miércoles, 6 de mayo de 2009

ESCUELA NORMAL MIXTA DE CHIQUIÁN - PARTE II

Plaza de Armas de Chiquián

EL PENSAMIENTO DE SUS CATEDRÁTICOS

La imagen del maestro encaja perfectamente en el epíteto: 'Apóstol del saber', de ahí que hoy, 29 de junio que se celebra en todo el mundo a Pedro y Pablo, sacrificados apóstoles peregrinos de la palabra de Cristo, se refleja en el homenaje a ambos, el rostro de carne y hueso del maestro ancashino que bebió del manantial del saber en nuestro querido Chiquián. Razón de más, para pensar, que con el cese de la Escuela Normal, se frenó sobremanera el desarrollo educativo y cultural de nuestra provincia.

Pero también tenemos al gran 'Pescador de hombres' cuyo día también se celebra hoy. Aquel Divino Maestro que en plena tormenta apaciguó la tempestad llevando tranquilidad a sus discípulos, al igual que lo hicieron y hacen cotidianamente los maestros chiquianos, moldeando las mentes y los corazones de sus alumnos para apartarlos de esa sempiterna tempestad llamada ignorancia.

Los catedráticos de la Escuela Normal Mixta de Chiquián, han dejado un voluminoso legado de conocimiento y cultura en la mente de sus discípulos, donde reluce en su vasta dimensión el pensamiento creador del maestro ancashino. A continuación voy a transcribir un mensaje muy aleccionador de uno de ellos, que ya duerme el sueño eterno.
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LO QUE ES LA PROFESIÓN DE MAESTRO
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Por: Eleodoro Gamarra Salinas

Para dirigir el aprendizaje de alguna materia, con propósitos sanos que vayan en benéfico de la colectividad, se necesita en primer término, de aquella palabra que encierra un tesoro humano llamado 'AMOR'. Pero ¿amor a qué?, ¿a la profesión?, ¿al educando?, ¿a la ciencia maravillosa del saber?. Pensemos un momento, y detengámonos a aclarar conceptos.

Amor a la profesión, quiere decir amor a la enseñanza, amor a la actividad que se realiza como oficio permanente de docencia, amor a aquello que como piedra angular se mantiene en nuestras manos: ¡el aprendizaje!.

Amor al educando, quiere decir amor a la niñez, amor a aquello que con responsabilidad tenemos en nuestras manos para hacer de él un elemento sano, trabajador, respetable, cumplidor de sus deberes, que cultive el patriotismo, que sea bueno ante sus padres, ante sus semejantes, ante el pueblo, ante la misma cultura, ante su nación y ante el Universo. Que cumpla todos sus deberes con buenas maneras, que sea amoroso con los indigentes, y por último, que sepa reconocer a Dios.

Amor al saber, quiere decir afecto, por el cual se busca el ánimo de bien por todo aquello que el hombre ha producido y descubre dentro del ámbito de la naturaleza, manteniéndola, si es que se practica con respeto, estudiándola, haciéndola cada vez más divulgadora, trasmitiendo un conocimiento hacia los demás con técnica, con método, con sistema y con todo aquel recurso que la pedagogía enseña. Amor al saber, también quiere decir, dirigir con pasión todo aquello que se ha impregnado en nuestra memoria mediante el estudio, pero en esto sucede algo irónico, que no todo aquello que se impregna al cerebro es bueno, sino todo aquello que con la adecuación del pensamiento hacia la realidad objetiva sea cierta, sin apasionamiento extremo, sin ceguera, sin fanatismo que compromete a un campo de la ignorancia.

Entonces ¿cuál de estos tres puntos hemos de practicar amado lector?. Sin duda aquellos que conceptúan, dirán: el primero, otros: el segundo, y otros: el tercero, pero analizando concienzudamente, pongamos el campo de la ciencia, al campo de la filosofía, y al campo del pragmatismo, entonces qué sucede?. Que los tres conceptos se fusionan en uno solo, haciéndonos capaces de transformarnos hacia horizontes nuevos, para pensar con vehemencia y decir en una sola palabra 'MAESTRO' sinónimo de Dios personificado en Cristo. Las tres cosas son necesarias para cumplir nuestra labor, aquella faena penosa de hacer que se críe el niño con las normas de la cultura moderna. Ya después de haber cumplido con satisfacción los tres conceptos antedichos, dejaremos para la historia, para las generaciones venideras, bases y direcciones que puedan ser perfeccionadas con mejores conocimientos y con mejores apreciaciones de la ciencia moderna.
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CHIQUIÁN: ya va floreciendo el maguey

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