T U S H U
Por Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
El viento de la noche barre las hojas secas camino al camposanto de Chacchash. Poco a poco las lagrimas que cayeron con la mangada se van convirtiendo en estrellas que iluminan bajo la luna.
En una cantina del barrio de Cruz del Olvido, dos borrachitos toman chinguirito. La cantinera dormita recostada sobre el mostrador. Un candil alumbra tenue el pequeño recinto.
A las 11 de la noche ingresa a la cantina una mujer. Lleva un manto negro de la cabeza a los pies. Uno de los borrachitos voltea y la saluda. La mujer agradece el saludo y pregunta:
-¿Me podría decir donde vive doña Fortunata? -el borrachito responde:
- Vive en la tienda del frente.
Dando las gracias sale la mujer y atraviesa la calle mojada por la lluvia, dejando a su paso huellas de patas de gallo. Se para frente a la tienda de doña Fortunata y toca la puerta.
-¿Quién es? -contesta una voz.
- Fortu, ábreme por favor -ruega la mujer.
-Señora, mi abuelita está en Uyu, desde anoche, está cuidando el maizal.
-Gracias -contesta la mujer y sale del pueblo siguiendo la ruta de Usgor. Después de una hora llega a Uyu.
Ingresa a la chacra trepando la pirca y se dirige a la choza. Llama una y otra vez, nadie responde. Son las dos de la madrugada. Cansada de llamar a Fortunata se sienta a descansar en la pirca, quedándose dormida.
A las 5 de la madrugada los pasos de un chacarero la despiertan. La mujer pregunta por Fortunata, el hombre responde:
-Hace una hora me crucé con ella a la altura del mercado de abastos, iba camino a su casa de Cruz del Olvido. Si te animas entramos a su chacra, le robamos sus choclos y vamos mitad a mitad ¿qué le parece señora?.
-No gracias, es muy tarde, pronto amanecerá, tendré que regresar el próximo año por Fortunata; pero como no puedo retornar con las manos vacías, me tienes que acompañar al Purgatorio, donde ya no tendrás necesidad de robar.
Al rayar la aurora una pareja de esposos chacareros encuentran al hombre recostado sobre la pirca, sujetando una alforja vacía. Lo mueven. Por la rigidez de su cuerpo, ya no vive.
-Pobrecito, seguramente ha muerto de tushu, su barriga está hinchada. Ayer su vecina Sabina mató su chancho y seguro no le ha convidado chicharrón.
VOCES NATIVAS:
Chacchash:
Paraje donde está afincado el cementerio chiquiano.
chinguirito:
Trago calientito. Ron de caña y hierbas aromáticas.
Pirca:
Muro de piedras.
Tushu:
Antojo
Fuente:
Relatos campesinos, de Armando Alvarado Balarerzo (Nalo)