Nélida Silva Vidal, Walter Vidal Tarazona y Noelia Silva Vidal
A SHILLWI
Nélida Silva Vidal
Danza el eucalipto su danza de vida,
de semilla danzó con Shillwi, mi abuelo.
Danzaron juntos su áspera tez
con entereza de fuerte leñazo.
Alegrías y tormentos recogieron,
amor y abrigo derramaron;
juntos estrujaron su danza
mientras su linaje se esparció.
Misión y afecto compartieron;
juntos construyeron, se protegieron.
Uno sirvió de techo y lecho,
el otro de apego de hecho.
Hoy sólo sus espíritus danzan,
como danzó el eucalipto:
Tomando la forma de un sarcófago
y haciéndose a la medida de mi abuelo,
danzaron juntos su última morada.
A hombros los llevaron sus hijos cuesta abajo
mientras hundían sus pies
en húmeda tierra colorada.
Allá iban mi abuelo y el eucalipto
en su marcha sacramental.
La arcilla roja los recibió con ternura,
a mi abuelo por su magnificencia
y al eucalipto por su benevolencia.
Hoy, el eucalipto y Shillwi, mi abuelo,
en la pampa de Allauca,
danzan con el viento
su eterna danza habitual
de semilla danzó con Shillwi, mi abuelo.
Danzaron juntos su áspera tez
con entereza de fuerte leñazo.
Alegrías y tormentos recogieron,
amor y abrigo derramaron;
juntos estrujaron su danza
mientras su linaje se esparció.
Misión y afecto compartieron;
juntos construyeron, se protegieron.
Uno sirvió de techo y lecho,
el otro de apego de hecho.
Hoy sólo sus espíritus danzan,
como danzó el eucalipto:
Tomando la forma de un sarcófago
y haciéndose a la medida de mi abuelo,
danzaron juntos su última morada.
A hombros los llevaron sus hijos cuesta abajo
mientras hundían sus pies
en húmeda tierra colorada.
Allá iban mi abuelo y el eucalipto
en su marcha sacramental.
La arcilla roja los recibió con ternura,
a mi abuelo por su magnificencia
y al eucalipto por su benevolencia.
Hoy, el eucalipto y Shillwi, mi abuelo,
en la pampa de Allauca,
danzan con el viento
su eterna danza habitual
LLamellín