Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
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- Papá, a mis 40 años por fin he hallado la mujer ideal y deseo casarme con ella.
- ¡Qué buenooooo!. Ya me tenías preocupado, ¿y quién es?
- La hija del talabartero...
- Lo siento hijo, con esa chica no puedes casarte. Nunca pensé revelarlo, pero ante este dilema, no tengo otro remedio que decirte que es tu hermana.
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El hijo se va compungido. Al cabo de cuatro años encuentra a la pallita de sus sueños y le dice a su padre:
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- Papá, he encontrado el verdadero amor, con ella sí me voy a casar.
- ¿Y quién es?
- La hija del sombrerero...
- Hijo mío, no sé cómo decírtelo, pero... ella también es tu hermana.
- ¡Pero papá!
- Compréndeme hijo, de joven fui aficionado a los toros y participaba en las tardes taurinas de los pueblos cercanos. Una noche después de una corrida tuve un desliz con una preceptora...
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Muy apenado deja a su segunda gila; pero gracias a Cupido, 6 años después se encuentra con una amiga de la infancia y ambos quedan flechados. Busca a su padre y le dice:
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- Papá, ahora sí he encontrado a la chacuita de mis sueños, fue mi compañera de banca en el Jardín de la Madrinita y me voy a casar cuanto antes, porque con mis 50 años a cuestas los paisanos están empezando a murmurar...
- ¿Y quién es ella hijo?.
- La hija del panadero...
- ¡No puede ser, ella también es tu hermana! - al escuchar la revelación, el hijo se va llorando a su cuarto.
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Alertada por los sollozos se acerca su mamá y le pregunta por el motivo de su llanto. Él le explica sobre sus tres costillas que resultaron ser hijas de su padre.
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- ¡HIJO MÍO! -grita emocionada la madre
- ¡HIJO MÍO! -grita emocionada la madre
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- ¡Cásate con quien quieras, pues este goloj del cuerno no es tu padre...!
Palabras nativas
Chacuita:
Perdiz
Goloj:
Estéril
Pallita:
Doncella del Inca
Preceptora:
Maestra