viernes, 1 de mayo de 2020

FELIZ DÍA DEL TRABAJADOR - CUMPLEAÑOS DE MAYO - POR ARMANDO ALVARADO BALAREZO (NALO)


La Vergne, 1 de mayo de 2020

HOLA SHAY :

En este mes de celebraciones: del Día Internacional del Trabajo, de nuestro Señor de Chaucayán, del Señor de Cayac y de la Virgen María, cumplen años muchos paisanos y amigos. Unos ya se hallan al lado de Dios, otros nos acompañan en la ruta. La familia Alvarado Balarezo, eleva sus plegarias por los ausentes y les envía un fuerte abrazo virtual a los presentes, en las personas de:

1

Teodora Vásquez Calderón
Trinidad Zubieta Béjar
Santiago Torres Rojas
Jorge Amancio Rivera Roque

2

Jennifer Cuadros Calderón
Alexandra Muñoz López
Víctor Raúl Maguiña Robles
Luis Alberto Reyes Bazán
Manuel Vicente Armesto Barrenechea
José Ovidio Armesto Barrenechea

3

Hermelinda Reyes García
Lauro Rosales Yabar
Alejandro Yábar Alva
Guillermo Pisconte Yáñez
Manuel Guevara Sales
Nicolás Maquiavelo

4

Luisa Oré
Edgardo Escobedo Alzamora
Manuel Benítez "El Cordobés"

5

Brianna Figueroa Alvarado
Amelia Balarezo Lavado
Nieves Alvarado Aldave
Bertila Ramírez de Zárate
Eleodoro Gamarra Salinas
Miguel Rafael Martos Sánchez (Raphael)
Jorge Martín Aldave Palacios
Karl Marx

6

Abraham Dávila Vega
Sigmund Freud
Orson Welles
Alexander Von Humboldt
Chuck Norris

7

Celmira Ortiz Aranda
Carmen Contreras de Morán
Benedicto Jiménez Bacca
Gary Cooper

8

Eladia Victoria Catire Lárazo

9

Gregoria Beatriz Balarezo Anzualdo
Mario Vicuña Balarezo
Leóncio Bolarte Sánchez
Daniel Juárez Morales
Jose Ortega y Gasset

10

Antonina Castillo de Carmen
Irma Florencia Toro Veramendi
Carlos Palacios Candia

11

Zoila Aldave Reyes
Francisco Aldave Barba
Roberto Aldave Palacios
Daniel Yabar Rivera
Salvador Dalí

12

Domitila Romero Gamarra
Faviola Aldave Calderón
Magdalena Robles Moreno
Walter Jaimes Morán

14

Tula Huaroto de Manrique
Heddy Delgado de Backus
Carlos Gamarra Calderón
Arnaldo Alvarado Aldave
Milton Gamarra Vicuña

15

Clariza Jara Aldave
Isidro Samamé Cerrate
Pedro Vilca Sánchez
Eduardo Pineda Montesinos

16

Zoila Cárdenas Balarezo
Zoila Vásquez Veramendi
Ridber Sánchez Proaño
Eleadoro Macedo Cifuentes
Juan Rulfo

17

Pablo Vásquez Ibarra

18

Asunción Anzualdo Calderón
Juan Pablo II
Bertrand Russell
Nicolás Gómez Dávila

19

María Romero Romero

20

Armando Ramírez Vicuña
Julio Relayze Palomino
Honore de Balzac

21

Omira Bellizzio Poyer
Gladys Ubillus de Ortiz
Roberto Alvarado Aldave
Timoteo Yábar Dextre

22

Emilio Faustino Garro Barrenechea
Belisario Pardo Carrillo
Facundo Cabral
Arthur Conan Doyle

23

Isabel Yasmina Zaragoza
Martha Apaza Alva
Carolina Bolaños Saldívar
Flor Rengifo de Santander
Lucio Miguel Ramírez Alva
Dante Manuel Zubieta Núñez
José Jimy Rayo Reyes
Miguel Francisco Calderón Jaimes
Nestor Fermín Alva Aldave
Luis Góngora y Argote

24

Julia Fuastina Jimenez Jaimes
Antonio Pacora Vicuña
Zenobio Teobaldo Salas Palacios
Benito Ricardo Robles Moreno
Bob Dylan
Nicolás Copérnico

25

María Magdalena Moreno Castillo
Ralf Waldo Emerson

26

Grishell Yañez Alvarado
Maria Rosa Uquizo de Valle
Arturo Aldave Reyes
Nando Alarcón Cámara
César Damián Núñez

27

Luchi Pacora Vicuña
Rosa Alvarado Miranda
Eddy Lazo de Dávila
Rómulo Alvarado Montoro
José Cruzado Gamboa

28

Jesús Bolarte Ramírez

29

María Magdalena Aldave Montoro
Flor de María Ángeles de Peláez
Alejandro Silva Romero
Alejandro Minaya Gálvez
Dante Alighieri

30

Violeta Montes Maguiña
Juan Lara Márquez
Máximo Campoblanco

31

Ana Pilar Oré
Carlos Alvarado Aldave
Guillermo Di Natale Chávez
Walt Whitman


 
En este día de simiente y arado, rindo mi cálido homenaje a los trabajadores manuales e intelectuales del Perú y del Mundo, en el temple indómito del trabajador bolognesino que no sabe de cansancio ni de tierra estéril, menos de oxidada racuana, de quejas y lamentos antes de tiempo. 
 
 
 
 
Mi veneración, sin vacilar, al productivo gañan: carne viva de yugo que ara sin cesar echando la semilla santa para engendrar progreso; viviendo y muriendo de punta a punta, sorteando los huesos de la tierra, ásperas piedras que entre surco y surco hacen brotar a borbotones: linfa y sudor sagrado de la piel.
 
 
 
 
Huacacorral, Shincush, Mojón, Shajsha, Tupucancha, Gachirajra, Pampa de Lampas Alto Conococha... tierra de crianderos donde el alma de la quena huele a ichu, escorzonera y a leche de vaquitas "peso pluma" que se enamoran, rumian y braman contentas. Lugar de ensueño bucólico: de huachis que corren, suspiran y saltan felices sobre la escarcha con los perros ovejeros. Tierra de nobles pastores que juegan a la ronda con el viento, el granizo y la neblina, mientras el astuto zorro cambia su pellejo de ceniza por la de cordero calmo.
 
 
 
 
Trabajador errante que por labrarte un futuro habitas lugares remotos. Tú que eres el mishqui fruto de una tierra noble y generosa, nunca pierdas de vista CHIQUIÁN, porque la planta andina que se aleja de su raíz ya no sueña con el suelo donde germinó; es de metal o de plástico como ofrenda de funeral. Muchas voces predicen que las montañas bajarán a conquistar los mares por el abandono de sus hijos que vamos llenando de esteras y miseria los arenales del cinturón limeño. Mientras ese día llegue, sigamos el ejemplo de muchos paisanos y continuemos haciendo producir la Sierra con amor, en armonía con la Madre Naturaleza.
 
.
.
EL CHACARERO
.
Entre arado, surco y canto
sembré buenas semillas,
las regué con dulce llanto
y fui feliz durante la trilla.

Las que rodaron al camino
se las llevó el fuerte viento,
y desde aquel triste momento
cayeron lágrimas del cielo.

Laten siempre en mi mente
recuerdos del hogar paterno
donde el sudor de la frente
bendecía el pan fraterno.

Si se persiguen los sueños,
la vida es trigo con destino,
porque forjamos desde niños
nuestro espíritu campesino.

Por eso, echemos a la mente
mil semillas de conocimiento
y cosecharemos diariamente,
libertad de pensamiento.
.
Nalo A.B - Paris, OCT 1984
 
Trabajador chiquiano

Estudiosos en la materia subrayan que el espíritu de sacrificio y el afán solidario son impulsos naturales del hombre que lo llevan a dar de sí, sin importar que de por medio estén sus bienes materiales, su salud y su vida. Además, señalan, que el sacrificio y la solidaridad implican en su acepción más amplia la idea del desprendimiento y la generosidad. La solidaridad es la antítesis del egoísmo que proclama sólo el vivir por sí y para sí. Pero la vida no sólo es individual, también es colectiva donde nadie puede ni debe vivir aislado.
 
Cuando el sacrificio y la solidaridad no se traducen en dádiva, se trasluce en nobles acciones. Por ejemplo, preferir lo difícil a lo fácil, afrontar cualquier peligro para auxiliar a alguien o ayudar al desarrollo de la comunidad. También acudir presuroso a donde se necesita ayuda. En fin, sacrificar la propia existencia por valores más altos que los que ella encierra. Hay muchos ejemplos de sacrificios cotidianos: policías, bomberos, médicos, enfermeras, rescatistas, soldados, carteros, etc. El espíritu de sacrificio y de solidaridad compartida son propios de hombres de buen corazón. Siempre demanda valor y entrega por los demás. En esta oportunidad voy a citar algunos nombres de seres humanos que ya emprendieron el Gran Vuelo, y de otros ciudadanos que son ejemplos vivos, intentando recrear sus obras en bien de la comunidad bolognesina.
 
Llega a mi memoria la imagen del primer “Hombre Araña” que quedó guardada en mi corazón. Fue una fría mañana de fines de junio del 1961. Retornaba de Shincush hasta donde fui gorreando el camión “San Martín”, que iba a Recuay. En circunstancias que sorteaba la bajada, cortando por tramos la vía, pude ver a don Mateo Barba Zubieta, trepado a un poste en lo alto del cerro, haciendo lo imposible por unir dos cables de acero de filudas puntas que lo hacían sangrar. No llevaba casco, guantes, tampoco una soga que lo proteja de las hualancas y las puntiagudas piedras que desde abajo lo miraban como vampiros. Nuestro paisano trabajó casi toda su vida en la Oficina de Correos y Telégrafos. Él, cada vez que se producía un corte en el sistema telegráfico tenía que subir metro a metro los escarpados en terreno sumamente hostil hasta encontrar la avería y repararlo. Recuerdo que al acercarme me brindó unos segundos de su tiempo para responder mi saludo. Minutos después, ya parado en el camino, vi su mirada de satisfacción y sentí su corazón latiendo con fuerza por la emoción de haber cumplido su noble tarea en bien del pueblo. Esta vocación de sacrificio es similar al ejemplo de hombres valiosos como Panchito Alva Palacios, Alberto Núñez Arévalo y don “Muchqui” Valerio Aldave Calderón, quienes tenían que surcar leguas de leguas cuando eran llamados del interior de la provincia para sanar heridas o socorrer a los desvalidos, sin temor a ser contagiados por alguna enfermedad. Seguramente caminaron de noche los abruptos senderos, pues la salud no espera la llegada del alba. De igual modo lo hicieron los amautas Antonio Zúñiga, Juan Fuentes, Teófilo Núñez, Policarpo Zubieta, Nicanor Cerrate, Teodulfo Ramírez, Arcadio Zubieta, Hernán Reyes, Albina Soto, Ernestina Yábar, Amina Rayo, Alejandro Yábar y los demás maestros rurales llevando conocimiento a los pueblos lejannos. También el Supervisor Provincial Marcos Lemus, visitando una a una las escuelas para cumplir su labor de control, viajando a caballo o a pie y entregar los míseros sueldos a los heroicos maestros rurales, las noticias de sus familiares y el azúcar que endulce el agüita de muña.
 
Cómo no recordar a los comuneros en las excelsas figuras de sus líderes de venerable cuño: Absalón Alvarez, Pedro Jiménez, Pedro  Moreno, Juan Ibarra, Félix Jiménez, Pascual Palacios, Marcos Ñato, Arcadio y Juan Ibarra, Pascual Chávez y Abilio Huerta, quienes además de defender nuestras tierras con el grito: 'Romatambo de Chiquián', construyeron canales y caminos en nuestra difícil topografía, estanques y reservorios de agua para el riego, paredes de tapiales interminables y calles por doquier; es decir apuntalaron con sus brazos y sus cerebros el progreso de Chiquián, obras de las que gozamos de niños, adolescentes y en la actualidad. No es menos importante la labor de nuestros panaderos por darnos el pan caliente mañanero y vespertino, quemándose el lomo, las manos y las pestañas durante las largas horas que dura la tarea de amasijo. Cómo no evocar a nuestros mineros de socavón como don Manuel Vicuña y su hijo Apacho, y a don Manuel Roque. 
 
Asimismo a los policías e instructores de Pre-Militar que cuidaban nuestro desarrollo: Pedro Cuevas, “Angelito”, Fausto Chirinos, Cesareo Zarazú, Víctor Morán, Lucho Chiri, Antonio Franco, Cástulo Sánchez, Alejandro Dextre, Pancho Sánchez, Víctor Alvarado, entre otros seres de uniforme verde olivo y azul municipal como don Alejandro Alvarado. De igual manera los coheteros Alberto “Limonta” Núñez de Quihuillán, Baldomero Ramírez y Jacobo Palacios, quienes con su esperado ¡PUN! nos llenaban de dicha en las fiestas costumbristas, poniendo en peligro sus dedos y nariz en cada disparo de avellana o tendida de bombardas en la Plaza de Armas y en el estadio de Jircán.
 
En mis retinas tengo grabados: los helados, las raspadillas y las chalacas, pero de sólo imaginarme que para elaborarlas tan sabrosas: Camilo Bravo, Danielito Garro, Gelacio Valderrama y su papá, José Montoro y Gregorio Carrera, tenían que bajar enormes adoquines de hielo desde Tucu y traerlos paso a paso a lomo de burro, siento escalofríos en el cuerpo y en el alma. También integran esta pléyade de valientes del trabajo productivo nuestros paisanos Bonifacio Peña y Juan Ramírez, los hombres de la “luz al final del túnel”, siempre prestos a iluminar nuestras noches, a costa de quedarse electrocutado el primero, y morir intoxicado por monóxido de carbono el segundo. Del mismo modo los picapedreros Factor, Alejandro y Aurelio Yábar, Apolinario Montoro, Felipe Alvarado y Melchor Romero, quienes a mano, cincelada a cincelada, milímetro a milímetro construyeron molinos de uso rural, batanes, morteros, umbrales y soportes de huaros.
 
Con estos bellos ejemplos, renace ese espíritu de sacrificio por amor al prójimo como estado sublime del alma, alcanzado con sufrimientos e incomodidades, al extremo de convertirse en un hábito, pues los que se acostumbran a experimentar privaciones y molestias, sensibilizan su cuerpo, de tal forma que los más crudos dolores y los más pesados trabajos no dejan huella apreciable en ellos. Cómo no recordar también a nuestros tejedores de antaño: Benito y Pedro Moreno, Marcos y Cesareo Minaya, Florián Rodríguez y Fausto Castillo, quienes confeccionaban de sol a sol: ponchos, frazadas, faldellines, jergas, aperos, pantalones de bayeta, jacus y llicllas. A nuestras tejedoras, bordadoras y costureras: Asunción Aldave, Pili Díaz, Teodora Alva. Goya Anzualdo, Consuelo y Norma Espinoza, Etelvina Tello, Mary Luján, Carmen Montes, Orfila Ocrospoma, Bercilia y Elvira Prudencio, María Rosemberg y Martina Yabar. A nuestra fabricante de coronas Dolorita Aguirre, quien con doña Aquelina de Silva, Dieguita, Orfelinda Portilla, Juanita 'Causa', María Gamarra, Carlos espinoza y la esposa del chofer Leonardo Aldave de Carcas, alegraban nuestros días con sus sabrosos potajes y bebidas al paso.
 
A los trabajadores de la Oficina de Correos y Telégrafos: Pepe Zárate Durand (Jefe), Ana Márquez Ibarra, a nuestra recordada Loyolita, Luz Romero Milla, Pedro Díaz Anzualdo, Mateo Barba Zubieta, Juan Garro Aldave, Antonio Ortiz y Agripino Carrera.
 
A los herreros Ambrosio Chávez, Abilio Huerta y David Aldave que forjaban rejas, barretas, racuanas, visagras, aldabas, herrajes, canchanas. A nuestros fabricantes de tejas y adobes Toribio Allauca e Iuchi Ramírez. A los talabarteros Felipe Vicuña, Benancio Valderrama, Felipe Velásquez, a los trenzadores Cosme Padilla y Agripino Cerrate, al pintor con pellejo de cordero Crisólogo 'Bolívar' Vásquez. También a nuestros sastres Miguel e Icha Durand, Natividad Valderrama, José Gamarra Ñato, Jorge Bolarte, Alicho Romero, Juan 'Palermo' Gonzáles, Elias Damián. A los carpinteros Toribio y Teodoro Moreno, Nicolás Ramírez, Gaudencio Moreno, Casimiro Alvarado, Lorenzo Yábar, Valerio Jaimes, Juan Díaz, Julio Carhuachín, Elacho Ñato, Maurelio Reyes. A los fotógrafos Perfecto Bolarte, Garrito, Cesareo Zarazú, Pepe Zárate, Pedro Zubieta, Víctor Morán, Pedro Cuevas, Guillermo Arbaiza. A don Abraham Bolarte que mantenía a puntos los relojes a cuerda; a los zapateros Rucu Feliciano, Juan Ñato, Alejandro Anzualdo, Samuel Calderón, Mariano Blas, Pedro Alvarez, Lorenzo Padilla, Gregorio Espejo, Estañiz Gamarra.
 
A los panaderos Manuel Castillo, Maurelio Reyes, Simón Rayo, Ignacio Calderón Ramírez, Pepel, Policarpo Aldave, Pascual Palacios, Victoria Montoro, Ela García, Lucinda y Faustina Alvarado, Mercedes Moncada, Pili y Pedro Díaz, Guillermo Garro, Pedro Moreno, Benigno Palacios, Alejandro Lemus, Chanti Alvarado, Alejandro Lázaro, Honorio Jara, Alejandro Rivera, Joaquín Chamorro, el chino Félix Jiménez. A los choferes ruteros que traían y llevaban calor familiar uniendo sin pestañear de Lima a Chiquián a los paisanos, entre ellos Benjamín y Segundo Robles, Luis y Carlos Nuñez, Anaya, Amancio, Teobaldo Padilla, Matuco Galvez , José Maturana, Juan Montes, Leonardo Aldave, Zenobio Alarcón, Armando y Chanti Alvarado, Elías Landauro, José Yábar, San Martín, Keclin Carbajal, Cachay, Ocrospoma, Armando Delgado, La Liebre, Tolomeo Padilla, los hermanos Abundio y Manzueto Santos Flores, Peli Balarezo, Luco y Claudio Ñato, Miguel Moncada.
 
A los techadores Eliseo Calderón, Reymundo Flores, Florentino Alvarado, Teodoro Vásquez (experto en tapiales). A los hojalateros Lolito Rivera, Abraham Bolarte, Manuel Rueda y Bernardo Escobedo. A los productores lácteos Alberto Espejo, Isidro Espejo, Filomeno Meza, Andrés Vásquez, Miguel Romero, Amancio Valdez. A los fabricantes de velas Felipe Ramírez, Accepio Palacios, Lolito Rivera, Daniel Yabar, Mauricio Zubieta. A los albañiles Elías Alvarado, Andrés Lázaro y Perico Izquierdo. A los sombrereros Teófilo Rivera y Rómulo Toro. A don Antonio Padua Toro y su roncadora. A los diestros en bordaduría Eulogio Rivera y don Braulio. A los peluqueros Fidel Balarezo, Pedro Loarte, Chimuco Garro, Elías Rivera, Leonardo Allauca.
 
De nuestros maestros primarios, secundarios y de la Escuela Normal, hay tanto que decir, pues gracias a sus enseñanzas somos seres humanos con mayor conocimiento. Saludo a todos ellos en la persona de grandes maestros chiquianos que nos acompañan en la ruta: Anatolio Calderón, Anatolia Aldave, Julio Vásquez, Albina Aldave, Zoila Cáceres, Oswaldo Vicuña, Romeo Reyes, Chole Zúñiga... del mismo modo a los trabajadores estatales, comerciantes, base del turismo receptivo, a los músicos y cantantes representados por el maestro Alejandro Aldave Montoro; a los comunicadores sociales y administradores de las páginas chiquianas de la Internet, en la voz dominical de Vladimiro Reyes Gamarra; a los escritores en la persona de Filomeno Zubieta Núñez, a los gobiernos locales, autoridades de Gobierno y comunidades campesinas, a las asociaciones y comités de gestión.
 
Tejedoras de Chiquián, lideradas por Mary Rosemberg, fallecida el 27 MAR 2013 

Son unas pinceladas chiquianas por el DÍA DEL TRABAJADOR; sin olvidar: 'Que bordeando el boulevard de los años los recuerdos se esfuman; por eso evoquemos con amor los bellos momentos pasados en Chiquián, y no esperemos el último aliento de la existencia terrenal, para abrigar con el manto de la remembranza a los que hoy aguardan un poco de calor'. 

Aprovecho la ocasión para renovar mi saludo de cumpleaños a mis primos: Sara Romero Moreno y Eduardo Dextre Balarezo, y mis plegarias por el alma buena de nuestro recordado amigo Tico.
  



RECUERDOS... 
 
 A LA MEMORIA DE TICO IBARRA DAMIAN 
 
Entrañable compañero de los juegos primeros, a pocos días de tu viaje a la Mansión Celestial nos encontramos en el distrito limeño de La Victoria. Ibas sonriente al colegio "César Vallejo", donde fuiste magisterio viviente, un fuerte apretón de manos y una franca sonrisa fue tu saludo postrero. Hoy mi alma se estremece recordando tu rostro bajo el vidrio del ataúd...

Parado sobre el frío suelo en silencio sepulcral, sentí que mi corazón naufragó entre los lirios blancos con lágrimas del propio cielo. Desde aquel día, cuando pienso en Quihuillán, veo torcazas sobrevolando Jirishanca, buscando descanso eterno en la Morada de Dios.

Tico:
 
Siempre te llevo en el arcón de mis recuerdos, corriendo en pleno aguacero tras un barquito de maguey tarapaqueño... 

A Tico, mi amigo querido
.  
Está un barquito de maguey
encallado en el Huayhuash;
el alma que lo mantuvo a flote
se fue buscando el arco iris.

El viento ruge en la cubierta
que va perdiendo sus colores,
las cansadas velas tienen sed
y se inclinan a beber del río.

Ya doblan las campanas,
es hora de las plegarias,
por los tiernos marineros
que ante Dios fueron los primeros.

!Levántate barquito tarapaqueño¡
y navega rumbo al infinito,
que el fulgor del Faro Divino
ilumina tu camino. 
 
 Lima, 27 SET 2005 
 
 Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
 
 
 
 
.

TRABAJADORES CHIQUIANOS
 
¡BENDITOS SEAN!
 
.









 
Paisanos, amigos y familiares: Teodora Vásquez Calderón, Trinidad Zubieta Béjar, Santiago Torres Rojas y Jorge Amancio Rivera Roque. Mañana apagan velitas: Jennifer Cuadros Calderón, Alexandra Muñoz López, Víctor Raúl Maguiña Robles, Manuel Vicente y José Ovidio Armesto Barrenechea. Oremos por el alma buena de nuestro entrañable amigo y paisano Luis Alberto Reyes Bazán. Lucho se encuentra en la Mansión Celestial desde el 8 de noviembre de 2016. Que Dios bendiga a todos para felicidad de la gran familia chiquiana.
 
A nombre de la familia Alvarado Balarezo,

Nalo
 
IMÁGENES PARA POSTALES DE USO COMUNITARIO

(Sin sellos ni marcas de agua)
 
Por cortesía de Nico y Danielito Alvarado Muñoz
 
 
 





 









































































 





































































 
 


 
IMÁGENES PARA POSTALES DE USO COMUNITARIO

(Sin sellos ni marcas de agua)
 
Por cortesía de Nico y Danielito Alvarado Muñoz