La Virgen de las Mercedes y su
bellìsimo altar de madera fina.
LA GRAN FIESTA DE CARHUAZ
Por José Antonio Salazar Mejía
Carhuaz tiene una de las fiestas
más espledorosas del Callejón de Huaylas. Todo setiembre celebran a la "Mama
Meche". Un recuento de esta festividad que el 23 de setiembre tiene en "La
Bajada" y la "Víspera", dos de sus principales actividades.
Del 14 al 22 de setiembre, los
“qellis” hacen llegar sus regalos y presentes a los mayordomos. Lo que
constituye toda una fiesta dentro de la fiesta. Hay "qellis" para los tres
mayordomos: de "La Bajada", de la "Víspera" y el "Del
Día".
Los “qellis” en Carhuaz son muy
generosos en sus ofrecimientos: gruesas de avellanas y “pelotas”, javas de
cuyes, decenas de cajas de cerveza y hasta hermosos toros. El “quelli” que
quiere expresar mayor cariño al mayordomo, o demostrar mayor status, le ofrece
un toro.
Llevando
avellanas adornadas con banderitas
y "jalando" al toro para el
mayordomo...
Para la entrega de los presentes,
los “qellis” se hacen anunciar ante el mayordomo, recién con su visto bueno,
organizan la entrega. Generalmente quienes llevan avellanas se hacen acompañar
con las roncadoras; lo mismo quienes llevan cuyes o cerveza. Invitan a sus
familiares y amigos y se sirven el almuerzo enviado de la casa del mayordomo.
Luego del almuerzo, bailan y beben al compás de las roncadoras para luego
dirigirse hacia la casa del mayordomo llevando lo ofrecido; es tradición que las
avellanas las lleven adornadas con banderitas peruanas.
Quien lleva un toro de obsequio,
tiene un trato especial. Pero también se hace acompañar de un gran cortejo.
Contrata una banda de músicos e invita a su domicilio a decenas de familiares y amigos. Al mediodía
se inicia la reunión donde el “qelli” ofrece a sus invitados una riquísima
chicha y el macerado de pomelo, bebida tradicional del pueblo
carhuacino.
El riquísimo licor de pomelo, camino a su
industrialización.
El “qelli” no prepara el almuerzo,
éste viene de la casa del mayordomo y consiste en mondongo y “aca cashqui”.
Luego se sirve cerveza en abundancia y se baila con la banda, mientras el toro
es adornado con un hermoso moño y un enjalme que lleva el nombre del
“qelli”.
A media tarde, el cortejo sale de
la casa del “qelli” y al ritmo de un popular pasacalle lleva al toro por las
calles de Carhuaz en dirección a la plaza de armas. El toro es jalado por sogas
que portan los familiares jóvenes del “qelli”. En una esquina de la plaza son
esperados por el “camachico” del mayordomo quien les ofrece chicha de jora en un
gran “quntu”. Una vez consumida la chicha, todos se dirigen al domicilio del
mayordomo a entregar el toro.
La casa del mayordomo ha sido
debidamente acondicionada para recibir a la cantidad de “qellis” que lo visitan.
En la puerta, hay un grueso madero en donde se amarra al toro y en cuya cerviz
se rompe una botella de champán en señal de entrega oficial del obsequio. El
animal va al corral luego de que se le retiran la moña y el enjalme, y el
“qelli” y sus invitados pasan al patio a recibir el agasajo del mayordomo. Diez
cajas de cerveza esperan al “qelli”, luego vendrán las ollas de llunca cashqui y
de picante de cuye. La banda de músico
ejecuta alegres huaynitos y la fiesta se pone en su punto.
Llunca y picante de cuy, amen de cajas de cerveza
ofrece el
mayordomo al "qelli"
Lo singular del caso es que cada
tarde se entrega un promedio de seis toros, y otro tanto número de gruesas de
avellanas o cajas de cerveza. Normalmente un mayordomo recibe un promedio de
cincuenta toros de obsequio.
La casa del mayordomo es un loquerío, la
música de las bandas se confunde con la de las roncadoras. El “camachico” ordena
soltar sendas avellanas anunciando a los primeros “qellis” que deben retirarse,
pues en la calle hay otros “qellis” con sus
ofrendas, en espera de hacer su ingreso. Quienes se retiran lo hacen de
muy buena gana pues retornan a la casa del “qelli” a seguir la fiesta, con su
respectiva banda musical.
Del 14 al 22 de setiembre, el
ritual se repite. Todo Carhuaz está de fiesta, pues quien no está con los
novenantes, está acompañando a algún “qelli”. Otro aspecto a destacar es que los
campesinos pobres se integran a la fiesta y son bienvenidos tanto en casa de los
“qellis” como en la del mayordomo. Este rasgo de la redistribución andina
singulariza la festividad de Mama Meche y se da en el contexto de la oposición
carencia - abundancia. En una época de falta de lluvias, en donde el campo ya no
puede ofrecer sus productos, en el triste setiembre, mes de hambre y
privaciones, Carhuaz es todo lo contrario. La abundancia es la característica de
la fiesta de la Virgen de las Mercedes, abundancia de comida y bebida, en honor
a la Mama Meche, madre proveedora que
sustenta a su pueblo.
Y hoy, 23, en horas de la tarde sale
la procesión "De Bajada".
LA BAJADA
Ha llegado el momento de la
gran fiesta. El 23 de setiembre es la “Bajada”. Es el día en el que el mayordomo
de la “Bajada” organiza la diana a las cinco de la mañana y luego del desayuno
preparan a la imagen para la Misa y procesión de “Bajada”.
En la Misa de “Bajada” sucede algo especial. La Virgen de las
Mercedes es patrona de las armas del Perú y en la plaza de Carhuaz se escenifica
una batalla en donde las bombardas son los cañonazos, las “pelotas” semejan las
ametralladoras y las avellanas reemplazan a los tiros de fusil.
La visibilidad en la plaza es prácticamente
imposible
Terminada la Misa de “Bajada”, todos se dirigen a casa del mayordomo
a servirse el almuerzo e inmediatamente después se inicia la solemne procesión de "Bajada".
El fervor de los carhuasinos durante la procesiòn en
proverbial
Al caer la tarde, la venerada imagen de la Virgen de las Mercedes de
Carhuaz llega a las puertas del templo para presenciar el cambio de “guión” o
estandarte al mayordomo del año entrante; éste, una vez que la imagen hace su
ingreso al templo, invita a su domicilio a todos los acompañantes. Allí, los
comprometerá para que funjan de “qellis” el año
venidero.
Esa noche, la plaza de Carhuaz asiste al espectáculo de los juegos
artificiales que ofrece el mayordomo de la Víspera. Este es un tercer mayordomo,
que se ocupa exclusivamente de organizar la Misa de Vísperas, los juegos
artificiales con sus respectivos
“castillos” y el agasajo a todos los concurrentes a la Plaza de Armas de
Carhuaz, la noche del 23 de setiembre. Al igual que los mayordomos de la
“Bajada” y del “Día Central”, el mayordomo de la “Víspera” recibe regalos de sus
familiares y “quellis”.
EL DÍA CENTRAL
Prácticamente es el mismo ritual del día anterior. Carhuaz es un
pueblo de costumbres, año a año reitera el mismo ritual. La diana, el desayuno y
la Misa del Día Central. En esta oportunidad, es el Señor Obispo de la Diócesis
de Huaraz quien celebra la Santa Misa de Fiesta.
Luego todos los concurrentes
a la Misa son invitados al gran almuerzo en casa del mayordomo del “Día
Central”. Esto es para todo el pueblo. Foráneos y residentes, gente del campo y
la ciudad, participan en este ágape, símbolo de la unión que la Virgen de las
Mercedes, quiere para su pueblo.
Después del almuerzo, se realiza la magnífica procesión que empieza a
las tres de la tarde. Todo Carhuaz se congrega en la Plaza de Armas para
acompañar a la querida “Mama Meche” en su paso por las principales calles de la
ciudad.
Fuente:
Blogspot UN DÍA COMO HOY EN HUARAZ