viernes, 26 de febrero de 2016

EL NIÑO LOCO - POR ARMANDO ALVARADO BALAREZO (NALO)

 
 
EL NIÑO LOCO
 
Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
 
Al mediodía del viernes 26 de febrero de 1960, Aralba retornó a su casa después de una entrevista para oficiar de monaguillo en la iglesia del pueblo.

Minutos después, oteando por la cortina de la sala escuchó este diálogo entre su mamá y una centenaria devota del Sagrario: 

- Señora vengo a prevenirla de un desastre familiar. Su hijo es un niño loco, cómo se atreve a decir que el camino terrenal no tiene final. Ha dejado perplejo al sacristán, señal que está molesto con su hijo. Vaya rápido, evite que lo excomulguen.

- ¿Y cómo se ha enterado usted?

- Aprovechando que el cura está ausente me puse a descansar en el confesionario. Desde allí he oído clarito la entrevista. Hable con el sacristán, pídale perdón, las madres tenemos que sacrificarnos por los hijos.

- Señora, si mi niño está loco como usted afirma, entonces tiene a quién salir, pues también pienso que el camino terrenal no tiene final, por cuanto la Tierra no es plana sino como una papa.

- ¡Esta casa es un manicomio, todos están mal de la cabeza, tengo que contarle al sacristán! –espetó contrariada la visita y se fue rauda a la iglesia.
 
 
 

* * * 

Aralba fue expulsado del casting para monaguillo, y se convirtió en pastor.

Tupucancha, 25 de febrero de 1962
 
 

Fuente: 

Relatos de la Puna, breves como la vida.