y españoles. 

Si bien es cierto que nada puede igualarse a la Reivindicación de 1963, por su significado social e impacto económico, por la voluntad y sacrificios que dicha empresa comunal exigió de los pararinos/as de la Generación de Oro, al menos, obras de envergadura,  provechosas y duraderas, como gesto de gratitud a los mayores (en su gran mayoría aún vivos, aunque ya de edad ya avanzada y achacosa, con necesidad de apoyo institucional: municipal y comunal), habrían demostrado reconocimiento a los sacrificios de los mayores. ¡Pero nada de eso se hizo, ni se hace, ni se piensa hacer!. 

Es como si en Pararín se hubiese instalado una babosa sombra negra del antiparinismos, alimentada por los mismos hijos y nietos de esos Pararinos sublimes e irrepetibles que conquistaron extensos valles desde Wakawain (Morada-deforme) cerca de Chaucayán, hasta la actual zona poblada de Santa Rosa de Rinconada, ¡a cambio de nada!. Los anhelos de los Reivindicadores de 1963, es una realidad expresada en la comodidad de las actuales y futuras generaciones de pararinos/as. No es metáfora consoladora afirmar que los sagrados Reivindicadores de 1963, serán siempre los ciudadanos del futuro, forjadores de las esperanzas comunitarias con su filosofía solidaria de “todos a una y una para todos” 

Desde principios del año 2012, las exigencias de FREDEINPA se han transformado en la AGENDA PARARIN, que las autoridades de turno: alcaldes y presidentes de la Comunidad, pretenden ignorar, como si se tratase de un “favor” a FREDEIPA y no el cumplimiento de sus obligaciones y responsabilidades con Pararín que los eligió para impulsar su desarrollo, y no sólo para convertirse en mediocres  administradores de sus recursos económicos que se esfuman entre ellos y sus adlátares.  Los alcaldes manejan presupuestos del Estado, y, los presidentes, recursos de la Comunidad, para desarrollar Pararín y, lo que hacen, es sólo alentar y alimentar la corrupción.

Las exigencias de FREDEINPA a nombre de Pararín, las mismas que seguirán hasta su materialización, son: Reservorios de agua y servicios higiénicos en el Distrito Central, Reservorios como defensa de los linderos de la Comunidad, frente a los distritos-comunidades de Llacllín y Tapacocha en los Andes, y, de Paramonga y Huarmey en el literal, amen de Casas de Descanso para  ancianos/as comuneros/as (reivindicadores, en su gran mayoría) en Huaquish y Rinconada, obras necesarias que no  son de lástima, sino, de pago de una deuda moral con reivindicadores/as, que consiguieron las tierras actualmente usufructuadas por un ejercito de inconscientes, arrogantes y desagradecidos de anticomunitarios.  

En 2013, año de la efeméride gloriosa y sagrada de la Reivindicación de 1963, lo primero que se les ocurrió  a las autoridades municipales y comunales, manipulando la inocencia de los comuneros/as fue pretender hacer sus fiestas en sus respectivas zonas de conveniencia, o, en donde viven sus familiares y cómplices, con el eufemismo de: “eso es lo quiere la gente” y no, en la Zona histórica de Huaquish, en donde plantaron los reivindicadores sus primeros pasos para extender  aquel glorioso día 26 de septiembre 1963, hasta el océano pacifico.  

Y, la segunda demostración de mezquindad y desprecio por la Reivindicación y los Reivindicadores, fue desviar los recursos de la Comunidad  a favor de la iglesia. Se trataba de recursos provenientes de diversas fuentes, entre ellas, de la venta de tierras comunales y pago por reparación de impacto medio ambiental de la minera Inmet Perú.

Con dichos recursos, más una colecta comunal, se esperaba la construcción de Reservorios en el mismo Distrito Central, como homenaje a la Reivindicación que  se gestó en Pararin y a los reivindicadores que salieron de Pararín, pero, ¡no! Los recursos se desviaron a ornamentar la iglesia, para demostrar que los reivindicadores que dieron un destino y vida mejor a Pararín, no se merecían ningún reconocimiento oficial. Al parecer, todos han olvidado el Cuarto Mandamiento de Dios: “Honrarás a tu padre y a tu madre”

Y no se está planteando la no colaboración para la restauración de la iglesia. Todos los pararinos/as estamos moralmente obligados a mantener en buen estado, todo el patrimonio cultural de la Comunidad, sólo que cada cosa tiene su lugar y su tiempo. La iglesia ha estado, está y estará ahí; su  restauración no tiene tiempo; mientras que un homenaje a los reivindicadores, sí tiene un tiempo limitado. La ecuación es sencilla. La Comunidad es vida y da a los comuneros/as, mientras que la iglesia, vive por los comuneros. Y Pararín siempre será Pararín, por sus reliquias arqueológicas más que por su iglesia.

Existe gente  que cree que el progreso de un pueblo se mide por los ornamentos de una iglesia, por vestir de púrpura a los santos; y no  progreso, como conquista social  expresada en buenos servicios: asistencia médica, agua y desagüe, luz, buenos servicios de transporte, áreas verdes para los niños, protección a las madres y ancianos, etc.. Y la Reivindicación de las tierras de 1963, fue un salto atlético de siglos, en el progreso de Pararín. 

Existe además, el criterio de que nadie debe criticar a los ingratos y oportunistas, sino quiere ser tachado de “izquierdista”, “izquierdoso” , “rojo”, “morado”, guinda”,  “salmón”, “caviare”, etc, y juran y muerden cáctus, asegurando que ellos son los “buenos” y, por ende, de “derechas” ubicadas  a la diestra de dios padre, con patente de corzo para mentir, para engañar, para robar, para instaurar el abismo social basado en el dinero, empujando a los hermanos a codazos para demostrar que ellos son comuneros y ellos los ricos. En algunas coyunturas históricas, el valor de las personas se aquilata por sus conductas, su conciencia, su ética y no solo por su dinero y sus carteles políticos. Las ideologías solo son máscaras de los intereses y no reflejo de las conciencias. Los “buenos” de “derechas”, también se olvidan el Séptimo Mandamiento de Dios: “No robarás”.

Los nuevos ricos serían respetados, e incluso envidados, si con tan solo con medio de día de ahorros de sus ostentosas fiestas, hicieran algo a favor del progreso de sus respectivos lugares, mandando construir al menos, urinarios públicos, funcionales, para que sus propios invitados los pasen bien; y, terminadas sus fiestas, cierren incluso las puertas de sus servicios y se vayan llevándose sus llaves, y, si la población exigiese el uso de los servicios  mandados construir por los ricos para la comodidad de sus invitados, la Municipalidad se vería obligada  a pagar un alquiler por los servicios dejado por los nuevos ricos, habida cuenta que la Municipalidad maneja presupuestos del Estado. Si el alcalde es incapaz de dotar de servicios básicos al Distrito, la iniciativa privada de los nuevos ricos, seria una verdadera lección de civismo, una revolución moral, y constituiría  un ejemplo para que otros nuevos ricos de otros pueblos, imiten a los nuevos ricos, pararinos que, por un gran sentido de dignidad o por entender que la “nobleza obliga”, obligan a las autoridades ramplonas, a emprender el progreso de sus respectivos pueblos. Pero con fiestas por fiestas ostentosas, sin objetivos, en medio de comuneros empobrecidos, aunque duren meses, Pararín no avanza ni un centímetro en su progreso y desarrollo.

Es incompresible que los nuevos ricos (hijos-nietos de comuneros/as pararinos/as), sabiendo que conseguir dinero cuesta trabajo y sacrificios (a menos que a ellos, como a Alan García, el dinero les llego solo), hagan creer a los paisanos que ellos si, solo deben estirar la mano para recibir diversiones sin costos.

Los negociantes que no dan puntadas sin hilo, estarán realmente animados por “generosidad”, para financiar fiestas improductivas,  o, a lo mejor lo de ellos será más que egolatría sublimada, personalismo egoísta, puro cálculo político, para que en el fututo, nadie de los que comen  y beben gratis en sus fiestas, no digan nada, cuando ellos hagan y deshagan de los recursos de la Comunidad? Lo cierto es que el exhibicionismo desenfrenado de los nuevos ricos, choca con el espíritu de la comunidad sustentada en principios de respeto y   solidaridad, por alimentar la corrupción, el de hacerse ricos, lo más fácil y rápidamente posible, sin importar la mentira, ni  el robo, ni el desprecio a los hermanos/as con quienes ayer nomás, compartían las bondades eternas de la sagrada Comunidad de San Juan de Pararín.

En las zonas reivindicadas, con pararinos/as cómodos/as, con plantaciones de árboles frutales y crías en cantidades industrales, sobre tierras conseguida por los Reivindicadores, no existe ni conciencia ni escrúpulos,  para agradecer a los Reivindicadores, separando unos kilos de frutas, granos o tubérculos, para , con su comercialización, formar un fondo común, para proteger a los ancianos y los niños en las escuelas. En las zonas pobladas, al igual que en la capital del distrito,  solo existe la  ramplona competencia  monetaristas de hacer fiestas ostentosas, creen que el progreso debe ser producto de “donaciones”, de “regalos” de alguien o algunos y no participación de todos; en donde quienes usufructúan más parcelas, colaboren más, quienes sólo tienen una parcela. La Comunidad no es igualitaria, sino, proporcional: Los beneficios, de acuerdo a los aportes y esfuerzos a favor de la Comunidad.

Hace solo 53 años, la Comunidad de San Juan de Pararín protagonizó una hazaña casi bíblica, marchando a la tierra prometida (la Reivindicación 1963), desafiando al terremoto que había devastado al pueblo unos días antes, literalmente dejando en escombros; que los pararinos, respetuosos a sus acuerdos comunales, consensuados, salieron a la Reivindicación el día: 25 de Stp. 1963. Y sin esa decisión, no existirían las actuales tierras, margen derecho, aguas abajo, del río fortaleza.

Pero, después de la Reivindicación 1963, qué pasó con la conciencia de esos comuneros majestuosos en orgullo y dignidad,? Qué sucedió con ese respeto religiosa de los pararinos por su Comunidad? Es extraño que de esos inigualables comuneros/as de la Generación de Oro de pararinos/as, de estatura casi geológica, tanto en generosidad como en coraje, no haya  quedado ni siquiera un hijo o una hija, uno/a cada uno de ellos, con conciencia comunitaria, para que la Comunidad de San Juan de Pararín, sea un punto de referencia histórica para otras comunidades peruanas, latinoamericanas y mundiales. 

Porqué esos sagrados/as comuneros/as  de la Generación de Oro, sólo nos dejaron una siembra de serpientes, una pila de inescrupulosos corruptos,  tarántulas usurpadoras, afilando día y noche, dientes y uñas, para “negociar” tierras de la Comunidad, pro bolsillo?  Esos indeseables, lamentablemente “hijos/as” de reivindicadores, son  los mismos “negociadores” de tierras de la Comunidad, que vendieron 900 hectáreas de tierras de Pararín, junto a Huarmey, al consorcio Antamina, de ese dinero, producto de la venta de 900 hectáreas de tierras, no ha quedado para Pararín, ni una miserable lampa, ni una barreta roma, ni una triste carretilla comunal.  Ahora los comuneros/as para cumplir sus deberes en las faenas comunales, por ejemplo en Nuevo Pararín,, deben movilizarse desde sus lejas zonas o ayllus de residencia, con sus propias herramientas, con todo el peligro e incomodidad que significa transportarse con picos, barretas, lampas, utilizando transportes públicos. 

Pararín espera el surgimiento o resurgimiento de la conciencia comunitaria, de Defensores de la Comunidad, antes que “negociadores” . Es imposible creer que de los hijos/as y nietos/as de los reivindicadores, hayan quedado solo serpientes, tarántulas, cormoranes, como paradigmas nefastos de la traición a los mayores. Las actuales  usurpadoras utilizaron sus condiciones de ser hijas de comuneros/as, para posesionar vastas tierras de la comunidad en el litoral, y ahora, convertidas en enemigas de la Comunidad, hacen gastar a Pararín, en juicios interminables y alimentan la corrupción, para que Pararín, pueblo de sus padres, nunca progrese. 

Se tiene que creer que en cualquier momento, la sagrada Comunidad de San Juan de Pararín  que generó Reivindicadores, genere también sus defensores, hombres y mujeres que, como nuestros mayores digan: Todo con Comunidad. Nada sin la Comunidad. Jamás, contra la Comunidad. Recuperando la Dignidad Comunal, expresada en la Unidad en torno a la defensa de sus tierras al  ampara de su título Ancestral 1664, se acabará con los usurpadores y delincuentes ocupantes precarios, que hacen balear a los comuneros para no cumplir con el pago de alquileres, que los obliga documentos notariales.  

Los Reivindicadores, como expresión de la identidad pararina, viven como ejemplo y  fuego de fiesta y sonrisa, de pincelada de fieras  al acecho literario de las batallas por la dignidad.

La Reivindicación fue  la reafirmación en la omnipotencia del dios de la organización colectiva; el blandir de patria de la intuición metálica, presencia ferruginosa de la solidaridad aferrada a los intersticios de la esperanza y la nostalgia como utopía y proyecto de todos, para todos. Al paso de los ayllus como remezón  en los valles, desde  Waq’awain – hasta Rinconada, las  tierras comunales recuperadas, aflojaron las correas de sus hermetismos y empezaron a recoger distancias y  flores con los colores de los besos, y nuevamente el amor pronunció su misterio en otros sonidos, para terminar siendo los mismos pálpitos como sustancias de luz  tendiendo redes a nuevos labios inaugurando la construcción de nuevos sueños.  
El Frente de Defensa de los Intereses de Pararín –FREDEINPA- se proclama defensor de la memoria de la Reivindicación y los Reivindicadores; alguien más, hijo/a, nieto/a de los pararinos de la Generación de Oro, se anota como Defensor de la Comunidad de San Juan de Pararín, y su luminosa lucha por la dignidad? Entonces, ya somos varios que somos católicos y practicamos el Cuarto Mandamiento de dios: “honrarás a tu padre y a tu madre”. No traicionamos a nuestros padres, defendamos nuestra Comunidad. Exijamos a las autoridades de turno, el cumplimiento con LA AGENDA PARARIN.
Régulo Villarreal Dolores
Por El Frente de Defensa de los Intereses de Pararín – FREDEINPA
c.26 Septiembre 2016.
AGENDA  PARARIN o EXIGENCIAS DE FREDEINPA A NOMBRE DE PARARIN
Tarea para la alcaldía: 
- Mandar construir 2 (dos) Reservorios de Agua en el pueblo, uno para el barrio de Tzunta y otro para el barrio de Yanán, en  Poq’run, aprovechando los milenarios ojos de agua del mismo Distrito: 
 -Agua y desagüe para el Distrito
- Baños públicos, funcionales.
-Mejora de las calles.
- Mandar construir un Crematorio de basura (en las laderas de Ampetrun Cruz). Volcando la basura a las laderas del citado lugar, sólo se desprestigia a la alcaldía de Pararín, especialmente a su alcalde; pues la basura es visible desde Cochapetí.
-Prohibir el ingreso de animales, especialmente de cerdos, al santuario de Pilapunta.
-Transporte colectivo-municipal: Pararin-Barranca. Pararín-Maravia. Barranca-Nuevo Pararín.
AL PRESIDENTE COMUNAL.
-En colaboración con la alcaldía, mandar construir el Reservorio de Huanrish. Casas comunales en los linderos que separan a Pararín de: Huarmey, Tapacocha, Llacllín.
- Recuperar el Comité Especializado, para impulsar las empresas comunales como defensa de la Comunidad.
-Ante El conflicto de poderes en Nuevo Pararín, en donde el Comité Especializado, para la defensa del litoral, órgano de apoyo de la JDC, tiene dos JDs una, elegida por los comuneros/as en su asamblea, y, la otra, mantenida por corruptos y anti comunitarios. Considerando que el Comité Especializado es solo un apéndice de la JDC; y no un ente independiente, autónomo, con poder paralelo a la JDC (La JDC, única y máxima autoridad comunal), está en la obligación de anular ambas “directivas”: una, por no hacer respetar la voluntad de los comuneros/as, y, la otra, por representar a anti comunitarios que quieren “negociar” con usurpadores, e inmediatamente llamar a nuevas elecciones, en donde ya no deben tener cabida  los anti comunitarios. Nuevo Pararín es producto de una Reivindicación de tierras de la Comunidad al amparo de su Titulo Ancestral, por ende, son los comuneros/as que deciden su destino, y no los anti comunitarios, que pretenden convertir  la Reivindicación en “invasión de tierras”, para tratar sólo “socios/as” y no con  COMUNEROS..
Régulo Villarreal Dolores
Por El Frente de Defensa de los Intereses de Pararín – FREDEINPA- c.26 Septiembre 2016.

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