martes, 12 de julio de 2016

HUARAZ - PRESENTACIÓN DEL LIBRO "MI PUEBLO QUERIDO: EN PROSA Y VERSO", DE WALTER VIDAL TARAZONA, EL 14 DE JULIO, 6:30 PM

 
PRESENTACIÓN DEL LIBRO:

"MI PUEBLO QUERIDO. EN PROSA Y EN VERSO"

Killa Editorial y la Dirección Desconcentrada de Cultura de Áncash, hacen extensiva la invitación a la presentación del libro "Mi Pueblo Querido. En Prosa y en Verso" del distinguido maestro y escritor WALTER VIDAL TARAZONA. El JUEVES, 14 de julio, a las 6:30 p.m., en el auditorio de la Dirección Desconcentrada de Cultura (2do. piso ex-INC, Plaza de Armas de Huaraz).

Te esperamos...

¡No faltes, INGRESO LIBRE!


 
MI PUEBLO QUERIDO. EN PROSA Y EN VERSO (2016)
 
Por Walter Vidal Tarazona

Es la segunda edición de LLAMELLÍN EN PROSA Y EN VERSO (2003)
 
 
Aquí un trocito de la introducción (como muestra):
 
HEMOS PERDIDO LA GRAN OPORTUNIDAD DE CAMBIAR
 
Podemos afirmar sin temor a equivocarnos, aunque nos duela mucho, que el Perú es el heredero por excelencia del virreinato español. Hay muchas similitudes entre ambas etapas históricas que nos conducen a esta trágica afirmación. Veamos, ¿Cuál fue la primera reacción y comportamiento de los “conquistadores” cuando tuvieron frente a sus ojos, deslumbrando a las niñas de sus ojos, los caudales de oro y plata en el nuevo mundo?  Se pusieron a pelear a muerte entre ellos. Qué es lo que primero se nos ocurrió a los peruanos al tener a nuestra vista el sueño de la libertad hecho realidad.  Nos pusimos a pelear por el poder (principalmente los militares ambiciosos). Pero, menos mal, cada 50 años aparece un peruano bien intencionado que quiere poner orden, aunque casi siempre ha fracasado. En el siglo XIX fue Ramón Castilla, en el XX Juan Velasco, ambos –por contradicción histórica- de las filas de los militares. ¿Qué otras cosas hemos heredado, aparte del desorden, el caos, aun con visos a caer en la ingobernabilidad? La corrupción. Fruto de esta lacra es el entrampamiento para tomar la senda de desarrollo. Un ejemplo, y solo uno: Hemos hecho desaparecer las fábricas de pañetes de lana de oveja, que se producían principalmente en Conchucos, que podría haber sido  un ejemplo de mestizaje viviente. Cuidarla, mejorarla y globalizarla. Nada de eso ha ocurrido. Pero sí  hemos sido lo suficientemente hábiles para ponernos dependientes de los países-centro que controlaron y controlan nuestras actividades, nuestra producción y nuestro comercio exterior.

 

Nos preguntábamos en la Introducción a la primera edición de nuestro Libro (Llamellín. En Prosa y en Verso, 2003), sin intenciones de copiar ni calcar el pensamiento del amauta J.C. Mariátegui, pero sí de contextualizarlo en este mundo de hoy de violentos cambios tecnológicos ¿Cómo peruanizar el Perú sin limeñizar Lima, cómo peruanizar el Perú sin antes llamellinizar Llamellín…? ¿Cómo globalizarlos nosotros mismos sin antes de haberlos identificado como nación plena, sin haberlo identificado como pueblo andino, en fin, sin haber construido nuestro propio modelo de desarrollo, para solucionar algunos de nuestros problemas cruciales, como la centralización a la que nos han conducido nuestras propias limitaciones y nuestros políticos no preparados para gobernar.


            A nuestra patria chica, simplemente la hemos abandonado a su suerte. Pero muchos de sus hijos aún queremos revertir este proceso limitante; queremos raimondinizar a “Antonio Raimondi”, conociéndola, amándola, y preocupándonos por su progreso. El principal propósito de esta segunda edición de nuestro libro es eso. Contribuir a que se empiece por hurgar su pasado, por recordarlo y tenerlo en cuenta  siempre, apoyándolo en su progreso cada cual con lo que más tiene. Nosotros, con lo que pensamos sabemos hacerlo mejor: con nuestra evocación lírica y los pocos conocimientos adquiridos sobre su realidad.  Sabemos lo que el porvenir nos va a reclamar a sus hijos conscientes; por ejemplo en economía, a sus emprendedores regados por otras partes les dirá: por qué no abrieron pequeños ejes industriales, básicamente en el agro, rehaciendo nuestros andenes pero sin contaminarlas con procesos y procedimientos esterilizantes, como plaguicidas, pesticidas, insecticidas y detergentes. ¿Es difícil buscar un crecimiento ordenado sin  deteriorar la calidad del suelo, del aire y del agua? No necesitamos crecer rápido mientras no seamos constructores de nuestra propia tecnología. Es la calidad del crecimiento y no su ritmo la que va a determinar el equilibrio hombre-naturaleza. Estamos tentados a pensar que si la iniciativa de desarrollo no vino/no viene de arriba  (gobierno), por qué no puede salir  de abajo, de las bases e ir hacia arriba como fue el pensamiento de Raimondi.

            Acabamos de ser actores de las últimas elecciones (primera vuelta: 2016), y el colofón ha sido que todavía no nos atrevemos a cambiar. Siempre caemos en la estrategia de escoger al menos malo. En este caso ambos candidatos que pasaron a la segunda vuelta son los que están más cerca a los grupos del poder que siempre han gobernado nuestro país. Hemos perdido la gran oportunidad de cambiar.

            Finalizamos esta introducción poniendo en manos de nuestros amables y muy caros lectores, las páginas de esta obra reflexiva hecho no tal vez  con pericia, pero sí con mucho amor. Gracias mil por leernos, algo sano y bueno pero tarea difícil de emprenderlo en este tiempo avasallador.