LUIS PARDO EL BANDOLERO
Por Julio Olivera Oré
En mayo y junio de 1929 se organizaron oficialmente las antiguas Comunidades de Campesinos de Cuspón y Yamor en los distritos de Chiquián y Antonio Raymondi. Le siguieron Copa y Aquia, Chiquián y`Acas, en los años de 1930 a 38. especial mención merece la Comunidad Campesina de Aquia, que por sus luchas con los hacendados vecinos y las compañías mineras, hubiera mantenido vivo el espíritu de lucha de las comunidades vecinas que le prestaban su apoyo. En estas luchas surgió el “bandolerismo”, como un medio de combatir la prepotencia de los hacendados y el poder de los mineros. La hacienda “Tallenga” del distrito de Aquia, se formó por el establecimiento en sus tierras de “campamentos mineros”. Una lucha sin cuartel se inició y que debería terminar con el triunfo de la Comunidad.
La Pampa de Lampas, una rica extensión de pastos naturales, estaba sujeta a la propiedad privada. Por un lado los señores Icasa y por el otro lado los señores Ramos, se disputaban su hegemonía. Los feudatarios y yanaconas que se permitían apacentar sus ganados eran víctimas de los hacendados que junto a sus manadas entropaban a los pobres indios.
Los señores Morán y Sotelo que por razón de su investidura de altas autoridades judiciales del país, se mantenían al margen de las contiendas. Pero los hacendados vecinos querían hacerlos entrar en el juego de la expansión o les pedían su apoyo o incitaban a los indios a invadir sus dominios. Es así como los campesinos invadieron el territorio de los Morán y pese a que un ruidoso juicio comprendiera a más de treinta encausados, la acción se declaró prescrita.
Los mineros de Tucuchira y Tallenga hostilizaban a los campesinos y bajo el pretexto de campamentos mineros se constituían en hacendados. La aparición de Luís Pardo Novoa en el escenario de la “puna”, acabó con la prepotencia de los hacendados y mineros. Algo más Luís Pardo quiso moralizar al hacendado y al indio; al hacendado, obligándole a dar trato humano a los indios y a los indios dándole conciencia y dignidad. Y para que el indio tuviera conciencia de su poder y dignidad, con ellos asaltó los latifundios, a los latifundistas y opresores. Les imponía cupos y distribuía esos cupos entre los desvalidos. Bastaba la más ligera indicación de que en tal hacienda se hubiera cometido un abuso contra algún indígena, para que Luís Pardo y su “Banda” se hubieran hecho presentes.
Por muchos años Luís Pardo reinó sin límites. Hubo necesidad de un destacamento del ejército pusiera término a lo que se llamaba “bandolerismo”. Pardo muerto por traición no murió en la memoria de los pueblos vecinos. Aquella memoria fue endiosada. Como una reivindicación en 1955 en Chiquián, provincia de Ancash, en el cementerio local se erigió un mausoleo, cuyo busto fue cincelado por el artista peruano Vidal León.
Exaltándose así la figura del benefactor de los más necesitados. Su prestigio fue tal que no solo en el país sino en el extranjero se aplaudió la gesta romántica de quien como él amparara al indio desvalido. La musa popular se enriqueció con canciones a él dedicadas y, hasta se llegó a un film que por muchos años concitó la atención del país.
La Banda de Luís Pardo Novoa, siguió actuando pese a su muerte. Es que muy pocos creían que Pardo hubiera muerto. El Subprefecto Francisco Moreno Descalzi acabó con el ultimo reducto de aquellos rebeldes.
Luís Pardo Novoa nace un 19 de agosto de 1874, primogénito de cinco hermanos, de una familia conocida y pudiente en Chiquián, Bolognesi, Ancash, Perú su tierra natal. Hijo de Pedro Pardo, hacendado de “Pancal”, que participó en las montoneras Caceristas, en su lucha contra don Nicolás de Piérola y se autonombró Gobernador de la provincia de Cajatambo y muere en la disputa con un cura terrateniente. Su abuelo Pedro, nace en Huaraz, igualmente aventurero y Alcalde de Chiquián por dos periodos. Así Luís Pardo heredó esa inclinación aventurera, vengando la muerte de su padre a los 11 años, quien fuera emboscado por los hermanos Alvarado, cuando se dirigía a su hacienda; los mato de dos certeros disparos de una Winchester, pero aquello no calmó su pesar. Su padre moría cinco días después y muy pronto muere su madre.
A los veinte años decide integrar las filas de los Montoneros Caceristas, encabezados por don Augusto Durán, quien fuera acusado falsamente de haber impuesto fuertes cupos a los notables de las provincias. Cerca de Barranca el grupo tubo un encuentro con los soldados en sangriento combate con soldados del Sr. Piérola, siendo derrotados y tomados prisioneros. Luís pardo tubo que huir de la cárcel, para de allí en adelante ser constantemente perseguido por la justicia. Miles de veces se enfrentó a la fuerza pública, con lo que se le declaró abiertamente “bandolero”.
Su valor llegaba a la temeridad, en una ocasión entra a casa de uno de sus mayores enemigos, donde celebraban una fiesta familiar, con la mayor naturalidad, sin ser sorprendido, en otra, en la ciudad de Supe, ponen precio a su cabeza por orden del Gobernador de Huaral. Muchas otras humilla a los togados por sus vejámenes contra los indios .De tal forma de aventura en aventura, doblegando a quienes abusaban de los campesinos, enfrentando a la muerte, en las pampas, en los valles como en las punas, muere como mueren los hombres de su estirpe en una emboscada preparada, por quienes no pueden enfrentarlo mirándolo a los ojos, directamente. Vende cara su muerte al enfrentarse a 50 gendarmes de caballería al mando de Toro Mazote, quien había sido enviado desde la capital de Lima para su captura.
El 5 de enero de 1909, a orillas del río Cajacay es acorralado por algunos campesinos, herido gravemente se arroja a las tormentosas aguas, luego que una galga le impactara en la cabeza. Siete balazos atravesaron su yaciente cuerpo ya desfallecido. Río abajo fue recogido por los mismos pobladores que lo perseguían y llevado al pueblo. Un Alférez sacó su revolver y le dio un tiro de gracia, y otro en el pecho, enardeciendo así a la misma población que lo defendía.
Los pueblos que supieron de su generosidad, lloraron su muerte. Sus hazañas fueron con el tiempo parte de la historia del lugar, Chiquián, la Pampa de Lampas, Recuay, su segura morada y gran parte del Departamento de Lima. La musa de los poetas se inspiró en sus hazañas para cantar y contar a nuevas generaciones al Robin Hood Andino.
Entretanto las comunidades campesinas lograron sosiego y se dedicaron al trabajo. La Comunidad Campeseina de Aquia al amparo de la paz que le dieran sus líderes, consiguió formar una Cooperativa Comunal denominada “Rimay Cóndor”. Esta Cooperativa ha sido reconocida oficialmente con arreglo a lo que dispone el Artículo 12 de la Ley General de Cooperativas del Perú No. 15260.
Las Comunidades de Chiquián por su inmediación, unos de otros, por la facilidad de sus vías de comunicación, por su proximidad a la costa y por su gran espíritu emprendedor no han sucumbido ni han sido en los tiempos posteriores a Luís Pardo Novoa, molestados.